WASTE IT ON ME PT3
La presión que ejercían los largos dedos de Jungkook sobre los muslos del mayor era sabrosa. Le encantaba la fuerza con la que lo tenía agarrado.
—¿Vas a besarme o te me vas a quedar viendo? —preguntaba el menor.
Seok Jin seguía a horcajadas de él disfrutando de lo bonito que se veía el pelinegro con su cabello húmedo. El menor por su parte, se relamia sus labios por tener a aquel hombre encima suyo, se veía increíblemente irresistible.
Sin más palabras ni retrasos, Seok Jin caía una vez más antes sus deseos y tomaba al menor de su nuca con fuerza para comenzar a besarlo otra vez.
Chupaba el labio inferior, mordía y empujaba con su lengua para entrar y el menor se lo permitía, le permitía todo. Los besos del mayor iban acompañados por un delicioso vaivén sobre la polla del menor y los gemidos no se tardaron en llegar.
Su boca soltaba la de Jungkook para trazar un camino de su mentón al cuello, relamer, morder y dejar sin aliento al azabache, que gemía y jadeaba debajo de él.
—Por dios... —decía ahogado y daba un leve empujón hacía arriba para sentir más fricción entre su polla y el completo peso de su profesor encima—. Joder ¿porqué me esquivaste toda la semana?.
Seok Jin aceleró el movimiento soltando la cabeza del menor y quitándose su remera, Jungkook había olvidado su pregunta y se abalanzaba para relamer el pezón que resaltaba cual botón en el blanquesino torso del mayor.
—Mmm...dios —jadeaba el profesor echando su cabeza hacía atrás.
Ahora las uñas del menor rasgaban su espalda desde sus omóplatos hasta llegar a su cintura, bajar más y ahí apretar su trasero.
Si, Jungkook también era dominante y esa dualidad lo volvía loco.
Tomándolo por sopresa el pelinegro lo derribaba para quedar encima de él y atrapar sus labios en otro beso hambriento y desordenado, lleno de gemidos ahogados y respiraciones entre cortadas.
Aprovechando que el profesor Kim ya estaba sin remera Jungkook comenzó a besar su cuello, clavícula y descender con besos húmedos por todo su torso y así llegar a su abdomen para meter sus dedos y arrancar de un solo tirón tanto el bóxer como el pantalón de algodón.
—Joder, eres perfecto —susurraba agitado al ver su erección.
Una sonrisa torcida tiraba de los labios del mayor, que ahora sin perder tiempo sacaba de su mesa de noche un condón y lubricante.
El menor se relamia los labios por enésima vez mientras se quitaba la remera quedando solo en bóxer. Seok Jin babeaba con el cuerpo atlético del pelinegro.
—Quítate eso —señalaba la ropa interior que Jungkook aún traía puesta—. Quiero jugar con tu polla un rato.
«Mierda» sin perder tiempo el pelinegro acataba la orden.
—Ven aquí —Seokjin palmeaba el lugar a su lado y el menor se acercaba, pero éste le robaba a su profesor un beso chupón y mordida antes de acostarse—. Joder... despacio.
Jungkook sonreía divertido y excitado haciendo caso omiso a las palabras de Seok Jin. Sin perderlo de vista contemplaba al mayor vertiendo del líquido sabor frutilla sobre su polla, una sensación de cosquilleo placentero se hacía presente.
El mayor se acomodaba entre las piernas del pelinegro y comenzaba a masajear su larga extensión. Estaba rígido y se veía delicioso para el profesor quien luego de un segundo daba un chupón al glande rosado.
—¡Ay, mierda! —Jungkook yacía sobre sus codos y no podía evitar tirar la cabeza hacía atrás ante aquella sensación—. Otra vez, otra vez, otra vez —rogaba mientras temblaba bajo los bombeos que el profesor brindaba a su falo.
Ahora la lengua de Seok Jin relamia todo el falo de abajo hacia arriba sin dejar de mirar al menor.
Éste no podía creer que el hombre entre sus piernas era el mismo caballero que daba clases a varios alumnos y era respetuoso para con todos y llevaba unos aburridos lentes los días de semana.
Seok Jin tenía muchos fanáticos tras él, y muchas opiniones decían que era un demonio vestido de ángel y que seguramente te hacía gritar de placer en la cama.
Tenían razón.
Toda la rígida extensión de Jungkook desaparecía dentro de la cavidad del mayor quién comenzaba a chuparlo de manera desenfrenada, entre masajes y arcadas que volvían loco al pelinegro.
Las adorables mejillas del profesor se ahuecaban para succionar toda su polla obligándolo a empujar dentro para follar su boca.
Seok Jin estaba descontrolado y eso descontrolaba también al menor que daba estocadas sin delicadeza alguna a causa de lo bien que su profesor le estaba haciendo un oral.
—Para, para...quiero follarte —rogaba quitandolo de su polla—. Si sigues chupándomela de esa forma me harás correr.
Seok Jin se arrodillaba y limpiaba la comisura de sus labios, tenía sabor a frutilla y el delicioso sabor de Jungkook en sus papilas.
—Ponte el condón ahora —ordenaba el mayor viendo cómo Jungkook obedecía con manos temblorosas—. Tan obediente.
Ahora como León por su presa gateaba hasta llegar a los labios del menor que se sentaba sobre la cama para poderlo besarlo con más comodidad. Otro beso, pero suave e intenso, por la cama Seok Jin buscaba el lubricante para derramar sobre los dedos del menor.
—Ponte debajo de mi —rogaba Jungkook con dulzura.
El mayor no pudo evitar alzar una ceja ante aquella proposición, pero hacía lo que el menor pedía. Con el mayor boca abajo Jungkook se ponia encima rozando su polla con la entrada de éste quién no había podido evitar gemir y levantar sus caderas para sentirlo mejor.
—Tranquilo —decia el menor con un tono ronco y socarron. Se estaba muriendo de ganas al tener aquel Adonis tan predispuesto a ser follado por él.
Besos en la espalda del mayor le quitaba el aliento, un lento y tortuoso camino hasta su espalda baja, más besos en cada nalga y mordidas que Jungkook se dió el gusto de dar.
Luego el dedo corazón se abría paso a su entrada.
—Joder —el mayor había parado su trasero para permitirle entrar más.
Seok Jin tenía un autocontrol increíble, sus paredes musculares se había relajado al instante permitiendo así que Jungkook entrará y fisgoneara dentro sin tanta presión.
Una mano del pelinegro estaba en su cintura haciendo presión mientras Seok Jin se movía al compás de su delicado dedo.
—Otro más —rogaba y el menor se mordía el labio obedeciendo, y sin dejar de babear al presenciar como se ponía Seok Jin.
Sentía cada vez más presión en su polla así que comenzaba a dilatar al mayor con más intensidad y velocidad.
—Mmm...dios, otro, apresúrate —rogaba el mayor.
—Joder, me pone tanto que me ruegues.
Un tercer dedo y encontraba el punto dulce del mayor.
—Al fin...¡Ah!...mierda —Seok Jin empujaba cada vez más sobre la mano del menor que ahora lo contemplaba con sus labios entre abiertos y seguía follándolo con sus dedos.
Unos segundos más y ya no se resistió, Seok Jin estaba más que listo, así que lo tumbaba para que se quedase quieto y subía todo si peso sobre este.
—No te muevas, hermoso —pedía el menor en su oído. Seok Jin sentía como alineaba su polla a su entrada y comenzaba a empujar—. Aah...mierda, joder, que bien se siente —una mordida al lóbulo del mayor y la entrada lenta de Jungkook se veía interceptada por un empujón que Seok Jin daba con su culo para empalarse de una estocada—. ¡Joder!
—¡Ah! muevete —ordenaba el mayor.
—Si, de acuerdo.
Otra estocada ruda y deliciosa, Seok Jin estaba tan dilatado que solo podía sentir placer estocada tras estocada y le encantaba, joder, lo volvía loco estar aprisionado bajo el cuerpo de Jungkook mientras lo follaba deliciosamente.
—¡Ah, ah! Joder, me encanta —el menor empujaba dentro de la estrecha entrada de su profesor una y otra, y otra vez.
—Mas duro, más duro —rogaba entre dientes.
A lo que el menor levantaba su culo para ponerlo en cuatro y follarlo más fuerte, el sonido de sus muslos contra la piel de sus profesor eran acompañados por los gemidos roncos que éste daba.
Seok Jin no dejaba de jadear y gemir mientras él mismo empujaba hacia atrás cuando sentía venir la embestida del menor.
Jungkook podía contemplar como su polla entraba y salía desde su ángulo, y se veía obligado a embestir más fuerte.
—Joder, me voy a correr... —decía entre dientes el menor.
Seok Jin que estaba apoyado en sus codos, rápidamente tomaba aquello como alerta y llevaba su propia mano a su erección para comenzar a bombear al ritmo de las estocadas que Jungkook daba.
—Nos correremos juntos —contestaba masturbandose de manera desesperada—. Mmm...joder.
Un gemido ronco de la garganta del mayor apretando todo el falo del menor que daba un delicioso grito de placer y así correrse ambos al mismo tiempo.
Seok Jin se había dejado caer sobre la cama con Jungkook empujando una última vez para descargar todo y sobreestimular de forma deliciosa la entrada del mayor.
Ambos con respiración entrecortada, el profesor sentía los latidos acelerados del pelinegro sobre su espalda, segundos más tarde Jungkook salía arrojándose al lado de Seok Jin con su cuerpo en dirección a él.
El mayor tenía su rostro cubierto de sudor y sus labios entreabiertos intentando calmar su respiración, el pelinegro lo vió irresistible y no pudo evitar abalanzarse para dejar besos dulces sobre su hombro.
El profesor abría los ojos para contemplarlo en silencio mientras le daba esa especie de mimos.
—Eso fue increíble —exclamaba finalmente el menor.
—Estamos en serios problemas —replicaba el profesor.
—Ssshh...descansa —respondía Jungkook para luego sumirse en un sueño profundo.
Ambos lo hacían.
Otra vez despertaba con la melodiosa voz de su profesor, que nuevamente no salía del: "Yeah, yeah, Yeah".
—Mierda —se escuchaba abatido.
El menor se levantó y se vistió para sentarse a su lado en frente del piano.
—¿Frustrado? —comentaba llamando la atención del profesor.
—Esta vez si te vestiste —decía divertido.
El menor negaba dulcemente—. ¿Que pasa con es "yeah, yeah, yeah"?.
Seok Jin río divertido.
—Siento que le falta algo a la letra —respondía fregando sus ojos—. No quiero terminar el coro con eso. Necesito algo más antes de pasar al segundo verso, pero estoy bloqueado
—¿Esa es la canción que quieres que intérprete en las clases?
—Y en el acto de fin de año, si quieres —exclamaba—. Todos los años tratamos de componer algo nuevo, elegimos un estudiante que lo intérprete mientras lo ensayan, practican en lo que va del año y al final de este, bueno....poder interpretarlo.
Jungkook asentía con una sonrisa dulce, le había gustado que el profesor pensara en él para cantar aquella canción de su autoría.
Levantando la mirada veía en el atril del piano la letra y partituras de la canción.
—Euphoria —decía tomandola en sus manos. La curiosidad le picaba—. ¿En quién te inspiraste? es muy hermosa —halagaba al mayor sin dejar de leer la letra.
—La comencé pensando en alguien y después solo la continué —decía restándole importancia.
Jungkook se moría por preguntar quién era ese alguien, pero a cambio de eso, comenzó a tararear el estribillo insitando al profesor que tocará para él.
Rápidamente comenzaba con las notas correspondientes al estribillo, había notado que él pelinegro le pedía ayuda para retomar el ritmo de cada frase y así corresponder a la melodía.
El mayor se sintió completamente cautivado con la voz del menor y la forma en la que interpretaba el coro de su canción.
—"Escucho el océano desde muy lejos
Camino por el sueño a través del bosque
Y voy hacia ese lugar que cada vez se pone más claro.
Toma mis manos ahora
Eres la causa de mi euforia
Euforia".
Al momento que la canción tocaba nuevamente el famoso "yeah" en loop, del que él profesor no podía salir, tomando rápidamente un bolígrafo, escribia sobre las partituras.
"Close the door now, when i'm with you i'm i'm utopía".
—Cierra la puerta ahora, cuando estoy contigo estoy en utopía.
Y finalizaba el estribillo bajo la atontada mirada de su profesor.
—¿Se te ocurrió ahora? —preguntaba quitándole las partituras de la mano y releyendo nuevamente la frase.
—Si, si no le gusta, lo entiendo —replicaba dulcemente.
Seok Jin no entendía como podía ser tan dominante y luego tan dulce e inocente, eso le encantaba.
El mayor asintió con una sonrisa—. Es una frase fuerte. Me gusta —decía mirándolo fijo—. Puedo saltar a la segunda estrofa después de esto.
Jungkook se sentía orgulloso y halagado, tenía muchas ganas de besarlo, solo un beso. ¿Sería posible?.
Sumido en sus pensamientos y embobado con los labios del otro, el profesor le robaba un casto beso—: Lo piensas demasiado, bebé.
Y se levantaba para ir a la cocina que tenía a un par de pasos. Jungkook se sentía satisfecho.
«Bebé».
—¿Café o té? —preguntaba seguido de cerca por el menor.
—Café
—Genial, lave tu ropa —exclamaba, Jungkook fruncía el ceño—. Tenía un olor horrible a cigarro —reprendía—. ¿Tu fumas?.
Jungkook negaba al instante—. Estaba sentado al lado de un chico que no dejaba de hacerlo.
Seok Jin asintió y tomo un papel para brindarselo—. Ese folleto estaba en tu pantalón.
El menor no recordaba haber guardado nada, pero cuando le echaba un vistazo notaba que en el Pernoctar estaba buscando chicos que se encargarán de levantar los muebles del bar para cuando hacían espació luego de las doce de la noche, levantar los vasos que los jóvenes dejaban tirados por bailar y seguir bebiendo.
Algo así como parte del staff de limpieza del club.
—Lo que necesito —murmuraba.
—¿Te parece? —exclamaba el profesor que ya había echado un vistazo al folleto—. No tendrías un buen descanso y la universidad demanda bastante
—Necesito el dinero —respondía—. No quiero tocar el dinero que mís padres me envían para los estudios y cosas de la universidad. Quiero mi propio dinero para movilizarme. Lo necesito.
Seok Jin no estaba muy de acuerdo ¿Pero quién era él para decirle que hacer?.
—¿Cómo van tus estudios? —preguntaba.
El menor tragaba duro, estaba descuidandolos por andar detrás de él.
—Ahí andan —respondía ayudando al mayor con las tostadas.
—¿Que es esa respuesta? —preguntaba divertido.
—Esta semana fue pesada, anduve un poco retrasado y distraído —decía rascando su nuca.
—¿Y porque estuviste retrasado y distraído? —cuestionaba.
—Por buscar encontrarme contigo —respondía.
Seok Jin había mordido su labio inferior y se posicionaba frente a Jungkook para apresarlo entre la encimera y su cuerpo.
La anatomía del menor temblaba bajo la cercanía del profesor.
—Eso esta mal. No soy más importante que tus estudios —lo reprendia con voz suave cerca, muy cerca de sus labios.
Los ojos de Jungkook brillaban tan bellos y recorrían todo su rostro, iban de sus labios a sus ojos nuevamente.
—No eres más importante, pero —su lengua se escapaba para delinear los labios del mayor y luego atrapar su labio inferior para succionar suavemente—. Te necesito —susuraba en sus labios con sus ojos cerrados y tragando el nudo que se le había formado en su garganta.
Seok Jin ponía una mano en su cintura y otra en su nuca para besarlo de forma dulce e intensa y acortar el poco espacio que había entre ellos apretando más su cuerpo al de Jungkook.
Un beso intenso y hambriento, el desayuno podía pasar a segundo plano, si, eso pensaba el mayor cuando sus manos viajaron al trasero del menor que se colgaba a horcajadas de él.
—Vamos a tu cama —rogaba el pelinegro en brazos del mayor.
A paso acelerado llevaba al menor con él, lo arrojaba en la cama para comenzar a dar estocadas en falso y provocar fricción entre su polla y la del menor.
—Si, por favor repitamos —pedía con voz débil el pelinegro.
Él simplemente quería aprovechar cada segundo en presencia del mayor porque sabía que no sería jamás suficiente. Manos dentro de la remera del otro, besos desenfrenados y chupones delicados en el cuello del otro y terminaban nuevamente desnudos en la cama de Seok Jin.
—Hazme tuyo, por favor —rogaba el menor.
—¿No te dolió la primera vez al otro dia? —preguntaba Seok Jin mientras bajaba su mano y comenzaba a masturbarlo.
—Solo un poco. Quiero repetir, follame de nuevo —decía entre jadeos.
Seok Jin se encontraba más que listo ante aquellas palabras, así que rápidamente tomaba la botella de lubricante y condón.
Jungkook se abría descaradamente de piernas para que Seok Jin se posicianara en el medio y comenzará a introducir se dedo para así dilatarlo.
—Si, si —el menor se removía más descarado a pesar de la intromisión.
El profesor Kim estaba encantado con aquella escena que el menor le brindaba, otro dedo y tocaba su punto dulce obligándolo a morder su labio inferior y gemir.
—Mmm...joder —Jungkook se deshacía bajo el toque intruso del mayor.
Éste se arrimaba a su boca para besarlo de forma dulce y con parsimonia, el pelinegro lo tomaba de la nuca para intensificar el beso mientras movía su pelvis y hacia fricción con la polla del mayor y los dedos de éste lo dilataban con más celeridad.
—Joder Jeon, eres precioso —replicaba el mayor ahora mordiendo su labio inferior mientras le arrancaba gemidos y una suave risita.
Quitando sus dedos se ponía el condón, abría las piernas de Jungkook levantando un poco su pelvis y se alineaba para comenzar a entrar de forma lenta.
—Uh...ah, joder —resoplaba el menor apretando las sábanas.
—Sigues tan estrecho, joder, nadie se compara —murmuraba el mayor.
—No me compares —reprendía Jungkook.
—Eres único —respondía el mayor y finalmente toda su longitud llenaba al menor.
Embestidas lentas, pero se sentía tan bien, tan apretado que necesitaba hacerlo más rápido.
Para controlarse, pero adentrarse mejor ponía sus brazos a cada lado para apoyar todo su peso encima de Jungkook y embestía sin dejar de besarlo.
—Ah, te necesite toda la semana —ronroneaba el menor entre besos ahogados.
—No digas eso —suplicaba el mayor.
Jungkook lo hacía sentir como si solo él existiese en su mundo, y en cierta forma lo asustaba.
Mas embestidas suaves hasta que las manos del menor hacían presión para sentir a Seok Jin mas adentro.
—Rápido —suplicaba.
El profesor dió rienda suelta a sus embestidas, nuevamente el cuerpo de ambos comenzaba a sudar, con sonidos obscenos resonando y sus gemidos entrecortados.
Continuaban hundiéndose y metiéndose debajo de la piel del otro para no salir, para quedarse ahí, para dejarse llevar y disfrutarse la veces que fuera necesario.
Seok Jin ya no iba a poder soltarlo tan fácil y Jungkook no tenía intenciones de terminar nada.
Ya estaban más que jodidos.
—¿Sabes algo de Jungkook? —preguntaba Chery al peliverde.
Éste negaba claramente ofendido, el azabache había desaparecido sin siquiera avisar absolutamente nada a ninguno, tenía el grupo lleno de mensajes y ni siquiera los había visto.
—¿Deberíamos llamar a la policía? —decía Jae entre la seriedad y la ironía.
Nuevamente Holland negaba.
—El fin de semana pasado, me había hecho lo mismo y resulta que había estado follando con su conquista.
Jae se removía incómoda, pero preguntaba—: ¿No sabes quién es ella?
—El mocoso es un maldito misterioso, pero debe de estar bien —revisaba su mochila para sacar los cuadernos y así comenzar a estudiar—. ¡Mierda!
—¿Qué? —preguntaba Chery.
—Olvide mis apuntes. Vuelvo en seguida, debo ir por ellos porque no recuerdo una mierda de la clase —se levantaba para volver al cuarto y volver con las chicas.
Nuevamente volvía a marcarle a Jungkook de camino a su habitación.
Éste finalmente respondía.
—Holland
—Imbécil ¿quieres matarme, no es así?
—Lo lamento, estoy volviendo. Estoy vivo e intacto —respondía del otro lado.
—Nos estuvimos preguntando toda la jodida noche dónde mierda te habías ido ¿Fue por sexo, cierto?
—Estoy llegando, cuanto te vea hablamos.
Holland resoplaba frustrado, realmente quería que Jungkook confiase en él, pero no podía obligarlo. Subiendo rápido a la habitación tomaba sus apuntes para volver a la biblioteca con las chicas.
—¿Tu amigo está ofendido? —preguntaba Seok Jin mirando la carretera.
—Es que no les avise nada, y no respondí ninguno de sus mensajes —rescaba su nuca nervioso.
—Vas a matarlos del susto, el próximo fin de semana avísales.
El corazón del pelinegro se había acelerado en demasía ante aquella confirmación de que estarían juntos nuevamente el próximo fin de semana.
—¿Me está invitando a su casa nuevamente, Hyung? —decía de forma seductora y a la vez dulce.
—Si no quieres, lo entiendo. Al menos ahora estás invitado a venir y no tienes que aparecer de sorpresa —decía divertido.
—Si, si quiero
—Genial, aparte necesito que practiques más la canción
—¿En serio? —decía con cierta decepción.
—Despues de comerte a besos —replicaba rápidamente—. Solo prométeme que no irás a mi salón, por favor.
Jungkook asentía con cierto puchero, pero entendía la posición del mayor, y a la vez él tampoco deseaba que el resto supiera que se estaba follando al profesor.
Aún no se sentía desligado del todo de aquellas malas amistades de su ciudad natal. No sé avergonzaba, simplemente no le interesaba que ellos supieran y cierta parte de él, también temía por sus padres.
El profesor estacionaba en un lugar aledaño al campus y escondido a los ojos ajenos.
—No puedo besarte ¿cierto? —preguntaba mirando hacia fuera.
—Los vidrios son polarizados —decía el mayor—. El problema sería que no podría dejarte bajar y necesitas salir de mi auto para ponerte al día con tus estudios.
Jungkook reía dulcemente, sin pensarlo mucho le daba un rápido beso donde acariciaba al raz la lengua del profesor y lo mordía con dulzura.
—¿Todo una semana debo esperar por esto?—preguntaba pegado a la boca del profesor.
—Nunca dije que sería fácil —susurraba y dejaba otro beso dulce sobre los labios del menor—. Baja, la próxima semana te esperaré aquí para llevarte conmigo ¿de acuerdo?.
Jungkook asintió, unos besos más y bajaba a duras penas del auto del profesor, lo que no sabía era que habían unos ojos curiosos que lo veían justo al momento de bajar de aquel vehículo y lo observaba como limpiaba la comisura de sus labios.
💕3/3💕
Conforme va la historia no creo que sea tan larga, más teniendo en cuenta que los capítulos me salen largos.
Están felices? O las aburrí? 🥺
Tenía que poner Euphoria, va perfecta la letra con la historia ndkdkdizkskwnd.
Con amor niñita Nany 💜
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