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THE TRUTH UNTOLD

Seok Jin se retiraba con su pecho doliendo, se sentía ridículo por sentirse herido. Jungkook era joven ¿Que podía esperar?. Aparte él no le había prometido nada y al contrario de todo le había pedido mantener todo en secreto porque solo le traería problemas.

«Aun así me dueles, mocoso».

Jungkook seguía viendo en dirección a Seok Jin muy ajeno a Kai y Holland que se reían entre ellos. La mano de su hermano mayor sobre su hombro lo traía de vuelta.

—¿Listo para ir a comer algo? —preguntaba curioso viendo al azabache algo perdido.

—Seguro, si —decía solo un poco desganado intentando forzar un sonrisa.

—Bien, yo iré con Jinho para estudiar —exclamaba Holland con tono pícaro—. Ustedes diviértanse

—Seguro que si —respondía Kai con una enorme sonrisa.

Holland se despedida del mayor y palmeaba el hombro de Jungkook—. Kookie, si llegas a venir tarde, por favor solo avisame ¿si?

—No llegaré tarde —exclamaba.

—Solo digo y diviértanse. Un gusto haberte conocido Kai, un día de estos podemos arreglar los cuatro para salir ¿no? —preguntaba observando a la pareja.

—Seguro —decía Kai abrazando a Jungkook por los hombros—. Doble cita con mi galletita favorita y sus amigos —exclamaba apretando los cachetes de Jungkook.

—Ya —exclamaba soltándose.

—Si tienen sexo se cuidan. Tratalo con cuidado Kai Hyung —exclamaba Holland descaradamente.

Jungkook abría sus ojos en demasía—. No pasará —replicaba cansado de Holland y Kai.

—Solo digo

—¿Nos vamos? —preguntaba ceñudo a Kai.

—Hasta la próxima, Holland —el peliverde estrechaba la mano del mayor y los observaba irse.

Notaba a Kai muy sonriente y a Jungkook muy serio, rápidamente se sentía culpable porque seguramente lo había incomodado.

No podía esperar a volver a verlo luego para disculparse.

Jungkook subía al auto de Kai muy metido en su propio mundo y concentrado en su móvil. Kai subía tras él observándolo curioso, arrancaba el auto y Jungkook seguía tecleando algo en su propio teléfono.

Jungkook suspiraba luego de minutos sin respuesta por parte de Seok Jin. Kai había notado la leve irritación de su hermano.

—¿Vas a decirme porque tu amigo cree que somos novios? —preguntaba dulcemente.

Kai siempre estuvo al tanto de que Jungkook tiraba para ambos lados, tanto mujeres como hombres, pero este segundo gusto no se lo había dado con tanta libertad como hubiese deseado debido a G-dragon y el resto de la pandilla. Estaba seguro de que Nikko y Sujin no lo juzgarían, pero el resto tenían los peores defectos para hacerlo y aún sin prueba o dudas de todas formas molestaban al menor por no querer dormir con tantas chicas que caían ante su encanto, hasta que tuvo que.

Jungkook fregaba sus ojos intentando no dejar que estos se llenarán de lágrimas por pensar en una posible "ruptura" con el profesor.

—Es una larga historia, Kai Hyung —exclamaba con honoríficos.

Eso había dejado notar lo desganado que se había vuelto en una fracción de minutos.

—Tengo tiempo para escucharte una vez que lleguemos al bar para que comas algo —replicaba sin mirarlo.

Una vez dentro del lugar que Kai había escogido para cenar con su hermano, ya acomodados y con la comida ordenada, Kai notaba que Jungkook aún estaba ido.

—Por favor, dime que te sucede.

Jungkook negaba con insistencia—. Nada importante, voy a sonreír desde ahora. ¿Cómo fue tu día en el hospital?

—Hubo un accidente en una fiesta, salve dos vidas y sus padres están felices y yo igual. Ahora dime ¿Que te anda pasando?.

El azabache bufaba—. Sabes, quiero sacar a Nikko y a Sujin de la pandilla. Las cosas se están saliendo de control.

Kai suspiraba, estaba seguro de que ese tema no lo tenía del todo mal, pero seguramente era parte. Optaba por no insistir, en ese momento.

—¿Que te enteraste? —preguntaba.

—King- D marcó a Nikko como si fuera un jodido animal de su propiedad porque sabía que me invitaría a su cumpleaños familiar —decía con veneno, rabia e impotencia.

Kai abría su boca y sus ojos con demasiada sorpresa en ellos. Eso jamás había pasado antes, eran jóvenes rebeldes y algo desviados de sus caminos, pero eso era otro nivel.

—¿Me estás hablando en serio? ¿G-dragon sabe al respecto?

—Sujin me aseguro que no, pero no lo sé Kai. Se está volviendo demasiado salvaje, temo por la vida de mis amigos ellos, ellos... —un nudo en la garganta del menor se hacía presente—, ellos tienen potencial para salir de ahí, no quiero que nada malo les pase.

Kai asentía, no eran unos simples descuidados que habían iniciado sin sueños o ambiciones. Tenían una idea y cuando Kai se había ido Jungkook no era el único que divagaba con tener y ser más. Los mejores amigos del azabache también lo deseaban, pero eran más manipulables que él.

—Intentaré hablar con unos contactos que aún tengo en el barrio. No te preocupes, trata de no involucrarte tanto. Yo salí hace tiempo lo tuyo es muy reciente —aconsejaba.

—No quiero quedarme de brazos cruzados

—Sé que no, pero tus padres y principalmente tu madre finalmente puede dormir en paz a la noche. No hagas nada, déjame informarme y buscaremos la forma de sacarlos —ordenaba el mayor con voz grave y rasgos enseriados.

Daba cierto temor obligando a Jungkook a asentir y obedecer, por ahora. Le aliviaba saber que no estaba solo y Kai estaría también a su lado ayudando.

—Tu eres doctor debes conocer algún centro de rehabilitación ¿Cierto? —preguntaba de repente.

—Si, de hecho si. ¿Se están drogando? —preguntaba con cierto dolor en su voz.

Jungkook asentía—. Hace rato lo hacen —decía con timidez y culpa.

Había intentado que lo dejarán, pero había fracasado, ellos nunca lo escuchaban porque lo consideraban menor, como ellos, sin autoridad. Muchas veces le habían insistido probar, pero eso no era algo que a Jungkook le llamaba la atención.

—Oye, no es tu culpa. Buscaré que centro podría quedarles mejor, pero sabes que si ellos realmente no se lo proponen, no podemos hacer mucho —respondía.

Jungkook sabía que tenía razón, había que persuadirlos, pero al fin de cuentas ellos tenían que realmente anhelar dejar esa porquería.

La comida llegaba y el clima entre ambos era horriblemente pesado al volver, en cierta forma, al pasado.
Jungkook se sentía peor de lo que estaba al recordar a sus amigos, Seok Jin había pasado a segundo plano, pero era algo que lo afectaba en sobremanera.

—Mi profesor —exclamaba luego de unos minutos que habían transcurrido en un silencio incómodo.

Kai levantaba la vista—. ¿El modelo de anteojos que me saludo en la puerta y apretó mi mano con cierta presión? —preguntaba levantando sus cejas.

—¿Te apretó fuerte? —preguntaba el menor entre la felicidad y sorpresa.

Kai asentía—. No tanto, pero había tensión ¿Porqué? ¡Oh!... —gritaba Kai de repente—. ¿El es el profesor que dijiste que te gustaba?.

Jungkook asentía con cierta vergüenza. No porque le gustará un hombre más grande, más bien por todo lo que habían hecho ya.

—Kim Seok Jin

—Joder —soltaba Kai—. Con razón te tiene tan estúpido, es muy atractivo. Creo que le gustas —tiraba metiendo un trozo de carne en su boca.

—Ya estuve con él —añadía el menor. Kai se ahogaba de repente abriendo sus ojos en demasía y rápidamente Jungkook le pasaba la copa de agua-. ¿Estás bien?.

Su hermano asentía—. ¿Tú y él ya...? —juntaba sus dedos índices dando a entender su pregunta.

Un colorete rojo se pintaba en las mejillas de Jungkook, pero asentía.

—Me vuelve loco —respondía sin dejar de ver su comida—. Estaba necesitando hablar con alguien y Holland ya venía insistiendo en hablar conmigo. Así que una cosa llevo a la otra y luego cambiando de tema, él simplemente dedujo que tú eras con quién estaba teniendo mis encuentros... —se quedaba callado un segundo y añadía—, sexuales.

Kai asentía sorprendido, ahora entendía el porqué y luego reaccionaba en su metida de pata.

—Ay, mierda. ¿Lo arruiné? Si quieres puedo hablar con él y decirle que no soy tu novio soy tu hermano, bueno no de sangre, pero tu hermano al fin —se apresuraba a decir.

—No contesta mis mensajes -decía en puchero.

—Llamalo

—No tengo su número, hablamos por Instagram. Le mandé mensajes, pero no me contesta y créeme que repitió en mi oreja "Novio" de una forma tan grave que me enchino la piel —se agarraba la cabeza—. No va a querer verme de nuevo.

De nuevo un puchero se hacía presente en sus labios con sus ojos brillando por las lágrimas que querían asomarse. Jungkook se había vuelto ese chico de catorce años que le había confesado tiempo atrás que se sentía sucio con sus gustos personales, en su momento no lo había entendido, pero con el tiempo, si. El corazón de Kai se había estrujado del dolor al verlo tan sumido en su preocupación, no había podido medir sus palabras cuando preguntaba:

—¿Estás enamorado de él? —decía sin cuidado y con sorpresa.

—¿Que? ¡No! Claro que no, Hyung ¿Que cosas dices? —revolvía su pelo largo con nervios.

Kai lo observaba con detenimiento—. Estás enamorado —afirmaba sin cuestionar.

Jungkook lo miraba con sus ojos abiertos—. No sé qué es estar enamorado, solo me gusta mucho

—¿Vas a llorar? —preguntaba ceñudo.

—¡No! por supuesto que no —exclamaba, pero fallaba cuando una lágrima se abría paso por su mejilla y la limpiaba de forma ruda—. Basta, me gusta demasiado. No quiero que se acabe aún, no tuve suficiente de él.

Agachaba su cabeza con un calor en todo su rostro. Suspiraba rendido, no lo entendía y no estaba seguro al respecto, pero quizás si se había enamorado perdidamente después de una follada.

—¿Quieres que te lleve a su casa? —preguntaba Kai.

Los ojos del menor se habían iluminado, que mejor oferta que aquella, estaba desesperado por aclarar las cosas con Seok Jin.

—Me muero por ir a verlo —respondía—. Pero no querrá verme, ya tendré tiempo de arreglar las cosas. Y no estoy enamorado, cogimos una tres veces, no soy tan imbécil como para enamorarme por una simple revolcada.

Kai se encogía de hombros—. Yo me había enamorado en su momento por una simple revolcada. Son cosas que pasan, algunos son inmunes a mezclar el sexo con amor y otros simplemente caen redondos.

Jungkook negaba—. Si es así estoy jodido, él no desea que nadie lo sepa

—Es la universidad ¿Que importa?

—A él le importa, quizás yo le guste, pero él no se fijaría por de más en un alumno. Y es mejor así porque yo no estoy enamorado, solo estoy disfrutando poder estar con alguien que realmente me llama la atención.

Kai asentía, prefería no insistir ni cavar muy hondo, si el profesor era como el menor decía era mejor que Jungkook intentará tomarlo a la ligera.

—Relajate, ya van a poder hablar y aclarar las cosas y volver a coger —exclamaba de lo más natural.

Al volver a su habitación y entrar en ella, encontraba a Holland a los besos con Jinho. El azabache aclaraba su garganta ya que la pareja no se había inmutado ante el sonido de la puerta abrirse.

—Jinho, vuelve a tu jodida habitación —exclamaba, la pareja se separaba divertida. Jinho obedecía poniéndose en pie para despedirse de Holland y el azabache.

—Lo siento, Jk —se disculpaba para salir y cerrar la puerta tras él.

—Creí que volverías tarde o mañana —replicaba Holland con suavidad.

—¿Porqué? —preguntaba el azabache confundido.

—Porque te fuiste con quién te viene follando rico ¿No sé, quizás? —exclamaba levantando sus cejas.

—¡Oh! —decía intentando no parecer sorprendido—. Iré a tomar una ducha.

Holland seguía procesando su actitud, había recordado que quería disculparse por haberlo hecho sentir tan incómodo así que pacientemente y retomando una lectura que había dejado pendiente, esperó por Jungkook.

Al salir el azabache veía a su amigo leyendo de forma tranquila.

—Es tarde ¿Porque no estás durmiendo? —preguntaba secando su cabellera con la toalla de mano.

Holland cerraba el libro y se sentaba como indio en su cama para verlo de frente mientras el azabache ahora se metía en la suya.

—Te debo una disculpa —exclamaba.

Jungkook lo observaba confundido.

—¿Porqué te estás disculpando? —cuestionaba.

—Te incomode con Kai —decía en puchero-. Fui un imbécil

—No te preocupes, solo es...Kai —decía restándole importancia.

—Quería ayudarte, sabes —respondía.

—No te preocupes, Hol —replicaba acomodando las colchas para taparse—. Hay que dormir, mañana será otro día de infierno

—Quería que reconociera que le gustas, sabes él no se ve para nada incómodo contigo —decía sin tener intenciones de dejar de hablar.

—Si, bueno, solo lo viste un momento —Jungkook se excusaba intentando parecer natural—. Conozco a Kai de hace~ ...

—¡Oh por dios Jeon Jungkook! —exclamaba señalando al azabache que saltaba sobre su cama—. ¡Me mentiste, tú no te acuestas con Kai!

—Puedes bajar la voz —ordenaba el azabache con su corazón acelerado—. Por supuesto que es... —Holland lo miraba con desaprobación—, de acuerdo, no. No es Kai

—¿Porque me mientes? —reclamaba en puchero. El peliverde realmente anhelaba que Jungkook confiase en él.

—No te mentí, tú saliste con eso, yo solo...lo lamento —añadía fregando sus ojos—, es complicado —exclamaba sin verlo.

—¿Es el profesor Kim? —soltaba sin anestesia.

Rápidamente un calor se apoderaba del azabache quien había abierto sus ojos sin mirar a su compañero. Al instante comenzaba a negar sin levantar la mirada.

—Holland... —las palabras de negación parecían atoradas en su garganta.

—Lo estuve observando contigo. ¿Es él? puedes confiar en mí, Kookie —exclamaba dulcemente.

—No empieces a molestar con tus preguntas de alumno fascinado

—No diré nada. ¿En serio es él? —preguntaba otra vez.

Jungkook volvía a fregar sus ojos, ya no había forma de negarlo y parte de él, tampoco quería hacerlo.

—Me encanta —exclamaba con sus manos apretando su rostro—. Me encanta, Holland . Odio sentirme de esta forma —llevaba su cabello hacía atrás para quitárselo del rostro—. Y hoy en la salida, jamás creí que todo aquello podría suceder y ahora está creído que Kai es mi novio cuando claramente se suponía que yo no estaba con nadie. ¿Sabes lo que me costó convencerlo para que se dejara llevar?

—¿Estás hablando del sexo? —preguntaba el peliverde claramente sorprendido y curioso.

—Si —el azabache carcajeaba como idiota al notar lo bien que se sentía sacar todo aquello con su compañero, que claramente se había vuelto su amigo en poco tiempo—. Él no quería estar conmigo

—¿Cómo sucedió? ¿En qué momento? —preguntaba el peliverde.

—No lo sé, desde que ustedes comenzaron a hablar de él, simplemente no pude ignorarlo, luego tuvimos conversaciones de la nada por cosas triviales y no podía evitar coquetear con él y él lo hacía conmigo...creo —exclamaba.

—¿Y como fue que estuvieron juntos? ¿Lo planearon?

—¡No! solo fue una coincidencia, esa noche que me había cruzado con tipos de la pandilla —replicaba recordando la situación—. Ellos me había golpeado y cruzando la calle distraído casi me atropella —añadía.

—Que linda coincidencia —soltaba sin poder evitarlo—. Lo siento, lo siento. Continúa

—Me llevo a su casa curo mis heridas y simplemente no pude contenerme —decía algo avergonzado—. Es Irresistible y él no tiene ni idea de eso —comentaba.

Jungkook miraba su colcha sin levantar la mirada hasta que el silencio de su amigo fue ensordecedor y no quedaba otra que verlo, este tenía un rostro de sorpresa y felicidad. No dejaba de tener esa sonrisa en su rostro.

—¿Porqué sonríes como imbécil? —preguntaba ceñudo.

—Yo...no lo puedo creer —decía dulcemente.

Jungkook suspiraba—. No importa ya. Él cree que Kai es mi novio y no responde mis privados de Instagram. Ya está —replicaba echándose en su cama.

El peliverde lo observaba—. No está nada. Le encantas —respondía y ahora se recostaba como si nada en su cama.

—¿Tú crees? —preguntaba—. Ay, por dios, parezco un jodido adolescente —bufaba.

—No lo creo, estoy seguro. Que maldito suertudo eres, lo tienes encantado —decía entre risas.

—¿Y porqué no me contesta? —preguntaba puchereando.

—Porque debe estar corrigiendo exámenes o trabajando en su canción. Yo que sé —replicaba—. Pero la forma en la que puso su mano sobre tu hombro en el almuerzo, hay que ser idiota o estar muy ensimismado en su mundo para no notar la forma en la que te miraba

—Ojala y tengas razón —exclamaba.

—La tengo y te envidio. Joder -volvía a sentarse en su cama—. ¡Cogiste con Kim Seok Jin!. Bastardo, eres increíble

—Estas empezando a irritarme —decía el azabache señalándolo con su dedo.

—Me callo, me callo. Descansa, cualquier cosa mañana lo buscas

—No. No debo, lo hice toda la semana pasada y lo tengo prohibido —exclamaba.

—¿Por eso te retrasaste tanto? —preguntaba Holland acomodándose otra vez.

El azabache asentía avergonzado—. No debo ser obvio, él no desea que nadie lo sepa

—Es entendible, él jamás estuvo con ningún alumno. Joder, definitivamente le encantas.

Jungkook sonreía para finalmente apagar las luces e intentar conciliar el sueño.

—Chery se volvería loca de celos —murmuraba Holland.

—¡Hol, ni se t~...!

—No, por supuesto. Quédate tranquilo —exclamaba con calma—. Aunque ten más cuidado con Jae de ahora en más

—¿Y eso porqué? —preguntaba el azabache confundido.

—Le gustas, a su manera —respondía.

Luego se giraba en dirección a la pared dándole la espalda al azabache. Seok Jin tenía razón y él había pasado por alto aquello. Debía de ser más cuidadoso y no molestarla tanto.

—¿Recibiste alguna señal de Kai? —preguntaba Holland al azabache mientras caminaban por los pasillos de la universidad.

—¿Kai? —preguntaba.

El peliverde abría sus ojos en demasía y repetía—. Si, Kai.

Inmediatamente entendía.

—No, ni una. Ni siquiera vio mi mensaje —respondía estresado.

—Ya te hablara, solo concéntrate en clase ¿ok? —el peliverde palmeaba su hombro para encaminarse a su salón-. Te veo en el almuerzo.

El azabache había intentado poner lo mejor de si y concentrarse, pero le había costado un poco para ser sinceros. Solo añoraba la hora del almuerzo para ver aunque sea de reojo al hombre dueño de sus pensamientos.

Al instante su celular vibraba.

El menor se sobresaltaba ante el mensaje con su corazón latiendo a mil por horas. Sin perdida de tiempo, en vez de ir al salón de comidas se dirigía directo a la biblioteca.

Sus manos volvían a sudar y no podía dejar de sentir tal ansiedad ante la anticipación que lo abordaba. Al llegar hacia lo que el mayor le había indicado que era entrar por atrás.

Intentando no parecer sospechoso, ingresaba al establecimiento por la puerta trasera. Caminando sigilosamente encontraba al mayor revisando unos libros y apenas lo contemplaban sentía que sus piernas lo traicionarían y no podría sostenerse.

Carraspeando apenas su garganta llamaba la atención del mayor al instante, no giraba, pero si levantaba su cabeza.
Luego volteando finalmente le hacía seña al menor que lo siguiera al cuarto que había sido testigo de un encuentro ardiente.
Pero ahora no tenía idea de que podía llegar a suceder, pero seguía con su cuerpo tensionado. ¿Que querría Seok Jin decirle o hacerle?.

Él estaría dispuesto a todo menos a dejar de verlo, no iba a permitir que Seok Jin lo rechazara otra vez.

En silencio el profesor cerraba la puerta y le pasaba llave, el menor tenía sus ojos fijos en él. Al girarse y encontrarse a este viéndolo con esa mirada llena de brillo, olvidó por completo lo que le diría.

Estaban parados en el medio de aquella habitación rodeados de libros viejos y un escritorio desgastado en el centro.
Seok Jin lo miraba en silencio mientras que Jungkook temblaba bajo la vista del mayor, estaba serio, le era muy difícil entender si estaba enojado o no.

El mayor solo deseaba una cosa.

—¿Me dejaras explicarte? —balbuceaba nervioso el menor. Luego de unos segundos silenciosos Seok Jin daba un paso aún con un rostro ilegible para Jungkook haciendo que los latidos de este se acelerarán—. Kai no e~...

El menor no terminaba de hablar que sentía como el profesor lo tomaba de sus mejillas para estampar sus labios carnosos en los suyos. Un jadeo se le escapaba cuando el mayor mordía levemente su labio inferior y luego se abría paso con su lengua la cual recibía deseoso.

Las manos de Jungkook tomaron al profesor de la cintura sin cortar aquel beso húmedo para estamparlo contra la pared. Había sido rudo y desesperado, habían chupones y mordidas de por medio y las lenguas de ambos luchaban por intentar tener el control.

El sonido del aquel beso, los jadeos y las respiraciones agitadas, iban a juego con las manos experimentadas del profesor y las torpes de su estudiante. El azabache necesitaba sentir aquella piel bajo la yema de sus dedos y como podía intentaba quitar la camisa dentro de los pantalones de vestir de Seok Jin, pero rápidamente el mayor lo frenaba.

—¿Qué, qué? —preguntaba perdido por las sensaciones que aquel beso había provocado.

—Calmate, no va a suceder más que esto —exclamaba el mayor.

—Pero, déjame explicarte...

—Ya no importa —respondía Seok Jin intentando calmar su respiración.

Jungkook se alejaba confundido y con una sensación horrible en el pecho.

—No me estás dejando explicar —decía con dificultad intentando evitar unas ridículas lágrimas que querían asomarse.

—Ya lo hiciste —respondía el mayor pasando su pulgar por la comisura de sus labios para limpiar la saliva dejada ahí—. Te creo.

Seok Jin esbozaba una sonrisa de lado tan seductora que en parte excitaba y calmaba al menor.

Sus dudas ya estaban aclaradas.

Perdón, podría haber actualizado hace dos días, pero venía leyendo otra cosa y cuando ando de lectura me ausento.

Gustó? Perdón no hubo fuerte encuentro hubo desarrollo, no me odien.

Con amor Niñita Nany 💜

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