¿Por qué Young Mi estaba preguntando eso? ¿Que importaba si por esas casualidades él conocía a tal chico? Obviamente así era, él era ese chico y quizás la pregunta no hubiera caído tan pesada si no fuera así. Intentaba calmar las reacciones naturales de su cuerpo como sus mejillas completamente rojas.

—¿Lo conoces? —insistía.

—Es una universidad inmensa ¿Por-por qué supones que p-podria conocer al tipo? —cuestionaba con nervios, evitando responder olímpicamente.

—Estas rojo, Kook —soltaba burlona—. Definitivamente sabes quién es

—Ya, noona...el estúpido calor de la parrila me da en todo el jodido rostro —respondía furioso—. Aparte ¿Que importa? El tipejo se fue, seguramente y dejó al pobre imbécil con el corazón roto.

Mierda, jungkook. Eso fue demasiada información.

Suspiraba y se concentraba en la carne, sentía la mirada de Young Mi analizarlo en demasía, a su lado, completamente en silencio.

—Si sabes quien es

—Y aún así si lo supiera ¿qué? ¿Vas a ir a hacerle preguntas? —casi que tiraba la pinza y utensilios al mismísimo pasto verde de su patio trasero.

Sus ojos estaban fijo en Young Mi y él sabía que ella seguía analizandolo, tenía esa mirada que solía pintarse en su rostro cuando jungkook hacía algo mal o algo que sus papás no podían saber.

—¿Quién es él? —insistía dulcemente.

Young Mi lo conocía tan bien, en su interior se removía algo porque no estaba segura si su hermano bateaba para su mismo sexo, pero de lo que estaba segura era que Jungkook no era ajeno a aquella situación. Había dos opciones: su hermano conocía al chico o el chico era Jungkook.

—Ya no importa —decía apretando la pinza fuertemente. Sus nudillos volviéndose más blancos.

—¿Por qué no importa? —agregaba.

—¡Joder! ¿No te cansas? Eh....eres tan metiche, siempre metiendo las narices dónde no se te llama. Maldición, Young Mi —exclamaba harto.

—¿Por qué te afecta tanto?

—¡Ellos ya no salen! —respondía—. Él lo dejó, el maldito cobarde lo dejó... —tragaba en seco. Young Mi fruncia sus cejas lastimosamente, con una expresión de tristeza en su rostro—. Deja de verme así...

Se apartaba de la vista de su hermana para comenzar con otra tanda de carne asada y evitando verla a los ojos.

—Jungkook...

—¿Vas a ir corriendo a contarle a mamá? —soltaba el pelinegro a sabiendas que Young Mi ya lo había descifrado todo.

La chica parpadeaba sorprendida, intentando no sobresaltarse al respecto o perdería este momento y la confianza—aunque algo tensa—de jungkook se iría por la borda.

—¿Acaso le fui a mamá con el chisme cuando te embriagaste por primera vez con G-dragon y el resto? ¿O cuando trajiste a casa una remera que no te pertenecía y que no había forma de que pudieras comprar por tu cuenta porque no tenías un jodido centavo para comprar algo de tal marca?.

Jungkook se relajaba solo un poco al escuchar las veces que su hermana podría haberlo delatado de sus malos pasos y sin embargo no lo había hecho. Young Mi siempre esperaba que él encontrará el camino correcto y anduviera por él.

—Te agradezco por no haber dicho nunca nada de todas las cosas malas que he hecho —realmente le había agradecido. Aunque su voz había sonado ácida.

—Lo dices como si hubieras hecho algo malo esta vez... —recalcaba la mayor.

—Tú crees que haber estado con un hombre...para ser precisos, mi profesor —decía con ojos rojos—, ¿Será algo bueno delante de mamá o papá?. Aunque debes saber que me van ambos sexos —decía apretando sus dientes luego.

Young Mi tragaba el nudo en su garganta—. Realmente no sabría cómo responder a eso. No sé cómo reaccionarían ellos, pero ciertamente no es algo malo que te hayas enamorado de un hombre

—¿Cuando dije que me enamoré? —replicaba a la defensiva.

—Oh, vamos Kook —decía con dulzura, animándose a sobar el hombro de su hermano menor—. No estarías así si no fuera amor. No eres del tipo que se deprime por no ser correspondido

—No importa, noona —se movía para alejarse de la caricia—. Me terminó, no le interesó continuar con esto fuera la universidad

—Puede que exista la opción de que no sepas realmente que pasa por su cabeza. Aparte si su hermano, uno de los directores era un jodido homofóbico....creo que hay parte del rompecabezas de su vida, que están fuera de tu alcance.

Jungkook poseía un rostro neutro y se encogía de hombros—. Nunca lo sabremos o espera... él me dejó. Está más que claro

—Deberías llamarlo

—¿Estás loca? —susurraba—. Perdió su empleo por mi culpa, no debe querer verme ni en figuritas y yo tampoco quiero —decía decidido.

Se había olvidado por completo que hablaba con su hermana, Young Mi tenía ese jodido poder de meterse bajo su piel y conseguir lo que quisiera de él. Llegar a sentirse cómodo con ella era algo que Jungkook había echado de menos.

—En serio creo que deberías verlo

—Él ya no es mi prioridad, nunca tendría que haberlo sido. Mi cabeza está en otro lado ahora —afirmaba.

Young Mi suspiraba y tomando el gran plato de madera con parte de la carne y vegetales en ella, se ponía en marcha pero antes añadía—. Trata de que tú cabeza no te haga hacer ninguna idiotez, Jungkook. Matarías a mamá por ponerte en peligro, no por el hecho de que te gusten las pollas aparte de las mujeres.

Que su hermana dijera aquello, de esa forma tan cruda lo había hecho aterrizar nuevamente en que había salido del closet con Young Mi sobre su bisexualidad. Aunque ciertamente lo había hecho en una especie de baile tenso, negando y afirmando. Saltando sobre la duda y luego afirmando otra vez. Jungkook era un desastre, eso era seguro y Young Mi no se había equivocado en pedirle que su cabeza no lo metiera en problemas.

La cena había sido algo tensa, pero solo porque Jungkook no dejaba de pensar en todo lo que había despotricado con su hermana mayor. Había cierta incertidumbre sobre si Young Mi diría algo, pero luego pensaba que si no lo había delatado de niño menos ahora de adulto y claro que, antes de irse le había dicho un claro y susurrado: llámalo.

Se había ido aquella noche a dormir o al menos era la intención, pero su cabeza no dejaba de maquinar y maquinar. ¿Sería bueno llamar a Seok Jin? ¿Siquiera él respondería? Se encontraba suspirando y dando vueltas en su cama, totalmente ansioso y joder, jungkook odiaba esa sensación de ansiedad.
Nuevamente se sentía como al principio, queriendo saber mas de Seok Jin, saber dónde estaba o que se encontraba haciendo.

¿Estará con alguien más en este momento?.

—No, no. No eres una jodido adolescente Jungkook —se fregaba su rostro.

Miraba el viejo despertador en su mesa de noche y éste marcaba las doce y media. Necesitaba descansar, ese martes a las tres de la tarde se encontraría finalmente con SuJin. Por eso había estado ausente en su casa por las noches. No en vano el muchacho conocía aquel barrio, había hecho otras amistades y sabía a quién si y a quien no preguntar por su amigo. Y fue así que había dado con un conocido que había ayudado a Jungkook a llegar a SuJin.

Su cabeza solo flotaba en el siguiente paso, preparar todo para llevarse a SuJin con él antes de que terminará esa semana de receso y si era posible a Nikko también, pero el tiempo era ahora. Seguir esperando, desde el punto de vista de Jungkook solo empeoraba las cosas. Exhalaba todo el aire y se acomodaba sobre su cama para intentar pegar un ojo. Se sentía jodidamente cansado, realmente el tiempo de receso habia sido una jodida mierda para él, pero si lograba llevarse SuJin todo habría valido la pena y quizás así podría retomar sus clases a tiempo.

Sino estaba más que seguro que retrasaría sus estudios por el bienestar de sus amigos, estaban en peligro y jungkook no quería terminar yendo al velorio de ninguno de los dos. No era ese el final que merecían y tampoco seguir viviendo la vida que tenían por miedo a G-dragon y a la nueva gente que estaba ahora en el medio.
Cuando jungkook sentía sus párpados caer finalmente para cerrarse y no abrirse en un par de horas, sentía el teléfono vibrar en su mesa noche.

Cansado en demasía lo tomaba y veía sobre la pantalla la sigla Número privado, una sensación de malestar se instalaba en su pecho pensando automáticamente en SuJin.

—¿Hola? —respondía rogando que nada le hubiese pasado a éste y que fuera él quien lo llamaba y no algún lacayo de G-dragon.

—Jeon...

¿Quien le dice Jeon?
Yo ahre

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