LET GO
La información que había llegado a oídos de Kai no eran positivas, Nikko y Sujin habían dejado de estar en contacto con ambos. Los jóvenes habían bloqueado a Jungkook de toda red social y le era complicado aún encontrarlos con cuentas falsas.
El pelinegro se encontraba bastante estresado, pero había tomado el consejo de Kai, meterse en sus estudios y dejarlo a él ver de cerca el tema de los chicos. Le había prometido ayudarlos y no cedería ante la inquietud o amenazas de G-Dragon.
Había prometido al pelinegro que en cuanto tuviera información sobre sus amigos, le avisaría, pero las noticias no era buenas y solo estresarian a Jungkook.
Este por otro lado, había estado con el corazón en su mano luego del encuentro sorpresivo con Seon, esperaba un reprenda por parte de los directivos hacía él o Seokjin, pero el tiempo pasaba y pese a que Seonghwa no lo mirara con ojos amistosos, parecía que realmente no había dicho nada, ni esparcido ningún rumor.
Las clases iban bien, estaba muy ocupado y también agotado entre el trabajo y el estudio, pero siempre llegaban esos días en los que se la pasaba en los brazos de su profesor favorito, recibiendo caricias en su cabello, besos dulces, todo tipo de atención melosa que jamás creyó que necesitaría.
Luego de aquel Te amo precipitado, no lo había vuelto a repetir, pero cada día confirmaba más que así se sentía, lo amaba, aunque sonara como una jodida quinceañera enamorada.
Él lo hacía, Jungkook amaba a Seok Jin.
El mayor cada día estaba más metido en su relación, más atento y preocupado, no podía mantener sus manos lejos de aquel chico bonito, verlo en la semana por los pasillos o en sus clases con esos ojitos brillosos que solo parecían deslumbrarse con él, lo hacían sentirse vivo, lo hacían querer tener la atención de Jungkook en todo momento, pero no siempre podía permitírselo.
Habían límites.
El primer periodo de clases estaba llegando a su fin, Jungkook y el resto tendrían sus merecidas vacaciones para volver recargados. Algunos se quedarían en el campus y otros se irían para volver a finales de Julio.
El peliverde se encontraba armando su maleta una semana antes de las vacaciones.
-¿Aún sin noticias de tus amigos? -preguntaba a sabiendas la preocupación de Jungkook.
Este negaba chasqueando su lengua.
-Estoy seguro que Kai me oculta información -fregaba sus manos sobre su rostro-. Aún me trata como un jodido niño.
Holland suspiraba-. Yo creo que solo pretende mantenerte al margen. Él no quiere que ese tipo te ande amenazando, aparte si están haciendo trabajos más heavys, definitivamente no deberías involucrarte Kookie.
Jungkook negaba-. No podrá ocultarme la información por más tiempo -aseguraba mientras cerraba el libro que estaba consumiendo-. Volveré a casa la siguiente semana y créeme que me aseguraré con mis propios ojos que mierda están haciendo y por qué no aceptan entrar en rehabilitación.
Holland lo veía preocupado.
-No creo que sea buena idea que te involucres -decía con dulzura.
-Son mis amigos, no voy a dejarlos a su suerte
-Es peligroso, tienes responsabilidades ahora -indicaba-. Deja que Kai se encargue ¿Que piensa el profesor Kim al respecto?
-¿Seok Jin? -cuestionaba.
-Sik Jin -replicaba con burla el peliverde-. Si, tu novio. El profesor más candente de la jodida historia de esta universidad.
Jungkook sonreía y se encogía de hombros.
-Lo mismo que piensas tú y Kai -decía frustrado-. Que no me involucre
-Deberías obedecerle -decía el chico simpático-. Se preocupa por tí
-Lo sé y créeme que adoro su actitud sobreprotectora conmigo, pero son mis amigos -resoplaba-. No es tan fácil de ignorar. Estuve en su lugar
-Y ya no
-Pero tengo que ayudarlos
-Ellos parecieran no necesitar tu ayuda -respondía sin sonar brusco.
Jungkook puchereaba, él no quería dejarlos a su suerte, se rehusaba. Podía ayudarlos y quería hacerlo.
-Me dijiste que tu madre cumple años la siguiente semana ¿Cierto? -preguntaba Holland.
-Si, cuarenta y cinco años -decía con una sonrisa.
-Genial, no le des dolores de cabeza -decía terminando de guardar la ropa y desapareciendo en el baño para darse una ducha-. Devuelve ese libro y ve por la pizza -ordenaba una última vez.
-Le diré a Jinho que te castigue -decía poniéndose sus slippers abiertas de fila.
-Uy, si por favor -soltaba socarron el peliverde y se perdía en el baño.
Era el ante último viernes de clases, Jungkook debía de trabajar por lo que después de su adelantada cena con Holland correría al Pernoctar para comenzar su turno. Hacía rato ya no tenía sus prácticas privadas con Seok Jin, pero a veces el profesor, si no tenía mucho trabajo pasaba por él para asegurarse de dejarlo sano y salvo en el lugar. Aunque más de una vez había sentido las ganas de llevárselo a su casa al ver a Jungkook tan agotado entre el estudio y el trabajo.
Esa noche, Seok Jin pasaría por él, ya lo habían planeado.
El mismo había tenido una jornada pesada en la universidad con sus clases, no veía la hora de terminar y dejar todo más o menos ordenado para no quedar con demasiados pendientes en las vacaciones.
Un mensaje lo sacaba de sus quehaceres.
El castaño suspiraba, le parecía jodidamente extraño ser llamado sin una reunión general entre profesores y directivos, pero obviamente acudía arrastrando un poco sus pies. Se imaginaba que podía ser solo una charla entre hermanastros.
Y eso siempre terminaba cansandolo mentalmente. Kim Do-Jin, director y hermanastro mayor de Seok Jin, era un dolor en el culo. Homofóbico a más no poder, pero jamás lo diría en voz alta, aunque a veces se salía de sus cabales, aunque se encargaba de dejar bien obvios aquellos rasgos peculiares de su asquerosa personalidad.
Él y Seok Jin se respetaban laboralmente, pero no sé llevaban bien de forma íntima. Do-Jin lo detestaba y en su interior lo veía como el pequeño bastardo que había terminado de robarse a su padre, ahora a la edad de cuarenta y cinco, Do-Jin a veces se sentía un idiota por seguir sintiendo el rencor de aquel adolecentes de quince años que veía como su familia se rompía y su padre se iba con la mujer a quien amaba en ese momento, hasta el día de hoy, la madre de Seok Jin, compartían apellido, pero eran muy diferentes entre si.
Al llegar a la oficina suspiraba, sonaba su cuello y golpeaba, la voz de su hermano le invitaba a entrar. Con sus hombros bajo tensión se adentraba y observaban de pie en la puerta al director de DK University, uno de los tantos y más influyentes. Un verdadero dolor en el culo.
Do-Jin levantaba la vista y lo estudiaba-. ¿Te quedarás ahí parado o que? Siéntate -le indicaba la silla frente él.
Seok Jin miraba la hora y ya faltaba poco para salir y poder recoger a Jungkook para llevarlo a su trabajo.
-Tengo cosas que hacer ¿Llevará mucho tiempo? -cuestionaba aún de pie.
Do-Jin suspiraba, tenía un aura algo pesada alrededor de él, realmente lograba incomodar a Seok Jin cuando estaban juntos, el tipo parecía estar conteniendose muchos insultos hacía su persona.
-No Seok Jin no llevará tiempo -decía sacando una hoja A4 y poniéndola sobre el escritorio-. Solo debes firmar e irte.
Seok Jin fruncía el entrecejo no entendiendo "que debía firmar".
-No estaría comprendiendo ¿Qué es eso? -señalaba con su cabeza el papel esperando por él sobre el escritorio.
-Tu renuncia -exclamaba sin emoción alguna en su voz o su rostro.
Los latidos de Seok Jin se aceleraban y sentía una punzada en su pecho del susto ocasionado por aquellas palabras ¿Qué estaba sucediendo?.
-¿Disculpa? -alcanzaba a decir.
-Tu renuncia Seok Jin, te quiero fuera de mi universidad -respondía.
La mandíbula del castaño se tensaba apretando sus dientes, sus manos se volvían puños fuertemente apretados.
-¿Qué mierda te pasa? ¿Por qué estás haciendo esto? -articulaba con dificultad-. ¿Aún me guardas tanto rencor por las decisiones de nuestro padre cuando yo solo era un mocoso?.
Do-Jin tensaba ahora su mandíbula-. No digas idioteces, sabes porque te estoy pidiendo esto
-No, no lo sé -afirmaba acortando la distancia-. De la nada me llamas y me pides mi renuncia ¿Qué te pasa?
-El nombre de Jeon Jungkook ¿Te dice algo? -preguntaba con cólera en su voz.
La sangre de Seok Jin se helaba dentro de su cuerpo, ahora su corazón parecía estar a punto de abandonar su caja torácica y salir por su pecho de forma literal.
-Puedo explicarlo... -decía en un hilo de voz.
-¿En serio puedes? -cuestionaba entre la burla y el asco-. Esto estaba más que claro entre nosotros, Seok Jin
-Vamos, Hyung -decía acercándose más y apoyando sus manos en el escritorio-. No soy el único profesor que tiene un romance con un estudiante
-Es cierto, no lo eres -decía el mayor y se acercaba más al rostro de su hermanastro-, pero eres el único asqueroso que sale con un niño.
Seok Jin quería golpearlo, él quería destrozar el rostro de su hermano con tanto ímpetu y el mismo rechazo hacía Do-Jin.
-Él no es un niño y no te permito que me insultes cuando tienes a Lee Yeonsa revolcándose con diferentes estudiantes femeninas -la voz de Seok Jin era baja a causa de su mandíbula apretada-. Eso sí es asqueroso
-No es de mi incumbencia con quien se revuelca el resto -afirmaba-. Tú deberías dejar de revolcarte con ese niño, era lo único que te pedí. Me pones en una posición de mierda y vergüenza pura con los directivos.
Seok Jin inhalaba y exhalaba, la adrenalina recorriendo sus sistema, más que listo para empuñar sus manos y pelear con aquel imbécil.
-Yo no me revuelco con Jungkook
-No me digas -soltaba irónico-. Tengo más de una fuente que los ha visto revolcarse en tu auto como los asquerosos que son. Sabes, no me importaba cuando estabas con el tal Sehun, al menos él era de tu edad ¿pero Jeon Jungkook? -decía realmente asqueado-. Es un niño, puedes tener a quien se te antoje, pero los estudiantes estaban prohibidos para que te los follaras al azar
-Él no es un niño y no me le estoy follando al azar -Seok Jin seguía medianamente calmado.
-¡No me importa! -respondía golpeando con su palma la superficie de madera de su escritorio-. No me vengas a decir cursilerías para seguir comiéndote el culo del chico
-¡Deja de hablar así! -decía alejándose para no terminar a los golpes-. Es una relación, tengo una relación con él -decía perdiendo la calma y con voz agitada. Se calmaba y tragaba notando un sentimiento que estaba oculto-. Yo lo a-...
-¡No me digas estupideces! -Do-Jin se levantaba de su asiento-. No te atrevas a decir patrañas en mi oficina.
Las fosas nasales de Seok Jin se contraían y expandían, estaba a punto de golpearlo.
-Renuncia, ahora -insistía Kim mayor.
-Es una relación, no es una aventura
-Esto tiene que terminar -insistía casi de forma amenazante-. O te vas y pierdes tu empleo o él perder su beca.
La mandíbula de Seok Jin por poco y tocaba el suelo, no había creído que su hermanastro fuera capaz de tal cosa, era rencoroso y ciertamente lo detestaba ¿Pero atreverse a quitarle la beca a un estudiante ajeno a su rivalidad con Seok Jin?. Si bien podía mover ciertos contactos y dejar a Jungkook fuera, era despreciable.
-¿Qué será, Seok Jin? -preguntaba en un susurro malicioso.
Los labios carnosos del castaño eran un línea recta, quería ver ese rostro sangrar, solo un poco a causa de sus puños, pero la violencia no arreglaba nada y Seok Jin lo sabía muy bien.
-Dame el maldito papel -susurraba sin bajar la mirada.
El nudo en su garganta se acrecentaba, pero no demostraría una pizca de debilidad, no permitiría dejarle ver las lágrimas que querían salir.
Do-Jin iba en busca del papel, lo extendía y alejaba de inmediato antes que Seok Jin lo tomara-. Si me entero que sigues viendo a un estudiante regular de mi universidad, le quitaré la beca. Si pretendes seguir con tu asquerosa relación, le quitaré la beca. No te quiero aquí, no quiero te escencia, no quiero nada de ti -agregaba-. Ya tengo un reemplazo. Te quiero lejos y no me veas así, te lo advertí
-No puedes extinguir a todos los homosexuales del mundo Do-Jin -respondía con cólera.
-Tienes razón, suficiente con estudiantes varones saliendo con otros de su mismo sexo. No necesito el mal ejemplo de un profesor -le entregaba la hoja-. El lunes ya comenzarán con tu reemplazo, lamento que no puedas despedirte.
Seok Jin sabía que esto iba más allá de su homofobia, eran años de rencor y asco por parte de su hermanastro mayor. Que terminarán ejerciendo sus profesiones bajo la misma universidad había sido una coincidencia del destino, que Seok Jin terminará sucumbiendo a su deseo, había sido parte de su humanidad, parte del encanto del niño bonito que era Jungkook. Esta catastrófica situación había sido una mala pasada, posiblemente una señal de que estaba por el camino equivocado, especialmente cuando veía la forma en la que Jungkook lo miraba, lo hacía sentirse en las nubes, lo hacía sentirse completo.
No era para nada ajeno al inmenso enamoramiento que el universitario estaba desarrollando y, lo sorprendente de esa situación de mierda, era que él estaba más arraigado a Jungkook de lo que creía, le dolía el pecho, el alma si se animaba a cruzar lo exagerado, sabía que Do-Jin era un maldito controlador y Seok Jin lo podría haber puesto en su lugar, pero eso ponía en riesgo la situación de Jungkook.
No debía reaccionar, el niño era ajeno e inocente a la mierda de su hermanastro. Él lo amaba, no le haría daño y no arruinaría su futuro.
Él lo amaba, joder que manera más horrible de darse cuenta que él amaba a Jungkook y correspondía a sus sentimientos. La mejor opción al enfrentarse a un maldito controlador que tenía el futuro de Jeon en sus manos, era irse.
Él tendría que, sabía que Do-Jin no era un tipo de puras palabras, quizás le hubiera gustado que Do-Jin solo fuera un jodido hablador, pero no lo era.
Él no sería piedra en su camino, debía alejarse.
Bueno, he llegado para romperles el corazón
👀👀
Con amor niñita Nany 💜
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