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LAST FIGHT: Capítulo XLIX

Aquella noche, todos se fueron a sus respectivas casas sintiéndose un poco mejor. NamJoon estaba más tranquilo porque el plan estaba totalmente trazado y, al día siguiente, TaeHyun empezaría a llevarlo a cabo. Jin tenía esperanzas de recuperar a Hoseok, pensaba que, en menos de dos semanas, todo aquello sería un mal sueño y podrían dejar atrás aquella parte de sus vidas para siempre. YoonGi y JiMin, por primera vez, hablaban de futuro, pensaban en boda y en si darían a conocer la verdadera identidad de YoonGi al reino.

- Eso lo dejo en tus manos- dijo YoonGi.

- ¿No te importa que lo sepan?

- Bueno, claro que me importa... me preocupa su reacción, pero eres un líder, lo tenía presente cuando vine a tu casa aquel día... bueno, ese día no- se corrigió y JiMin rio- pero sí lo tuve presente días después- confesó- pensé mucho sobre el tema y en si debería dar a conocer mi verdadera naturaleza y... si tú no fueras un líder, no lo mantendría en secreto. Pero eres un líder.

- Mi padre es un líder y no cuenta su vida a los demás- dijo JiMin- la gente no tiene por qué saber que eres un delta. Es que... ¡no me avergüenzo ni me arrepiento! ¡Mierda, eres lo mejor que me ha pasado! Pero no quiero que sepan sobre mi vida y menos sobre mi vida de pareja- dijo- eso me gustaría mantenerlo dentro de la manada- dijo- sé el motivo por el cual lo comentaste a los cadetes y estoy orgulloso- añadió- pero no quiero compartir esa clase de información con el reino... se siente... como si te estuviera compartiendo. Y yo no comparto lo que es mío.

YoonGi sonrió y acarició las caderas de JiMin.

- ¿Te apetece encima o debajo?

- Debajo- dijo y rodaron por la cama.

- ¿Te apetece meterla o que te la metan?- preguntó.

- Métemela.

El delta sonrió y llevó sus manos a los pantalones de JiMin.

JungKook y TaeHyung, por su parte, no hablaban, estaban en la cama y TaeHyung embestía a JungKook con toda su fuerza, haciendo que el omega llegara a un delicioso orgasmo.

- Se te empieza a notar- dijo TaeHyung, tocando el vientre del chico.

Era cierto que lo tenía más abultado. JungKook llevó una de sus manos a su vientre.

- Creo que como demasiado- dijo, sonriente- es imposible que se me note algo en una semana.

- Quizás sea un cachorro muy grande.

- Ese cachorro va a salir de mi... prefiero que sea pequeño y luego crezca- dijo JungKook.

Ambos rieron.

- Quiero que te hagan la ecografía ya- dijo TaeHyung- estoy deseando saber si es un niño o una niña.

- ¡Dime los nombres!

- ¡No!

- ¿Perdona?- preguntó JungKook, divertido- ¡Soy yo quien lleva a este cachorro! ¡Merezco saberlo!

- Hicimos una apuesta.

- Esa apuesta consistía en que tú le ponías el nombre, no en que no me lo dijeras.

- Ya. También me dijiste que serías mi esclavo sexual y en realidad soy yo el tuyo.

JungKook sonrió y acarició el cuerpo de TaeHyung.

- ¿Estás lubricando?

- Tal vez...- dijo, con aire divertido- cuando el nudo se deshaga, ni se te ocurra sacarla- susurró- sólo muévete.

Los cadetes, mientras tanto, estaban haciendo la cena juntos.

- Vigilar la sopa, ahora vengo- dijo YeonJun.

El chico fue hasta su cuarto y miró aquello que había comprado para SooBin, no sabía si dárselo, pero lo había comprado para él. Así pues, armándose de valor, firmo la tarjeta.

- Soy una mierda haciendo esto- se recriminó a sí mismo.

Salió de su cuarto y entró a la habitación de en frente, que era la de SooBin, lo dejó encima de la cama y salió sin ser visto.

Los chicos cenaron tranquilamente y, tras una amena conversación, se dirigieron a sus respectivas habitaciones. YeonJun huyó a su cuarto, no quería ver a SooBin tirar aquel regalo a la basura, sabía que no era mucho, pero lo había comprado con toda la ilusión del mundo.

Cuando SooBin entró en su cuarto, lo primero que vio fue una pequeña planta: una Parra de Jade. Era inconfundible por sus flores verdes y violetas, le encantaban, siempre lo había dicho, había crecido rodeado de aquellas plantas. Leyó la nota que traía: "Te admiro, quiero seguir conociéndote. YeonJun."

Se mordió el labio inferior. Bien, aquel sí era un gesto de los que le gustaba y no esas tonterías de oler, pensó. YeonJun no le había regalado cualquier planta, sino la planta de su infancia, esa con la que más se sentía identificado. Y la nota... la nota no decía esas proposiciones que otros alfas le habían dicho, YeonJun le admiraba, quería conocerle más.

Sin perder un minuto, trasplantó el arbusto de la maceta pequeña donde estaba a una grande que tenía en su ventana, inmediatamente la parra cayó hacia abajo, adornando la ventana del chico. Sacudiéndose las manos, cogió la nota que le había escrito YeonJun y la puso en la mesita de noche, junto a su cama.

Cuando salió a la cocina, para lavarse las manos y tirar la maceta, se encontró con YeonJun que estaba terminando de secar los platos. Cuando el chico le vio con la maceta vacía en la mano, pensó que había destruido la planta.

- ¡Ven!- le dijo SooBin.

El chico tiró la maceta a la basura, se lavó las manos y llevó al chico a su habitación, condujo a YeonJun hacia la ventana y allí estaba la planta.

- Aquí tendrá más espacio y crecerá mucho, además, le dará el sol- explicó- es el mejor regalo de mi vida- añadió, con una sonrisa- la tarjeta está... en mi mesita de noche. Creo que... me va a gustar ver esa tarjeta al acostarme y levantarme.

Ambos sonrieron y miraron la luna.

- Entiendo vuestro amor hacia la luna- dijo SooBin- para los brujos también es importante- dijo.

- Tú eres la luna para mí- dijo YeonJun.

SooBin le miró y, acercándose a él, juntaron sus labios. Fue un beso tierno, un mero roce entre sus labios. Ambos estaban asustados, ninguno de los dos sabía a donde llegaría aquello o lo que el otro quería, estaban en la habitación del menor, muy cerca de la cama y solo el hecho de pensar en aquello les aterraba... pero también lo deseaban.

- Debería irme a la cama- dijo YeonJun- mañana tenemos entrenamiento.

- Sí, será un día duro. Buenas noches.

- Buenas noches.

YeonJun le dio un beso y le dejó allí. SooBin suspiró. No se sentía preparado para el sexo, pero le gustaba lo que estaba construyendo con YeonJun.

A la mañana siguiente, los chicos se despertaron y TaeHyun cogió del brazo a Kai, iban apartados del resto de sus compañeros.

- ¿Te has enterado?- preguntó en susurros- al parecer TaeYeon ha conseguido a un brujo... no sé qué hará con él... ¿tú que piensas?

- Yo también lo he escuchado, creo que están emparejados... algo he oído de que, cuando ella vuelva se fugarían juntos...

- Imagino que nuestros profesores están haciendo algo- replicó TaeHyun.

TaeHyun y Kai procuraron hablar en el momento en el que había soldados cerca, pero no demasiados para no llamar la atención. Aquel día, tras las duchas, Kai se acercó a TaeHyun.

- Aquello que hablamos hoy- le dijo y tiró de él.

Muchos soldados se quedaron mirándoles pero los chicos no lo tomaron en cuenta, en verdad querían aquello y nadie les tomaría en cuenta que no fueran prudentes porque, al ser jóvenes, todo el mundo daba por hecho que cometerían errores.

- He escuchado sobre el brujo- dijo Kai- sé que es un chico.

- ¡También lo he escuchado!- dijo TaeHyun y se escondieron detrás de un árbol- estaban hablándolo en el campo de entrenamiento, solo sé que dijeron "hay que cuidar de JungKook, ya que otra persona está aquí y puede hacerlo". No quiero que le pase nada a JungKook- dijo y fingió llorar.

Kai le abrazó.

- No le va a pasar nada, ni a él, ni a su cachorro. Estarán bien.

Un soldado, le conocían porque era uno de los que solían molestar a SooBin, los sorprendió.

- ¿Qué hacéis ahí escondidos?

- Es una conversación privada- dijo TaeHyun.

El chico cogió a Kai del brazo y salieron hacia el comedor. Había empezado. Aquella tarde, TaeHyun se transformó en un precioso halcón en la intimidad de su hogar, lejos de las miradas indiscretas y salió por la ventana. Cada vez que veía un pequeño grupo aislado, se escondía entre los árboles para saber de lo que hablaban, los primeros días se sintió bastante triste, pues no encontró a nadie hablando sobre TaeYeon, pero no permitió que esto le hundiera, sino que estudió los hábitos y horarios de estas personas y, pasados tres días, "casualmente" se paseaba con Kai por allí y hablaban sobre el tema.

- ¿Cómo vas?- preguntó JiMin un día antes de la ecografía de JungKook.

- Ayer encontré a una persona contándole a otra sobre el rumor- dijo TaeHyun- ya solo es cuestión de tiempo. He pensado que debería centrarme en seguir expandiendo el rumor de un modo más confuso... para que se expanda cada vez más, pero con una información menos precisa. Por otro lado, he estudiado desde los cielos el comportamiento de las personas de la tarde, sé dónde están, con quien, lo que hacen y de lo que hablan. He tachado mentalmente a aquellos que no esparcirían el rumor porque van a su rollo, pero hay otros que son potenciales a esparcirlo.

- Me encanta este chico- dijo YoonGi.

TaeHyun se sintió halagado.

A la mañana siguiente, JungKook ya había ido a avisar que no iría al trabajo porque tenía la cita con el médico. Por seguridad, SooBin sería el encargado de llevar al doctor Bang a la casa de la pareja.

- Bueno JungKook, ¿cómo estás?- preguntó el señor Bang, cuando entró- veo que muy seguro.

- Toda precaución es poca- dijo TaeHyung.

- Tu padre ya me comentó lo que ocurría- dijo el señor Bang a JungKook- soy partidario de que te quedes aquí. Honestamente, a veces no luchar es otro modo de salvar a las personas. Si estuvieras allí fuera, si te expusieras, MiYoung podría atraparte y entonces TaeYeon volvería. Piensa que, quedándote en casa, haces un bien al resto. Es duro, pero ayudas desde aquí y desde ese campo de entrenamiento improvisado.

JungKook suspiró y asintió.

- Bueno, vamos a hablar de cosas más alegres. ¿Cómo llevas el embarazo?

- Como demasiado y mis hormonas... bueno, no me quejo, pero están bastante revolucionadas.

- ¿Aun?

- Sí.

- Teóricamente deberías estar mejor, puedo recetarte algo.

- TaeHyung me ayuda- dijo, sonriendo- así que prefiero seguir así, si a él no le importa.

- ¡En absoluto! Estamos bien así- dijo TaeHyung, emocionado y le dio un beso en la sien.

- Celebro oír eso, siempre es mejor que los altibajos de tus hormonas te ayude a pasarlos tu alfa, antes que una medicación - dijo el doctor- tengo que pesarte.

- He engordado un montón, pero es que tengo muchísima hambre.

El señor Bang colocó la báscula que había traído y, cuando puso a JungKook encima se quedó impresionado.

- Define mucha hambre- dijo el señor Bang.

- Bueno, sigue sin parar de comer.

- Sé que estoy preñado, pero... madre mía, es que tengo tanta hambre... a ver, ¿cómo decirlo? TaeHyung y yo solemos pasar muchas horas en la cama y eso me deja cansado y bueno... pensé que por eso necesitaba comer.

- ¿Puedes levantarte la camiseta? Quiero ver tu abdomen.

JungKook se levantó la camiseta y reveló su vientre abultado.

- Es bastante grande para solo tener dos semanas- opinó TaeHyung.

- ¿Me estás llamando gordo?- preguntó JungKook, sensible.

- ¡No, mi amor! ¡Solo me preocupo!

- TaeHyung, ¿me ayudas a montar la camilla?

Entre los dos desplegaron la camilla y TaeHyung ayudó a su marido a tumbarse.

- Voy a hacerte una ecografía- explicó- si algo va mal, lo sabremos.

JungKook se levantó la camiseta y el señor Bang echó aquel gel frío en su vientre.

- Bien... ¡Vaya!

- ¿Va todo bien?- preguntó TaeHyung, alarmado.

- He encontrado esa cosa que hace que tu omega esté tan grande estando solo de dos semanas- dijo el señor Bang, mostrándoles el monitor- o, más bien, esas cosas. No es un cachorro. Son tres.

- ¿TRES?- se alteró JungKook.

- ¡Tres! ¡Son tres!- dijo TaeHyung, emocionado.

- Ahí tenéis a vuestro tres cachorritos- dijo el señor Bang.

- Nuestros- dijo JungKook, llorando- ¿pero por qué son tres? ¿Por qué no han podido venir de uno en uno?

TaeHyung rio y le besó. El señor Bang imprimió la ecografía y se la pasó a los chicos, que miraron a sus cachorros, embelesados. De pronto, TaeHyung miró al señor Bang.

- La lesión de cadera de JungKook- dijo, recordando- lo aguantará, ¿verdad?

- Sin problema, sus huesos soldaron muy bien- dijo- es un omega muy fuerte. Bueno, JungKook, ahora tienes que comer por cuatro- continuó- come cosas muy sanas, sigue tomándote las vitaminas, ¿de acuerdo?- el chico asintió y bajó de la camilla- tenéis mi teléfono, si algo pasara, me llamáis.

El señor Bang salió de allí y TaeHyung llevó a JungKook a la habitación. Ahora más que nunca el chico necesitaba estar con su alfa.

- ¿Qué te preocupa?- preguntó.

- ¡Ellos van a ser tres y nosotros dos!- dijo.

TaeHyung rio y le abrazó.

- Lo sé, da un poco de miedo, pero por eso tenemos que estar más unidos que nunca. No han terminado de llegar y ya nos superan en número.

- Voy a parir a tres cachorros...

- Estaré a tu lado, aunque yo no sepa lo que es, aunque...

- ¿Dejarás de desearme cuando esté enorme?- le interrumpió- sé que es algo muy superficial, pero...

- No es superficial, tu cuerpo está cambiando muy deprisa y quieres saber si mis sentimientos hacia ti van a variar. Y la respuesta es un rotundo no. Me estás haciendo el hombre más feliz del mundo. Primero iba a ser padre de un cachorro ¡Y ahora de tres! ¡No puedo ser más feliz! ¡Y no voy a tener esos cachorros con cualquier persona sino contigo! ¡Eres a quien más amo!

JungKook lloró y le abrazó, luego se apartó de él y le golpeó.

- ¿Qué he hecho?- preguntó TaeHyung, con pena.

- Te tomaste muy a pecho eso de dejarme bien preñado, ¿verdad?

TaeHyung soltó una carcajada y le abrazó. Al momento, las manos de JungKook se perdieron en la ropa del chico, tratando de quitársela.

- Mis hormonas están alteradas y estoy... cachondo la mayor parte del día- dijo JungKook, desnudándose- ¡hazte cargo!

Y TaeHyung, como buen marido, se encargó de satisfacer todas las necesidades de su omega.

Por la tarde, le dieron la noticia vía telefónica a los padres de JungKook y el señor Jeon comenzó a bailar por todo el despacho. Por otro lado, habían invitado a cenar al resto de la manada para comentárselo en persona.

Para la ocasión, habían preparado la casa, la mesa estaba totalmente abierta, habían puesto un mantel bonito, platos y cubiertos.

- Se me hace raro preparar todo esto y no prepararlo para Hobi... incluso se me hace raro hacerlo nosotros- dijo JungKook- en otras circunstancias, sé que Hobi es el que más feliz estaría.

- Haremos todo lo que esté en nuestras manos para salvarle- dijo TaeHyung- creo que lo que dijo el señor Bang es cierto, quedándote en casa estás ayudando porque estás fuera de peligro y evitas que ellas consigan sus planes.

JungKook no contestó. Entendía aquel punto, pero no era fácil para él. A las nueve en punto sonó el timbre y el resto de la manada entró.

- Contadnos como va mi ahijado- dijo JiMin- ¿se sabe ya si es ahijado o ahijada?- preguntó.

- Bueno... ha habido cambios...- dijo TaeHyung y les mostró la ecografía- ahí tenéis a vuestro ahijado- les mostró un punto- ese el ahijado de NamJoon y HaNeul- dijo señalando otro punto- y ese el de Jin y GaJoon- añadió, señalando el último punto.

- ¿Son tres?- preguntó YoonGi.

- Si antes estaba asustado, ahora lo estoy más- dijo JungKook y se sentó. Solícito, TaeHyung se acercó a él y le abrazó- lo pienso con detenimiento y no me importa tener tres hijos- explicó- ¡pero no de golpe y menos en mi primer embarazo! No sé nada del parto.

- Somos omegas, sabemos parir por naturaleza- le calmó HaNeul- cuando me presenté como omega, el tema del parto era lo que más miedo me daba, ¿sabes? Yo no pensaba que acabaría con alguien como Nam y solía pensar que estaría con un alfa que querría tener mil hijos y esto solía decírselo a mi madre- añadió- ella me dijo que existe un alfa para cada omega y que, respecto al parto, todo omega está preparado para parir por naturaleza.

- ¡Pero son tres!- insistió, histérico.

- Bueno, miremos el lado positivo- dijo TaeHyung- tendremos tres cachorros y los criaremos juntos. Yo siempre quise muchos cachorros. Con tres me conformo, no tendrás que pasar por esto otra vez.

JungKook se apoyó en él.

- También estoy preocupado y no quiero ser negativo- explicó- pero MiYoung solo necesita un cachorro mío para traer de vuelta a TaeYeon y yo voy a parir a tres.

- De aquí a que esos hermosos cachorros vean la luz del día, tanto TaeYeon como MiYoung estarán muertas y Hoseok estará con nosotros- aseguró NamJoon- el plan va bastante bien.

- ¿Qué nombres van a tener?- preguntó Jin- ¡Yo propongo que mi ahijado tenga mi nombre!

Todos rieron.

- Bueno, no sé si sabréis que hice una apuesta con TaeHyung- dijo JungKook, sonriente- yo pensaba que no estaba preñado y él no hacía más que insistir, así pues, le dije que, como estuviera preñado, escogería el nombre del cachorro. Ahora tendrá que escoger tres nombres. Al parecer, ya ha escogido uno de niña, pero no me lo quiere decir.

- ¡Es el precio que debes pagar por no hacerme caso!- dijo, riendo- pero como son tres y los vas a llevar y parir, puedes ponerle nombre a uno.

- ¡Qué generoso!- replicó JungKook- sé cómo le llamaré, pero no te lo diré.

- ¡Yo sí sé el nombre!- dijo JiMin, emocionado.

- ¡Chitón!- dijo JungKook.

- ¡Es muy obvio!- dijo NamJoon.

- ¡He dicho chitón!- dijo JungKook.


NOTA DE AUTORA:

Me he dado cuenta que queda poco para terminar de publicar esta historia... no les diré cuantos capítulos son, pero sí que en un plazo de un mes habrá terminado. Por tanto, cuando este termine, empezaré a publicar el nuevo que estoy escribiendo. De cara a agosto les daré más información sobre este fic!!

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