LAST FIGHT. Capítulo XLI
Horas después, JungKook se despertó, buscando el olor de su alfa, no tardó en encontrarlo. Su alfa dormía justo encima de él. Su olor era delicioso, sentía que nunca se había parado a disfrutar de aquel olor, mezcla de chocolate con fresa y menta. Desde luego era diferente, pensó en la primera vez que le olió y luego en su historia. Sonrió. Lo mirara por donde lo mirara, amaba a aquel alfa y aquel alfa le amaba a él.
Nunca pensó que aquellas cosas le podrían pasar a él porque no querían que le pasaran, pero ahora le estaban pasando y no podía evitar pensar en lo estúpido que había sido.
Él jamás hubiera sido feliz siendo sólo el guardia personal de JiMin, tampoco hubiera sido feliz siendo un lobo solitario o el más fuerte de los terrenos Park. No, él no necesitaba todas aquellas cosas para ser feliz, él sólo necesitaba a una persona para ser feliz y la tenía encima. Sólo necesitaba a Kim TaeHyung.
- Tus pensamientos sobre mí no me dejan dormir- dijo TaeHyung.
JungKook le miró, asombrado.
- ¿Me has escuchado? ¿Has escuchado todo lo que he pensado?
- Todo.
JungKook no sabía qué pensar, jamás se había desnudado de esa forma delante de su marido. TaeHyung se sentó a horcajadas sobre JungKook y, con cuidado, le cogió de la cintura y lo montó sobre sus caderas.
- Mi vida empezó a tener sentido cuando te conocí- dijo- vivía resignado, pensando que algún día moriría y a nadie le importaría. Pero cuando te conocí... tuve una razón para vivir. Cuando supe que yo te importaba... sentí esperanza por primera vez en mucho tiempo. Amaba y era correspondido. El día de nuestra boda fue el día más increíble de mi vida, un día que yo pensaba que era para los demás, pero no para mí. Y menos con alguien tan impresionante como tú.
- ¿Impresionante yo? Si eres tú el que...
- Hay algo en lo que TaeYeon siempre ha tenido razón- dijo TaeHyung- estas capacidades que tenemos son una bendición y una maldición. Te hacen... casi inmortal. Eso significa que, aunque quieras morir, no morirás. Yo nací siendo así, mi amor, tengo un cóctel genético que ha hecho que sea casi indestructible. Pero tú entrenaste día y noche para serlo. Eso te hace impresionante.
- Si consideras bendición y maldición ser un alfa de familia legendaria, ¿Por qué quieres que nuestros cachorros sean como tú? ¿No hubieras preferido que fueran como yo o como JiMin?
TaeHyung suspiró.
- Soy egoísta, supongo. Son nuestros hijos. Nuestros cachorros. ¿Tú qué hubieras escogido?
- Que fueran legendarios. No quiero que ninguno nazca siendo un omega- dijo JungKook, de inmediato.
- No es malo ser un omega- dijo TaeHyung.
- No, no lo es. Pero no quiero encontrarme a mí mismo recibiendo la noticia de que un cachorro mío ha sido violado...
- No hablemos de eso. No ahora- pidió TaeHyung.
Era extraño, pero el celo de JungKook no estaba siendo tan intenso como al principio. Estaban allí, hablando, besándose y abrazándose. Por algún motivo, no podían parar de abrazarse y olerse. Pasaron horas rodando de un lado al otro de la cama, mirándose a los ojos, acariciándose, diciéndose palabras dulces hasta que, casi al amanecer, JungKook se puso sobre TaeHyung y volvieron a amarse.
Al día siguiente, ninguno de los dos se levantó de la cama, JiMin ya sabía que JungKook había entrado en celo, así pues, él o NamJoon se encargarían de sus cadetes.
Aquel día, contrario al anterior, el olor a celo de JungKook se había vuelto a amplificar, haciendo que TaeHyung volviera a perder la cabeza.
- Alfa, por favor...
Sin perder un solo segundo, TaeHyung entró en él. El chico se encontraba húmedo y caliente.
- Mierda, JungKook...
JungKook le miró y, abrazándole, volvió a sentirse suyo y, mientras su alfa le hacía el amor, se sintió eterno. Sentía que todas las piezas que una vez se rompieron en él volvían a repararse, todo el daño que una vez le hicieron desaparecía con la mirada que en aquel momento su alfa le estaba dirigiendo.
Sintió como algo dentro de él crecía, un amor que jamás había experimentado y que le llevó al borde de las lágrimas cuando alcanzó el orgasmo.
- JungKook...- suspiró TaeHyung, al verle llorar.
- Te amo- dijo el chico, abrazándole con fuerza.
Notaba el nudo de su marido en su interior y no podía parar de llorar, el amor que sentía le sobrepasaba.
"Yo también te amo" resonó la voz de TaeHyung en su cabeza.
Al día siguiente, JungKook aún estaba en celo, pero su marido se encargaba de satisfacer sus necesidades. Estaban en la ducha y, mientras JungKook descansaba, TaeHyung le besaba y le acariciaba el abdomen.
- Vas a hacer que me duerma...
- Puedes dormir- dijo TaeHyung- seguiré a tu lado cuando despiertes, aunque es probable que no estemos en la ducha.
El omega sonrió y se acomodó en los brazos de su alfa.
- Me siento radiante- admitió- no sabía explicarlo, solo... me siento radiante.
- Quizás... te estés viendo cómo te veo yo- le dijo TaeHyung.
JungKook le besó y le abrazó. Quería que su marido le abrazara fuerte, volver a sentir aquellos abrazos afanosos que solía darle, sentir como no quería soltarle, pero TaeHyung solo le sujetaba de las caderas y acariciaba su abdomen una y otra vez.
- Salgamos al pueblo- dijo, volviendo a su posición en el regazo de su marido.
- Mío- gruñó.
JungKook alzó una ceja, pensando qué demonios le pasaba a TaeHyung, sólo le había propuesto salir a dar un paseo los dos juntos.
- Cariño, los dos juntos... pasear... hace tiempo que no hacemos eso y...
- ¡Mío!
- Vale, ¿Ahora qué te pasa?- resopló JungKook- entiendo que digas eso en circunstancias que...
- No saldrás.
JungKook se puso en pie, salió de la ducha y se puso una bata. No le gustaba nada cuando TaeHyung era así con él, de hecho, en raras ocasiones lo había sido. ¿Por qué lo era ahora cuando ya se habían recuperado el uno al otro?
- ¿Perdona?
- ¿Acaso no lo sientes?- preguntó TaeHyung, saliendo de la ducha.
- ¿Sentir que estás en modo alfa gruñón y posesivo por mi celo? Sí. Lo siento y no me gusta.
- No. Eso no- dijo TaeHyung, acercándose a él. Le abrió la bata lentamente y puso su mano en su abdomen- sé que lo hemos conseguido.
JungKook le miró, no entendía nada.
- Cariño, sólo he estado en celo un par de días- dijo, con delicadeza- yo sé que tienes muchas ganas de que tengamos cachorros, pero eso no lo sabremos hasta dentro de semanas.
- Pero sé que es así- se empeñó- yo lo estuve planeando- dijo como un niño pequeño- yo tenía tantas ganas de recuperarte ¡y nos hemos recuperado el uno al otro! ¡Sé que esto también lo hemos conseguido!
- No te precipites, por favor, no quiero verte mal si pasadas unas semanas yo no...
- Si tengo razón, ¿me dejarás escoger el nombre?- preguntó TaeHyung, sonriente.
JungKook sonrió, pero volvió a ponerse serio.
- No quiero que te hagas falsas ilusiones y luego lo pases mal- dijo el omega- me destrozaría verte mal por este tema.
El alfa le abrazó y, con mimo, secó su cuerpo.
- ¿Me llevaras al pueblo? Quiero pasear.
- Sabes que no me hace especial ilusión por la situación... pero de acuerdo.
JungKook le dio un beso y, entre saltitos, fue a la habitación a vestirse.
- ¡Es nuestra primera cita oficial después de lo ocurrido! ¡Voy a ir bien vestido! ¡Podríamos llevar cosas a juego!
- Por tus saltitos a veces me cuestiono si, en lugar de un lobo, eres un conejo.
JungKook salió de la habitación, totalmente desnudo, con los brazos en jarras y los ojos entornados.
- Ven aquí- le dijo, llamándole con un dedo.
TaeHyung sonrió.
- ¿Me vas a enseñar a saltar?
- Oh, sí. Túmbate, este omega te va a montar.
"Me vuelves loco" resonó la voz de TaeHyung en la cabeza de JungKook. El omega rio y se subió sobre su marido. JungKook sonrió y se sintió tan completo, tan amado, al sentir las manos de TaeHyung por su cuerpo. Rara vez, en una relación como la de ellos, el alfa dejaba al omega llevar las riendas en las relaciones sexuales, pero TaeHyung era diferente, no era la primera vez que hacía esto, incluso cuando el alfa estaba pasando su celo, dejó al omega llevar las riendas.
La razón de esto no era sexual, al menos no plenamente, pues TaeHyung sentía placer sólo por ver a JungKook disfrutar. Así pues, no necesitaba estar siempre encima de JungKook, no necesitaba tomar el control para poder alcanzar el orgasmo pues solo con ver a su omega disfrutar sobre él ya era suficiente para alcanzarlo.
Disfrutar como lo estaba haciendo ahora.
- Mmm... TaeHyung...
JungKook le besó y comenzó a mover sus caderas, sonriendo al sentirse a punto.
- Mírame... mírame... por favor- pidió TaeHyung.
El omega le volvió a besar, pero no se separó, TaeHyung le abrazó con fuerza y, al momento, sintió como todos los músculos de su marido se tensaban. Se separaron sólo para gemir y TaeHyung anudó en él.
- Pensé que querías salir...- dijo TaeHyung, mirándole con devoción.
- Bueno, la calle no se va a mover de sitio...
El alfa soltó una carcajada y le abrazó con mimo, acariciando su pelo.
- Me encanta cuando me dejas estar encima- confesó JungKook.
- Sabes que no tengo problema con eso- respondió TaeHyung, sin darle importancia- de hecho, me sorprende tu expresión de "me dejes estar encima"...
- Bueno, no todo el mundo es como tú...
- ¿Sabes? A veces pienso en esas pobres almas tristes que pudieron tenerte como omega y por ser tan gilipollas, no te tuvieron. Sólo puedo darles las gracias.
JungKook sonrió.
- En este tiempo que hemos estado separados... ya sabes a lo que me refiero, me he dado cuenta lo mucho que te necesito en mi vida- dijo JungKook- no podía parar de pensar en que, si te perdía...- calló y TaeHyung le abrazó- simplemente no lo hubiera podido superar. Eres todo lo que necesito.
- Lo mismo sentía yo- dijo TaeHyung- todo el mundo dice que, si un omega muere, el alfa sobrevivirá, te lo dije y lo repito, no estoy seguro de ello. Sé que, si algo así te pasara, yo no viviría.
- ¿Seguro?- preguntó JungKook- no te cuestiono tus sentimientos hacia mi... es por lo que dijo tu hermana.
- ¿En serio?- preguntó TaeHyung, enfadado.
- Ella dijo que, cuando murió su prometido, el dolor que sentía era suficientemente fuerte para matarla, pero por su raza, no podía morir- dijo JungKook.
- Entonces es que no era el amor de su vida, no era su destinado...
- Supongo que el saber esto no cambia nada.
- No.
Se quedaron en silencio, besándose, olvidando todo lo referente a TaeYeon hasta que JungKook sintió como el nudo de su marido se deshacía.
- Sigo queriendo salir- dijo, con una sonrisa.
- ¿Alguna postura específica para convencerte de que lo mejor es quedarte en casa conmigo?- preguntó TaeHyung.
JungKook se fijó en su marido y en su desnudez.
- ¡No trates de liarme!- dijo- ¡vamos a salir! ¡Y quiero que usemos ropa a juego! ¡Voy a limpiarme, ahora vengo!
El alfa, que podía ver la ilusión en su marido y sólo quería consentirle, se levantó y empezó a rebuscar en el armario de ambos ropa que pudieron usar a juego. Sacó unos vaqueros para él, sabía que a JungKook le gustaba cuando se los ponía, y sacó unos de un color similar para JungKook, sacó una camiseta roja para JungKook y una parecida para él, pero en negro, buscó una boina roja para ponérsela y una americana para JungKook en negro.
Escuchó a JungKook salir del baño y, cuando llegó al dormitorio, con una toalla alrededor de su cintura, le mostró los conjuntos.
- ¡Me encanta!- dijo JungKook.
- Me iré a dar una ducha... otra más- le dijo. Se acercó a su marido y le besó- aunque si quisieras venir conmigo...
- Ya has agotado tus cartas- dijo JungKook- ¡a la ducha!
TaeHyung se fue a la ducha y dejó la puerta entreabierta, no sabía porque, pero desde que había recuperado a JungKook por completo se sentía paranoico de que algo pudiera pasarle al chico. Sentía todos sus sentidos alerta, tenía una necesidad imperiosa de tenerle siempre a su vista y protegerle de todo. Aquello apoyaba su teoría de que, al final, lo habían conseguido, JungKook estaba preñado. Se terminó de duchar y salió corriendo.
- ¿Todo bien?- preguntó, entrando en el cuarto.
JungKook se sobresaltó al verle medio desnudo y entrar corriendo en el cuarto.
- Sí, me he vestido mientras te duchabas... ¡Te duchas muy rápido!
- No quería dejarte mucho tiempo solo...
El omega sonrió, cogió la toalla que antes llevaba y comenzó a secarle el pelo a su marido.
- Estas un poco alterado... creo que hemos estado muy nerviosos estos días- dijo JungKook- pero está todo bien.
Por inercia, TaeHyung miró al vientre plano y musculoso de JungKook y le abrazó.
- No puedo prometerte que nada malo te va a pasar, no voy a cometer ese error dos veces, pero estaremos siempre juntos- dijo TaeHyung.
- ¿Estás asustado?- preguntó JungKook, mirándole a los ojos.
- Sí. Soy muy consciente de lo que pasa... El haber tenido que escoger entre mi manada y tú es lo más duro que he hecho- reconoció.
- Podemos cambiar de idea, podemos...
- No.
La voz de TaeHyung fue dura, fue su voz de alfa en su máximo nivel, dando a entender que aquella decisión no tenía marcha atrás, no se iban a quedar.
- Se trata de ti y de nuestro cachorro- dijo- no puedo poder eso en peligro. Yo... yo sé...- se le quebró la voz y las lágrimas surcaron su rostro- sé que Hoseok lo habría entendido.
Se abrazaron y TaeHyung comenzó a vestirse. Para ellos era muy difícil hacer su vida al margen de la manada, era casi como estar apartándose de su manada.
Cuando salieron, TaeHyung pasó su brazo alrededor de los hombros de JungKook y, hasta que no pasaron por el asentamiento de los soldados, no se sintió más tranquilo, no obstante, en la ciudad, tampoco se sentía del todo tranquilo. Sin embargo, JungKook estaba muy feliz mirando los puestos de comida, saludando a los ciudadanos y disfrutando de aquel momento junto a su marido, tratando de olvidar los problemas.
- Creo que olvidé decírtelo- dijo TaeHyung- tienes unos cadetes muy leales. Cuando llegué a casa, dos de ellos estaban montando guardia, creo que tenían miedo de que algo te pasara, cuando llegué, se fueron. Me pareció bien que lo supieras, es un gesto muy bonito por su parte.
- Esos chicos son unas mini cajitas de sorpresa.
- ¿Mini? Todos miden más que JiMin y YoonGi.
- ¡Eso no es muy difícil!- dijo JungKook, riendo.
TaeHyung rio y besó a su marido. De pronto, encontraron un restaurante muy bonito.
- Podríamos comer aquí- dijo TaeHyung.
Entraron y un camarero los llevó hasta una mesa vacía. Cuando se sentaron, JungKook parecía un poco abatido.
- Ey ¿qué está mal?
- Es justo lo que has dicho- dijo JungKook, triste- los cadetes. Me he ganado su confianza y lealtad... me va a doler separarme de ellos.
TaeHyung le miró.
- No va a ser por mucho tiempo...
- No hablemos de esto- pidió JungKook.
El alfa le miró y calló. Sabía que JungKook quería marcharse para proteger la futura familia que tendrían, pero también era cierto que JungKook tenía una familia en el Clan Park. Lo valoró un instante, ¿sería posible quedarse en el Clan Park y mantener a JungKook a salvo? No.
- Estás muy callado- dijo JungKook- ¿qué piensas?
- Nada- dijo. Al ver que JungKook alzaba una ceja, suspiró y continuó- no es algo de lo que quiera hablar, se supone que hemos salido para...
- Para despejarnos de las cosas del reino, pero podemos hablar de las cosas que nos preocupan. Vamos, dime.
- Demasiada incertidumbre, ¿no crees? Admítelo, ninguno de los dos queremos irnos al Clan Lee. Es decir, sabemos que es la opción más correcta por tu seguridad y la de nuestro cachorro, pero dejarlo todo indefinidamente mientras el resto lucha y Hoseok...
- Estamos dando la espalda a nuestra manada- dijo JungKook.
- Pero me da miedo que, si no lo hacemos, TaeYeon o MiYoung consigan justo eso que quieren.
- Pero también es posible que lo consigan si nos vamos- razonó JungKook- estaremos desprotegidos porque estaremos sin nuestra manada.
Ambos se miraron y se quedaron en silencio.
- Vamos a esperar unas semanas- pidió TaeHyung- si resulta que estás preñado... bueno, ya veremos que hacemos.
- Sigo pensando que no lo estoy- dijo JungKook.
- Y yo pienso que estás equivocado- dijo TaeHyung, con una sonrisa.
JungKook le apartó la mirada y, sin poderlo evitar, sonrió y se llevó la mano al vientre porque nada deseaba más en este mundo que estar preñado.
- ¿Ya saben lo que van a pedir?- preguntó el camarero.
- Oh, sí, disculpe- dijo TaeHyung- yo quiero espaguetis.
- ¿Salsa?
- Pesto, por favor.
- ¿Espaguetis al dente?
- Sí, por favor.
- ¿Su omega qué va a querer?- preguntó el camarero dirigiéndose a TaeHyung.
- Oh, pregúntele usted- dijo TaeHyung, frunciendo el ceño.
El camarero, extrañado, se giró a JungKook, quien tenía una gran sonrisa.
- Yo quiero la pizza...
- Las pizzas son para dos... lo digo porque son grandes...- cortó el camarero, con amabilidad.
- Últimamente come por dos- dijo TaeHyung, radiante.
JungKook sonrió y le tomó la mano.
- ¡Enhorabuena!- dijo el camarero.
- ¡Gracias! Pero aún no está confirmado...- dijo JungKook.
- Entonces no diré nada a nadie- dijo el camarero con amabilidad.
La pareja rio.
- Quisiera la pizza con jamón, carne, tocino y extra de queso.
- Estupendo.
Mientras su comida se ordenaba, la pareja continuó hablando.
- Te estás haciendo ilusiones.
- ¿Si resulta que estás preñado, serás mi esclavo sexual durante una semana?- preguntó TaeHyung.
- Pensé que ibas a escoger el nombre, pero vale- dijo JungKook- sí a todo.
Ambos rieron.
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