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LAST FIGHT. Capítulo XL

A la mañana siguiente, todos se reunieron en casa de JiMin a desayunar como siempre.

- Creo que los cadetes avanzan bastante rápido- dijo Jin- es normal que les hayas cogido cariño, son unos niños bastante espabilados y cariñosos.

- ¿Cuidarás de ellos cuando no esté?

- ¿En tu celo? Claro.

- ¿Y cuando esté preñado?- preguntó JungKook, tanteando el camino.

- Claro. Sin problemas. Se me ocurre que podrías estar con nosotros en las gradas, ello les ayudaría mucho. Esos chicos te tienen mucha lealtad y cariño.

- Lo sé, por eso quiero dejarles en buenas manos cuando yo esté preñado.

Todos le miraron.

- JungKook y yo ayer estuvimos hablando en relación con los acontecimientos recientes sobre Hoseok, MiYoung y TaeYeon- dijo TaeHyung- somos conscientes de que todos lo habéis pasado mal- se detuvo y miró a GaJoon y Jin- sabemos que ha sido muy cruel con la manada. Pero...- miró a JungKook- hay cosas que le han pasado a JungKook que no son meros recuerdos o pensamientos implantados en su mente. Todo lo que nos pasó a nosotros fue real y cuando escuchamos la advertencia de los antepasados de SooBin. Lo tenemos claro. No vamos a participar en esta batalla.

- No sabemos cuándo nos iremos- dijo JungKook- lo único que sabemos con certeza es que, cuando quede en estado, nos iremos al Clan Lee y allí pasaré el embarazo y el parto. De hecho, nos quedaremos allí hasta que todo se solucione. No ha sido fácil tomar esta solución, se trata de Hoseok, pero...

- Estoy de acuerdo- interrumpió JiMin- ahora mismo Hoseok no es Hoseok, no sabemos cuánto tiempo va a tardar en volver.

- Ni siquiera sabemos si puede salir de casa, entrar en la vuestra y haceros algo- dijo NamJoon- por lo estudiado, parece que no quiere llamar la atención, pero yo también estoy de acuerdo con eso de que os vayáis.

- No quiero que os vayáis- dijo YoonGi- pero sí, es lo que debéis hacer.

- Es obvio que va detrás de JungKook y no parece dispuesta a parar hasta matarte- dijo GaJoon.

- Hubo algo que dijo cuando me tenía prisionero- dijo JungKook, recordando- ella dijo que el motivo de todo lo que hacía, la finalidad, era demostrarle a TaeHyung que se equivocaba.

Todos miraron a TaeHyung.

- No lo entiendo- dijo TaeHyung.

- Al parecer, tú trataste de consolarla cuando su prometido murió y ella quiere demostrarte que, si yo muero, tú actuarías como ella. Ella aseguró que el dolor es suficiente para matarte, pero por vuestra raza, era imposible morir.

Todos guardaron silencio, incluido TaeHyung. Para él eso era inconcebible. Si JungKook moría, él moriría, lo había comprobado. En el tiempo en el que habían estado separados, se sintió morir día a día.

Aquel día fueron a trabajar y JungKook se sentía bastante mareado.

- Quizás deberías quedarte en casa- dijo Jin- me quedaré contigo. Le diré a NamJoon...

- NamJoon ahora es el guarda personal de JiMin y tiene que aprender todo lo que yo he estado aprendiendo en estos años, va a estar muy ocupado- dijo- no es necesario. Será cualquier tontería... mierda, espera.

El chico salió corriendo al baño y vomitó.

- ¿Y si te compro un predictor?- preguntó Jin.

- No bromees con eso.

- Bueno, lo estáis intentando...

- No llevamos mucho tiempo...

JungKook cogió un cepillo de dientes que sabía que JiMin tenía allí para él, se lavó los dientes y salió junto a Jin.

- ¿Sueles ponerte así antes del celo?

- Antes de conocer a TaeHyung sí- admitió- solía vomitar, tenía que darme duchas de agua muy fría y, aunque no sentía mucho dolor, no me encontraba mentalmente bien. Así me siento ahora, espero que las cosas con TaeHyung se arreglen tras mi celo.

- No estáis mal. Incluso estáis pensando en tener cachorros y habláis de futuro.

- Sí, pero si no logramos restaurar nuestro lazo, temo que no me quedaré preñado.

- No lo pienses- aconsejó Jin.

- Todo el mundo dice que no piense las cosas.

- ¡Pues haznos caso!

JungKook llegó al campo de entrenamiento y se tapó la cara. Al momento SooBin y Kai se pusieron frente a sus compañeros.

- ¿Se encuentra bien?

- No debiste haber venido- dijo Jin.

- Estoy bien, solo...

JungKook cayó al suelo, llevándose las manos al abdomen.

- ¡JungKook! ¡Vamos, hermano! ¡Arriba!

Se escuchó un gruñido lejano y Jin se giró. Varios alfas estaban entrenando allí.

- No- dijo SooBin.

SooBin y Kai se tomaron la mano y, en el momento en el que aquellos alfas fueron hacia JungKook, cayeron hacia atrás.

- ¡Ve!- dijo Kai.

Jin ayudó a JungKook a levantarse y lo llevó hasta su casa. Veía a dos lobos perseguirles y protegerles, los reconoció YeonJun y BeomGyu.

Cuando llegaron a la puerta, los lobos se quedaron en la puerta y Jin entró junto a JungKook.

- Túmbate...

- ¡ALFA!

El chico se había estado conteniendo frente a los cadetes, pero ya no podía más, sentía su miembro erecto, su entrada chorreaba y empapaba su ropa interior y sus pantalones. Necesitaba a su alfa.

Mientras tanto, TaeHyung estaba en las montañas, no era del todo ajeno, sabía que su omega entraría pronto en celo, pero le tranquilizaba saber que Jin estaba con él y que cuidaría de él hasta que llegara. Estaba bromeando con YoonGi, cuando el teléfono sonó.

- ¿Diga?

- ¡TaeHyung! ¡Soy Jin! ¡Estoy llevando a JungKook a casa!

- ¡Llegaré antes que tú!

TaeHyung colgó y YoonGi le miró.

- Deja todo, lo dejaré en mi casa, ve con tu omega y cuando nazca ese cachorro ponle mi nombre- dijo, con una sonrisa.

TaeHyung se despidió y bajó.

En el momento en el que Jin llegó con un dolorido JungKook, supo que algo iba mal, TaeHyung no estaba allí.

- ¡ALFA!- gritó JungKook.

Jin lo metió en la habitación, salió y volvió a llamar al teléfono de TaeHyung y se alarmó cuando escuchó a YoonGi contestar.

- ¿Dónde está TaeHyung?

- Salió hace más de diez minutos, debería estar allí.

- No está.

- No me cuelgues- pidió YoonGi.

El chico corrió colina abajo, con el teléfono en manos libres, siguiendo el rastro de TaeHyung. Curiosamente, se desviaba hacia la derecha y no iba recto hacia abajo, donde se encontraba su casa.

Jin, por su parte, llamó a GaJoon y HaNeul, explicándoles lo sucedido y dejó a JungKook con ellas para ir a buscar a TaeHyung junto con NamJoon y JiMin.

- JungKook...- dijo HaNeul, entrando en la habitación.

El chico lloraba y se retorcía de dolor.

- ¿Dónde está? ¿Por qué no está? Me dijo que estaría conmigo... me prometió cachorros...

HaNeul se dirigió al armario de la pareja y cogió un pijama de TaeHyung y se lo puso a JungKook al lado.

- Vendrá, JungKook, vendrá. Si él no está aquí, no es por culpa de él.

Se escucharon unos pasos acelerados, era GaJoon, la chica traía bolsas de hielo y las colocó con delicadeza en el abdomen y cuello de JungKook.

- Le necesito a él... sólo a él...

- Lo sabemos- dijo GaJoon.

- ¿Qué le ha pasado?

- Ahora... no puede venir...

- ¿Pero por qué?

Lloró con fuerza y agarró el pijama de TaeHyung, sintiéndose dolorido, triste e impotente.

Mientras tanto, en un claro, no muy lejos de allí, TaeHyung luchaba por su vida... contra Hoseok.

- No irás- dijo Hoseok y le propinó un golpe en el estómago haciendo que cayera.

TaeHyung se negaba a quedarse allí, peleando con él, su omega le esperaba, sabía que debía de estar mal y aquello le hacía perder la razón. Gritó con furia y se abalanzó sobre él. En aquel momento, no tenía uso de razón, sólo quería dañar, sólo quería matar. Y, cuando dirigió su mano para asestarle el golpe final que destrozaría su cuello, alguien le apartó de él.

Gruñendo enfadado, se giró y vio a YoonGi. Pronto vio también a NamJoon, JiMin y Jin.

NamJoon se acercó a Hoseok y le golpeó.

- ¡Es TaeHyung! ¡Se trata de TaeHyung! ¡TaeHyung y JungKook! ¿Qué te pasa?

Hoseok le gruñó, pero YoonGi le dio tal golpe en la cabeza que le dejó inconsciente.

- Tu omega te necesita- dijo JiMin- sé que JungKook estará volviéndose loco porque no estás.

- Vete, está a salvo con GaJoon y HaNeul- dijo Jin- pero te necesita a ti. Necesita a su alfa.

- Nosotros nos encargamos de esto- dijo NamJoon.

TaeHyung corrió, pasó por un rio y no pudo evitar meterse dentro, esto le hizo sentir frío. Se centró en el frío y en su omega. Cuando llegó a su casa, vio a dos lobos de un tamaño más pequeño al de un adulto haciendo guardia frente a la casa que compartían. Los reconoció como YeonJun y BeomGyu. Les gruñó, pero no en advertencia, sino en agradecimiento y los lobos agacharon la cabeza y se retiraron cuando le vieron llegar.

Entró en casa, en su forma humana, y el olor al celo de JungKook le invadió.

- ¡TaeHyung!- dijo JungKook, que le olía a distancia.

Sin pararse a quitarse las botas y llenándolo todo de barro, fue hasta la habitación. Cuando entró, las chicas se sorprendieron de verlo mojado y lleno de barro, pero JungKook sólo quería que estuviera con él.

- Por favor...

GaJoon y HaNeul salieron y TaeHyung les dio una mirada de agradecimiento y, cuando escuchó la puerta, corrió hacia él.

- Cuando Jin me llamó vine corriendo... pero tuve un problema...

- ¿Qué te pasó?

- Una caída... nada importante... ya ves que estoy hecho un asco... tenía demasiada prisa por venir contigo, no veía por donde venía. Pero ya estoy aquí.

TaeHyung se quitó la ropa y le quitó a JungKook el hielo que GaJoon le había puesto encima y que se había deshecho casi en el momento.

- Alfa...

JungKook se fijó en el moratón que TaeHyung tenía en el abdomen, pero no dijo nada.

TaeHyung se mordió el labio inferior, había planeado esto mucho tiempo, nada le iba a impedir que JungKook lo disfrutara, le iba a recuperar.

- Te necesito...- dijo JungKook, sentándose y besándole.

- Y yo necesito a mi omega- dijo TaeHyung con su voz más dominante.

JungKook sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, sentía como algo dentro de él despertaba y, sin quererlo, su entrada comenzó a lubricar más que ninguna otra vez ocasionando un desastre en las sábanas.

- ¡MIO!- rugió TaeHyung.

El chico le agarró de la cintura, le giró y puso sus manos en sus nalgas.

- TaeHyung...

El alfa agarró las nalgas de JungKook y las separó. En ese mismo instante, JungKook abrió sus piernas y TaeHyung recibió un azote del olor a celo de su omega haciendo que se volviera loco.

- Omega- gruñó.

Y, antes de que JungKook pudiera hacer o decir algo, TaeHyung enterró la cabeza entre las nalgas de JungKook y comenzó a lamer su entrada. JungKook golpeó el colchón y arañó el cabecero de la cama, dejando la marca de sus uñas. Se sujetó al borde del colchón y alzó las caderas, gimiendo como un verdadero animal en celo, curvó la espalda y sus pupilas se dilataron por completo.

- Alfa...

JungKook dio un fuerte golpe al cabecero de la cama en el momento en el que TaeHyung metió su lengua, la sacó y succionó.

- Ah...- gimió TaeHyung, al tragar- he echado esto de menos...- dijo, mientras metía dos dedos y llegaba justo a la próstata del chico.

- Mmm... necesito más que eso...

TaeHyung metió un tercer dedo, pero JungKook empujó sus nalgas contras los dedos de TaeHyung, pidiendo más. Así pues, el alfa introdujo los cuatro dedos y comenzó a moverlos, golpeando la próstata del chico.

- Ahora sí... estoy a punto...

- Vamos córrete para mi...

- Solo para ti, mi alfa.

TaeHyung empujó sus dedos, más fuerte, contra la próstata de JungKook y éste comenzó a gritar, encorvándose en la cama y estirando sus extremidades.

- ¡Oh, TaeHyung! TaeHyung... TaeHyung... ¡TAEHYUNG!

En aquel momento, JungKook eyaculó sin necesidad de ser tocado y, de su trasero, salieron sus fluidos disparados directos a la cara de TaeHyung.

Sonriendo, JungKook se sentó, lamió la cara de TaeHyung y luego metió su lengua en la boca del chico. Éste saboreó aquel besó más que ninguno.

- Mmmm...- gimió TaeHyung, lamiendo su dedo anular.

JungKook sujetó la mano de TaeHyung y la lamió hasta dejarla limpia de sus propios fluidos, bajo la atenta mirada de TaeHyung, y luego volvió a besarle.

- Sabes cómo calentarme- dijo TaeHyung.

- Nací para calentarte- dijo JungKook, sentándose en su regazo. En aquel momento, TaeHyung notó la alta temperatura de JungKook por su celo- aunque sé que ahora no tengo que hacer nada... mi simple olor te está volviendo loco...

- Volverás a ser todo mío...

- Nunca he dejado de serlo- dijo JungKook y le beso- nunca he querido dejar de serlo.

La mirada de TaeHyung se oscureció por completo, alineó su miembro en la entrada de JungKook y el chico empujó hacia abajo, sintiendo como todo en su cuerpo se calmaba. Empujó a TaeHyung hasta que su espalda dio contra el colchón y comenzó a mover las caderas sobre el chico, gimiendo.

- Alfa...

- Mi omega...

TaeHyung gimió y se relamió los labios, veía a su omega disfrutar de aquello, era demasiado bueno.

- Alfa... mi alfa...- dijo y le besó.

JungKook se sentía completamente ido en medio del placer. No solo por el celo, sino por todos aquellos sentimientos hacia su alfa, que habían estado escondidos, ocultos, y ahora salían. Sus ojos se anegaron en lágrimas y sintió las fuertes manos de TaeHyung en sus caderas. Giraron en la cama y TaeHyung comenzó a embestirle con fuerza.

- ¡ALFA!

TaeHyung le sujetó de las manos y, con los dedos entrelazados, le embistió a un ritmo lento pero fuerte. JungKook, por su parte, enredó las piernas por detrás de la espalda de TaeHyung.

- Me tienes tan apunto, omega... tú... sólo tú... ¿notas... lo duro... que me tienes?

JungKook apretó las manos de TaeHyung al notar como el orgasmo se acumulaba en su bajo vientre.

- Por favor, alfa...

TaeHyung abrió los ojos al notar como sus encías comenzaban a arder, sintió sus dientes crecer y, de pronto, se fijó en el cuello de JungKook. Era cierto, su marca no estaba. No lo pensó dos veces, soltó las manos de JungKook y, con delicadeza, mientras seguía embistiendo al chico, puso su mano tras la nuca de JungKook y le mordió por segunda vez.

JungKook gritó, pero no de dolor. Notaba los dientes de TaeHyung atravesar su piel al mismo tiempo que notaba el miembro del chico llegar hasta lo más profundo y golpear deliciosamente su próstata, pero al mismo tiempo, sentía como un velo en su mente caía. Todos sus sentimientos volvieron a él de golpe y lloró, pero no de tristeza. Sintió como cada célula de su organismo se conectaba a TaeHyung, le miró y escuchó su voz en su cabeza.

TaeHyung se agarró con fuerza al colchón, aceleró el ritmo de las embestidas y aumentó la profundidad y la fuerza. Ambos gritaron de placer al correrse y se sintieron uno.

- ¡ANUDA!- gritó JungKook.

Ambos se miraron, hablándose con la mirada y TaeHyung comenzó a lamerle la marca hasta que ésta sanó por completo y, con un suspiro, TaeHyung se quedó dormido sobre el cuerpo de JungKook.

Aquella noche TaeHyung y JungKook volvieron a estar unidos, pero no sólo por el vínculo, sino por algo más fuerte que los uniría de por vida.

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