LAST FIGHT. Capítulo LVII
A medida que los cachorros se fueron haciendo mayores, el influjo del hechizo de MiYoung en los chicos fue disminuyendo, pronto no solo no recordaban a Gina, sino que, aquello que les había pasado, lo consideraban una pesadilla pasada.
Tras el nacimiento de los trillizos de JungKook y TaeHyung, llegó el nacimiento del cachorro de HaNeul y NamJoon. La pareja quería tener solo un cachorro y querían ser padres pronto, antes que NamJoon asumiera todos los cargos por ser guarda del Líder.
JiMin y YoonGi se casaron en la intimidad de un claro y, a pesar del protocolo, nadie llevó un traje horrendo. Fue una boda muy privada donde los cachorros de JungKook y TaeHyung, que ya tenían tres años, hicieron desastres pero, a pesar de esto, la pareja recordó su boda como el mejor día de su vida. Amaban ver a JungKook y TaeHyung comportarse como padres.
Tras la boda de JiMin y YoonGi llegó el cuarto hijo de JungKook y TaeHyung, ahijado de Hoseok. Había sido algo planeado, consideraban que los trillizos, ya con cuatro años, entrarían en el colegio y, por tanto, tendría tiempo de cuidar un nuevo cachorro. Pero aquel año no fue el único de nacimientos, pues GaJoon y Jin, tras casarse, tuvieron gemelos.
- Deberíamos abrir una guardería- dijo Hoseok, mirando los gemelos de la pareja.
Aquello no fue una idea tan descabellada y, a medida que la manada crecía, veían reducido su espacio. Así pues, GaJoon y Jin dejaron el piso donde vivían y se mudaron a una casa vacía que estaba a la izquierda de la de JungKook y TaeHyung. Hoseok, junto a MinGyu, habían decidido prometerse y se mudaron a la antigua casa de YoonGi, que estaba cerca de la vivienda de JiMin. Respecto al pequeño edificio, donde antes vivían Jin y Hoseok, fue tirado abajo y la casa de JungKook y TaeHyung fue reformada, los chicos hicieron una casa de dos plantas, más amplia. En la planta de abajo, se amplió la habitación matrimonial y le pusieron baño, la habitación que había pertenecido a los trillizos pasó a ser una habitación de juegos, se construyó una habitación de invitados, que era donde el nuevo cachorro estaría durmiendo hasta que fuera más mayor, y un despacho para que JungKook pudiera trabajar. En la planta de arriba se construyeron cuatro habitaciones, una para cada cachorro, y dos baños.
Un par de años pasaron sin nacimientos, ni bodas, no obstante, JungKook y TaeHyung aun tenían en mente volver a celebrar su boda delante de las señoras Jeon y Park, pero con cuatro cachorros, la casa, el trabajo... estaban demasiado exhaustos como para pensar en aquello.
Al año siguiente, NamJoon y HaNeul se casaron y ese mismo año, el señor Park abdicó en JiMin, fue una celebración oficial y muy solemne en la que JiMin aceptó el cargo de Líder del Clan Park y YoonGi juró lealtad, otra vez, a JiMin y, por primera vez, al Clan Park.
Meses después, JungKook y TaeHyung volvieron a hablar de cachorros. Cinco era la cifra que, en un primer momento habían tenido en mente.
- Los trillizos tienen seis años, YeoMin tiene casi tres, si lo vamos a intentar, sería un buen momento- dijo TaeHyung.
- Yo quiero tener otro- dijo JungKook.
- Bien, tendremos otro. El último- dijo TaeHyung- ¡Espero que sea una niña!
Así pues, la pareja volvió a intentarlo pero, lo que no esperaban era que JungKook volviera a tener un embarazo múltiple, esta vez de gemelos. El chico pasó la mitad del embarazo en cama debido a que ya había dado a luz otras veces y su cuerpo no lo aguantaría como el primero. No obstante, igual que los dos primeros partos, fue un parto en el agua, el dolor al parir era algo que ya tenía presente y no le importaba. Y dos preciosos niños nacieron: SeonYon y SeonJin.
- Son unos niños hermosos, ¿pero tienes algo con no parir niñas?- preguntó TaeHyung.
La manada estaba feliz, tras el nacimiento de los gemelos, llegó el matrimonio de Hoseok y MinGyu, junto con su primer bebé.
Ya, por aquella época, los trillizos habían crecido lo suficiente como para cuidar de los cachorros que iban llegando, se notaba en su naturaleza que eran alfas legendarios, protegían a los cachorros de todo peligro, eran obedientes con sus mayores y muy familiares. Solían estar pendientes de sus hermanos pequeños y gruñían cuando un extraño se les acercaba.
Durante cinco hermosos años, la vida en la manada fue perfecta, no había nada que perturbara la paz. YeonJun, SooBin, BeomGyu, TaeHyun y Kai se graduaron y entraron como guardias oficiales, recibiendo los honores por parte de JungKook. YeonJun y SooBin decidieron mudarse juntos, mientras que BeomGyu, TaeHyun y Kai seguían compartiendo piso. En verdad, excluyendo las noches, pasaban todo el tiempo juntos, pero siendo sinceros, YeonJun y SooBin necesitaban sus momentos de pareja, necesitaban hablar y poder amarse sin preocuparse de si los escuchaban o no.
- TaeHyung- dijo JungKook, recogiendo los juguetes que alguno de los salvajes de sus cachorros, como los llamaba él mentalmente, había dejado regado- últimamente no me he encontrado muy bien- confesó y TaeHyung le miró fijamente con algo de miedo- yo creo que puede ser anemia- opinó- los críos, la casa, el trabajo, no he tenido mucho apetito estos días y solo me apetece dormir. ¿Te importa quedarte con los niños mañana? Quiero hacerme un análisis.
- Claro, sin problemas. Ve a tumbarte, prepararé yo la cena, le diré a los niños que no hagan ruido.
- Buena suerte con eso...
A la mañana siguiente, JungKook se presentó en la consulta del señor Bang.
- ¿Qué tal los cachorros?- preguntó.
- Asalvajados- replicó- no paran.
- Eso es que están bien- dijo- ¿qué te ocurre?
- Creo que es anemia, no me encuentro bien.
Le hizo una analítica y, cuando los resultados salieron, el señor Bang se puso serio.
- ¿Qué tengo?- preguntó, preocupado.
- Otro cachorro.
JungKook abrió mucho los ojos.
- No puede ser- dijo- tomo anticonceptivos. Tengo seis hijos, los anticonceptivos los tengo muy en cuenta.
- Los anticonceptivos no son infalibles, sobre todo si la persona que los toma tiene una vida sexual muy activa.
- ¡Tengo seis hijos! ¡Ya me gustaría a mí volver a tener una vida sexual activa! ¡Una vez a la semana y doy gracias!
El señor Bang se quedó en silencio.
- Estás preñado- dijo- ahora bien, sabes que es un riesgo...
- ¡Es mi cachorro y de mi marido!
- Es un embarazo de alto riesgo para ti.
- ¡Pero es mi cachorro y de mi marido!- se empeñó.
- Bien, entonces habrá que tener mucho cuidado. Te programaré una cesárea, no vas a parir, es mucho el riesgo.
JungKook quería parirlo, a todos sus hijos los había parido en el agua, sin epidural y con la ayuda de TaeHyung, pero suponía el riesgo de este embarazo.
Cuando llegó a casa, lo hizo sintiéndose fatal.
- ¿Qué tienes, mi amor?
- Tenemos, lo dos, otro cachorro... yo... me voy a dormir.
Aquel embarazo tardó en asimilarlo, sabían los riesgos que acarreaba para JungKook, sin embargo, pudieron contarlo a la manada y recibieron su apoyo. Dos meses y medio estuvo JungKook en cama, no salía, sus cachorros eran atendidos por TaeHyung y él se sentía el peor padre del mundo.
- No te preocupes, papá- dijo HimHwa- somos mayores.
- Vosotros sois mayores, vuestros hermanos no- dijo.
El momento del parto llegó y los trillizos se quedaron en la sala de espera, cuidando de sus hermanos menores, estaban bajo la vigilancia de NamJoon y HaNeul, cuya hija tenía diez años y era muy amiga de HimHwa. Al poco llegaron GaJoon, Jin, Hoseok, JiMin y YoonGi, todos con sus respectivos hijos.
- Nunca he visto una manada tan prolífica- opinó el señor Park, cuando llegó.
Los señores Jeon estaban muy nerviosos por JungKook, quien ya había entrado en el quirófano. TaeHyung estaba a su lado, tomándole la mano. La cesárea en sí fue bien, el cachorro estaba bien, pero JungKook no, estaba muy ido.
- ¿JungKook?- preguntó TaeHyung.
- Tienes que salir de aquí- dijo el señor Bang.
- ¡Es mi omega!
- ¡Y tengo que operarle!- dijo- está teniendo una hemorragia.
- ¡Sálvelo!
TaeHyung se quedó allí, en la puerta de quirófano horas hasta que MinGyu fue a por él.
- TaeHyung...
- ¿Cómo está?
- Hemos tenido que extirparle lo que le quedaba de aparato reproductor- dijo- solo así hemos podido parar la hemorragia, está estable, pero dormido.
- ¡Quiero ir con él!
MinGyu le llevó a la habitación donde JungKook estaba dormido, tenía al cachorro a un lado. TaeHyung se tumbó al otro lado del cachorro y los abrazó. Cada vez que el cachorro lloraba y tenía hambre, era TaeHyung quien le daba de comer, quien le cambiaba los pañales, quien le atendía.
- Shh... pequeño... sí, yo también estoy preocupado...
Miró a su omega y, cuando el cachorro se quedó dormido, volvió a ponerlo entre ellos y los abrazó. A las horas, JungKook despertó.
- ¡Mi amor! ¿Cómo estás?
- No tengamos más hijos.
TaeHyung le dio un beso en la frente y le puso al corriente de todo lo sucedido.
- Me duelen un montón los puntos- se quejó.
- Tú solo preocúpate de recuperarte, ¿de acuerdo? Yo me encargaré de los niños.
- Son siete, uno recién nacido- dijo.
- No me importa, solo quiero que estés bien- dijo- por favor, duerme, descansa... llevas once años trabajando mucho.
- TaeHyung...
- Dime...
- Es una niña.
- A HimHwa no le hará gracia...
- Eso es tu culpa- dijo, antes de quedarse dormido.
JungKook tardó una semana en salir del hospital, sus cachorros le iban a ver y por la noche se quedaban al cuidado de JiMin y YoonGi.
Los meses sucesivos fueron un ir y venir al hospital para JungKook y el cachorro, que tenía por nombre JeNa. Ella también había nacido falta de vitaminas y debía recuperar.
No obstante, igual que su momento le pasó a su hermano, pudo recuperarse pronto.
Cuatro años después, los trillizos cumplieron quince años y tanto TaeHyung como JungKook no lo podían creer. ¿Ya habían pasado quince años? Pronto sería el primer celo de ellos. En aquella época recibieron una llamada particular por parte de JiMin y YoonGi.
- ¿Qué ocurre?- preguntó JungKook, entrando en el despacho de JiMin.
- Tenemos que pediros algo- dijo YoonGi.
La pareja se sentó.
- Nosotros no tenemos hijos- dijo JiMin- pero tenemos una ahijada- añadió- queremos nombrar sucesora del Clan Park a HimHwa. Que ella sea la Líder del reino en un futuro.
- ¿Nuestra hija?- preguntó TaeHyung.
- Entiendo que no queráis- dijo JiMin- por eso os lo comentábamos...
La pareja se miró y lo valoraron a solas.
- Por nuestra parte, sí- dijo TaeHyung- pero, como bien ha observado JungKook y yo estoy de acuerdo, creo que HimHwa debería tener voz y voto en esto. Ella debería ser quien decida. Podríais exponérselo ahora y, cuando acabe la Universidad, que decida. Porque, obviamente, nuestra hija va a ir a la Universidad, lo que no queremos es que deje de estudiar por este cargo.
- Oh, este cargo la hará estudiar el doble- aseguró JiMin.
Y de ese modo, la joven HimHwa, al terminar la Universidad, acabó siendo la futura heredera al trono. La joven siempre había demostrado saber lo que quería, incluso desde pequeña, cuando jugaba con Kai y no permitía que nadie la separara de él, por ello, cuando se presentó como alfa, lo primero que hizo fue pedirle una cita al soldado, que tenía casi veinte años más que ella, delante de su padre JungKook. Que Kai aceptara fue lo que más le costó, pero ella sabía que acabaría estando a su lado y así ocurrió cuando, décadas más tarde, los nombraron Líder y Luna del Clan respectivamente.
El reinado de JiMin fue tranquilo y su vida junto a su delta también lo fue, la marca que dejó en su piel los unió para siempre y, aunque todo el mundo pensaba que YoonGi era un omega, a ellos no les importaba las habladurías de la gente. Al fin lograron llevar su relación.
Jin y GaJoon, fueron felices con sus gemelos, la chica solía hacerle ropa a todas horas y Jin ahora tenía su propio grupo de cadetes a los que enseñar.
NamJoon acabó siendo el guarda personal de JiMin y HaNeul su más fiel acompañante y consejera. El cerebro brillante de la chica le ayudó en todo momento. Sólo tuvieron un cachorro, pero fueron felices.
Hoseok pudo ser completamente feliz junto a MinGyu, dejó de sentirse roto, despedazado, desarmado para sentirse completo, pleno y feliz. Tuvieron tres hijos juntos y su relación siempre fue muy calmada y, como bien predijo MinGyu, la sonrisa de Hoseok era lo mejor del mundo y es que, una vez que el chico recuperó aquella sonrisa, la mujer puso su mayor empeño en que ésta no volviera a desaparecer.
En cuanto a JungKook y TaeHyung tuvieron siete hijos, algo que no estaba nada mal teniendo en cuenta que JungKook no quería tener hijos y solo tenía un cincuenta por ciento de probabilidades de concebir. Todos ellos fueron alfas legendarios, como TaeHyung. Cuando los chicos se fueron haciendo mayores, JungKook y TaeHyung recuperaron la vida que habían perdido por la paternidad y las responsabilidades, volvían a hacer planes, salían e incluso sus relaciones sexuales eran más constantes. La unión entre ellos se fue haciendo cada vez más fuerte y profunda con el paso de los años y los siglos hasta que, un día, como bien manda la naturaleza, JungKook tuvo que hacer frente a todos sus años de vida y murió de anciano. Minutos después, TaeHyung también lo hizo sobre el cuerpo sin vida de su marido. Corroborando así lo que siempre había dicho: él no podría vivir sin JungKook.
FIN
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