LAST FIGHT. Capítulo L
A la mañana siguiente, JungKook se levantó, se sentía radiante. Se miró al espejo y miró su estómago abultado y sonrió. Se dio una ducha y fue a la cocina donde estaba su marido.
- No me gusta despertarme y que no estés- se quejó.
- Quería prepararte un buen desayuno- dijo.
JungKook observó su desayuno. Tenía tostadas con aguacate, nueces, frutas, zumo recién exprimido y un yogur.
- Ahora mismo no sé si quiero comer esto o acostarme contigo- dijo.
TaeHyung rio y puso la comida de su marido encima de la mesa. JungKook se sentó y comió. Aquel día, cuando llegaron al campo de entrenamiento, estaban más cariñosos de lo habitual.
- Huele a amor- dijo NamJoon, acercándose a ellos- me alegro de veros cada día mejor.
JungKook, radiante, no pudo evitar abrazar a TaeHyung. No era profesional y menos delante de los cadetes, pero también era cierto, y eso lo había aprendido con la experiencia, que mostrar amor no era un signo de debilidad sino de una fuerza superior a la física.
- Bueno, espero que ayer hayáis aprendido mucho- dijo JungKook.
- Perdone señor- interrumpió SooBin- pero ¿usted todo bien?- preguntó y miró al abdomen del chico.
- Yo estoy bien... y ellos tres también- dijo y se tocó su vientre. Gracias por preguntar.
Los chicos sonrieron, emocionados con la noticia.
- Bien, estos días vamos a seguir entrenando pero de cara a la batalla con MiYoung- dijo JungKook- ¿qué les enseñaste ayer?- preguntó.
- Como evitar sus manos.
- Perfecto- dijo.
- Ahora bien, si lo que hay que hacer es dejarla sin manos... que gore suena... creo que lo mejor es profundizar en eso de... dejarla sin manos y luego matarla- dijo JungKook.
- He pensado que no podemos jugárnosla- expresó NamJoon- por eso creo que lo mejor es entrenarlos en espada, SeokJin me ha contado que no son malos con el arco, pero tampoco son buenos.
- Creo que, por ahora, dejaremos el tema arco solo para Jin- dijo TaeHyung.
- Dos de vosotros poneros por parejas, el resto con nosotros- dijo JungKook.
"Estás demasiado sexy hoy" resonó la voz de TaeHyung en la cabeza de JungKook "ahora me arrepiento de no haberme quedado esta mañana en la cama conmigo"
"Perdiste tu oportunidad" le respondió Jungkook.
"Te empotraría contra ese árbol"
JungKook miró a su marido, que no le quitaba la vista de encima, carraspeó y miró a sus cadetes.
- BeomGyu, ¿tú conmigo?- preguntó, al ver que el chico estaba cerca.
TaeHyun y Kai se pusieron juntos. SooBin formó pareja con TaeHyung mientras que YeonJun lo hizo con NamJoon. Cada media hora iban cambiando.
- Señor ¿no sería bueno si usara un escudo?- preguntó SooBin, cuando se puso frente a JungKook.
- Es una buena idea- dijo NamJoon.
- Nunca he luchado con escudo- dijo JungKook- soy bastante ágil... o lo era...
NamJoon cogió un escudo redondo que, en la parte posterior, tenía un par de asas, se lo colocó en el brazo a JungKook y este, a su vez, colocó su brazo sobre su abdomen para proteger a sus cachorros. Se dio cuenta de que aquello no era tan complicado, podía luchar y se sentía seguro de poder proteger a sus cachorros.
Cuando la clase terminó, los chicos soltaron las espadas.
- ¡Me duele el brazo!- se quejó Kai.
- ¿Pesa tu espalda?- preguntó NamJoon- ¿la sientes muy pesada para ti?
- Demasiado.
- Estas son de Palacio- dijo- deberían tener una para ellos- dijo JungKook- aprenderían mejor.
- Yo me encargo- dijo NamJoon- venid conmigo, hoy tendréis espadas nuevas.
- ¿Hoy?- preguntaron los chicos emocionados.
- Bueno, las tendréis en unos días- dijo JungKook.
- ¡Gracias!- dijeron los chicos.
- A estas horas no hay mucha gente en la fragua, podríamos ir- dijo NamJoon- podríamos ir y escogéis el modelo que más os guste, peso... incluso escudo.
- ¿En serio podemos?- preguntó BeomGyu, emocionado.
- ¡Claro, vamos!- dijo NamJoon.
- Me encantaría ir con vosotros- dijo JungKook, triste.
- ¡Le enseñaremos nuestras espadas cuando estén listas!- prometió SooBin.
- ¡Y le contaremos como ha ido todo!- prometió Kai.
Así pues, con aquellas promesas, JungKook y TaeHyung entraron en su hogar y NamJoon llevó a los chicos a la fragua, donde hacía un calor horrible.
- ¡Kim NamJoon!- dijo un hombre mayor.
- Chicos, él es Oh SeokNim, es el encargado de hacer el armamento en Palacio- informó.
- ¿Nuevos cadetes?- preguntó.
- Sí, son los de JungKook.
- ¿Qué ha sido de JungKook? Hace mucho que no le veo... y eso que pregunto a la gente por él.
En aquel momento TaeHyun se fijó en él. Aquel hombre era como el panadero en un pueblo, si lograba hacer que él pudiera enterarse del rumor, el resto sería coser y cantar.
- Está en su casa- dijo NamJoon- está descansando debido al embarazo.
- ¡Qué gran noticia! ¡Cuánto me alegro! ¿Le ves a menudo? Es que tengo un pedido de él y si pudieras dárselo... él mando a hacerlo cuando llegó...
El señor Oh sacó una espada, fina y liviana, con su respectiva correa. La empuñadura era larga, bien equilibrada.
- Es hermosa- dejó escapar SooBin.
- Gracias.
- Me tomé la libertad de hacerle esto a juego, aunque sé que no lo usa, pero es que esta espada es una de las mejores obras de mi colección- añadió y le mostró un escudo- es igual de liviano, pero muy fuerte.
- ¡Se lo daré!- dijo NamJoon y sujetó las piezas- vaya, no pesan nada.
- Bien, ¿por cuál de vosotros empiezo?
- Bien, él es el pequeño y el más alto, creo que aún está en edad de crecimiento- dijo NamJoon- puede coger las espadas del reino, pero para él son pesadas.
- Entiendo, ven aquí muchacho. ¿Ves este escaparate? Prueba la que mejor se adapte a ti. Aquella con la que te sientas más cómodo. Las más ligeras son las del final- añadió.
Kai cogió una de las del final pero negó, cogió la siguiente y probó un par de movimientos. Aquella le gustaba, pero no era perfecta, sentía que los laterales del mango de la espada eran demasiado para él, cogió una que parecía una sola pieza en forma de una "S" muy suave.
- ¡Ésta es perfecta!- dijo cogiéndola.
- Es una cimitarra, un tipo de sable, aunque no es demasiado común que los lobos se sientan atraídos por este tipo de espadas- informó y lo apuntó en un papel. Abrió un armario y todos se asombraron al ver decenas de modelos similares a aquella espada- prueba varios y dime aquel con el que te sientas más cómodo.
Kai probó varios y, al final, se decantó por una larga, fina y liviana.
- Aquí tienes el catálogo con los diferentes dibujos y adornos que puede llevar, mira el que más te guste y apunta el número que aparece en la esquina inferior derecha en este papel mientras ayudo a tu compañero.
El siguiente fue TaeHyun, el chico fue probando las espadas livianas pero al final se decantó por algo intermedio. Lo probó un par de veces y asintió.
- ¡Este! ¡Definitivamente este!- dijo mostrándolo.
La hoja era curvada, más estrecha es la parte de arriba y visiblemente ancha en la de abajo, más corta que la cimitarra de Kai, con filo sólo por un lado y con un contrafilo con gavilanes en forma de "S". Su empuñadura era diferente, no era larga, pero sí cerrada y estilizada, estaba preparada para que el puño quedara dentro de la empuñadura.
- Estos chicos son unas cajitas de sorpresas- dijo el señor Oh- estos sables son mis favoritos, pero jamás pensé que alguien los cogería porque les gustaran para luchar. Hay soldados que me los han pedidos como parte de colección, pero nunca para luchar. Ven a buscar el que más se adapta a ti- le llevó a un armario y el chico escogió uno no muy liviano con una empuñadura fuerte que le daba fuerza y estabilidad en el brazo a la hora de luchar- estupendo- dijo y apuntó la referencia- busca en el catálogo el modelo que más te guste y lo apuntas en el papel.
Emocionado, TaeHyun comenzó a mirar modelos, mientras BeomGyu probaba espadas del mismo calibre que TaeHyun.
- Creo que ésta...- dijo, blandiéndola- sí, es esta.
- ¡Por fin una espada!- dijo el señor Oh- es una espada bracamarte.
Para BeomGyu aquello no le decía nada, pero se sentía emocionado con su espada. Al contrario que la de TaeHyun, su espada era más ancha en la empuñadura y más estrecha en la punta, la empuñadura era en forma de cruz, pero no muy grande. De hecho, en comparación con la de sus compañeros, era bastante básica, pero estaba bien así. El señor Oh le llevó a un armario más apartado y BeomGyu comenzó a probar espadas hasta que encontró una que le gustó, de hecho, era muy similar a la primera que había escogido.
- Bien... ¿dónde tengo el catálogo del bracamarte? ¡Ah, sí!- se fue a otra estantería y sacó un catálogo- busca el que más te guste- ¿Quién es el siguiente?
YeonJun y SooBin se miraron.
- ¿Quieres probar tú?- preguntó YeonJun.
SooBin asintió y se adelantó unos pasos.
- En cuanto a fuerza física, SooBin es el más fuerte.
- Y veo que también eres alto- dijo el señor Oh- si me permites la sugerencia... quizás alguna de estas- le mostró una espada como la que había hecho para JungKook- o si prefieres un sable, algo así...- le mostró un sable ancho, parecido al de TaeHyun.
Sin embargo, SooBin sentía cierto embeleso al ver la espada, era hermosa, fina, larga, como se supone que tiene que ser una espada. La cogió y, cuando maniobró con ella, sonrió. Realmente la sentía como una extensión de su brazo. La longitud, el equilibrio que le aportaba el mango en una perfecta cruz. Puso la punta hacia arriba y miró su reflejo en la hoja de la espada.
- Hermoso- susurró YeonJun.
- Es esta- dijo SooBin.
- No sé si mostrarte modelos de esta espada- dijo el señor Oh.
- No, no, quiero esta.
El señor Oh sonrió y le mostró el catálogo en referencia a su espada.
- Es una espada claymore- informó- los grandes luchadores la llevan.
- Gracias, señor.
- Bueno, parece que solo quedas tú.
YeonJun, que aún seguía impresionado por la belleza de SooBin con aquella espada, carraspeó y dio un paso al frente.
- Yo no soy tan fuerte como él- admitió.
- Es bastante fuerte- dijo NamJoon- pero no tanto como SooBin, aunque sí lo es más que el resto.
- Entiendo- dijo- la espada claymore tiene diferentes tamaños y pesos, la que tu compañero SooBin ha escogido es la más grande que fabrico, pero la tienes en otro tamaños- dijo y señaló tres- luego tienes varios sables y... quizás estas espadas de aquí.
YeonJun las probó todas, unas se les escapaban de las manos, otras eran demasiado pesadas y le molestaba el brazo, con otras no se sentía cómodo.
- ¿Qué es lo que estás buscando?- preguntó el señor Oh.
- Buena pregunta- dijo YeonJun.
NamJoon rio.
- ¿Cómo sujetas la espada, muchacho?- aclaró NamJoon.
- Con ambas manos, siempre con ambas manos.
- Prueba este sable- dijo y le dio uno parecido al de Kai.
Sin embargo, cuando lo probó, YeonJun se hizo una herida.
- Debe tener mango...
SooBin se acercó solícito y le puso un pañuelo en la mano. Kai y TaeHyun sonrieron al ver a SooBin curándole la mano a YeonJun.
- Prueba esta- dijo.
- Demasiado liviana.
- ¡Prueba la de tu compañero!- dijo y le dio la espada de SooBin.
Sin embargo, la de SooBin era muy grande.
- ¿Te sientes cómodo sujetando esa espada?
- Sí, pero la hoja es muy grande... y siento que muy fina...
- ¿Y si hubiera una espada con ese mango y una hoja diferente?
- Es posible.
YeonJun dejó la espada que SooBin había escogido y el señor Oh se fue a la trastienda de la fragua.
- ¡Qué difícil eres!- se quejó SooBin.
- No es así como yo me defino- replicó.
Kai, TaeHyun y BeomGyu empezaron a reírse a carcajadas. NamJoon, por su parte, se giró para que no le vieran reírse.
Al momento, llegó el señor Oh con una espada en la mano, parecía muy vieja, no era tan larga como la de SooBin, pero sí muy extraña, parecía tener dos empuñaduras, una sobre otra. La primera era larga y, de ahí, salía la ampliación hacia los lados pero, ahí no acababa la empuñadura, sino que continuaba hacia abajo y, de ahí, salía la hoja.
YeonJun la cogió y cuando la probó, la sintió perfecta.
- ¿Es esa?
- ¡Sí!
- ¡Al fin!- dijo el señor Oh.
- Es un mandoble, no se hacen muchos aquí- informó- de hecho, sólo tengo ese y otro más. Los hago por encargo, así que me tendrás que decir como lo quieres.
YeonJun pasó quince minutos escogiendo su espada de ensueño, ayudado de los consejos de NamJoon y el señor Oh, cuando terminó estaba satisfecho.
- ¿Eso es todo?- preguntó NamJoon.
- Sí, es todo.
- Bien, como es para los cadetes, cargue el importe y la factura a Palacio- dijo NamJoon.
- Estupendo.
Estaban saliendo y TaeHyun se quedó quieto observando las piezas más extrañas que el señor Oh había hecho.
- ¿No tenéis hambre? ¿No deberíais ir a comer?- preguntó NamJoon.
- Tenemos cosas que hacer- dijo TaeHyun y bajó la voz- ya sabe, lo de TaeYeon y el brujo.
NamJoon, a pesar de que sabía porque TaeHyun había hecho aquello, miró alrededor con miedo y los llevó a la salida. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, miró a TaeHyun con orgullo.
- No pierdes el tiempo, ¿verdad?
- Ese hombre es muy cotilla- dijo- no digo que sea mala persona, solo digo que habla mucho y comenta las cosas. Él mismo lo dijo, preguntaba por JungKook a los demás. Ahí van muchos soldados y él querrá saber.
Así pues, como se suponía que estaban trabajando "en lo TaeYeon y el brujo" los jóvenes se fueron a su casa y allí comieron, cosa que agradecieron, últimamente no se sentían muy a gusto con el resto de los soldados.
NamJoon, por su parte, se reunió en casa de JiMin y YoonGi a la hora de comer.
- ¿Cómo va la misión?- dijo JiMin, poniéndole un plato de comida.
- Creo que va, esos niños son unos genios. Hoy los llevé a la fragua para que compraran su primera espada y TaeHyun dejó soltar el comentario de TaeYeon y el brujo delante del señor Oh.
- ¡No lo había pensado!- dijo JiMin.
- ¿Quién es el señor Oh?
- El encargado del armamento en el reino. Es buena gente pero es muy cotilla, quiere saber todo lo que pasa.
- ¿Por qué no pensamos en él cuando hicimos el plan?- preguntó YoonGi.
- TaeHyun está pendiente, pero yo calculo que en unos días MiYoung dará la cara- dijo NamJoon.
- Hay que prepararlo todo con SooBin- dijo YoonGi.
JiMin le miró y le tomó de la mano.
Nota de autora: Pues como estoy publicando este fic y el de La Terapia de TaeHyung, me he equivocado con los días y los he publicado los dos el mismo día... 🤦♀️
Bueno, aun así, espero que lo disfruten!!
💜💜💜💜💜💜💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro