HERD. Capítulo XI
Mientras tanto, JungKook y TaeHyung estaban en la casa del omega.
- Ahora que todo está aclarado, me muero de ganas de llevar tu marca- dijo, sonriente.
- Quiero marcarte- dijo- pero tampoco quiero hacerlo por la necesidad de que, como nos vamos de misión...
- ¡Yo quiero llevarla y tú quieres hacerlo! ¿Qué problema hay?
TaeHyung tragó saliva.
- Cariño, llevamos apenas un mes... yo sé que voy a estar contigo para siempre pero...
- ¿Cómo que pero?
- No quiero apresurarme- dijo TaeHyung- cada cosa a su tiempo y no quiero marcarte y que nos vayamos, no sé lo que nos vamos a encontrar... cada vez que lo pienso, no sé si es más peligro que vayas con mi marca o sin ella...
- Otra cosa en la que quieres esperar...
- ¡No lo digas como si fuera algo malo o como si dudara de lo nuestro o de mis sentimientos hacia ti! ¡Estoy seguro de que lo nuestro es para siempre! Pero, mi amor, tenemos una misión por delante...
- Deja de poner la misión como excusa.
TaeHyung frunció los labios.
- ¡Te estoy diciendo que te quiero, que quiero pasar mi vida a tu lado! ¿Por qué es tan importante para ti que te marque lo antes posible? Tú nunca has querido una marca...
- La quise cuando te conocí- dijo, con voz baja- y no quiero una marca y ya. Quiero la tuya, quiero llevar con la cabeza alta tu marca. Que todo el mundo vea que te pertenezco. ¿Por qué es tan difícil de entender para ti? Todos aquí siempre me han considerado...- calló. No porque le doliera, se lo había buscado a fin de cuentas, pero eso no le daba derecho a otros para tratarlo así- me han considerado...
- ¿Inferior?- preguntó TaeHyung para ayudarle.
- No... algo así como... un omega que se abre de piernas para cualquiera...- se secó las lágrimas- ya te conté que tuve relaciones esporádicas...
- Pero no es para que te tachen de cualquiera- dijo, furioso, TaeHyung- si eso lo hiciera un alfa, ¿está bien?
- Son alfas... se supone que pueden hacer cualquier cosa...
- Pues no, yo soy un alfa y no soy así. ¿Qué más te decían? ¿Y quienes? Les partiré la cabeza a todos.
JungKook le abrazó.
- Zorra, cualquiera, puta... puta de JiMin... me preguntaban si me había acostado con el padre de JiMin para conseguir mi puesto en la guardia.
- JungKook...
- NamJoon y JiMin no reportaron éstos ataques hacia mi persona porque yo no quería... Yo sabía lo que había hecho y lo que no y por tener sexo con algún alfa de vez en cuando no merecía ser llamado así, pero no me iba a aprovechar de la posición de mi padre- explicó- pero la cosa fue a peor, algunos intentaban cortejarme y, cuando les rechazaba, se ponían violentos, otros trataban de marcarme por la fuerza y mi paciencia acabó cuando un soldado y compañero trató de entrar en mi casa una noche que estaba fatal por culpa del celo. Quería aprovecharse y marcarme.
- Pero a mi me dijeron...
- Te dijeron lo que yo les dije que dijeran al resto- dijo JungKook- a partir de ese momento me cansé de todos y cada uno de los alfas- dijo con voz dura- me negué a querer un alfa en mi vida, olvidé de mi vocabulario las palabras "marca" y "cachorros", comencé a tomar anticonceptivos y comencé a tener relaciones sexuales frecuentes con varios alfas. Si algún alfa me provocaba, le retaba. Hasta que llegaste tú... llegaste tú y quise otra vez todas esas cosas que había borrado de mi vida y... quiero tener tu marca, TaeHyung, quiero tenerla porque se siente demasiado bien volver a pensar en todas aquellas cosas y tener tu marca es el acto visible de que te pertenezco.
TaeHyung se quedó en silencio.
- Me lo plantearé, pero no te prometo nada. Entiendo tu postura, JungKook, pero tú ya me perteneces sin necesidad de llevar la marca.
Una lágrima surcó el rostro de JungKook.
- Ojalá lo entendieras- dijo el chico antes de acostarse.
TaeHyung salió al bosque a correr, necesitaba despejar su mente. Ojalá quien lo entendiera todo era JungKook. Pasó tres horas y media sintiéndose inmensamente triste, sabía que JungKook estaba triste, ¿pero no era demasiado precipitado marcarle después de tan solo un mes de relación? Aunque si ambos se sentían como predestinados, ¿qué problema hay? Llegó a la puerta de su casa y volvió a su forma humana. Como vino al mundo, entró en la casa, tratando de no hacer ruido, pero JungKook seguía despierto, llorando. Corrió hacia él y entró en la cama.
- ¡Perdóname!
JungKook no contestó, abrazó una almohada y le dio la espalda.
- JungKook...
- Buenas noches...
Lentamente, TaeHyung se levantó, se dio una ducha y, cuando volvió, JungKook se había ido. Se vistió y salió al salón, el chico estaba allí bebiendo un vaso de agua. Cuando lo terminó, se fue a la cama, ignorándole.
- Si te vas a ir a tu casa, cierra cuando salgas- dijo JungKook.
- No me hagas esto- dijo TaeHyung.
Pero JungKook ya se había ido a la cama. TaeHyung le siguió. No estaba dispuesto a acostarse enfadado con su omega.
- JungKook...
- Te he contado algo muy importante de mi vida- dijo, sentándose en la cama- te he dicho una y mil veces porque quiero tu maldita marca, te he dicho que quiero ese signo de pertenencia, que para mi significa mucho y tú sólo me has dicho un "me lo plantearé... no te prometo nada... ya me perteneces..." ¡no te pertenezco del todo y lo sabes! Si alguien me marcara ahora mismo por la fuerza...
- Le mataría- dijo TaeHyung, poniéndose posesivo.
- No me sirve- dijo JungKook, llorando de nuevo- igual que tampoco me sirve que sepas que, en las tres horas y media que has estado fuera en el bosque, que yo he estado aquí mal, por ti y tú no hayas venido y, cuando vengas, te metas en la cama y me pidas perdón. ¡Así no funcionan las relaciones, Kim TaeHyung!
- Nunca he tenido una...
- ¡Yo tampoco!- dijo JungKook- ¡Y si estuvieras mal, iría directamente a ti! Por favor, vete, quiero descansar.
JungKook no podía negar que aquello le dolía más a él que al propio TaeHyung. Su lobo interior le estaba recriminando por la discusión.
- ¿Puedo hablar?- preguntó Kim TaeHyung.
JungKook frunció los labio y le hizo una seña para que hablara.
- Cásate conmigo.
- ¿Te diste un golpe con un roca?- preguntó JungKook- ¿No quieres marcarme, pero quieres casarte conmigo?
- No puedo marcarte hasta que me case contigo- dijo TaeHyung- si lo hacemos al revés nuestros cachorros no nacerán como yo. Y yo quiero que ellos sean como yo- dijo TaeHyung- entiéndelo, son más fuertes, resistentes a...
- A la muerte- terminó JungKook.
- Vas a tener a nuestros cachorros. Nuestros, de los dos, no puedo poner nada en juego, ni siquiera a ti. Una vez que te marque, si es tras el matrimonio, tú también serás más fuerte- dijo TaeHyung- si quieres que te marque, primero tendrás que casarte conmigo.
- Pídemelo.
- Jeon JungKook, ¿quieres casarte conmigo?
El chico sonrió y asintió.
- Bien, tenemos poco tiempo, será después de mi celo y, durante tu celo, te marcaré.
- Tu celo es en dos semanas...
- Sí... y hay otra cosa de la que quiero hablar- reclamó TaeHyung y JungKook le hizo una señal para que continuara hablando- tú quieres la marca y yo no tengo problemas con dártela siempre y cuando estemos casados. Pero yo quiero cachorros.
- Siempre y cuando tu hermana esté muerta.
- Quiero seis.
- Tres.
- Cinco y es mi última oferta- dijo TaeHyung, serio- te lo dije muy en serio. Quiero ser padre y quiero tener muchos cachorros contigo. No me importa que sigas trabajando, yo los cuidaré, estaré en casa, prepararé la comida para todos. Sólo te pido que me los des... y que estés en nuestras vidas. Que los criemos juntos.
JungKook le abrazó.
- La palabra "cachorro" me sigue asustando- admitió- no porque no quiera tenerlo. Reconozco que me hace ilusión. Sino porque no tengo idea de cómo criarlo. ¿Y si lo hago mal? ¿Y si le pasa algo?
- No estás solo. No estamos solos- dijo TaeHyung.
De pronto JungKook cayó en la cuenta de lo que TaeHyung decía: se tenían el uno al otro, tenía a su padre, a JiMin, al señor Park, a YoonGi, a NamJoon, a SeokJin y a Hoseok. Incluso a las madres de JungKook y JiMin que, por muy lejos que estuvieran, también los iban a ayudar.
- No estamos solos. No estará solo- dijo JungKook.
Aquella noche, TaeHyung y JungKook hicieron el amor bajo la luz de la luna, prometiéndose amor bajo la luz clara de la luna que se dejaba entrever por la ventana y, a la mañana siguiente, JungKook se despertó solo en la cama.
- ¿Cariño?- preguntó.
La cama era un revoltijo de sábanas y mantas y tenía a un lado el pijama de TaeHyung, se lo había dejado pegado a su cuerpo para que oliera su aroma y no le extrañara pero, aun así, su cuerpo sentía la falta del alfa.
Se sentó y vio una nota sobre la mesa. Reconoció los trazos irregulares de la caligrafía de TaeHyung.
"He ido a comprar unas cosas y a buscar tu desayuno. Te amo: T."
JungKook se tumbó y recordó la conversación del día anterior. Había pasado de estar enfadado con TaeHyung a estar prometido con él. Analizando ésta conversación se dio cuenta de que había cosas sobre su vida, su clan que no sabía y que debía conocer. Así que pensó que, en esas semanas debía saberlas y, dado que el celo del chico se acercaba, lo mejor era averiguar la duración del celo del chico.
Se dio una ducha, se puso un chándal y se tumbó en el sofá, abrazando el pijama de TaeHyung. A la hora, sintió la puerta abrirse y se sentó, viendo a su novio, ahora prometido, entrar.
- Hola...
- ¿Te has levantado?
Parecía un poco disgustado.
- Sí... ¿por qué?
- Quería llevarte el desayuno a la cama...
- Oh.
JungKook fue corriendo a la cama y se tumbó.
- ¡Ya me puedes traer el desayuno!
TaeHyung rio y acomodó en una bandeja todo lo que había comprado. Incluso puso varias flores silvestres que había encontrado en el camino.
- Bueno...- dijo nada más entrar y con los nervios a flor de piel, aunque no sabía por qué.
La mirada de JungKook se centró en una cajita de terciopelo que estaba en la parte de delante de la bandeja y justo en el centro. Imposible no verla.
- ¿Qué es eso?
- Eh... no me parecía que estuviéramos lo suficientemente prometidos sin esto- dijo.
Dejó la bandeja en su mesita de noche y cogió la cajita de terciopelo.
- Jeon JungKook... tú... ¿quieres casarte conmigo?
Se puso sobre una rodilla en el suelo mientras lo decía y abría la cajita, mostrando un anillo en oro oscuro con diamantes negros. Totalmente masculino, totalmente al estilo de JungKook.
JungKook le miraba sin podérselo creer, sólo asentía con la cabeza y estiraba sus brazos para abrazarle pero TaeHyung trataba de sujetar su mano para colocarle el anillo.
- ¡Quiero abrazarte!- dijo JungKook, sonriendo.
TaeHyung se abalanzó sobre él y se fundieron en un beso mientras caían sobre la cama. Cuando separaron sus labios, JungKook le ofreció su mano a TaeHyung y éste le colocó el anillo.
- Voy a tener que llamar a mi madre y decirle que me caso...
- Nunca me hablaste de ella...
JungKook se apartó el pelo de la cara y se sentó.
- He estado pensando y me gustaría que el día de hoy lo dedicáramos a hablar... de mis padres, de tu familia, tu infancia... todas esas cosas que no sabemos el uno del otro.
- Me parece bien.
TaeHyung colocó la bandeja de comida en las piernas de JungKook y se puso tras él.
- ¿Has comprado esto para ti, verdad?- preguntó oliendo los pastelitos de manzana.
- Sí, son mis favoritos.
- No me extraña que me ames.
- Eres mi pastelito de manzana y canela- dijo, mordiendo su oreja.
- Oh, no me creo que hayas dicho eso- dijo JungKook, riendo.
- ¿Puedo llamarte pastelito de manzana?
- ¡NO!
- ¿Y pastelito a secas?
- ¡Absolutamente no!
- ¿Y en nuestra luna de miel?
- Si lo haces, toda mi atracción sexual hacia ti se irá.
- Sabes bien como jugar tus cartas- dijo, cogiendo un pastel.
JungKook cogió su bolsa, le había traído bizcocho con chocolate negro. Su favorito.
- Éste momento está siendo mi favorito, sin lugar a dudas- dijo JungKook, apoyado en el pecho de TaeHyung.
- Háblame de tu madre- pidió TaeHyung.
JungKook suspiró.
- Digamos que salí más a ella que a mi padre.
- ¿En serio?
- Sí. Ella era la nieta del líder del clan de al lado. Mi padre la conoció un día que él y el padre de JiMin fueron a hablar de negocios. Él me dijo que, en el momento en que se vieron, ambos supieron que estaban predestinados. Como nosotros- dijo, sonriendo- su relación no fue complicada. Ambos clanes eran amigos y mi padre siempre ha gozado de buena fama en éste clan, así pues, cuando el abuelo de JiMin se enteró de los sentimientos de mi padre hacia la nieta del clan vecino, no dudó en hablar en su nombre y en dejar en claro que era una persona de suma confianza. Obviamente, mi abuelo dijo a mi madre que, si le amaba, aceptaba el matrimonio. A fin de cuentas, mi padre estaba destinado a ser líder de la guardia real y el líder del clan había ido en persona a hablar bien de él y a confirmarle éste dato.
- Ese fue un gesto muy bonito por parte del abuelo de JiMin.
- Sí que lo fue- admitió JungKook- es otro de los motivos por el cual mi familia y la de JiMin siempre se han llevado muy bien, de hecho, mis padres son los padrinos de JiMin y yo soy el ahijado de los padres de JiMin.
- Eso no lo sabía.
- Nos criamos juntos- dijo JungKook- nuestras madres siempre pensaron que lo inevitable entre JiMin y yo pasaría cuando nos hiciéramos mayores. Ellas sabían que algo podía pasar pero nunca creyeron que podíamos estar predestinados- JungKook guardó un momento de silencio y notó como el agarre que tenía TaeHyung en su cintura no se hacía más fuerte, sino que seguía ligero. Bien, al menos con JiMin no se comportaba como un loco celoso- la madre de JiMin es amiga de mi madre de la infancia. Ella y el señor Park se conocieron en la boda de mis padres. Tengo que decirte que la gente en éste reino se casa muy pronto- sonrió- mis padres se casaron a los tres meses de conocerse y los padres de JiMin se casaron a las dos semanas de conocerse, cuando mis padres volvieron de su luna de miel, y porque querían que ellos estuvieran en la boda, sino se hubieran casado antes.
- ¿En serio?
- Sí. Aquí es muy normal. Me consta que los padres de NamJoon se casaron también a los cuatro meses de conocerse.
- Oh, puedo estar tranquilo. Pensé que tu padre me iba a matar por querer casarme contigo a los dos meses de conocernos.
- Oh, no, le parecerá normal. Incluso dirá algo así como "ya era hora" o "me empezaba a preocupar".
TaeHyung sonrió.
- Volviendo al tema de mi madre. Los primeros años, ella se desvinculó de su trabajo en el reino donde pertenecía porque quería tenerme a mi. Desde un principio, dejaron claro que sólo iban a tener un hijo y mi madre quería estar en casa educándome y, cuando tuviera la edad suficiente para ir al colegio y hacerme cargo de mis deberes en la guardia, ella volvería a trabajar.
- ¿En qué trabaja ella?
- Tanto ella como la madre de JiMin son las encargadas de llevar las cuentas del clan vecino y los negocios con ambos clanes. También llevan todo el tema económico de éste clan. Es una gran responsabilidad para ambas, por lo que siempre trabajan juntas y siempre viajan juntas de un lado a otro, pero...- se interrumpió y bebió un poco del te que su prometido le había preparado.
- ¿Qué ocurrió?
- Cuando empezaron a desaparecer todos los alfas del reino... bueno, mi padre y el JiMin... incluso el tío de JiMin, que es ahora el líder del clan vecino... consideraron que no era seguro que estuvieran viajando y menos que se quedaran en éste reino...- tragó saliva- JiMin y yo llevamos un tiempo sin ver a nuestras madres.
- JungKook...
- Ella... no va a poder estar en nuestra boda... pero entiendo que tiene que ser así...
JungKook parecía afectado por el hecho de estar alejado de su madre.
- La mataré, cariño, te juro que lo haré y entonces ellas volverán y, si quieres, nos volveremos a casar para que tu madre lo pueda ver. Y tendremos muchos cachorros.
- ¿Me seguirás amando aun cuando esté enorme por culpa de nuestros cachorros?
- No haré más que consentirte y darte todo lo que quieras.
- Eso ya lo haces- dijo JungKook, sonriendo y juntando su sien a la de TaeHyung.
- Lo haré aun más.
Mantuvieron el silencio durante un momento.
- ¿Qué hay de tu celo?
- Supongo que será en cosa de dos semanas... pero he hablado de ello con el doctor Bang y me ha dicho que se puede retrasar o adelantar...
- ¿Cuánto dura?- preguntó JungKook.
- Alrededor de cinco días, pero como será mi primer celo estando libre, ya sabes, sin el acónito, es posible que dure más...
- JungKook se tapó la cara.
- ¿Estás preocupado?
El chico guardó silencio, no sabía como expresar sus sentimientos.
- ¿Qué te ocurre? Suéltalo. Sea lo que sea.
Tragó saliva.
- Vas a querer sexo constante durante cinco días o más... no sé si voy a poder darte eso.
- Tomaré supresores.
- ¡No!
- Lo haré por ti.
- No quiero que lo hagas.
- JungKook, no tienes que...
- Lo haré, soy tu omega.
- Pero...
- Soy tu omega. No sé como lo voy a hacer, pero lo haré. No te mereces menos.
TaeHyung suspiró.
- Compraré supresores por si acaso- dijo- y, en el caso de que no puedas, pídeme que los tome. Si sientes que algo te duele, dímelo.
JungKook se quedó callado. Aquello era lo que más miedo le daba, sentir dolor.
- No te preocupes por mi.
- Imposible.
JungKook volvió a quedarse en silencio.
- ¿Me pasará algo una vez que me muerdas? Me dijiste que...
- Bueno, en el momento no...
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Quiero decir que esa marca tiene una finalidad, vas a llevar a nuestros cachorros. La razón de que no nazcan siendo alfa como yo si no nos casamos y te marco es porque tu cuerpo no lo aguantaría.
- ¿Así que voy a cambiar?
- A medida que la marca sane, sí, te harás más fuerte. Pero nada que no te haya pasado en éstos últimos días a mi lado.
- Parece que hacen falta muchos requisitos para ser tu omega.
- Tú los cumples todos- dijo, sin más.
JungKook sonrió.
- ¿Te fijaste en alguna persona antes que en mi?- preguntó.
- No de éste modo- dijo, sin darle importancia.
- ¿Y de que modo?
- Bueno, ya sabes que mi hermana estaba comprometida con el hermano de YoonGi. Cuando conocí a YoonGi me pareció apuesto, una persona con la que, en algún momento, no me importaría tener algo...
- ¿En serio?- preguntó, con una pizca de celos.
- ¿Me vas a reclamar?- preguntó, con cierto aire divertido- espera... tengo un nombre entre pecho y espalda... ah, sí... ¡JiMin!
- ¡No es lo mismo!
- ¿Ah, no?- preguntó.
TaeHyung no estaba para nada molesto, en más, se estaba riendo de que su prometido estuviera celoso de YoonGi.
- Háblame de cuando conociste a los Min.
- ¿Por celos o por interés?
- Por ambos.
TaeHyung rio.
- Bueno... mi hermana solía ir al pueblo a comprar algún que otro comestible que no encontrábamos por el bosque. A veces iba yo y, a veces, íbamos los dos. En verdad, antes de que ocurriera todo, nos llevábamos bastante bien- dijo, con nostalgia- el caso es que conoció a un chico que trabajaba en un tienda de alimentación y solía frecuentar la tienda para verle. Yo la acompañaba.
- ¿Ese chico era el hermano de YoonGi?
- Exacto. Así se conocieron y así empezaron a salir. Un día mi hermana me dijo que su novio tenía un hermano un poco mayor que yo y me preguntó si estaba interesada en conocerle, le dije que sí. Me parecía que era una buena oportunidad de estrechar lazos entre ambos clanes. Además, parecía importante para ella. Nos conocimos y nos hicimos amigos al momento, fue genial, a veces salíamos con ellos, otras veces con Hoseok y SeokJin y, otras veces, solos.
JungKook miró a TaeHyung.
- Dime la verdad, ¿pasó algo entre YoonGi y tú alguna vez?
- Alguna vez y más de una...
- ¡ME DIJISTE QUE ERAS VIRGEN!
JungKook se sentía más que molesto. Aquella primera noche que pasaron juntos y que se entregó a él, la primera vez en su vida que se entregaba a alguien en cuerpo y alma, la primera vez que dejaba que alguien anudara en él, aquella primera noche TaeHyung le había dicho que era virgen y resulta que no lo era. No le importaba que no lo fuera, le importaba la mentira.
- ¡Sabes lo que significó para mi esa noche! ¡Y todas! ¡Nunca me he entregado a otro alfa como me entrego a ti! ¿Por qué me mentiste?
- JungKook, te dije que era virgen, no que fuera un completo inexperto en el sexo... YoonGi y yo solíamos besarnos...
- ¡No quiero oírlo!- dijo, molesto.
- Lamento que te confundieras y pensaras que no tenía ninguna experiencia sexual...
- ¡Te conté todo sobre JiMin! ¿Por qué no me contaste sobre YoonGi?
- ¿Puedo hablar? ¿Me dejas explicarte?
- ¡Explícate!
- Lo mío con YoonGi fue hace muchísimo tiempo, antes de que mi hermana se prometiera. Estuvimos... "jugando" durante un mes o así... fueron caricias, coqueteos... vale, nos las chupábamos el uno al otro...
- ¡Agh...!
- ¡Éramos unos críos y queríamos saber! Pero nuestros hermanos empezaron a ir más en serio, nuestras familias empezaron a verse las unas a las otras... yo era, y soy, un alfa extremadamente dominante que no me doblego ante nada y él un delta que no se deja dominar... un día simplemente se acabó... no hubo palabras de despedida o lágrimas... simplemente dejamos de hacerlo porque sabíamos que, en nuestras circunstancias, acabaría mal. No significó nada para nosotros. No es lo mismo que tengo contigo, ni lo que tiene él con JiMin. ¿Por qué no te lo dije? Porque no tiene importancia. Él no se la da y yo tampoco. Lo que tuvimos lo paramos a tiempo y nadie salió perjudicado.
- ¿Y si él no hubiera sido el hermano del novio de tu hermana?
- Me tomas el pelo...
TaeHyung puso los ojos en blanco y JungKook entornó los ojos. Quería esas respuestas o, más bien, su lobo exigía esas respuestas porque TaeHyung era su alfa y nadie tocaba a su alfa.
- ¡Estoy esperando esa respuesta, TaeHyung!
- No entiendo tus celos...
- ¿Acaso tú eres el único que puede ponerse en plan alfa posesivo? Te informo que yo también puedo ponerme en modo omega posesivo las veces que quiera y lo haré. Eres mi alfa, Kim TaeHyung.
El alfa le miró.
- La respuesta a esa pregunta te la di hace tiempo- dijo, poniendo su voz más grave y dominante- yo no me doblego. Y no es que necesitara a un omega como tú, te necesitaba a ti. Te necesito a ti- dijo poniendo mucho énfasis en la palabra "necesito".
El cuerpo de JungKook se relajó.
- Dilo otra vez- pidió, con la voz baja.
- Te necesito a ti.
TaeHyung se acercó a él y se besaron. Sus lobos, hambrientos de estar juntos, de reconciliarse, y reclamándoles a sus humanos por aquella discusión sin sentido.
- Túmbate y ábrete de piernas- pidió TaeHyung con su voz de alfa.
JungKook se tumbó pero, antes de abrirse de piernas, se quitó los pantalones y TaeHyung se tumbó sobre él, encajando a la perfección.
- Eres lo que necesito.
JungKook tiró de los pantalones de TaeHyung hacia abajo y, de un solo empuje, entró en el chico.
- Sólo he estado dentro de un omega... y ese omega eres tú.
- Te creo.
Pasaron toda la mañana hablando de sus familiares, haciendo pequeños planes a muy corto plazo y, en la tarde, salieron juntos a correr por los bosques. Hacía tiempo que no lo hacían juntos. Aquello les unió aun más como pareja y volvieron a casa con la promesa de hacerlo todas las noches que pudieran.
- Reconozco que no soy un hombre celoso- dijo JungKook, recuperando el aliento.
Aun tenía a TaeHyung en su interior y no se movían debido al nudo del chico.
- Te creo- respondió, con escepticismo, TaeHyung.
- En serio, nunca lo fui- dijo- no sé que es lo que me pasa.
- Bueno, yo nunca fui tan posesivo- dijo TaeHyung- supongo que son nuestros lobos.
JungKook suspiró y, con cuidado, giraron por la cama quedando el menor encima. Con tranquilidad cruzó los brazos sobre el pecho de TaeHyung y apoyó la cabeza en sus manos, mirándole directamente a los ojos. TaeHyung le acarició el pelo.
- Soy bastante irracional en lo que respecta a ti, eres mi alfa y sólo yo puedo ocupar el lugar de ser tu omega.
- No deseo que nadie más lo haga.
- Dilo...
- Mío.
JungKook emitió un leve gruñido y le besó.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro