En esta ocasión les presentaremos una planta muy común en nuestro día a día, en especial para aquellos que disfrutan de consumir té. Se trata de un arbusto frondoso que generalmente se halla al pie de otros árboles. Muestra flores blancas pequeñas en el caso de los machos y flores blancas de pétalos grandes en el caso de la hembra. Posee frutos pequeños, semejantes en apariencia a una uva amarillenta pero con una cáscara más gruesa, los cuales eran consumidos de forma frecuente en la época precolombina.

Hoy en día, esta planta es conocida coloquialmente como "boldo".

Este árbol es endémico de Chile . Sus hojas, de fuerte aroma, se utilizan con propósitos culinarios y medicinales.

Por ser de nombre común, principalmente en América Latina, suele ser confundida con las especies del género, conocidas como Falso Boldo; lo que ha llevado a confusiones sobre los usos, y las propiedades y toxicidad que presentan estas especies.

En la antigüedad se la utilizó en infusiones o mediante preparados especiales con sus hojas, dado que contribuye a la conciliación de sueño y sirve como anestésico leve. Hoy se sabe que también contribuye a la diuresis ( aumento del volumen de la orina), a una buena digestión, reduce la hinchazón y dolor abdominal. Debido a su alto contenido en alcaloides, el boldo también protege el hígado.

Además, en Argentina y Uruguay es común combinarlo con yerba mate u otros tés para moderar sus sabor.

Antaño, el cultivo y preparación de infusiones con estas plantas estaba reservado para los conocedores del arte, puesto que hay muchas otras especies de "boldo" que resultan venenosas al tener un efecto neurotóxico en sus componentes, por lo que los curanderos o chamanes debían saber cómo distinguirlas.

Recomendaciones

El boldo no debe ser consumido en exceso porque podría ser tóxico para el organismo y provocar diarreas. Se debe tomar una taza en ayunas y no prolongar su consumo por más de nueve días seguidos.