Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

kwon soonyoung

"she said, «fuck me like i'm famous»
i said, «okay»"
-slow down

Seungkwan amaba su trabajo; tenía café gratis a diario en la cafetería, cámaras de última generación a su completa disposición, un asistente al que le gustaba mangonear de vez en cuando, y oh, cómo olvidar a Soonyoung, el bonito modelo al que solía hacerle sesiones fotográficas y algo así como su amigo con derechos.

Era perfecto.

—¿Estás listo para la sesión de hoy? —le preguntó su asistente, Chan, cuando llegó a su costado.

Seungkwan lo miró incrédulo. ¿Tenía una sesión hoy? No recordaba haber programado nada en su agenda.

—¿Cuál sesión? —indagó antes de darle un trago a su café helado.

—Uhm —Chan hojeó la libreta que llevaba en las manos—. La de tu novio ese, Soonyoung. Y Jeon Wonwoo.

¿Jeon Wonwoo, el modelo de la revista SEVENTEEN? Seungkwan hizo una mueca. Jamás había fotografiado a un modelo que no fuera de Carat, la empresa en la que trabajaba.

—No lo conozco —admitió mientras se dirigía al estudio de fotografía.

—¿A Wonwoo? —indagó Chan, sin poder creer lo que Seungkwan decía—. ¡Pero si es famosísimo! Ganó el premio a...

—Chan —lo cortó Seungkwan—, realmente no me importa. Solo consigamos unas buenas tomas para que podamos irnos temprano y pueda salir con Soonyoung, ¿está bien?

El estudio ya estaba lleno de luces cuando llegaron. Había maquillistas corriendo de un lado a otro y asistentes de fotografía en una esquina. Seungkwan no pudo evitar alzar una ceja con duda. El estudio no solía estar tan lleno jamás.

Alcanzó a ver a Soonyoung por el rabillo de su ojo. El modelo vestía un top que exponía su abdomen marcado y un par de shorts negros que envolvían los muslos trabajados en su tela suave. Seungkwan tragó en saco ante la vista y sintió un jalón en su entrepierna.

Dirigió su caminata en dirección a Soonyoung sin poderlo evitar, ignorando a su paso los saludos de sus colegas y del staff a su alrededor. Terminó por detenerse antes de llegar, cuando otro chico apareció junto a Soonyoung y lo abrazó desde atrás con una sonrisa, deslizando sus dedos sobre la piel desnuda de su abdomen; Jeon Wonwoo, supuso.

—¿A dónde vas? —lo regañó Chan, como si no fuera menor que él y su asistente—. Tenemos que montar la cámara y acomodar las luces.

Seungkwan entrecerró los ojos, abatido. También un poco celoso.

—¿Puedes encargarte de eso? Olvidé algunos filtros en el auto.

Chan lo miró confundido.

—¿Para que necesitas filtros? Se supone que...

Seungkwan no terminó de escuchar lo que Chan tenía para decir. Salió del estudio y tensó la mandíbula de inmediato. Sí, sabía que no tenía derecho a sentir celos cuando Soonyoung y él no eran nada más que amigos. Pero algo en la manera en la que Wonwoo había sonreído al sostener a Soonyoung realmente lo había logrado hacer enfadar.

Respiró lento un par de veces, tratando de no pensar en su actitud infantil y caminó hasta las maquinas dispensadoras más cercanas tratando de encontrar una buena excusa para llegar tarde a su propia sesión de fotos. Terminó comprando una soda para Chan y un café enlatado que podría tomarse más tarde, cuando su mente no estuviera inundada de Soonyoung, Soonyoung, Soonyoung. Pateó la máquina cuando no obtuvo el cambio de su billete de vuelta y mordió su labio con frustración. Decidió no pensar mucho en eso (en nada) y comenzó a regresar al estudio.

Seungkwan sabía que Soonyoung siempre había sido un romántico incluso con él, así que no se sorprendió demasiado cuando, de todos los lugares que habían, fue arrastrado por Soonyoung dentro del armario de suministros donde se besaron por primera vez. En realidad habían pasado más cosas ahí, técnicamente hablando, pero Seungkwan prefirió concentrarse en el beso.

—¿Qué estas...? —su voz fue cortada cuando los labios finos y suaves de Soonyoung se encontraron contra los suyos.

Seungkwan olvidó un segundo lo que estaba haciendo ahí, cuando sintió las manos de Soonyoung acariciar su cadera y su lengua empujarse contra su paladar. Las latas que antes sostenía terminaron en el piso cuando pasó sus brazos tras el cuello de Soonyoung.

—Kwan —lo llamó Soonyoung cuando dejó de besarlo. Y Seungkwan realmente se sintió maravillado ante la manera tan perfecta, sin aliento, necesitada, en la que Soonyoung pronunció su nombre.

—¿Me seguiste aquí? —cuestionó Seungkwan a pesar de saber la respuesta—. Si no te encuentran ni a ti ni a mi comenzarán a pensar cosas raras.

—¿Estás molesto?

Seungkwan juntó sus cejas, confundido. ¿Había sido demasiado obvio o algo así? De cualquier manera, no era que estuviera molesto. Solo un poco celoso. Solo eso.

—Claro que no, ¿por qué pensarías eso?

Soonyoung recargó su cabeza en el hombro de Seungkwan, importándole poco si debía torcerse en un ángulo incómodo para llegar a su altura.

—Porque entraste al estudio y no me saludaste. ¿Hice algo malo? —preguntó en un puchero y, oh, dios, Seungkwan realmente odiaba cuando Soonyoung sonaba triste.

—¿Qué? No. Pero te vi con ese otro modelo, y no quise interrumpir —mintió un poco, desviando sus ojos de la espalda de Soonyoung que quedaba expuesta cuando el top se estiraba hasta quedar arriba de sus costillas.

Soonyoung volvió a alzar su cabeza, su mirada desviándose hasta el cinturón del pantalón de Seungkwan.

—¿Estabas celoso?

Seungkwan no respondió de inmediato, pensando seriamente su respuesta. No quería delatarse frente a Soonyoung, pero tampoco quería alejar al modelo, ni mucho menos hacer que apartara las manos que ahora trabajaban en quitar su cinturón.

—Un poco —admitió entonces.

Soonyoung soltó una risita que hizo a Seungkwan querer derretirse contra la pared tras él. Se apoyó en los muslos de Seungkwan y se hincó frente a sus piernas torneadas, junto a las latas que el fotógrafo había dejado caer, bajando a su paso la ropa de Seungkwan que encontraba. Ya tendría tiempo después para inventar una excusa frente a las estilistas respecto a sus rodillas enrojecidas y amoratadas.

—Deberíamos hacerlo oficial, entonces. Así ya no estarías celoso —dijo Soonyoung entonces, pero Seungkwan no tuvo tiempo para procesar las palabras antes de que el modelo comenzara a acariciar su pene erecto y goteante.

Seungkwan mordió su labio con fuerza, tratando de contener todos los sonidos que amenazaban con escapar de su boca sin vergüenza. Dejó que su cabeza se inclinara hacia atrás por el repentino placer cuando la lengua caliente de Soonyoung lamió su glande con lentitud, probando una vez más que sabía lo que hacía y sabía hacerlo bien.

—Soonie —chilló Seungkwan cuando Soonyoung engullido su lengitud de pronto. Apoyó sus manos sobre los hombros del modelo y enterró sus uñas en la tela del top que hace minutos lo tenía endureciendo en medio del estudio—. Soonyoung, tenemos que volver —logró articular de un momento a otro.

Soonyoung alejó su boca de su pene en ese momento, pero su mano sustituyó su lengua y trazó el camino de cada vena palpitante de Seungkwan. Desvió su vista hasta la cara enrojecida del fotógrafo, con los ojos llorosos, con el labio inferior magullado por sus dientes, y ladeó la cabeza.

—¿Quieres volver? —preguntó, sabiendo de antemano la respuesta. Seungkwan, como siempre, se convertía en un manojo de jadeos y temblores bajo su toque, estaba tan seguro de que no querría volver al estudio al menos hasta que su pene dejara de apuntar directo a su cara. De cualquier modo, se aseguró de no dejarlo responder, hundiendo su pulgar en la hendidura de la punta de su pene cuando estuvo a punto de hablar, ganando un gemido silenciado de inmediato—. Eso creí.

Seungkwan trató de mantenerse firme un segundo antes de que la boca húmeda y caliente de Soonyoung volviera a envolverlo. Sintió su abdomen tensarse inevitablemente. Su orgasmo lo comenzaba a perseguir en una carrera que, por motivos con nombre y apellido, no iba a poder ganar jamás.

Quizá debió advertirle a Soonyoung, pero de cualquier manera Soonyoung se tragó todo su semen cuando Seungkwan no pudo contenerse más. Eso le gustaba, le gustaba demasiado como para poder admitirlo en voz alta, pero los labios de Soonyoung y las comisuras de su boca manchadas en su esencia siempre serían su vista favorita.

Soonyoung se permitió ingresar todo el oxígeno que tenía alrededor a sus pulmones. Se aferró a los muslos de Seungkwan y se permitió descansar su cabeza un segundo ahí mientras trataba de regular su respiración entrecortada, disfrutando de las caricias que Seungkwan le había comenzado a dar en su cabello.

Cuando se recuperó lo suficiente y se incorporó, se encontró de frente con Seungkwan, quien ya lo esperaba con un par de pañuelos en la mano, sus pantalones arriba y una sonrisa incontenible enmarcada en su precioso rostro.

—¿Qué fue...? —Soonyoung lo silenció con otro beso antes de que terminara su pregunta, limpiándose un poco mientras tanto.

Seungkwan no protestó demasiado ante el beso, aceptando a Soonyoung dentro de su boca y deslizando sus manos sobre el abdomen expuesto y marcado.

Y, por un momento, todo fue perfecto. No existía Jeon Wonwoo, Soonyoung no es un modelo famoso y definitivamente no estaban en un armario.

—¿Me pasan un pedazo de papel?

Seungkwan se apartó de Soonyoung de inmediato ante la intrusión, absteniéndose de patear a Lee Chan en la garganta. Soonyoung no separó sus manos de la cintura de Seungkwan.

—¡¿Qué rayos haces aquí?! —protestó.

Chan rodó los ojos antes de responder.

—Todos los están buscando. Y, honestamente, esto es demasiado bajo incluso para ustedes. ¿En serio, un armario?

—Hubiera sido más romántico si no hubieras interrumpido —se quejó Soonyoung.

Chan hizo una mueca de asco antes de cerrarles la puerta en la cara.

—¡Dense prisa o haré que los despidan a los dos! —advirtió Chan antes de alejarse.

Soonyoung miró incrédulo a Seungkwan.

—¿Puede hacer eso?

—Claro que no. Yo haré que lo despidan a él —aseguró Seungkwan—. En fin, será mejor que ya regresemos.

Abrió la puerta y salió de ahí, siendo seguido por Soonyoung, quien no tardó demasiado en sostener su muñeca acaparando toda su atención una vez más.

—Espera. ¿Entonces qué dices?

Seungkwan vaciló. ¿Se había perdido de algo, o Soonyoung solo estaba divagando?

—¿Acerca de qué?

Las mejillas del modelo enrojecieron y el corazón de Seungkwan retumbó con fuerza.

—De hacerlo oficial.

—¿Eh?

La mirada de Soonyoung se desvió hasta sus zapatos caros mientras trataba de ocultar su vergüenza, como si de pronto fueran el objeto más interesante de todo el edificio.

—Ya sabes. Tú y yo. Deberíamos ser novios o algo así...

Seungkwan sintió su propia piel enrojecer y arder ante la declaración. ¿Soonyoung quería que fueran algo más que amigos con derechos? Eso estaba bien. De hecho, Seungkwan no podría estar más feliz al respecto.

—Entonces seámoslo —dijo apenado Seungkwan.

Soonyoung volvió a mirarlo. Sus orejas estaban rojas y sus pupilas brillaban con emoción. Lo envolvió entre sus brazos antes de dignarse a soltarlo después de tres minutos en los que fingió lloriquear de felicidad.

—Pero, ¿sabes qué? Mi primer demanda como novio es que no le hables a ese tal Jeon Wonwoo.

Soonyoung rió un poco, escondiendo sus ojos tras sus párpados.

—No puedo no hablarle. Es mi colega y tenemos la sesión juntos.

—¡Pero yo soy tu novio! —chilló Seungkwan.

Soonyoung besó a Seungkwan una vez más sin poder evitarlo al escuchar la palabra salir de su boca.

—Sí, eres mi novio —repitió.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro