En los caminos del gran patio de la mansión Potter, una figura oculta por las sombras avanzaba lentamente hacia un lado, rodeando la gran mansión.

La figura se detuvo y levanto la cabeza hacia una ventana en el segundo piso. En ese momento las nubes que cubrían a la luna en su movimiento se dispersaron, iluminando la noche.

La figura ahora iluminada por la luna, tenia una pequeña sonrisa. Su cabello negro y largo en su trenza, vistiendo un fino traje negro con pequeños detalles en verde, su camisa igual negra junto a una corbata verde.

Ya habían pasado 4 años, cuatro largos años desde que su hermana nació. Ya era hora de que la conociera.

Sacando su varita, Harry conjuro una escalera para trepar hasta el segundo piso.

"¡Pero mami...", Harry se detuvo justo a un lado de la ventana escuchando.

"No Rose, ya te leí un cuento, ahora tienes que dormir....", Lily tapo a la pequeña niña enfurruñada, la madre le dio un beso antes de salir de la habitación.

Harry entro en silencio y volvió a conjurar, esta vez una silla.

El se sentó con una sonrisa, podía ver que Rose estaba despierta, pero tratando de dormir. El decidió hablar.

"Parece que tu madre no quiso leerte otro cuento...

Rose abrió los ojos sobresaltada, sus pequeños ojos vieron a un hombre vestido finamente. El estaba sentado en una silla frente a ella.

¿Quieres que lea uno para ti?". Harry tenia una sonrisa cariñosa viendo a su hermana sorprendida.

"Q-quien eres...", Harry vio que Rose comenzó a asustarse y trato de calmarla.

"Tranquila... soy Henry, tu hermano mayo y de Charlus", Rose parpadeo varias veces.

"H-hermano, eres mi hermano?", pregunto Rose con una vos tierna. Henry sonrió aun mas y asintió.

"¿Quizás te preguntas por que no me conoces?...", la pequeña niña asintió, ahora mas calmada.

"¿Quieres ver un poco de magia?", Rose ensancho los ojos ante la pregunto y asintió repetidamente.

Henry metió su mano en su bolsillo y saco una fuente en miniatura, procedió a sacar su varita y la agrando.

"¡Increíble!" rose chillo antes de tapar su boca con sus pequeñas manos.

"Hahaha..., esto es un pensieve Rosie, con esto puedes ver los recuerdos de las personas, coloca tu cara en el agua y veras por que no me has conocido", riendo por el adorable chillido de su hermana, Harry le explico el procedimiento del pensieve.

El solo coloco algunos recuerdos, a pesar de que no quería saber nada sobre Lily y James, el no quería arruinar la imagen de Rose sobre sus padres.

"¿No me mojare?", pregunto acercándose mas a la fuente.

"No... eso no es agua, son recuerdos", Henry sacudió su cabeza respondiendo a su hermana.

"Oh~~~, bien..." exclamando encantada por la magia, ella metió su cabeza en los recuerdos.

Mientras tanto Henry se levanto y comenzó a ver la habitación de su hermana.

No pudo evitar soltar una pequeña risa. Paredes rosadas, peluches, juguetes, una típica habitación para una niña pequeña.

"Hermano...", Henry volvió su cabeza hacia la niña. El la vio con los ojos brillando de alegría.

"¿Si, Rose?"

"Tu creaste, todas esas cosas tan geniales y las películas....", Rose alzo sus bracitos y siguió murmurando.

Henry se acerco y despeino a su hermana.

"Tranquila pequeña hada....", Rose hizo un puchero ante su cabello desordenado.

"¿Pequeña hada?", pregunto Rose a su hermano.

"Eres linda y adorable como una pequeña hada", respondió Harry.

"¡JiJiJi!",la pequeña se rió encantada de su apodo nuevo. Henry sonrió antes de sentar en la silla frente a ella.

Henry saco varias cajitas pequeñas de su bolsillo antes de agrandarlas.

Los ojos hermosos ojos verdes de Rose brillaron, ante lo que vio. Regalos, varias cajas de regalos.

"Hay 10 en total, uno para cada cumpleaños y navidad que no te vi...",

"Gracias, gran hermano", Henry no pudo terminar de hablar cuando Rose se tiro encima de el abrazándolo.

Henry y Rose pasaron mas de dos horas hablando y abriendo los regalos de la niña, ella amo todos sus regalos, los vestidos, juguetes, pero sobre todo un oso de peluche con un listón rosa en su cuello.

"¿Tienes que irte gran hermano?", Pregunto Rose, su hermano estaba por irse. El le hizo prometer que no le dirá nada a sus padres sobre el.

Ella entendió un poco que no se llevaba bien con ellos, sobre todo de algunos recuerdos que vio. Ella solo podía especular el por que.

Henry le dio una triste sonrisa, se acerco a su hermana y tomo uno de sus mechones de cabello rojo, pasándolo por detrás de su oreja. Con su otra mano coloco un prendedor de cabello en forma de flor de loto.

Con sus pequeñas manos, Roso toco el prendedor encantada por el regalo.

"Ese prendedor es especial... cada vez que quieras verme te llevara a mi casa, solo tienes que decir las palabras ¨Hogar ancestral¨ y te llevara"

"¿De verdad?", pregunto Rose.

"Si, podremos vernos muchas vece  pequeña hada, no te preocupes", Respondió Harry. Su hermana lo abrazo y le dio un desordenado besito en la mejilla.

"Nos vemos, gran hermano"

"Nos vemos, pequeña hada..." Harry se despidió, para salir por aparición hacia su hogar.

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Agosto 21, 1993 - Mansión Slytherin -

Habían pasado dos mes desde el encuentro de los hermanos. Desde ese día Rose venia siempre que podía, no importa si solo era por 5 o 10 minutos. Ella conoció a Daphne volviéndose buenas amigas, a pesar de la diferencia de edad.

Daphne siempre abrazaba a la adorable pequeña, Rose comenzó a llamar Daphy a la novia de su gran hermano.

A ella le encantaba como la trataba Daphy, ella le enseño a comportarse de manera elegante, tambien comenzaron a enseñarle a leer y escribir.

Daphne siempre peinaba su cabello, ella era como otra mamá o hermana.

En estos momentos, Rose tenia un gran filete de carne en su plato, junto a ensalada. Ella llego a almorzar, su padre James estaría trabajando, Lily al parecer comenzara a trabajar en Hogwarts desde el primero de septiembre y Charlus estaba donde un amigo, parece que eran los Weasley. Por lo tanto Rose solo se quedo al cuidado de el elfo domestico.

Ella viajo por portkey en su prendedor, justo en el momento del almuerzo.

"Gran hermano, esta carne esta deliciosa, ¿que es?", Rose pregunto mientras mordía otro pedazo de carne rápidamente.

"Jajaja, es carne de Kobe, es de Japón pequeña hada", Harry y Daphne sonreían viendo el entusiasmo de Rose al comer la deliciosa carne.

"Oh~~~"

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Después de unas horas entretenidas y llenas de juegos gracias a Rose, había llegado el momento en que se tenia que ir. Despidiéndose con abrazos ella se transporto a su habitación en Potter manor.

"Realmente la extraño cuando se marcha", Daphne comento mirando a su novio. Harry asintió a su hermosa novia.

"Es verdad, le da mas vida a la casa...",

"*suspiro* Bien, vamos gran hermano, es hora de que sigas con tu trabajo", Bromeando Daphne comenzó a empujar a Harry hacia su oficina.

"Pero eso puede esperar..."

"No señor, no solo tienes que revisar la mercancía mensual del Delicatessen, tambien están los precios", El delicatessen por fin fue abierto hace tres meses de tiempo. Ellos tenían razón al pensar que seria un éxito. Todos visitaban para comprar los mejores vinos de Europa, los filetes de wagyu y de Kobe, Japón fueron un rotundo éxito hasta el punto que al primer mes tenían que pedir otro encargo a sus distribuidoras.

Los pura sangre reaccionaron como Tracey anticipo, era unos perros hambrientos. Los quesos fueron un poco menos populares, pero tenían sus fanáticos.

"Puedo tener un beso de aliento", pregunto Harry mirando los ojos de Daphne, ella le devolvió la mirada antes de suspirar con una sonrisa cariñosa.

"Bien...", acercando su rostro, Daphne abrazo a su novio por el cuello antes de comenzar a besar sus labios.

Henry abrazo su cintura acercándola aun mas, el lamió y mordió los sabrosos labios de su mujer, pidiendo permiso. Daphne abrió sus labios dejando entrar a Harry comenzando una pelea de lenguas.

"Como siempre tus labios me encantan", Daphne comenzó a sonrojarse por las palabras de Harry y golpeo su pecho.

"Tonto..."susurro Daphne.

"Ahora vaya a su trabajo señor..." Cuando vio que Harry estaba a punto de negarse, ella lo contrarresto de manera rápida. "O no haba ningún tipo de cariño".

Eso fue todo, Harry no pudo negarse a eso.

"Bien... maldición mujer, no eres justa", replico Harry mientras se dirigía a su oficina para terminar con el maldito papeleo.

Daphne vio la espalda de la persona que mas amaba con una sonrisa en su rostro, ella giro dirigiéndose a la habitación, la de ella y Harry.

Estaba segura que una gran recompensa por el trabajo alegraría a su Harry.