🥀XII
Mak y Slow sacaron a Uriah tan rápido que no pude llegar a despedirme, Slow lo esposó y se lo llevó a la fuerza, pero Mak no se fue, él entró en la habitación donde yo me encontraba y se sentó a mi lado, junto a la cama.
-¿Qué recuerdas?- me preguntó y tomó mi mano entre la suya como Uriah lo había hecho pero a diferencia de las de Uriah, las manos de Mak estaban heladas, eran hielo.
-Por favor déjame- le pedí, asustada.
Temía por mis órganos porque si él quisiera podría hacerme daño y nadie estaría aquí para impedirlo.
-¿Qué recuerdas, Elaine?- me preguntó enseñándome sus colmillos, quitándose la máscara, mostrándome la locura en sus ojos.
-Yo...yo...
-Tú, tú, sí, tú- sonrió con burla riéndose de mí y subió su mano a mi frente, me acarició el cabello y repiqueteó su zapato en el piso.
-Habla, no me hagas obligarte- amenazó y sacó un hilo de oro de su bolsillo -¿Quieres que yo también me una a ti?
En cuanto lo dijo quise correr, gritar por ayuda, suplicarle a Uriah, a Marco, a quien sea que me aleje de él.
-Habla, ahora Elaine- metió una vez más la mano en su bolsillo y sacó un encendedor
-¿Sabes lo que pasa si quemo el hilo antes de coserlo a tu piel?- me lo quedé viendo, asustada, temblando -¿No sabes?
Sacudí la cabeza.
Él sonrió.
-La hembra muere y revive y vuelve a morir y así por incontables veces porque su espíritu trata de escaparse de su cuerpo, pero al estar prisionero del fuego no le queda otra que morir intentando escapar y revivir encontrándose en el mismo lugar- guardó silencio.
Pasaron unos segundos en los que me miraba fijamente y yo lo veía a él con horror y se llevó un pedazo de hilo a la boca, lo cortó con los colmillos, guardó la parte que no iba a utilizar de regreso a su pantalón y encendió el pedazito de hilo que cortó, este de inmediato se puso al rojo vivo.
-Habla Elaine o muere.
Acercó el hilo a mi cuerpo, me arrancó la manga del vestido blanco cortesía de Uriah, que llevaba puesto y acercó el hilo a mi hombro, a la mitad del corazón que había cosido Uriah en mí.
-Sólo recuerdo a Kram y a Elite- sollocé, él sonrió y el hilo me tocó haciéndome chillar, sentía como algo se rompía en mí, como me separan de mis Salteins y como mi alma gritaba.
-Continúa- gruñó y grité al sentirlo enterrar el hilo de oro quemado en mi hombro.
Mi espalda se arqueó, mi cuerpo se convulsionó y la puerta se abrió.
Mak no la vio, no la escuchó rechinar, él estaba tan concentrado en hacerme daño que no notó tampoco a la figura cubierta por telas oscuras que había entrado y en sus manos traía algo filoso, como un cuchillo pero se veía más letal, más peligroso.
Los gritos de Uriah y Marco se hicieron presentes de inmediato en mi cabeza, los podía sentir luchar, gritar desesperados.
-¿No hablarás?- Mak enterró con más fuerza el hilo y grité retorciéndome hacia un lado en la cama.
Dejé de escuchar a Marco y luego mi conexión con Uriah desapareció.
El dolor se exparcía por todo mi cuerpo y se sumaba al dolor causado por la destrucción que él también le había hecho a mis órganos.
-Entonces procederé a coser.
En ese momento la figura detrás de él avanzó y lo tomó del cuello por atrás, el cuchillo o lo que sea que tenía en la mano enguantada se clavó en su hombro exactamente en el mismo lugar donde Mak me estaba haciendo daño y en un intento por llevarse las manos al cuello y quitarse de encima a la misteriosa figura, Mak arrancó el hilo de mi hombro, liberándome de la tortura.
La misteriosa figura arrancó con violencia el utensilio del hombro de Mak y la enterró en su frente, luego repitió el mismo movimiento y la enterró en su garganta salpicándome de sangre.
Agitada y con miedo me hice para atrás cuando Mak trató de alcanzarme y con una última puñalada a su garganta su cuerpo cayó inmóvil hacia adelante.
Su frente golpeó contra la cama cerca de mis pies y allí se quedó quieto, muerto, desangrándose.
Miré a la figura, él o ella limpió el utensilio filoso en la espalda de la remera de Mak y lo guardó dentro de su guante.
Creí que ahora me tocaba a mí, que yo sería la siguiente y no lo fui.
La figura caminó hacia una esquina de la habitación, tomó una rosa de las que Uriah me trajo y se acercó y la enterró en el agujero que Mak tenía en la frente.
Retrocedió, dio media vuelta y se escapó antes de que muchos Saltein llegaran advertidos por mis gritos a ver la escena.
Entre los Saltein presentes no estaba Slow y entonces me pregunté ¿Había sido él? Pero ese pensamiento pasó tan rápido que de inmediato lo descarté, no era importante, ya no me interesaba.
Ahora no sentía a Marco, mucho menos a Uriah y entonces lo supe.
Yo era una vez más, una hembra de nadie.
🥀
🖤¡¡Holaaa!!🥀
Estoy segura de que si tenían alguna teoría esta de esfumó con este capítulo.
Si es así ¡Es genial!
Es mi primer historia de misterio y wow, me encantaaaa!!!
¿Nos vemos en el próximo capítulo?
Espero que sí y que les haya gustado!
🥀¡Hasta pronto!🖤
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