🥀VII
Sangre, sustancias, emociones, eso sentías al morder a alguien.
Era extraño, impactante y contradictorio. Cuando mordí a la chica, mi donante, me detuve unos segundos a sentir el gusto de su sangre, las extrañas sustancias que me embriagaron y por último sus emociones.
Ella estaba asustada, triste y enojada y mi sed aumentaba, era como si mientras más conociera su interior más ganas tenía de saber sobre ella.
Perforé un poco más su cuello con mis colmillos que antes de esto nunca antes habían sido utilizados y le acaricié la mejilla para que no tuviera miedo.
Bebí y bebí de ella hasta que su cuerpo se relajó y una nueva emoción recorrió mi cuerpo, fue tan fuerte que dejé caer a la chica y como si se tratara de una visión comencé a ver su vida.
Se llama Siena, trabaja de mesera y todas las noches se mete en los callejones para buscar a su hermano y ayudarlo con su problema de drogas.
—¿Ubiytsa?— llamó Uriah pero yo me alejé de ella y de él, sin querer pisé un charco de agua y al ver mis pies vi mi reflejo en agua y vi a un monstruo.
Mi boca estaba cubierta de sangre, sangre de un inocente y lo había disfrutado.
—¿Elaine?— sentí la mano de Uriah sobre mi hombro y no me giré, pero él sí se desplazó delante de mí —Es raro la primera vez— me abrió los brazos y yo me dejé abrazar por él —No dejes que te afecte, ella estará bien.
Me dio un pico y me dejó para inclinarse sobre Siena, sentó su cuerpo y la miró directo a los ojos.
—Trabajaste mucho y caíste dormida, un mosquito te picó y te lastimaste al intentar
rascarte, no nos conoces— le dijo y arrancó la manga de su camisa negra, limpió el cuello de ella y sacó algo de dinero de su pantalón.
—Gracias— le dijo por último y regresó a mí.
—¿Ella va a estar bien?— le pregunté con miedo a haberle hecho daño.
—Ella va a estar bien— se inclinó y con una bonita sonrisa me pasó el dedo pulgar por la boca —Y tienes la boquita roja, déjame ayudarte— se inclinó un poco más, yo cerré los ojos y él con dulzura me besó y limpió la sangre.
—¿Ya debemos volver?— le pregunté cuando abrí los ojos y asintió con la cabeza, una vez más su mirada estaba seria.
—Sí— aseguró y sentí un fuerte dolor en el pecho que me hizo trastabillar, Uriah me sujetó. —Es normal, nunca haz bebido sangre pura...
Sacudí la cabeza y apreté el vestido sobre mi pecho.
—No es eso...—tocí y apreté más mi mano, se sentía como si una parte de mi estuviera muriendo.
—Es otra cosa— dije y por la forma en me miró sé que pudo notar el dolor en mis ojos.
Él me cargó en sus brazos y regresamos al bosque donde nos encontramos una reunión completamente diferente a la que se acostumbra.
El toque de queda como Kram había ordenado hacer luego de las cinco parecía que nunca había empezado, ya que a estás altas horas de la noche todos los Saltein estaban afuera de la cueva.
Los pocos niños que hay se abrazaban con fuerza a sus madres y sus padres no les quitaban los ojos de encima ni a ellos, ni a ellas, una señal de que algo muy malo está pasando.
—¿Qué sucede?— le pregunté con la voz apagada a Uriah, pero él no me respondió y continuamos avanzando hasta donde el segundo y el tercer Saltein más viejo, Slow y Mak, estaban parados y tenían a alguien arrodillado frente a sus pies.
—¡ATRAPENLO!—gritaron y tres Saltein se fueron sobre nosotros.
Uno de ellos me arrebató de los brazos de Uriah y otros dos lo atraparon a él, él intentó alcanzarme y yo intenté lo mismo, pero tenía tan pocas fuerzas que no lo logré y a él lo tenían tan sujeto que aunque luchara no se podía soltar.
—¡¿QUE SIGNIFICA ESTO?!— El rugido de Uriah hizo asustar a varios e incluso la persona que me tenía en sus brazos retrocedió.
—Bájame— le pedí casi sin voz y sus ojos se abrieron como platos al verme en un estado tan débil.
—¡Ella es otra!— gritó y de inmediato las miradas de todos viajaron a mí, incluso la de la persona a la que tenían arrodillada.
Marco.
—Traela— rugió Slow y el hombre me llevó hasta él.
Slow me miró con desprecio y se me acercó, puso sus largas uñas en mi garganta y apretó.
—¡NO!— Marco y Uriah gritaron a la vez, pero Slow no los escuchó y se inclinó enseñando los colmillos hacia mi cuello.
—Biénvenida al consejo— cerró los ojos, dejó un beso en mi cielo y me quitó sus largas uñas de encima —Llevala a dentro y vean que beba sangre, si el mismísimo Kram la transformó es porque es valiosa.
Miré a Uriah y él como si estuviera analizando la situación observó a Slow con detenimiento.
—Está bien— lo oí decir en mi cabeza y yo dejé que me llevaran a dentro a una habitación con una enorme mesa en medio, sillas y otra Saltein llamada Elite que se veía igual o más confundida que yo.
—¿Qué está pasando?— le preguntó Elite al Saltein que me trajo y este suspiró y me volteé a verlo, yo también quería saber.
¿Por qué tenían a Marco arrodillado como si fuera un prisionero y por qué le hicieron lo mismo a Uriah?
—Mataron a Kram.
Ambas ahogamos gritos.
—¡Patrañas!— gritó Elite —¡El padre de todos no muere!— gruñó enseñando sus colmillos.
—Pues está muerto y esos dos Saltein son los principales sospechosos del asesinato.
—Uriah estuvo conmigo todo el tiempo...
—¿Tienes pruebas?
Sí.
—Marco nos vio irnos...
—¿Y deberíamos confiar en el segundo sospechoso porque...
Me miró como si fuera una idiota y me sentí así.
🥀
Holaaa!!
Nuevo capítulo, nuevo misterio y una nueva muerte.
Lo siento Kram, pero era necesario.
R.I.P
🥀
Son las 23:58, justito actualicé😅
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