CAPÍTULO #10
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La armoniosa musica del arpa comenzó a sonar anunciando la esperada llegada. Todo el mundo estaba allí, toda la realeza de los reinos cercanos y por supuesto la realeza de las Islas del sur. Sus 12 hermanos, sus primos cercanos y sus padres, todos presenciando un momento de verdad brillante.
Una ocasion tan malditamente perfecta que por su puesto tenia los nervios del futuro rey a flor de piel.
"Me siento tan tonto" Por supuesto se sentia tensó y ansioso mientras esperaba.
La princesa Anna apareció en escena con un pequeño ramo de rosas blancas y flores de lavanda. caminaba algo sonrojada sobre la bella alfombra roja repleta de peltalos de rosas.
Su corazón había comenzado a latír sin control, pues caminaba directamente hacia él nervioso novio. Por un momento la soñadora princesa se permitió, imaginar que era ella la afortunada novia y en ese momento veía al amor de su vida. Pero la realidad la golpeó con fuerza un segundo más tarde. "pensar en eso no tenía sentido" Debía dejar ese sueño infantil y absurdo atrás, el hombre de sus sueños, estaba enamorado de su hermana asi que como siempre cumplir su deseo era imposible... mirando hacia el frente trato de sonreír pero al ver el rostro de Hans completamente encendido de amor y nervios no pudo evitar que las lágrimas comenzaran a caer.
Los invitados la observaban enternecidos creyendo que lloraba de emoción por su hermana, mas la princesa lloraba por lo roto que estaba su frágil corazón...
Una vez que Anna terminó el recorrido, dio paso a la persona esparada por todos...
La reina Elsa parecía brillar con el vestido de novia, la falda amplia de tul y el corsé lleno de pequeñas piedras que en conjunto con su rubia cabellera la hacían parecer la luna enmedio del cielo nocturno.
-Desde ahora su felicidad será tu responsabilidad, cuídala bien- le dijo Anna a Hans con la voz entrecortada.
-La protegeré con mi vida- el príncipe miró a su futura esposa con el rostro embelesado, tomo su delgada mano y la guió junto a el.
Sus ojos brillan como los de una pequeña. No podía esconder lo que sentía, una mujer como ella no era de este mundo, el mundo era de ella. Perfecta, pura e inocente, su corazón contenia los sentimientos mas bellos y era el, el afortunado que los descubriría. Pues con tan solo mover un dedo Elsa de Arendelle hacia que su universo se volviera cálido como el sol del verano.
Apenas y escucho cuando el sacerdote comenzó a hablar, estaba completamente perdido en aquellos orbes azules.
El momento de pronunciaria sus sagrados votos había llegado; sus manos entrelazadas, los labios entre abiertos amirándose fijamente a los ojos, con el corazón acelerado y los nervios a flor de piel.
En sus manos Hans tomo uno de los anillos y sonriente pronunció las sagradas palabras. -"Con está mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estara vacia, Porque yo sere tu vino; con esta vela alumbrare tu camino en la obscuridad...Y con este anillo yo te pido que seas mía"- tras decir aquellas palabras deslizó la fina pieza de oro en el dedo izquierdo de la reina, quien con nervios imito la acción de su casi esposo.
-"Con está mano yo sostendré tus anhelos; tu copa nunca estara vacia, Porque yo sere tu vino; con esta vela alumbrare tu camino en la obscuridad...Y con este anillo yo te pido que seas mío"- las lágrimas brotaron como la lluvia, cuando le coloco el anillo a su amado . Nunca había imaginado ser tan Feliz, al punto de olvidar por un segundo sus miedos y sus poderes...
-Príncipe Johannes Westergaard, ¿aceptas a esta mujer como tu esposa, en la salud y en la enfermeda, en la felicidad y en la tristeza, en la riqueza y pobreza hasta que la muerte los separe?-
-¡Acepto!-
-y tu Reina Elsa de Arendelle ¿aceptas a este hombre como tu esposo, en la salud y en la enfermeda, en la felicidad y en la tristeza, en la riqueza y pobreza hasta que la muerte los separe?-
-¡Acepto!-
-Entonces por el poder que me confiere la ley de dios y este justo reino yo los declaró marido y mujer...“puede besar a la novia”- finalmente se escuchó.
Con delicadeza Hans la tomo entre sus brazos y la besó con dulzura...
Los invitados estaban extasiados, todos en la catedral se pusieron de pie...
-"Ante ustedes El rey y la Reina de Arendelle"- Los novios caminaron tomados de la mano hacia el salón
de fiesta mientras recibían las felicitaciones de los presentes, Elsa estaba muerta de miedo, dio gracias al cielo cuando al fin estuvo junto a Hans sobre el carruaje que los llevaria al palacio.
De verdad temía que algo malo ocurriera en la fiesta.
-¡¿Elsa?!- la rubia Sujetaba la mano de su esposo, con fuerza sin darse cuenta de que lo estaba congelando.
-Lo siento- apenada rápidamente se alejo de el y se cubrió la cara con las manos.
-Tranquila, no te asustes ¿si?- Hans volvió a acariciarle el pelo mientras que el delicado cuerpo entre sus brazos se tensaba tras cada caricia recibida.
-Estoy bien- mintió ella tras Sollozar, Provocando que la sonrisa de Hans desaparecira de su rostro, sabía que algo no estaba bien.
-Elsa, esta bien. Nada malo pasara con tus poderes, te lo prometo y si pasa yo estare allí para protegerte- la reina no respondió, un suspiro lo hizo por ella sabía que no iba a ser facil, pero con el a su lado se sentia mas segura -no volverás a quedarte sentada observando como la vida pasa sobre tus ojos, viviremos juntos sin más miedo ¿de acuerdo?- agrego Entrelazando sus dedos con los de ella.
-Promete que estarás conmigo y no me dejaras sola, por ningun motivo-
-No lo hare, así que tranquila serán solo algunas horas, después seremos solo tu y yo mi Lady- Un poco más tranquila Elsa cerro los ojos y agradecio al cielo, por tener a Hans a su lado, se acurruco a junto a su esposo, aspirando su aroma y susurrandole al oído un sincero
"te amo".
-Tambien te amo y Te amaré todo una vida- con ternura besó su mejilla, amaba infinitamente a Elsa y la protegería de todo incluso de ella misma.
☸☸☸
Estar en la fiesta no había sido tan difícil como pensó.
Y como en aquella ocasión escapo del lugar, buscando a Hans quien se encontraba de pie en medio de la espaciosa Alcoba, mirando através del bello venal.
-Mi lady -murmuro, mientras discretamente colocaba sus manos sobre la diminuta cintura de la rubia empujándola hacia él, fuerte y protectoramente. -¿Te sientes mejor?- Su gruesa voz llamo su atención poniendola totalmente nerviosa.
-junto a ti...Si, Podría estar a tu lado una eternidad- ambos sonrieron, el corazón de Elsa estallaba de emoción.
-Yo Podría estar a tu lado una eternidad- repito el ahora rey, la misma oración.
-Tienes unos hermosos ojos verdes tan lindos y penetrantes. Me siento segura contigo- susurro sonriendo con los brazos alrededor del cuello de su esposo.
-Ojos que se alegran de verte cada día- sus gruesas cejas se levantaron, para después mostrarle una tierna sonrisa. -Oh, Elsa he recordado la odisea al tenerte lejos, la he pasado mal, te he buscado en el mar y en el aire... no quiero dejar de sentir esto que trajiste a mi vida. Quiero ser feliz a tu lado, aúnque tengamos malos momentos. No quiero soltar tu mano, No quiero mirar atrás- Sus suplicantes ojos la miraban atentamente.
Sus labios se unieron a los de ella en un lento y suave beso. sus lenguas exploraban y bailan juntas al compás de sus movimientos, al igual que sus respiraciones que se mezclaban, haciendolos sentir completos.
-Te amo cada dia mas.- su ronca voz quebró por completo a la reina, las piernas le temblaban y de nuevo ese iré caliente invadió su cuerpo.
-Eres demasiado bueno para ser verdad, estar contigo es como tocar el cielo- susurro ella cerrando los ojos inhalando su aroma.
No podia controlarse mas, no queria controlarse mas. Habia esperado demasiado, habia aguantado demasiado. Su control temblaba y se agrietaba con cada beso, cada roce de su lengua con la de ella, con la suavidad de su piel contra sus manos.
Ardiendo de deseo, la estampo contra la pared, besándola desesperadamente.
El rey intentaba calmarse y ser gentil. Sin embargo apenas Aguantaba verla con ese vestido. Su perfecto cuerpo parecia invitarlo a tocarlo, sus varoniles manos se perdiero entre tus piernas, Mientras al oído le susurraba "me excitas con aun con ese abultado Vestido" necesitaba sentir cada parte de ella, queria devorarla, penetrarla, oírla gemir su nombre por todo lo alto.
Sus manos inquietas, viajaban dentro de ese abultado vestido de novia que lleva puesto.
-¡Oh! Dulce Elsa- pronuncio con la voz entre cortada. Ella no contesto sin embargo la sentio arquearse cuando uno de sus dedos la penetro, "oh dios" se sentia tan caliente y húmedo dentro de ella. Sentia que su pene iba explotar de lo duro que estaba ya
-¡Hans!...-murmuro la rubia con la voz llena de deseo. -Estamos. Aquí. No deberíamos, aun quedan invitados-
¿Ella de verdad pensaba que se iban a poder detener?
Astutamente el joven Hundio su dedo aún más profundo dentro de ella, haciendola jadear como la fiera que era. Acto seguido sus labios abandonaron los suyos para lamer y mordisquear la blanca piel de su cuello, sonrojada Elsa dejo caer su cabeza hacia atrás, sus caderas se movian al ritmo de los dedos en su interio, volviéndo al ahora rey completamente loco.
-se mía, como esa noche- con su libre mano libre le acaricia los pechos a través del vestido.
"No más, no puedo esperar más" se repetía una y otra vez en su mente
Sin poder evitarlo, se separo de ella, sacando la mano de su entrepierna. Agitado la guía hasta la cama liberándolos al fin de la molesta Ropa.
-Hans, ¡por favor!- Ella lucia desesperada, sin vacilar en lo que deseaba -Te deseo ya-
Obediente, levantó sus piernas y las coloco alrededor de su cintura. Ella era una chispa que enciendia su fuego y hacía arder su piel, lo volvia loco el deseo de atravesar su ser, de sentirla completa. Tras un suspiro llenó de aire sus pulomones retomando el control, descansando su frente sobre la de ella solo para anunciar lo inevitable " No voy a ser gentil"
"No quiero que lo seas" contestó decidida.
Hans la tomo del cabello, obligándola a mirarlo a los ojos.
Movio las caderas hacia adelante, penetrándola por completo con una sola estocada.
-oh!!...ah!! Dios, habia olvidado lo...Ah! delicioso que se siente estar dentro de ti, mojado, apretado, caliente, suave.- No podia dejar de mirarla se veia tan jodidamente sexy y vulnerable así, sus mejillas rojas, sus labios hinchados, sus ojos brillando de deseo.
Sin aviso comienza a moverse estampandola contra la cama, ahogando sus gemidos con sus exigentes besos. Amaba verla así y tenerla así, oyendola gemir cada vez que su virilidad entraba y salia de su ser, amaba sentirla ardiendo de placer y gritando de emocion, amaba verla así cuando derramas tus jugos sobre el, cuando su orgasmo lleva su nombre y en su ser deja su aroma.
-Hans- jadeo, perdiendo el control.
más, necesitaba más. Acelero sus movimientos, presionándola contra la cama aún más, entrando y saliendo de su humedad.
Por un segundo pensó en detenerse, estaba perdiendo el control y no queria hacerle daño, pero por la manera en la que ella le pedia más, comprendio que le gusta tanto como a el. Cargándola, la movio un poco hacia atrás hasta sentarla sobre el.
-¡Hans! Esta Posición me da verguenza-
-No hay de que sentir Vergüenza, solo muevete un poco, por favor- sonrojada asintió, tal vez fue el instinto pero ella no dudo en moverse encima suyo., en círculos, hacia adelante y hacia atrás Se veia tan sensual como una diosa, tan inocente como un angel, las luces de las velas le daban un toque brillante a su ligeramente sudada piel. Era cierto que había estado con otras mujeres pero jamás pensó que el sexo podría sentirse tan bien. No era solo el aspecto físico del mismo, era la conexión, esas emociones que se transmitían en cada toque, cada mirada, cada beso.
Elsa lo tenia en la palma de sus manos. Ella y solo ella tenia el poder de destruirlo y la verdad no le importaba, ser destruido por ella sería un maldito privilegio.
Se enderezo un poco para lamer en medio de sus pechos y luego chuparlos, la sentia apretarse contra su miembro, sus gemidos se descontrolaron al igual que la temperatura en el habitación que tras cada segubdo se volvia mas fria. Hans la abrazo, susurrando cosas sensuales en su oído, mientras ella se seguia moviendo sobre el, al borde del orgasmo, arrastrándolo con ella.
-El.Elsa- el roce de sus cuerpos conectados se intensifica. Ella gemia contra su boca, su cuerpo delicado estremeciéndose contra el, su humedad apretando su erección, su orgasmo impulsando el suyo. Sin poder soportar mas dejo salir su semilla dentro de ella. Elsa lo abrazo y el solo se dejo cobijar por sus brazos. Podia sentir los latidos acelerados de sus corazones. No deseaba moverse, en este momento.
Antes de ella, siempre quería alejarse de las mujeres con la que acababa de tener relaciones, cuando ya estaba satisfecho, le temia al compromiso y a los cursis sentimientos, Pero con Elsa, sentia esa necesidad de quedarse a su lado, eternamente.
Hans pasa un brazo alrededor de su cintura, halandola hacia el y en respuesta ella solo suelto una risita, mientras acaricia su mejilla.
Ambos yacian enredados en las sabanas blancas de la espaciosa y suave cama. Sus piernas unidas mientras este abraza el delicado cuerpo de su esposa uniéndolo aún más al suyo.
La caliente brisa agita las blancas y lisas cortinas de la hermosa y silenciosa habitación, todo parecía un sueño, el estaba perdidamente enamorado de ella.
CONTINUARÁ...
Otra actualizacion,
Estos votos son de una de mis películas favoritas.
"El cadaver de la Novia "
de Tim Burton
“𝑪𝒐𝒏 𝒆́𝒔𝒕𝒂 𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒚𝒐 𝒔𝒐𝒔𝒕𝒆𝒏𝒅𝒓𝒆́ 𝒕𝒖𝒔 𝒂𝒏𝒉𝒆𝒍𝒐𝒔; 𝒕𝒖 𝒄𝒐𝒑𝒂 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒂́ 𝒗𝒂𝒄𝒊́𝒂, 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒚𝒐 𝒔𝒆𝒓𝒆́ 𝒕𝒖 𝒗𝒊𝒏𝒐; 𝒄𝒐𝒏 𝒆́𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒂𝒍𝒖𝒎𝒃𝒓𝒂𝒓𝒆́ 𝒕𝒖 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅… 𝒀 𝒄𝒐𝒏 𝒆́𝒔𝒕𝒆 𝒂𝒏𝒊𝒍𝒍𝒐 𝒚𝒐 𝒕𝒆 𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂𝒔 𝒎𝒊 𝒆𝒔𝒑𝒐𝒔𝒂.”
Esperó y cuando me case los pueda usar...jajaja no me aguante y los use en esta historia, esperó y les guste la referencia.
Sin mas me despido
Gracias leer y perdon por las faltas de ortografia si les gusto no olviden votar o comentar su opinio es
importante!!❤❤
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