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CAPITULO 12- TERMINA LO QUE EMPIECES.

Pensativa miraba el paisaje que Zaragoza le ofrecía. Eran mas o menos las dos de la tarde y el sol brillaba intensamente. Odiaba los estragos que el sol provocaba en su piel, sin embargo amaba sentirlo.  «La misma sensación que Hans provocaba en ella»pensó al sentir la calida brisa del mar. Aunque le hacia mal, lo quería cerca de ella.

—Elsa— se escuchó la voz del rey retumbar en el balcón, se acercó con lentitud y se colocó frente a ella.  La reina lo miró a los ojos inundados de dulzura y este tocó con delicadeza sus frías mejillas. —La luz del sol te hace resplandecer como la joya mas bella....

Imposible no sonrojarse ante tan galantes palabras. —Yo....

—No digas nada más— habló firme y con los ojos vacíos. Ambos contemplaron el paisaje en silencio y luego de la nada el tomo su suave mano. —¡Viajare a Arendelle!, tengo una misión pendiente con tu pueblo.

El corazón de la reina se aceleró como loco. —¡Hans...
Pero el no la dejo hablar, colocó un dedo sobre sus labios y la dejo helada.

—No es nada personal. Eres un Tesoro escondido entre mi cama, la lluvia fresca en una noche infernal, Tienes unos ojos que me invitan al paraiso y un alma pura, que deseo corromper. Pero no dejaré a un lado mis propósitos, tomaré Arendelle para mi.

—¡POR FAVOR! ¡MORIRA MI GENTE! 

—Ese es el riesgo que se corre en las guerras— sonrió con frialdad y sin ninguna clase de emoción. —Arendelle me va a pertenecer— uno de sus dedos se deslizó sobre el hombro de la reian y con descaro sonrió ampliamente.
—Tomalo como un favor que le hago a tu pueblo, ni tu ni Anna an podido con la responsabilidad de cuidarlo, si no es Zaragoza otro mas invadira. Ustdes son pan comido...

—Denten esto.

—¿Y que gano desistiendo?

—A mi— Suspiró —Huyamos juntos olvidemos Arendelle y Zaragoza. Seamos libres de todo— colocó las manos sobre sus mejillas. —Seamos solo tu y yo en este cruel mundo. Hans yo vpy a cuidarte.

Los labios del rey temblaron por un segundo. Recordo aquel momento en uno de los calabozos de las Islas del sur. Había sido la venganza lo que lo había mentenido con vida.
El no era el hombre perfecto que ella buscaba, estaba corrompido por el dolor y la obscuridad. Ya no era el Hans soñador que llego a Arendelle ahora tenia un objetivo y ese era destruir todo aquello que una vez lo destruyo a el...
—¡No!...

Ante tan desepcionate respuesta la rubia cayó de bruces en el suelo. "Hans no iba a cambiar de opinión" Una fuerte náusea la golpeo, estaba muy conmocionada: su hermana, su gente y su reino estaban en riesgo de muerte.
El ejercito de Zaragoza los superaba en numero y habilidad. No tendrían oportunidad.

—No te preocupes Elsa, despues de la Invasión Arendelle se volverá mucho mas fuerte, la sangre derramada hará que tu pueblo renazca —  la mano del peli-rojo recorrió su cabello, pero no fue suficiente para calmar su malestar. Fuera de control la reina corrió hasta llegar al enorme jardín. Un fuerte dolor en el pecho la hizo llorar y a la vez vomitar. Fuertes lagrimas salían de sus ojos por el esfuerzo y el miedo.
«Esto tiene que ser una pesadilla debe de serlo»
Corría con desesperación, no veía hacía donde iba, y el fuerte sol tampoco era de mucha ayuda. De pronto miró un enorme muro frente a ella "Seguia siendo prisionera" y se dejó caer. Pasando así varios minutos.

—¡ELSA!.

—¡Por favor dejame sola!— Estaba demasiado mal, sin embargo no dejó de observar los ojos del hombre que tenia al frente. Unos ojos diferentes a los que antes le había mostrado, de un color que nisiquiera imaginaba que existia, pero también eran unos ojos desbordantes de maldad. Algo que horas atrás no había notado...—¡Sueltame!—Exigió molesta, mientras comenzaba a moverse inutilmente, ya que el no aflojaba su agarre... La rubia apenas y podía articular unas cuantas palabras, de hecho lo observaba extrañada. Se sentía acalorada y debil "algo no está bien".

Una oscuridad la absorbio y dejo de escuchar todo.

(...)

Un frío conocido comenzo a correr por su brazo, haciendo que le doliera la parte inicial de la mano.
Abrió los ojos pero una cegadora luz hizo que los cerrara de nuevo. Estaba de vuelta en la cama y como un reflejo se levanta de inmediato. Miró a su alrededor comprobándo que ya no estaba en el jardín, se encontraba recostada en una cama que no conocia. Repentinamente había enfermando y para empeorar todo estaba en cama de el maldito rey.

—Te cubrí con dos mantas tal y como a ti te gusta— consentrado miraba un libro sentado junto a su cama, lucía cansado, con  un par de ojeras que resaltaban. Elsa lo miro incredula puesto que parecia haber estado junto a ella por largo tiempo...

—¿C..cuanto tiempo estuve inconsciente?— preguntó con la miraba con completamente serieda. No parecía la tranquila chica de siempre, mas bien se notaba fria, sus ojos azules reflejaban la terrible noche que había pasado y eso preocupo a Hans (pero el no lo dajaba ver).

—Alrededor de 2 días— con normalidad
dejo el libro a un lado y se puso de pie. El ambiente en ese momento era maravilloso, oscuro debido a la intensa noche, algo que muchos calificarían como una noche misteriosa...

La chica lo miro seriamente y se sonrojó.
—Veo que nunca dejaras de odiarme ¿cierto? veo preocupación en tu rostro, pero se que no es genuina. Sufro al verte, se que no eres feliz.

—¿De verdad me conoces cierto?—se rasco la cabeza y se quedó pensando un momento.

—Por su puesto—  su tristeza se borró, pero fue un efecto que duró muy poco, pues de inmediato volvio a bajar la vista.

—No digas tonterias ahora estás muy cansada y tienes fiebre, tienes que descansar—  se cruzo de brazos y puso un rostro molesto.—No vuelvas a hacer una estupidez — agregó mucho mas molesto. —Odio cuando eres un problema— le tomó la mano pero ella solo suspiró con pezades. —Me cansé de luchar y no logar nada, no puedo hacerte feliz, no puedo abandonar mi sueño egoísta, ni mi venganza.

—Hans

—Amarte no es suficiente Elsa. Tengo que terminar lo que ya comencé— con poca amabilidad le acuno la cara con sus manos y luego simplemente le besó la frente. —Ahora levantate y ponte bella, tengo una importante cena y te quiero junto a mi...

La caliente brisa agitaba las blancas y lisas cortinas de la hermosa y silenciosa habitación, todo parecía un sueño, pero entonces un golpe de realidad se estampó en su cara. Su distorsionada sonrisa la había golpeo sin piedad.
Ocurria siempre que acababa de tener un acercamiento mas cuando ya estaba satisfecho, simplemente se alejaba. Le temía a los cursis sentimientos.

—¿Te vas?...

—¡Tengo invitados que atender!— habló con frialdad. —vendrán a ayudarte para que termines pronto, así que apresurate.

Elsa se mordió el labio con nerviosismo y luego al verlo salir, simplemente se abrazo a si misma.

.
.
.

La reunión era algo sencilla y mas bien era algo asi como una reunión familar entré los familiares políticos de Hans.
Se trataban de algunos primos y tíos de Camila, la difunta reina de Zaragoza.

—Te vez bien— dije el chico en voz baja tras ver el hermoso vestido de la reina.
—el morado te va muy bien— sonrió levemente  al ver como Elsa se había vestido.

—Es un vestido bastante bonito— dijo la chica caminando mas femenina que nunca.

De lejos miraron el panorama.
Estaban tres de los primos de Camila: Jonas, Lyon y la pequeña Minerva. Los tres jovenes eran acompañados por Alec, su padre...
Minerva se apresuró a correr para verlo. Estaba tan emocionada que ni siquiera se percato que Elsa estaba junto al rey.
La chica era muy bella: pequeña, de piel bronceada,cabello castaño y unos inusuales ojos lila que dejaban sin aliento a cualquiera.
Sin embargo la presencia de la rubia no paso desapercibido frente a sus hermanos, que mirararon la con algo de interese, ya que les parecía extraño que una mujer tan hermosa acompañara a el rey.
La reina sonrió discretamente y entonces Hans la miró con una cara muy seria; "No sonrias tanto" habló el peli-rojo entre dientes, siendo escuchado solo por la rubia.
—¿Quien es ella Hans?— Minerva al fin había notado la presencia de Elsa.

—¡Ella es la reina Elsa!— dijo algo serio el rey mirando como sus familiaresseria políticos hacían una adecuada reverencia a la joven rubia, quien sonreia dulce y timidamente.

—¿Que hace una reina extrangera en Zaragoza?— dijo confundida Minerva al darse cuenta de lo hermosa que Elsa era.
Pues no era ningun secreto lo interesada que ella estaba en el rey, Minerva deseaba ser reina y sobre todo deseaba ser esposa de Hans.

—No sabía que fuera importante informate a quien invito a mi reino— Dijo Hans con unos inusuales ojos repletos de furia. Cosa que la castaña no pasó por alto, pues obviamente se sintió muy mal...

—Yo. No quise ser entrometida.

—Pues no preguntes tanto, me estresas demasiado— de nuevo Hans se portada grosero. —Cuando comeremos para que este show acabe— el muchacho se alejó irritado y dejando a las chicas algo incomodas. Sin embargo Minerva no se quedo tranquila y corrió detras de el.

Pasados los minutos Hans comenzó una conversación con Alec, dejando un poco de lado a las chicas.
Era evidente que Minerva no estaba contenta con la presencia de la reina y tras una corta conversación, la joven opto por ser mas directa con la hermosa rubia.—¿Que quieres tu de Hans?¿Que haces en Zaragoza?¿Estas seduciendolo para quedarte con el reino?

Las preguntas dejaron a Elsa un poco desubicada sin embargo no dudo en contestar, con la elegancia que la caracterizaba. —Lo creas o no lo creas, yo no queria terminar en este lugar— bajó la mirda triste —Ningun otro reino me interesa ademas del mio, por tanto no tengo necesidad de seducir a nadie, simplemente estoy aqui por que todo salió de
mis manos— con algo de nostalgia desvío la mirada hasta llegar  a Hans.

Minerva sonrió con soberbia.
—Que ingenua. ¿Sabes que acabo de descubrirte?

—¿Descubrirme?— la chica se sonrojó

—El te gusta. Y tu solo eres una mustia mentirosa fingiendo que no es asi.— de nuevo sonrió brulona —pero te advierto que ya decidí que yo seré la esposa.

Sin saber que mas decir la chica de mirada azulada casi desfallece de pena. Fue cuando noto la presencia de Hans, quien de lejos observaba. —Yo. Debo irme— cobardemente escapó. Dandole la oportunidad a Hans de escapar de sus invitados al correr tras la reina.

CONTINUARÁ...

FIN DEL CAPITULO, ESPERO LES GUSTE. SI HAY POCA ACCION ME DISCULPO PERO CREEANME CUÁNDO DIGO QUE TODO ES NECESARIO PARA DESARROLLAR LA HISTORIA...
VIENEN COSAS MUY INTERESANTES.

Bueno

Sin mas me despido

Gracias leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gusto no olviden comentar como siempre su opinión es importante ♥♥

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