CAPITULO#11- LA VIDA NO ES UN CUENTO DE HADAS.
Entre gruñidos Hans penetraba a Elsa, la fricción de sus cuerpos provocaba que la cama se moviera y crujiera tan alto como sus sexos eróticamente sonaban gracias a la húmedad de la reina quien se contraía y arqueaba su espalda ya casi llegando al orgasmo.
Hans tomo a Elsa en sus brazos levantándola de la cama y ella para sostenerse aferró sus piernas en las caderas del peli-rojo y las manos en su cuello, la sostuvo entre su cuerpo y la pared más cercana penetrándola con más brusquedad, haciéndola saltar y que sus generosos pechos se movieran, no dudó en tomar uno de sus pechos con su boca succionando el pezón de la mujer que tenía entre sus brazos.
— ¡Hans! —Elsa llegó al ansiado orgasmo cuando el rey mordió su pezón y la penetró hasta el fondo dándole en su punto más sensible, poco después Hans se descargó dentro de ella al sentir las contraídas paredes vaginales de Elsa apretarlo con fuerza en medio de su orgasmo haciéndolo que él mismo recibiera también su orgasmo.
Con los cuerpos sudorosos y las respiraciones erráticas se miraron el uno al otro. El color esmeralda de los ojos de Hans miraban los suaves ojos de Elsas quien le dedicó una sonrisa cansina y el reaccionó apartando los húmedos cabellos rubios de su rostro para besarla lleno de vitalidad, mientras la sostenía entre sus brazos.
— Hans… —Suspiro su nombre cuando lo sintió salir de su interior y mantuvo unos segundos más sus ojos cerrados, su sexo se sentía hinchado y sensible gracias a los dos orgasmos que había compartido con el rey. Abrió sus ojos para sorprenderlo mirarla con devoción, de esa forma que solo salía cuando estaban solos ellos dos, Elsa apoyo su frente contra la de él sin poder dejar de sonreír.
No sé dijeron nada, las palabras sobraban cuando ambos se sentían tan unidos con sus cuerpos tocándose y besándose mientras se vestían en las penumbras de la habitación.
Despues de un rato el rey se quedo dormido ante la mirada de la dulce reina. No era la primera vez que lo observaba dormir, era diferente. Ante cualquier persona Hans tenia un rostro que inspiraba confianza. ¿por que tenía que haber llegado de esa forma tan horrible a su vida? ¿por que no pudo prentenderla en primer lugar? ¿por que tuvo que idear toda esa maraña de mentiras y jugar con el corazón de Anna? ¿por que ser tan cruel como para dejarla morir y a ella intentar acesinarla?
"¿Por que Hans?" salio de sus labios al par que se levantaba de la cama y corría hasta el balcón si importarle estar totalmente desnuda." ¿Deberia acabar con todo ahora mismo? " miró el vacío que daba directo al mar. "Anna jamas me va a perdonar, todo lo que he hecho con Hans". Se había entregado íntimamente a el y por desgracia no solo hablaba de su cuerpo, ella estaba enamorada del hombre que la había intentado matar. El hombre que la había secuestrado, el hombre que la había llamado hechicera y la había hecho sufir hasta los huesos.
—Los traicione a todos— sollozo con dolor mientras subia al barandal. La luna iluminaba su delgado cuerpo —Todo va a terminar Elsa...
Estaba decidida y quizás lo hubiera hecho de no ser por los fuertes brazos que la jalaron hasta ponerla a salvo.
—¡oh rayos. Elsa!
La reina volteo lentamente y observo al atractivo hombre que la había detenido...—¿Que demonios planeabas mujer?— su gruesa voz se escucho en la habitación y de nuevo el silencio los golpeó siendo ella el Centro de atención.
—Elsa— con delicadeza tomo su mano y la encamino hacia la calida cama, aturdida por su presencia y la caída camino junto a el.
Al sentarse en la cama observo su rodilla, y una pequeña gota de sangre amenaza con deslizarse por su pierna, escucho a Hans murmurar algo, pero no prestó atención, ella simplemente no podía hablar.
—No te muevas — ordeno mientras corria hasta una mesita donde habia un paño y una jarra de agua —limpiare la herida—dijo mirandola a los ojos
—Gracias— pronuncio apenas la reina sin mirarlo, nerviosa por su actitud y sus por su perfección. Casi era como el príncipe que su madre mencionaba en los cuentos.
—Elsa mírame a los ojos cuando me hables— su voz la hizo obedecer.
—Gracias— dijo mirando sus ojos azules. —Explicame ¿porque estabas haciendo eso?
Ella simplemente no quizo responder, observó la enorme habitación para evitar su mirada.
—Yo, necesito ponerme algo de ropa e ir al baño y...
—Te ayudaré vamos— le indico levantándose.
—No es necesario, puedo sola y...
—Iré contigo dije— dijo tomado su frágil mano seguido camino detrás de su gran presencia, saco una bata de un pequeño armario y le indico a la reina vestirse. Ambos en bata llegaron hasta el baño privado en la habitación del rey. Era la primera vez que Elsa entreba en ese lugar. Con temor observo como le mira y suavemente subia su pálida pierna para observar el raspón, pero su toque suave y delicado hacia que la piel de la reina se erizara y su corazón se aceleraba como una adolescente con su primer beso.
—¿que ocurre Elsa?
—Esto no está bien, tu juraste destruirme. Dijiste que me odiabas y yo... Creo que es verdad— dijo moviendo su pierna de la mano de Hans pero este la tomó fuertemente y no permitio que la retirara.
—La vida no siempre es justa Elsa—dijo mirábdola con sus grandes ojos verdes. —La vida no solo es felicidad y mucho menos entre la realeza. Tu ya deberías saberlo, tu eres la prueba viviente
de eso— la chica no respondió nada. Pero el suspiró. —No te voy dejarte ir.
—Ya no importa. No soy digna de volver a mi hogar. Lentamente estoy muriendo quizas solo debas darme el golpe final. Esta vez no estara Anna para evitarlo.— molesto ante las frías palabras de la mujer que tenia enfrente se puso de pie y con violencia la tomo del cuello.
—Si quisiera matarte lo habria hecho hace mucho tiempo ya— la solto sobre la cama. —te odio con la misma intensidad con la que te amo.— dijo desafiándola con su mirada.
—¿Me amas?
—Lo hago, más que a mi vida.
—Si me amas tanto ¿por que me lastimas? ¿por que Hans?
—Ya te lo dije. La vida no es un cuento de hadas, se que tu perteneces a ese tipo de mundo, pero yo no. Yo pertenezco a la realeza pero conozco la verdad, el dolor, la maldad del mundo yo solo soy el reflejo de ello.
—Se todo lo de tu familia. Pero buscando Venganza no encontraras la felicidad comprendelo.
—Lo sabía— dijo sin ningan emoción. .
—Yo no soy igual a ti— una diminuta sonrisa aparecio en su precioso rostro.
—Como un infantil niño llege a Arendelle en busqueda tuya. Quería casarme contigo para acceder al trono, sin embargo Anna apareció. Su inocencia y torpeza cautivaron mi corazón, la devoción por ti me hicieron rendirme a sus pies a tal punto de enfrentar al invierno eterno por ella.
—en el castillo de hielo, tu...
—No queria dejar morir a la persona que ella amaba mas que a su vida. Quería que terminaras con el invierno para poder amar a Anna con libertad— Elsa estaba impactada y entonces recordó aquel momento en el calabozo junto a Hans...
Se removió con bastante dificultad, apenas y podía recordar lo que pasaba, abrió los ojos con lentitud y en un momento estuvo de pie. Alarmada quiso asomarse por la ventana, sin embargo unas cadenas se lo impidieron por completo. Con esfuerzo y acomodando un poco su cuerpo al fin pudo ver lo que ocurría en el exterior. "Arendelle, El mar, todo afuera estaba sumido en el invierno que Anna había mencionado"
—¿Que fue lo que hize?— habló con suavidad.
Sorpresivamente la puerta se abrió dejando ver una la luz de una linterna que apenas y era suficiente para iluminar al Príncipe que apenas una horas atras Anna le había presentando. Y entonces las imágenes de lo ocurrido en el castillo de hielo se hicieron presentes como recuerdos. —¿Por que me trajiste aqui?— exigió saber la reina al para que se aproximo a el hasta encararlo.
—No queria que la lastimaran— dijo directamente mientras se intentaba cubrir del notario frio.
—¡Pero soy un peligro para Arendelle!— era verdad ella era un monstruo. —¡Trae a Anna— ordenó como la reina que era.
—Anna, no a regresado.
Un terrible nudo se formó en lo mas profundo de su garganta la escuchar aquello.
—¡Reina, por favor suprima el invierno —se acerco lleno de esperanza.
—De vuelva nos el verano, ¿Puede?— el muchacho había intentando sonar lo mas amable posible, pero el rostro que la reina puso, no albergaba esperanza de ningun tipo.
—¿No lo entiendes?— todo su rostro se contrajo en una mueca de desesperación y miedo —¡No se hacerlo!.
Silencio.
Miradas de pena e impresión.
—¡Tienes que decirles que me liberen!— suplico casi llorando, pero el estaba tan impresionado que solo pudo contestar.
"Si, lo intentare" para despues desvanecerse en la obscuridad del lugar, dejando atras a una desesperada y muy asustada Elsa, una pobre chica que estaba a punto de detonar por el dolor, Hans lo sabía y sentía una extraña pena por ella, podía escuchar como sollozaba del otro lado de la puerta.
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—¿Si la amabas, porque le dejaste sola? ¿por que quisiste matarme sin piedad?
—No lose, solo recuerdo ser repudiado y golpeado por Anna. Te lo digo la vida no es justa, es una porqueria. Perdí a Anna a mi familia y mi libertad, estuve en el infierno pero regrese gracias a Camila. La reina de Zaragoza que me volvio rey, sin embargo me di cuanta que ser rey ya no me importaba "quiero que todos sufran, como yo" y ella no duro mucho en este mundo como para verme realizar mi suño.— de nuevo sonrio. — La suerte existe solo para personas como tu o el chico del hielo, es por eso que yo me e decidido por la venganza es ella la razon mi vida. Jamas debi buscar otro camino.
—¡Basta Hans, no tiene por que ser
así!— habló con dolor. —Yo se lo doloroso que llega a ser la soledad, comprendo tu dolor. Se que cresimos de diferebte forma pero todo puede ser diferente. Estoy harta de que mi cuerpo esté adornado de moretones causados por ti, podemos ser felices.
—Es demasiado tarde mi. Cada uno de nosotros tenemos un camino al frente se que muchos cambian y por un tiempo pensé que también podria hacerlo pero al final me e decidido por la oscuridad y la venganza, ese siempre debio ser mi camino, yo no soy como tu.
—¡Hans! Te amo tanto que no puedo soportarlo. Huyamos lejos de esto yo te prometo felicidad. Cada día va a ser de alegría, dejemos todo atras.
—No puedo, tengo que destruír Arendelle, es mi destino.
Llena de dolor la reina se dejó caer. Pasando así varios minutos. Estaba demasiado mal, sin embargo no dejo de observar los ojos del muchacho. Unos ojos diferentes a los que antes le había mostrado, de un color que nisiquiera imaginaba que existia, pero también eran unos ojos desbordantes de preocupacion. Algo que horas atrás no había notado...
—Elsa...
—¡Sueltame!—Exigio molesta, mientras comenzaba a moverse inutilmente, ya que el no aflojaba su agarre... La rubia apenas y podía articular unas cuantas palabras, de hecho lo observaba extrañada. Se sentía acalorada y debil.
—Amemonos hasta la destrucción—
depositó ligeros besos en su cuello, la joven gimió producto de sus caricias, luego comenzó bajando poco a poco hasta alcanzar en sus gentiles y voluptuosos pechos.
—¿por que me entrego a alguien tan despiadado?— sujetó con fuerza su cabellera de fuego entre sus manos, justo en el momento que éste lamió y mordió su pezón derecho mientras el otro fue apretado con su mano. "Resiste ante el Elsa" Le costó reprimir sus propios gritos ante las sensaciones placenteras que le brindaba.
Una vez que dejó su labor a segundo plano, enseguida pasó a guiar sus manos en su delantera, apretándolo, sintiendo la suavidad y redondez de sus muslos, para entonces moverse y penetrarla con firmeza. Elsa enredó sus piernas alrededor de su cintura para profundizar más su unión, moviendo sus caderas a la par con las embestidas de Hans...
Amor
Pasion
Destrucción total...
CONTINUARÁ...
Aquí después de mucho.
El trabajo me limita y no me puedo enfocarme en mis historias como yo quiero.
Amo sus comentarios y espero les guste.
Sin mas me despido
Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gusto no olviden votar o comentar como siempre su opinión es importante.❤❤
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