CAPITULO#10- LA MEDIA LUNA
🌨.Desperto de madrugada con un poco de mal estar en el cuerpo, se levante un poco hasta Sentarse y lo pudo ver llegar... Hans había decidido que cada quien tendria su alcoba, pero eso no significaba que había desistido de visitarla casi todas las noches. Siempre era alguien sigiloso, alguien que sin duda alguna lograba llamar la atención de la monarca de Arendelle. Cada vez era mas común que este singular y despiadado hombre cautivara los sentidos de la rubia, tomándola con pasión y haciendola llegar al éxtasis con simple roze. Pero al mismo tiempo algo en su Subconsciente le gritaba "sal corre estas en peligro" pero ella solo había intentafo correr las primeras veces, se había dado cuenta que si queria escapar de el tenia que planear bien la estrategia.
Cuando abrío los ojos ya era de día y él seguia profundamente dormido, de nada servia eso de "cada quien su habitacion" pues cada mañana amanecía junto a la rubia. Fue entonces que miro la espada del rey junto a la cama, tal vez era su oportunidad de huir, un solo golpe y su verdugo se iría. Así que en silencio y con extremo cuidado se levantó de la cama, tomó la espada entre sus manos y suspiro con fuerza. "Un solo golpe Elsa uno presiso y este sufrimiento terminara" se dijo a si misma como para darse valor, el no había dudado en atacarla en el pasado así que ella tampoco tenia que dudar ahoara. Sin embargo algo sorpresivo ocurrió, Hans se levantó de la cama de un salto y la abrazó por detrás. —Traviesa, ¿que haces levantada a esta hora?— Elsa volteo lentamente, solo para encontrarse con una sonrisa, por parte del pelirrojo. La espada cayo al suelo y ella se dejo cobijar por los fuertes brazos, los mismos
fuertes brazos que la levantaron sin problema y seguido a ello la depositaron en la cama.
—¡Elsa!— susurro mientras una vez mas se posaba sobre ella y la miraba detenidamente como analizando cada facción su rostro.
—¿Que ocurre?— le pregunto algo asuatada al no saber lo que el estaba por hacer.
—Eres tan bella.Tus labios son tan perfectos, tan delicados, sueves, adictivos y empalagosos hacen que recuerde la dulzura del chocolate, me hacen volver a vivir momentos que pensé enterrados. Eres como una maldicion, desesria matarte en este momento. No se por que no puedo simplemente hacerlo si ahoara estas bulnerable — los ojos de la chica se humedecieron al oir esas palabras, sus rodillas flaquearon al sentirlo tan cerca y una vez mas su cuerpo entero se estremeció al captar él calor de sus dedos acariciando su mejilla.
—¡Ha...Hans!
—¿Elsa?
—¡Si!
—todos los años en Zaragoza se celebra el festival de la Media
Luna— parecía que le costaba mucho trabajo hablar.
—¿y tu iras?
—Claro que no. Esas cosas paganas no son diganas de un rey pero tal vez tu si podrias ir y distraerte un poco del encierro. Te as portado bien estos días así que...
—No, me molesta el encierro. Yo e vivido toda la vida con miedo de salir asi que esta bien— algo serio se levanto de la cama y comenzo a colocarse la ropa, pues ya era la hora de marcharse. —Puedes ir o no. A mi sinceramente me da lo mismo, pero en caso de dicidir que si avisale a Greta— antes de salir la miro con burla y algo odio. Eso era a lo que ella mas le temia, los cambios de humor. En un momento podía ser dulce y al otro alguien cruel...
★
En fin, durante el día la reina de Arendelle se la paso encerrada en su habitación.
Pensaba muchas cosas, entre ellas como siempre resaltaba su hermana, de verdad la extrañaba mucho, extrañaba sus ocurrencias y esa extraña forma de discutir con Olaf. Eran como 2 niños de 3 años discutiendo por un juguete.
Así hasta llegar la noche.
Estaba apunto de ir a dormir, era una noche bastante tranquila. Todos descansaban en el palacio, incluso las personas del servicio descansaban ya, la única que parecía alma en pena era ella, así que allí estaba mirando por él balcón de su habitación la maravillosa imagen de la ciudad encendida debido al festival de la media Luna. Por alguna razón aquello le hizo recordar la navidad en Arendelle y como durante años observó por su balcón, la felicidad ajena...
De lada la puerta de la habitación se abrió. De inmediato y en total silencio el pelirrojo camino hasta quedar junto a la reina.
—¡Hans! ¿Que haces aquí?
—Es mi palacio, creo que soy libre de entrar a cualquier habitación que me plazaca ¿no?— tras la cruda respuesta ambos quedaron en total silencio, hasta que el se animo a hablar de nuevo.
—Quiero que vengas conmigo
—¿Ir. Contigo? ¿a donde? Son más de las 11:00 yo...no
—Escucha, no es una peticion, es una orden—contesto Hans despreocupadamente, sorprendiendo a la rubia.
—¿Que?
—Apresurate a vistirte y no uses ningún vestido tan llamativo— y así descaradamente comenzó a caminar alejándose de la chica, dandole la indicación de que estaria esperando afuera...
Elsa se demoró uno para de minutos en vestirse, luego simplemente siguió al pelirrojo temerosa por las palabras dichas en la mañana, pero este no se veía enojado, esta mas bien lleno de misterio puesto que su destino final fueron los obscuros establos.
—¡Vamos sigueme!— no muy convencida lo siguió, entraron al lugar y solo miro como el rey sacaba a su hermoso caballo.
—¿que ocurre?—preguntó ella con cara boba, al verlo montar.
—Bien, sube rapido
—¿Subir?
—Si, vamos no tengo toda la noche
—Yo...
—Que, ¿ahoara que?— la rubia retrocedió una par de pasos temerosa. Ella jamas había subido a un caballo y empezar de esa forma no parecía nada placentero.
—¿Es seguro subir?
—Que tontería claro que lo es actúas como si nunca hubieras...— Hans ya no completo la frase, recordó las palabras de Anna y la historia sobre una Elsa que jamas salia de su habitación y entonces comprendio el por que la desconfianza de la muchacha.
—No puedo creerlo. Escucha Elsa Sitron es un corcel muy gentil, te aseguro que estaras completamente segura con el ¿No es así amigo?— parecia que el hermoso caballo confirmaba las palabras de su amo tras relinchar cómicamente. Hans bajo, miro a Elsa y con paciencia ofreció su mano. —No hay nada que temer Elsa, puedes confiar en este noble corcel— La chica, accedió
Al principio fue extraño, una sensación nunca antes experimentada pero después comenzó a disfrutar él recorrido, él increíble y veloz recorrido.
Las estrellas adornaban de manera maravillosa la admosfera, podía sentir la fresca brisa chocar con su rostro, una sensación refrescante y deliciosa.
Pararon en un rincon obscuro, Hans acomodo a Sitron en un árbol y luego guió a Elsa por un sendero hasta llegar a lo que parecía el festival.
—¿Que es todo esto?— Preguntó tontamente pues se sentía muy impresionada por tanta luz.
—Este lugar esta repleto de gente— temerosa apretó la mano de su acompañante y como siempre este la comenzó a jalar.
—¡ay! Hans ¡esspera! ¡espera! ¿a donde vamos?— caminaron entre la gente hasta mezclarse con ella, nadie parecía reconocer a su rey, todo el mundo estaba divertido. Se podia escuchar musica, risas y cientos de personas platicando.
todo era muy colorido como Hans habia mencionado, comenzaron mirando varios puestos y atracciones.
Elsa estaba sorprendida y sorprender a alguien como ella no era sencillo. Hans le tomo la mano y comenzo a guiarla por el amplio lugar, disfrutando del sitio desde él el show de títeres que explicaban la tradición, hasta la danza que tan excéntrica, comiendo helado y esos postres tan extraños, jugando todos esos juegos divertidos hasta acabar en el mirador que les ofreció una linda vista...
Pero esa no era la ultima parda de la noche todavía faltaba completar la media luna que era cuando toda la gente encendía cientos de luces de colores que representaban las joves de la corona ofrecidas a la Luna, un espectáculo de verdad maravilloso.
—Todo esto es hermoso
—Lo se, pero no es lo único hermoso esta noche— tras decir eso se acaerco a ella y la tomo de la cintura para acercarse aun mas...
—Tu eres mas bella, que todas esas festividades paganas
-Gracias— Elsa sonrio ligeramente, y se dejo abrazar por el, Hans acaricio las curvas de la reina por sobre la ropa. Tenía tantas ganas de besarla, y poseerla pero por alguna razón se detuvo. Un poco molesto se puso de pie seguido por ella quien se puso enfrente.
—¿que ocurre?
—No, es nada respecto a ti...asi que trata de no pensar nada— sonrinte coloco las manos sobre su blanco y cálido rostro.
—No me gustan las verdades a medias— no convencido de sus palabras desvio la mirada molesta.
—ya te lo dije no tienes que preocuparte por nada. No seas tonta. Son asuntos de Zaragosa nada que ver contigo— sus ojos le decían que el no mentía, pero sabía que escondía algo mas.
—Bien— accedió no muy convencida
—Ahora solo besame— sorprendida la rubia miro como el cerraba los ojos esperando él beso.
Una sonrisa sincera apareció en su rostro y obediente lo besó, un beso corto e inocente, que seguramente llevaría a algo mas.
CONTINUARA...
Queridos amigos ya estoy devuelta, para proseguir la história estamos a cortos capítulos de aclarar muchas verdades. Gracias por su paciencia y comentarios los amo...
Bueno
Sin mas me despido
Gracias por leer y perdon por las faltas de ortografia, si les gusto no olviden votar o comentar. Como siempre su opinion es lo mas impotante❤❤.
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