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TÍtulo: Klaus Does the Right Thing By Her Drabble.

Autora: gonnahaveagreatday [FanFiction]
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Klaus se quedó en el centro de aquel bar. El mismo donde hablo con Caroline aquella noche, aquella en la que supo la razón por la que Stefan estaba en su casa. Y en medio de ese bar estaba Caroline. Ella se veía más hermosa de lo que recordaba, apenas era capaz de reprimir sus emociones. Por suerte estaban solos. Ni siquiera un camarero o busboy(1). Contempló sus bellos ojos, y sonrió. Sin dudar, ella hizo lo mismo, dejando escapar una risa de felicidad.

—¿Alguien te ha dicho recientemente lo hermosa que te ves? —preguntó, caminando hacia ella. Ella se rió de nuevo y miró a sí misma.

—¿Incluso con ropa de señora? —Ella preguntó, mirándole de arriba abajo también. El asintió. Caroline le sonrió y bajó la mirada, cruzando los brazos—. Te estuve buscando —Caroline continuo, dándole una mirada expectante.

Klaus sonrió y se detuvo frente a ella. —¿Así? —ella asintió y Klaus sonrió de nuevo antes de dirigir su mirada a su boca. Ella agrando los ojos e inconscientemente se humedeció los labios, mirando a otro lado—. Caroline...

—Por favor, no lo hagas —Klaus abrió la boca pero no pudo debatir, por lo que también desvío su mirada. Ella no podía hacerle esto a él. Ella estaba comprometida con Alaric, incluso si era sólo por las niñas. Así que Caroline siguió adelante con determinación.

—Vine por que necesito de tu ayuda —Caroline dijo, y Klaus se encontró con su mirada desafiante.

—¿Con que? —pregunto con una ceja levantada. Ella le rogó con los ojos. Klaus le dio una sonrisa y miró detrás de ella.

—Traje a las niñas conmigo —respondió, e intentó encontrar una respuesta en sus ojos, algo que le dijera que era lo que pensaba.

—¿Los problemas de Stefan te están poniendo en el fuego cruzado de nuevo? —preguntó, con la furia reflejada en sus ojos.

—En su defensa, no es culpa suya.

—Así que proteger a su hermano en vez de a ti, dando lugar a ser cazado por Rayna Cruz, no fue culpa suya

—Las niñas, Klaus —Caroline respondió con irritación.

—Cierto —Klaus dijo, mirando a otro lado y despejando su mente. Volvió la vista hacia ella y Caroline se preparó para este viaje que era mucho más complicado de lo que hubiera imaginado. Había olvidado lo que era perderse en sus ojos—. ¿Donde están?

—Vamos —le respondió, girándose para guiarlo a las niñas. Solía haber un tiempo cuando pensaba que mostrarle a Klaus Mikaelson algo precioso y amado por ella era como preguntarle que si lo destruiría. Pero sabia que podía confiar en el. Aunque Stefan fuera un idiota por el cual no se tomaba molestia en respetar en absoluto ahora, Klaus lo mantuvo vivo.

Klaus y Caroline entraron en un bar al otro lado de la calle, donde les esperaba la camarera que se había se vio obligada a cuidar de de las niñas e impedir que se hicieran daño, aunque las hermanas estaban demasiado asustadas para ir a cualquier parte. Josie y Elizabeth se limitaron a tomarse de la mano, mirando a su madre. Klaus estaba de pie junto Caroline y miró a a las gemelas, pensativo.

—¿Quien es la mayor? —pregunto el híbrido. Caroline miró hacia sus hijas con una sonrisa tranquilizadora.

—Josie. Ella es mayor por unos segundos —ella respondió. Klaus sonrió para sí y camino hacia las niñas.

—Hola —Él saludó afectuosamente, la amabilidad lentamente empezando a reflejarse en sus ojos. Se puso en cuclillas delante de ellas para estar a la altura de sus curiosos ojos—. ¿Su madre les dijo quién soy yo?

—Ella dijo que eras un amigo —respondió Josie.

—Pero ella no dijo cual era tu nombre —añadió su hermana. Klaus ladeó su cabeza hacia un lado.

—Eso está bien. Yo puedo decírselos ahora —Se quedaron sentadas, listas para escucharlo y sonrieron—. Mi nombre es Niklaus, pero pueden llamarme Klaus —Elizabeth asintió y apretó la mano de Josie, mirándola.

—Papá ha hablado con su amigo sobre ti antes —hablo Josie.

—¿Lo hizo? ¿Las cosas que dijo hicieron que tengan miedo? —pidió Klaus. Caroline se acerco.

—Sí. Pero cuando él nos envió junto con mamá dijo que no eras tan malo como parecía.

Klaus sonrió ante la respuesta de Josie.

—Es bueno saberlo —dijo al momento de levantarse—. Soy sólo el malo con los que se atreven a dañar a las personas que me importan. Y ahora, esas personas son ustedes dos y su madre —Josie y Elizabeth sonrieron, mirándolo con atención—. Voy a llevarlas a mi casa, por lo que estarán extraordinariamente seguras —prometió.

Klaus se aparto de la gemelas y Caroline lo miro mientras el miraba la puerta.

—Sólo tenemos que salir con cuidado. Tengo mas enemigos que amigos en esta ciudad —murmuro.

—¿Como vamos a salir? —Klaus la miro y saco su teléfono.

—Tengo una bruja que puede ayudar —respondió. Ella estaba a punto de burlarse y recalcar el hecho de que el nunca es agradable con las brujas, pero Josie y Lizzie se volvieron a mirarla con caras inexpresivas.

Klaus se fue a la otra habitación para hacer su llamada telefónica y Caroline aprovecho para sentarse con las niñas.

—Josie, Elizabeth, el nombre completo de Klaus, es Klaus Mikaelson. Ahora, es necesario llamarle Sr. Mikaelson, ¿de acuerdo? —Josie y Lizzie asintieron—. Cuando estamos dentro de la casa del Sr. Mikaelson, ¿qué vamos a hacer?

—Vamos a estar tranquilas y preguntar antes de tocar las cosas —Josie elevo la voz.

—Tendremos cuidado y no vamos a correr —Elizabeth añadió.

—¿Cual es la última cosa que vamos a hacer? —Caroline pregunto.

—Decir por favor y gracias —Elizabeth respondió. Caroline sonrió.

—Bien. Muy bien. Si alguien entra aquí, colóquense detrás de mí. Y cuando el Sr. Mikaelson regrese, pueden confiar en él también.

—¿Puedo ponerme detrás de ti, mamá? —pidió Josie.

—Si, amor.

—¿Puedo estar detrás ti también, mamá? —Elizabeth pregunto.

—El Sr. Mikaelson puede protegerte también, Liz. Tienes que ir detrás de él —respondió Caroline. Lizzie asintió.

Caroline giro con brusquedad al oír un crujido en la parte trasera de el bar. Dejo de moverse y su corazón se aceleró, alzando el brazo en dirección a Lizzie para protegerla. La figura atravesó la puerta y Klaus la miró con una sonrisa.

—Boo —El se burlo. Ella lo miró dando un resoplido y se levantó.

—¿Qué esta pasando, podemos salir?

—No todavía. Pero cuando la bruja me devuelva la llamada seremos capaces de hacerlo.

—¿Quien es esta bruja, como llegaste en realidad a estar bien con una? —pidió Caroline. Klaus volvió a sonreír, sus ojos brillaban.

—¿Celosa, amor? —pregunto en respuesta. Los ojos de Caroline se dirigieron a las niñas, haciéndolo callar con la mirada.

—Ella es mi hermana.

—Tu sólo tienes una hermana —respondió Caroline.

—Eso creía también. Pero el año pasado reapareció y nos explicó que nuestra madre la había alejado de nuestro lado cuando era niña y que no había tenido una buena vida con nuestra tía Dahlia. Freya es la primogénita, por lo que su magia es más poderosa. Su magia junto con la de Dahlia fue capaz de hacerla inmortal —Klaus respondió, tratando de censurar los detalles sombríos de la historia. Caroline lo miró con una mezcla de preocupación y felicidad, lo que le hizo preguntarse que estaba pensando en ese momento. Pero no fue capaz de preguntarle acerca del tema, ya que le llamó Freya. Se sacó el teléfono de su bolsillo y lo acercó a su oreja.

—"Tu y los demás están bajo el hechizo, puedes regresar a casa" —Dijo Freya. El sonrió.

—Gracias hermana —respondió. Un silencio lleno de sorpresa siguió y Freya colgó—. Estamos listos —El dijo, y llevo a Caroline a las gemelas a su hogar, donde su familia le estaba esperando.

(1) Ayudante de camarero.