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|T W EN T Y - S E V E N|

Un sonido en seco hizo que se levantara con rapidez del sofá y buscara con la mirada el causante de aquel sonido.

Su corazón se detuvo al ver una silueta caminar lentamente hacia ella, una cabellera roja hizo que su corazón latiera con fuerza.

—No, no, no... —negaba mientras se alejaba dando pasos para atrás.

Victoria se acercaba más hacia ella con una sonrisa plantada en sus labios, paso su lengua por sus dientes ansiosa por lograr su cometido.

Realmente no estaba en sus planes pero cuando logro escapar de los Cullen y de los lobos pudo sentir el aroma de la pelirroja y eso la llevo a hacer su cometido.

—Tranquila, te prometo que no te dolerá —sonrió cínicamente acercándose más a Evelyn—, terminare lo que empecé aquel día.

Al Evelyn escuchar eso se dio la vuelta para correr en dirección contraria a la vampira hasta que esta apareció frente suya. Sabia que no podría escapar pero sus piernas se habían movido solas.

Sintió los colmillos clavarse en su cuello, la ponzoña mezclándose con su sangre y su grito resonar por toda la zona.

Cayó al suelo sintiendo como la respiración se iba haciendo cada vez más lenta, lo ultimo que vio fue a la pelirroja irse antes de que perdiera por completo la consciencia al sentir que moría por dentro.

•••

Emmett Cullen

La caz había sido un total fracaso, en su mente solo maldecía a los lobos, por su culpa se había escapado Victoria, se sintió tan cerca de atraparla antes de que ese lobo fuera a dañarle sus planes.

Y para ponerla peor, aquel lobo en específico.

Paul Lahote.

Un grito hizo que se detuvieran hasta que vieron de donde provenían, a una gran velocidad llegaron a la casa con los nervios a flote, solo esperaba que su compañera estuviera bien o se iba a lamentar el resto de su larga vida.

Cuando llegó sintió como su alma se vino abajo, se acercó con rapidez a la pelirroja tirada en el piso sin conocimiento.

—Eve... Evelyn —llamaba desesperado, vio a Matias hincarse a su lado igual que Rosalie—, Evelyn por favor despierta.

—No vi venir esto, lo prometo —Alice sentía sus manos temblar, se sentía pésimo y sentía que era su culpa, debió haber visto eso, una ola de calma la golpeo mientras sentia a Jasper abrazarla para tranquilizarla.

—Emmett —llamó Matias mientras señalaba el cuello de la pelirroja, cuando el nombrado vio a que se referia quiso llorar de la rabia, se sentia molesto consigo mismo.

Lo sabia, lo sabia, lo sabia.

Se repetia así mismo mientras abrazaba a la pelirroja, sus ojos estaban aguados, queria que todo aquello fuera un sueño. Sabia que la pelirroja no quería ser inmortal ahora, queria vivir su vida sin preocupaciones y solo la condenó a aquella vida.

—Lo siento mucho —susurró Alice aun siendo abrazada de Jasper.

Emmett no respondió y cargo a la pelirroja para llevarla a su habitación y dejarla descansar.

—No es tu culpa Alice —le tranquilizó Carlisle—, y el lo sabe —aclaró.

—Llamaré a Jessica para decirle que Evelyn se quedara a dormir —anunció Esme a lo que Carlisle asintió.

—Busquemos un vestido para Eve, ¿si? —Rosalie agarró a Alice de los hombros para llevarla a su habitación intentando distraerla.

•••

Morir.

Nunca imagino que a su corta edad iba a morir, siempre se vio a ella mismo creciendo, yendo a la universidad, tener hijos, conseguir trabajo y envejecer.

Pero no, ella comenzó a sentirse muerta justo a sus diecisiete años.

Y aunque seguiría muerta en vida, Evelyn no deseó tanto la muerte como lo hacia ahora.

Su cuerpo quemaba, sentía toda su piel arder al igual que su sangre, quería gritar, quería moverse pero no podia siquiera mover un dedo.

Quería llorar, no quería que su vida tomara el rumbo que tendrá que tomar, no le gustaría tener que abandonar a su madre y verla morir de lejos, quería estar con ella mas tiempo.

Ahora no sabia si podría estar con ella, su garganta quemaba, quería hablar o gritar, pedir que la ayudaran y le quitaran ese dolor que la estaba matando lentamente.

Porque si, la mataba lentamente que pasaban los días y el dolor seguía e incluso incrementaba cada vez más.

No escuchaba nada a su alrededor, no podia oler nada, no siquiera sentía la camilla bajo ella, ni el vestido que tenia puesto, estaba totalmente ajena a la realidad.

Por otro lado, los Cullen esperaban pacientemente en la sala, Edward y Bella que había llegado hace dos días estaban en espera de la pelirroja también, aunque el cobrizo no quería dejar que la humana estuviera ahi para cuando Evelyn despertara, la castaña estaba reacia a irse.

Todos los Cullen miraron hacia la puerta principal alertados confundiendo a la castaña en el lugar, iba a preguntar hasta que escuchó la puerta.

Edward que había olido el olor de la chica fue a paso rapido hacia la puerta y la abrió para ver a su compañera la cual lo miraba con un semblante serio.

—¿Dónde está Evelyn? —preguntó con seriedad mirando al cobrizo el cual le sonrió.

—Hola Sadie —saludó feliz de ver a su compañera aunque esta la mirara como si fuera a matarlo.

—¿Dónde está Evelyn, Edward? —preguntó nuevamente, al no ver respuesta entró a la casa.

Miro a todos los Cullen en la sala, e incluso a la castaña que corrió hacía Edward el cual estaba mas pendiente de la pelirroja.

—¿Donde esta mi prima? —le preguntó mirando hacia todos los lados.

—Sadie... —comenzó a hablar Emmett.

—No Emmett, no quiero mentiras, quiero a mi prima —sus ojos comenzaron a aguarse—y van tres dias sin ver a mi prima, me pidieron que la cubriera en la escuela sin explicaciones, no va a casa y no me responde mis mensajes ni llamadas —comenzó a hablar sintiendo su voz entrecortarse—, por favor, ¿donde esta mi prima?

—Sadie, toma asiento, por favor —le indico Carlisle con voz suave—, tu prima esta bien, está descansando ahora mismo —le tranquilizó.

—Bien, quiero verla —exigió la pelirroja.

—Eso no es posible, Eve paso por algo y ahora es diferente —explicó Carlisle tratando de buscar las mejores palabras.

—¿Diferente? ¿que le pasó? —Sadie se levantó de un salto exaltada, Edward se acercó a ella y colocó su mano encima de su hombro tratando de tranquilizarla.

—Veras, nosotros somos un poco diferente y Evelyn por un incidente es igual a nosotros —explicó Esme con una mirada comprensiva.

Sadie miró sin comprender, se quedo con la mirada perdida meditando un poco hasta que miro a Carlisle.

—¿Estará bien? —preguntó en voz baja viendo al doctor asentir con una sonrisa—, ¿puedo esperar aqui a que se recupere? —lo vio asentir nuevamente por lo cual tomo asiento colocando su cara en sus manos siendo ajena como todos los Cullen miraron hacia un lugar en específico a la vez.

El corazón de Evelyn dió su ultimo latido.

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