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OCTUBRE.

NOVIEMBRE.

DICIEMBRE.

Tres meses habían pasado desde la partida de los Cullen. Evelyn había podido sobrellevarlo bien, iba a la escuela donde fingía una sonrisa ignorando las miradas de lastima que le daba la gente y después de la escuela iba rumbo a la reserva a ver a Paul, algunas veces se encontraba con Seth el cual era un niño muy alegre y extrovertido que lograba sacarle verdaderas sonrisas.

En cuanto a Bella, no sabía de ella, solo que se encontraba en un estado de depresión dónde no salía de su habitación, ni siquiera para comer, todos estaban preocupados por ella. Evelyn algunas veces fue a su casa para hablar con ella pero fue ignorada olímpicamente y dejó de ir.

No podía hacer mucho realmente.

Evelyn bajó las escaleras, era sábado y no tenía ganas de salir, solo quería quedarse en su cama viendo series mientras comía helado.

--Te tengo una sorpresa, cariño --mencionó Jessica saliendo de la cocina.

--¿Regalo de navidad adelantado? --preguntó burlonamente.

--Algo así --dijo para mirar la puerta de la cocina donde una chica pelirroja salía de ahí.

--Hola primita --Dijo la chica con una sonrisa, Evelyn miró intrigante a su madre.

--Es Sadie, cariño --Evelyn se sorprendió para correr hacia la chica y abrazarla.

--¡Dios mío! --exclamó--. Estoy tan feliz de que estés aquí.

--Es bueno poder pasar las vacaciones aquí --dijo a lo que Evelyn gritó.

--¡Te quedarás por mucho tiempo! --abrazó de nuevo a la chica.

--Se que estos últimos meses no han estado bien para ti, por lo cual decidí con Sadie está sorpresa --dijo Jessica a lo que Evelyn sonrió.

--Muchas gracias madre --dijo para arrastrar a Sadie a su habitación--. Tengo tanto por contarte.

--¿Día de primas? --preguntó Sadie sentándose en la cama.

--La pregunta ofende, claro que es día de primas --rieron para comenzar a charlar.

•••

--Dejame ver si entendí, conociste a un chico super sexy donde tuvieron una relación de ensueño y el te dejó diciéndote que no te amaba y que solo eras un juego --relató Sadie a lo que Evelyn asintió mientras comía de su helado--, que hijo de puta, al fin y al cabo todos los hombres son una mierda, mejor seamos las tías solteronas y millonarias que todos quieren.

--No tengo hermanas para ser tía --rió Evelyn.

--Pero Bella sería tu hermanastra, ¿no? --preguntó Sadie.

--Bella ahora mismo está peor que yo, no sale de su habitación y ni siquiera come, tengo un mes sin verla y eso que cenamos todos los días en su casa --soltó un suspiro cansado.

Estaban en el parque comiendo helado a lo que Evelyn aprovechó para poner al día a su prima, Sadie, quien escuchó todo con atención, claro está, Evelyn no mencionó las condiciones de su ex-novio, no le mencionó que era un vampiro claramente.

--Diría que es normal pero no lo es, así que solo dale su tiempo, ella volverá a ser como ella era antes cuando se dé cuenta que el chico no merece sus lágrimas --comentó Sadie a lo que Evelyn asintió.

--Será en un buen tiempo ya que no veo alguna mejora en ella -dijo mirando su helado totalmente perdida.

-Dejemos de hablar de personas estúpidas y vayamos de compras -propuso Sadie mientras se levantaba seguido de Evelyn.

El resto de la tarde se basó en ir de tienda tras tienda comprando una que otra cosa que les gustará.

A Evelyn le hizo bien la llegada de su prima, durante ese momento había olvidado todo lo pasado y se había divertido bastante, Sadie hizo que no recordara nada y le salió bien.

Fue buena idea ir a Forks a animar a su prima.

•••

--Sadie, el es Paul -presentó Evelyn. Después de ir a comprar, la pelirroja mayor propuso ir a la reserva, cosa que su prima no objetó, tan pronto llegaron a la playa se encontraron con el chico--. Paul, ella es mi prima Sadie.

--Un gusto, Paul -sonrió Sadie mientras estrechaba su mano con el chico que aceptó con una sonrisa.

--El gusto es todo mío --dijo para mirar a Evelyn--. Pensé que no vendrías hoy, como siempre vienes más temprano.

--Recibí una visita inesperada hoy -señaló a Sadie la cual hizo una seña de amor y paz con sus dedos sonriendo con inocencia.

--Soy culpable -bromeó sacándole una risa a los demás.

--Pues bienvenida a la reserva Sadie -sonrió juguetón.

--¿Y Seth? No lo ví ayer -comentó Evelyn.

El chico se había ganado totalmente el cariño de la pelirroja, siempre trataba de sacarle una sonrisa cada vez que ella se aparecía en la reserva.

--Está castigado -respondió para luego soltar una risa--, al parecer no ha estado completamente al día con sus clases.

--Que raro, siempre que le preguntaba sobre la escuela me respondía que le iba bien -soltó un bufido al ver cómo el niño le había mentido.

--Pues te mintió -sonrió burlonamente haciendo que Evelyn lo mirara mal-, vamos a hacer una fogata, ¿Nos acompañan? --.

Evelyn miró a su prima la cual asintió de acuerdo--. Pues vamos.