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Capítulo 27. Lo que pasa en Irlanda se queda en Irlanda...

































Carlisle manejaba el vehículo rentado con velocidad. El llamado del castaño diciéndole que necesitaba su ayuda, de que no se sentía para nada bien lo había hecho realmente preocupar.

Sabia que no debía haberle hecho caso y no haberlo dejado solo.

Se sentía culpable.

Apenas llegó al hostel salió de su vehículo y cerrando con llave, entró al edificio rústico. Siendo interceptado por el recepcionista con un rostro preocupado y algo asustado.

—¿Señor Cullen?

Carlisle frunció el ceño pero asintió con la cabeza.

—Si, soy yo.— sonrió amablemente sin demostrar lo apurado que estaba.—¿Qué sucede?

—Mire es que... estamos preocupados por su compañero que se encuentra en la habitación 206.— respondió el recepcionista con una mueca.— la habitación de al lado se quejó de que había ruidos extraños... que fuimos a comprobar y parecía ser que el señor Swan estaba rompiendo algunos muebles.

》Quisimos entrar pero no pudimos y el señor Swan dijo que no entráramos que estaba bien... pero...《

—Comprendo.

—Además que sale mucho vapor de la habitación y que ha pedido demasiado hielo, y que cuando digo demasiado, es demasiado.— continuó el recepcionista.

—Oh... yo... ahora lo voy a ver.— respondió el rubio preocupándose aún más.— me ha llamado diciéndome que se sentía mal, así que lo veré ahora mismo.

—No debería pero...— dudó el recepcionista.— si no le abre, aquí está la llave de repuesto.

》Si realmente se siente mal no dude en llamar a recepción y llamaremos a una ambulancia.《

—Esta bien.— respondió con una inclinación de cabeza.— muchas gracias.

—Espero que su amigo se encuentre bien.

Carlisle asintió con la cabeza y obligó a sus pies a caminar rápidamente hacia las escaleras, realmente haber deseado poder usar su velocidad vampírica para llegar más rápido sin embargo no podía ante la presencia de los humanos.

Al llegar al piso escuchar los ruidos y ver claramente tanto vapor que hasta las personas de las otras habitaciones salían para ver que pasaba ante la presencia de tanto calor, se acercó a la puerta 206 y tocó.

—¿Ellian?

—¡Pasa!

Carlisle no dudó y la abrió con la llave adentrándose rápidamente ante los humanos curiosos que querían ver. No estaba listo para ver como la habitación estaba llena de vapor que hasta a él se le hacía incómodo. Inmediatamente se acercó a las ventanas y las abrió para que el calor del vapor se dispersara hacia afuera y dejara de recorrer por todo el hostel.

Al terminar se acercó hacia la puerta del baño esquivando la cantidad de bolsas de hielo y el piso mojado, realmente sorprendiéndose que el recepcionista no haya actuado ante la situación en frente de sus ojos por el desastre en la habitación.

—¿Ellian?— lo llamó detrás de la puerta.

—Pa-Pasa.

Carlisle no entró.

—¿Que sucede?— preguntó aún desde afuera.— ¿Por qué hay tanto vapor?

—Si... entraras te lo explicaría genio.

Carlisle asintió con la cabeza notando que todavía seguía siendo Ellian ante el tono sarcástico y poca paciencia que tiene el Swan.

—Estoy con ropa, pasa maldita sea.

Carlisle aplanó los labios pero le hizo caso.

—Voy a pasar.

No escuchó respuesta.

Con dudas giró el pomo y asomó su cabeza golpeando de lleno el vapor acumulado en el interior provocando que realmente le afectara para ser un vampiro.

Ni siquiera veía el cuerpo de Ellian.

Parecía ser una gran nube dentro de esas cuatro paredes.

—Pasa Carlisle.

El rubio al escuchar la voz cansada del castaño entró dejando la puerta abierta para intentar que todo esa neblina de vapor se dispersara. Solo pasaron unos diez segundos y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver al Swan apoyado contra la pared, mojado de pies a cabeza todavía con su ropa de hoy temprano pero que sin duda le sorprendió fue ver las mejillas del castaño rojas, con varias cicatrices rojizas mezclado con anaranjado brillante.

Se acercó rápidamente hacia él al ver el rostro y parte de las manos junto con el cuello tener esas cicatrices, como su piel se oscurecía y esas cicatrices casi brillosas de color como los orbes del sabueso se encontraban tatuados en la piel del castaño.

Sin embargo sus orbes seguían siendo de ese lindo color chocolate.

—¿E-Ellian? ¿Que-Que te sucede?— preguntó completamente asustado sin entender muy bien lo que veía.

Era médico sin embargo no sabia nada del mundo sobrenatural, no sabía nada de las condiciones de un sabueso y tampoco sabía como podría ayudarlo. Realmente se estaba sintiendo un inútil al ser tan ignorante de su propio mundo que ni siquiera pudo ayudar a la esposa de su hijo en el embarazo, ni ahora puede ayudar a su nieta ante el crecimiento anormal que estaba pasando.

Ellian se rió llamando la atención del rubio.

—No te preocupes, lo que más o menos estas viendo es casi mi transformación.— respondió.— esto, mi piel, es normal.

》Así que quita esa cara de perrito mojado porque no me gusta esa expresión.《

Carlisle aplanó los labios avergonzado y asintió con la cabeza.

—¿Entonces?— insistió sin animarse a tocarlo pero parecía a simple vista estar bien. Aunque claramente no lo estaba, el vapor que aparecía en el baño y en toda la habitación era debido al contacto del agua contra la piel del castaño, como si fuera el contacto de una olla que estuvo mucho tiempo en el fuego y luego lo pusieran en el agua.— ¿Que te sucede?

Ellian rió logrando que los orbes dorados del vampiro se clavaran en sus ojos.

—Bueno...

—Vi bastante bolsas de hielo en la habitación...

—Si... pedí pero fue en vano.—respondió molesto al haber sido interrumpido por el rubio ya que le estaba costando mucho el tener que decirle la verdad.— y cuando mi media transformación apareció, dejé de pedir para que no me vean.

—También sale mucho vapor y la gente comenzó a quejarse de ruidos... eso...— se interrumpió así mismo al ver una tela negra a los pies del castaño.— ¿Que es eso?

—Era una cortina.

—¿Era?

—¿Me vas a dejar explicar o me interrumpiras en todo momento?

—Lo siento.— murmuró que aplanó los labios avergonzado ante la mirada chocolate realmente molesta, sin embargo pudo notar que sus pupilas estaban dilatadas.— explícame.

—Bueno... es difícil.— susurró cerrando los ojos a la vez que se remoja los labios al sentirlos resecos al igual que su garganta.— y muy vergonzoso.

Ellian al notar el silencio del rubio, los abrió y lo miró que esperaba pacientemente por su explicación.

Suspiró.

—Estoy, en cierto sentido, drogado.

Silencio.

—¿Q-Que?— preguntó sorprendido el Cullen ante aquella respuesta.— ¿C-Cómo?

》¿Fue-Fue un humano?— volvió a preguntar realmente asustado que al recordar de los cazadores, siguió aterrado.— ¿Fue un cazador? ¿Es un veneno? ¿Te está matando? ¿Hay algún...《

—¡Cállate!— bramó completamente rojo de la vergüenza sintiendo una capa de calidez en su corazón al notar como se preocupa por él pero sintiéndose realmente estúpido al tener que decirle que fue su imprudencia de tomar algo que no le pertenecía.— No, no es ninguna de esa.

》No es una droga que me esté matando... ni un veneno.《

—¿Entonces?— preguntó Carlisle seriamente, con su cabeza procesando las diferentes soluciones médicas que se le venía a la mente.— ¿Que es?

—¿En serio no estas viendo un pequeño detalle en mi?— preguntó Ellian mirándolo con una ceja alzada. — eres médico ángel.

》Vea mis síntomas.《

Carlisle sintió su cuerpo temblar.

El tono de voz suave y algo descarado hizo que su cabeza se calentara. Y lo que no habia casi pasado de esa noche llegó a su mente que por un momento le nubló sus pensamientos. Parpadeó varias veces para volver en sí y prestó atención a los comportamientos del cuerpo del castaño.

Sus pupilas estaban dilatadas.

Sus mejillas rojas.

La piel de su casi transformación.

Si no fuera por el agua que cae sobre el cuerpo del castaño y que algunas gotas caen en él, podría jurar que el Swan estaba sudando.

También noto que su cuerpo, que cada músculo de su cuello, hombros, brazos estaban tensos, completamente pegados a la pared como si eso... le diera frío.

Sus orbes volvieron a bajar que al notar ese detalle se congeló en el lugar.

Literalmente quedó como estatua.

Sus orbes dorados inmediatamente se apartaron de aquella zona, avergonzado, miró hacia los orbes del castaño que estaba oscurecidos y una sonrisa divertida se encontraba plantado en esos labios.

—Es-Esto...

Y una vez más Carlisle no supo que decir.

Siendo un vampiro con más de trescientos años no supo que decir.

—No se porqué te avergüenzas, lo viste en el avión.— le reprochó Ellian.

—N-No es lo mismo.— susurró el rubio avergonzado.

—¿Y lo que pasó esa noche?

—No pasó nada.

—Joder, que malo eres Ángel.

—Yo...—aplanó los labios y negó con la cabeza, concentrándose.— ¿Que es lo que pasó para que estés así?

El castaño suspiró resignado.

—Es un afrodisíaco.— respondió Ellian antes de que el silencio entre ellos se incrementaran de la incomodidad.— creí que era un perfume en la casa de los chicos...

》Resultó ser un maldito afrodisíaco que lo utilizan entre ellos.《

—Oh...

—Si, oh.

Silencio.

—Ethan me dijo que el efecto dura bastante... es un afrodisíaco para sus especies.— comenzó a explicar mirando hacia el techo del baño, completamente avergonzado.—Ambos lo usan, sin embargo Jackson tiene una para él ya que es mitad lobo mitad lagarto. Si se pone el perfume de Ethan, es decir el que me puse yo y que es solamente para lobos, le va a afectar el doble ya que es una droga inversa.

—¿Inversa?

—Inversa porque en vez de afectar solo a la parte lobuna, también afecta a la otra mitad y lo hace el doble de efectivo que el otro.— le explicó soltando un suspiro sintiéndose más calmado ante la presencia del vampiro.— que debería ser lo contrario, no debería afectarle a la otra parte ya que no está hecha para él.

—Entonces...

—Si, en vez de no hacerme efecto porque yo no soy un hombre lobo sino un sabueso infernal.— explicó amargamente.— me afectó.

》Y me está afectando el triple, es demasiado.《

—Todo esto lo sabes...

—Lo llamé.— lo miró molesto y con obviedad.— duh...

》Les exigí una maldita explicación y me la dieron.《

—¿Y la solución al efecto de la droga?

—¿Tu que crees?

Carlisle se removió en su lugar ante la sonrisa ladina del castaño, provocando una sensación como de pequeñas hormigas que caminaran por sus manos.

Y sorprendiendose ante lo calmado que estaba.

—Carlisle.

—De-debe haber algo más.— controló su voz al oírlo llamar casi como un gemido.— debe haber algún calmante...

》Llamaré a recepción para que te consiga suero o... o algo... ya, ya vengo voy a pensar, recordar una solución.《

—Ningún medicamento, suero, o se te ocurra podrá ayudarme doctor Cullen.— bramó molesto Ellian.— soy un ser sobrenatural, no un humano.

》Y aquí no conocemos algún druida o otro ser sobrenatural que nos ayude.《

—Tu, tu amigo... ¿No sabe?

—¿Crees que no lo llamé?— masculló con la mandíbula tensa molesto al verlo retroceder, huyendo hacia la puerta.—no respondió.

》Solo hay una maldita solución y necesito tu ayuda.《

—No.

Ellian frunció el ceño molesto, costándole horrores separarse de la pared e intentó salir de la ducha para acercarse hacia el vampiro que estaba a punto de salir del baño.

—Doctor Cullen.

—No.— respondió sorprendiéndose al tener la puerta cerrada, siendo atrapado entre el castaño y la puerta. Quería apartarlo de él pero tenia miedo de su control, si tocaba su piel o escuchaba salir algún sonido de los labios del castaño tenia miedo de no poder controlarse y cometer un error.— Ellian, déjame ir.

》Te ayudaré pero buscaré las respuestas afuera.《

—Nada humano podrá ayudarme.— exclamó molesto acercándose al vampiro pero sin llegar a incomodarlo.—¿Crees que no me he tocado para sacar esta maldita droga de mi sistema?

》¡No funciona maldita sea! ¡Y esto es insoportable!《

—No voy a tocarte.

—Carlisle, en serio, necesito que me ayudes con esto.

—Estas drogado.— respondió tenso el rubio, sorprendiéndose al ver de reojo como la puerta comenzaba a quemarse ante el tacto del castaño.— además...

—No te lastimaría.— respondió alejándose de la puerta, sintiendo sus piernas temblar que decidió sentarse en la tapa del inodoro.— eres nuestro compañero, no te lastimaremos en esta situación.

—Claramente no eres tú.— respondió Carlisle apenas logrando verlo ante el vapor que comenzaba de vuelta a cubrirlos.— Ellian jamás admitiría y ni admitirá que soy su compañero.

—Mi sabueso ni siquiera puede hablar.— masculló con la mandíbula tensa el castaño, comenzando a sofocarse, a dolerle todo el cuerpo y más aquella zona específica.— mi voz no ha cambiado, sigo siendo yo.

》Yo estoy controlando la situación, estoy drogado si pero estoy consciente de lo que te estoy diciendo y de lo que te estoy pidiendo Carlisle. Ayúdame.《

—No.

—Ángel.

—Me odiarás.— respondió dolido en un bajo susurro.— me odias, si te ayudo en esto... me odiarás para siempre.

》No quiero eso.《

—No lo haré.- negó con la cabeza con fuerzas.— No te odio, jamás te odié.

》¿Que me desagradabas? Si, si lo hacías. Pero... cambié, ya no es así y no lo digo por la situación en la que estoy. Eres una de las personas más amable, respetable y admirable que he conocido y me di cuenta bastante tarde de eso y estoy arrepentido.《

—Ellian...

—Ayúdame Ángel, por favor.

—Yo... ¿Cómo puedo confiar en ti? ¿Cómo puedo saber que no me odiarás?

—Ya te he dicho, nunca te odié.

—Puede que no pero, ¿Que me garantiza que después de esto no lo harás?— cuestionó molesto ante lo terco que estaba siendo.— me costó mucho acercarme a ti, que te abrieras a mi, que te sintieras cómodo en mi presencia...

》No lo voy a echar todo por la borda por esta droga. Buscaré otra solución.《

—¡Que no la hay maldita sea!

—Debe haberlo.— respondió girándose sobre sus talones para agarrar el pomo al sentirse seducido por el ambiente y el calor que lo abrazaba.

Debía salir ya.

—Tengo miedo Carlisle.

Cada acción que iba hacer se detuvo al escuchar aquel susurro lleno de terror.

De completo terror.

Tan así que en su pecho dolió al oírlo así.

—Por un momento, olvidando el hecho de que estoy excitado, drogado y que no tengo control de las sensaciones y emociones de mi cuerpo...— susurrando cada palabra abrazándose así mismo, sintiéndose solo.— siento que volví a ser ese adolescente que no puede controlarse.

》Quemé las cortinas, quemé algunos muebles que apenas logré parar... me encerré en el baño, teniendo miedo de la situación en la que me metí. Es ridículo, lo sé, hasta casi gracioso pero... es horrible, no tengo control de mi poder, mi sabueso no me responde solo se, siento que esta sufriendo demasiado al haber consumido aquella fragancia, ambos estamos sufriendo, es doloroso... no solo por la excitación sino también es como si estuviéramos siendo apuñalados. No es un afrodisíaco normal, es sobrenatural y que afecta muy mal a cada especie.《

—Ellian.

—No podré soportar otras horas más... no podré esperar a que se vaya el efecto solo, si seguimos así... los encargados del hostal entrarán a la habitación y no pueden ver esta situación.— susurró el castaño cerrando sus ojos y sus piernas, doliéndole todo.— por favor Carlisle.

》Ya lo intenté solo, no pude. Necesito tu ayuda, tengo la confianza suficiente en ti, confío en ti para esto. Quiero esto, quiero tu ayuda, quiero... quiero que repitamos lo que paso en la casa de los chicos, pero esta vez... llegar más lejos, que empecemos y lo terminemos.《

Silencio.

Ellian suspiró resignado, odiando estar en la situación que estaba.

Excitado y consciente, parece ser que su sabueso consumió la mayor parte para que él no sufriera también los efectos fuertes.

Una vez más, su sabueso lo estaba protegiendo.

—¿Me... Me prometes que...— Ellian se sorprendió al oír la voz del Cullen en frente suyo, sin embargo no podía verlo ante la nebulosa del vapor.— que no me odiarás?

—Si, lo prometo.

—¿Estas realmente consciente de lo que me estas pidiendo?— volvió a preguntar en un bajo susurro.

—Lo estoy.— respondió tensando cada músculo de su cuerpo al tener el presentimiento de tener los orbes dorados del rubio sobre él, la misma sensación, la mirada depredadora del Cullen sobre el.— créeme, soy consciente de lo que te estoy pidiendo ángel.

》Véame como su paciente, un paciente que debe ayudar doctor Cullen.《

Silencio.

Ellian parpadeó varias veces al dejar de escuchar el ruido de la ducha pero nunca escuchó los pasos del vampiro.

—¿Puedes levantarte?

Ellian no le respondió sino que se levantó sobresaltadose al tener la presencia del rubio en frente suyo.

Sus pechos rozándose.

Frío y calor encontrándose.

Esa sensación familiar...

Un suspiro tembloroso salió de sus labios al tener el tacto helado de la palma de la mano del vampiro sobre su mejilla, que placenteramente inclinó su cabeza hacia esa zona.

—Realmente estas ardiendo.— susurró el rubio efectivamente preocupado ante la ardiente temperatura de la piel del castaño.

—Entonces... ayúdame a enfriarme.— respondió en un murmullo el castaño, pasando sus brazos descaradamente por el cuello del vampiro, quedando por completo abrazados.

—Este no eres tú.— susurró el rubio manteniendo el control intentando calmar sus manos que se ubicaron institivamente en la cintura del castaño.— tú no eres así.

Ellian rió sobre el oído del rubio y dio un suave mordisco sobre ella, susurrándole.

—Realmente no me conoces ángel.— y besó la mejilla del vampiro.— ni un poco.

Carlisle gruñó apretando la cintura del castaño para mantenerlo quieto en su lugar al sentir el bulto del Swan sobre su muslo.

—Vamos ángel... ya no lo soporto.—murmuró suplicando al vampiro, escondiendo su rostro en el hueco del rubio mientras su cuerpo intentaba pegarse al vampiro e intentaba calmar el ardor y el dolor en todo su cuerpo y en más en una zona específica, moviéndose de arriba a abajo.— ayúdame.

—E-Ellian.—tartamudeó nervioso al sentir la boca del castaño por su cuello.— te-te... te a-ayudaré... so-solo...

El castaño rió al notar lo nervioso que estaba y le respondió.

—Vamos ángel, estoy seguro que no eres un virgen.— sonrió ladinamente al bajar su mano derecha por el pecho del vampiro sintiendo como el cuerpo del rubio se tensa con su tacto, hasta llegar a cierto bulto debajo de los pantalones del patriarca. Rió traviesamente.— y no soy el único que tiene un problema.

》Muéstrame tu lado dominante, quiero ver al Ángel de esa noche.《

—Ellian... yo...

—Hagámoslo juntos.— suplicó comenzando a masajear de arriba a abajo por encima de los pantalones el bulto del rubio.— juntos ángel.

—Si.—gruñó guturalmente, apretando con fuerzas la cintura del castaño para luego dirigirlas hacia el trasero presionando con fuerzas causando que sus partes íntimas se rozaran.—arriba.

Ellian sonrió divertido ante la orden del rubio, pero que no se negó. Dio un pequeño salto y cruzó sus piernas en la cintura mientras que Carlisle lo sostenía por sus muslos. Ambos gimieron ante fuerte roce de sus miembros que el castaño perdido por el deseo y por la hermosa sensación que le estaba brindando el vampiro, comenzó a moverse de arriba a abajo buscando más fricción.

—E-Ellian.— lo llamó en un gemido al sentir cada vez más sus partes rozándose y aún más al tener los labios del castaño devorando su cuello, con besos húmedos.— Va-Vamos a la cama.

—Bien.— gruñó molesto, arrugando su nariz ignorando por completo que su cuerpo ya estaba sobre la cama.

—¿Por que esa cara?— preguntó confundido el rubio al ver un puchero en los labios del castaño y el ceño fruncido, que se veía demasiado adorable para el ambiente en la que estaban.— ¿Lo estoy haciendo mal?

》Per-Perdón... sinceramente es raro estar así... yo...《

—Cierra el pico.—silencio el castaño envolviendo sus piernas en las caderas del rubio, obligándolo a ponerse encima suyo que apesar de ser un ser sobrenatural y que su piel se ha vuelto normal, no tenía la suficiente fuerzas para moverlo, que eso solo provocó que se enojara más.— Y no lo estas haciendo mal, ni siquiera empezamos ángel.

》Y quiero estar encima tuyo, anda muévete.《

—Ah... es-esta bien.— tartamudeó nervioso, sentándose en la cama y apoyando su espalda en la cabecera de la cama, tensandose al tener al castaño encima suyo y más sentado en su bulto.— E-Ellian, espera un...— se quedó sin voz ante los movimientos en círculo y profundos del castaño.— espera un segundo...

—No me digas que espere.— refufuñó el castaño, sonrojado llevando sus labios hacia el cuello del vampiro para seguir besandolo.— estoy enojado.

—¿Y... y eso, por... por qué?— preguntó acelerado, apretando con fuerzas las sábanas no queriendo moverlas de allí, al tener la boca de Ellian comiendo su piel del cuello.

—Porque no puedo dejarte una marca.— se quejó el castaño apartándose de su zona para mirarlo con un puchero al rubio que sus orbes se encontraban oscurecidos del deseo.— es molesto, quiero dejarte marcas pero tu piel es dura como mármol.—gruñó furioso, arrancando los botones de una, dejando al descubierto el pecho y abdomen del rubio.

—Ellian.— regañó Carlisle.

—¿Qué?— preguntó inocentemente, inclinándose hacia el pecho sin apartar la mirada chocolatosa de los orbes dorados.— luego te puedo comprar otra.

》Además... tienes millones, no te quejes.《

—E-Elli..— gimió apretando con fuerzas el colchón que sintió sus dedos clavándose en el, rompiéndolo.— mierda.

El castaño rió divertido.

—Esta habitación tendrán que remodelarla.— exclamó con una risita, sonriendo ladinamente, siguiendo con los besos en la piel del rubio, bajando con suaves caricias por el pecho del vampiro.

—Tratemos de no... destrozarla por completo ¿Si?

—No prometo nada.— respondió volviendo a inclinarse hacia el pecho del rubio, dejando varios besos húmedos en el al igual que seguía moviendo sus caderas en círculos sobre el bulto del rubio.— A-Ángel...— gimió al tener las manos frías sobre sus caderas presionando hacia abajo en búsqueda de más fricción.— ángel, yo... yo ya quiero, quiero sacarlo... ¿Puedo?

—Puedes.

Ellian sonrió feliz y aliviado levantándose rápidamente del rubio para sacarse la camisa, los jeans y sus bóxer sintiéndose de repente aliviado y más ansioso que antes hasta que frunció el ceño al ver que el rubio miraba hacia cualquier lado menos a él y que por supuesto no se había sacado su ropa.

A Ellian no le gustó eso.

—¿Por que no te sacaste tu ropa? Y mírame cuando te hablo.— gruñó molesto volviendo hacia el rubio, apoyando descaradamente su trasero desnudo sobre el gran bulto escondido debajo del boxer del Cullen que seguía mirando hacia otro lado, sin embargo notó como todo el cuerpo del vampiro se tensó, las manos pálidas del rubio apretaban con fuerzas las sábanas rompiendolas y hasta juró escuchar un gruñido salir de la garganta del rubio.

—Te-Te dije que te ayudaría.— respondió logrando volver a tomar el raciocinio ignorando por completo los dedos de Ellian sobre su mentón obligándolo a mirarlo.— Te ayudaré pero no tengo que mirar demás, te respeto Ellian.

El castaño arrugó la nariz y puchereo al ver que Carlisle realmente se estaba conteniendo. Consciente de que el rubio solamente lo tocaría para ayudarlo, desistió en realmente ayudarlo también con su problema. Tampoco quería obligarlo a algo que no quisiera el.

—Realmente... ¿Me quieres ayudar?

—Si.— respondió sin dudar mirándolo a los ojos, sonriendo con suavidad.— No te está haciendo bien, quiero que te sientas mejor.

》Y.. y yo también quiero, quiero repetir y continuar lo de esa noche.《

—Entonces, no te contengas.



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¡Les traigo otro capítulo!.

Chan.

¿Les gustó?

Espero que .

¡Voten y comenten!

Cuídense.

Besitos.

~M.

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