Capítulo 21. La historia del Ángel
Ellian frunció el ceño al reconocer en donde estaba. Miró a su alrededor dándose cuenta que se encontraba dentro de un ascensor. Levantó su mirada viendo como los números cambiaban, subiendo hasta quedar fijamente el número cinco.
El quinto piso.
Las puertas se abrieron con el típico tintinear provocando sus vellos de los brazos se erizaran al ver un pasillo del hospital en llamas.
—¡Ellian!
—¿Charlie?
—¡Ellian! ¡Ayúdame!
El castaño aterrado salió del ascensor justo cuando las puertas se comenzaban a cerrar otra vez y corrió con todo lo que tenía para encontrar a su hermano.
—¡Charlie!— gritó frenando en una esquina, viendo todas las habitaciones en llamas, tosiendo ante el humo tóxico.— ¡Charlie! ¡¿Dónde estás?!
—¡Ellian!
Al oírlo corrió varios metros más hasta chocar con una puerta en frente suyo. Frenó al ver al lado de la puerta el nombre del paciente, encontrándose allí el nombre de su hermano menor.
Paciente - Charlie Swan.
Número 516.
—¡Charlie!— lo llamó.— ¡Ya voy hermano!
—¡Ellian, me quemo!
El castaño patió la puerta con fuerzas pero no se rompía. Tuvo que patearla varias veces para que apareciera una abertura viendo a través de allí a su hermano acostado en una camilla prendido fuego, provocando que un gran terror inundara su cuerpo.
—¡Charlie!
—¡Ellian ayúdame!
—¡CHARLIE!
Ellian dejó escapar un jadeo despertándose de repente buscando aire por su boca. Miró hacia todos lados dándose cuenta que estaba en su habitación y que había sido solo una pesadilla.
—Tranquilo, amor... estoy aquí.
Ellian se relajó al sentir esas manos sobre sus mejillas y logró calmar los latidos de su corazón y enfocar su vista al encontrarse con los bonitos orbes negros de su hombre.
—John...— susurró aliviado, llevando sus manos hacia las manos de su prometido, sintiendo el anillo de compromiso sobre su tacto y disfrutó de la calidez que le brindaba.— John... fue horrible...
—Tranquilo amor.— susurró con cariño acariciando las mejillas del castaño y dándole un suave beso en la frente.— estoy aquí, estoy contigo...
》Solo fue una pesadilla.《
—Fue muy real.— susurró asustado.— no...
—¿Por que no te das una ducha?— le preguntó, cambiándolo de tema.— solo fue una pesadilla cariño, no fue real...
》Ve a darte una ducha, así te calmas.《
—Bien.— susurró, de acuerdo, odiando estar sudado y que las sábanas se pegara a él.
—Yo iré abajo a preparar la cena.
—Bien.— le respondió Ellian a John con una sonrisa en sus labios, para luego darle un dulce beso en los labios a su prometido.— buenos días.
—Buenos días.— susurró disfrutando del beso.— vamos, anda...ve a bañarte.
Ellian se levantó de la cama siendo seguido por su prometido y se encaminó hacia el baño. Abrió la canilla de la ducha para luego buscar las toallas en los cajones cuando se da cuenta que no hay ninguna. Bufa molesto y sale del baño para ir y buscar en el piso de abajo, sabiendo que deben estar en la zona de lavandería.
Pero se sobresalta al escuchar un jarrón romperse.
—¿Que paso John?
Ellian baja las escaleras yendo hacia la zona del ruido cuando se congela en su lugar al ver a su prometido siendo sujetado por el cuello, buscando aire para sus pobres pulmones, por una sanguijuela.
Pero no era cualquier sanguijuela.
—¿Carlisle?— preguntó aterrado al ver al Cullen acercándose hacia el cuello de su prometido mientras lo veía a él con sus orbes rojizos.— No... no lo hagas.
Y Carlisle lo mordió.
—¡NO!
—¡NO!— gritó desde lo más profundo de su garganta abriendo los ojos y jadeando por aire para sus pobres pulmones.— No, no, no...
—¿Ellian?
—¡No me toques!
Carlisle se mantuvo cerca del castaño, sentado en la parte de los pies, respetando las palabras del Swan. Sus orbes dorados no se apartaron en ningún momento del cuerpo tembloroso, sudado y la respiración acelerada del castaño debido a una pesadilla. Frunció el ceño al captar cómo se miraba las manos y contaba los dedos de ésta a la vez que susurraba tres palabras seguidas intrigando al Cullen.
—El sol... la luna...— susurró cerrando sus orbes concentrándose en su voz.— y la verdad...
》Tengo diez dedos no hay ninguno de más, están los diez.《
Carlisle miró atentamente los movimientos del Swan que se tocaba sus dedos contándolos y susurraba repetitivamente esas palabras notando como se estaba tranquilizando, como los latidos acelerados del castaño latían ahora con mas calma.
—¿Estás...— dudó el Cullen.— mejor?
Ellian miró al doctor Cullen quedándose hipnotizado ante los orbes dorados brillantes en el medio de la oscuridad.
Cierto, el rubio no tiene ojos rojos.
Él los tiene dorados.
—¿Ellian?
Parpadeó varias veces volviendo en sí y miró hacia el ventanal de la habitación del rubio, avergonzado al haberse quedado mirando como bobo los orbes del Cullen. Frunció el ceño al darse cuenta que la noche había caído y volvió su atención al rubio que esperaba pacientemente una respuesta. Sentado todavía en la zona de sus pies, con esa postura erguida, sus cabellos rubios como el oro peinados hacia atrás y sus ojos dorados mirándolo con preocupación pero en silencio, calmado, esperando.
Él realmente era paciente.
Y tranquilo.
Él era como la calma, la calma que siempre estuvo buscando.
Ellian estaba cansado de los problemas, de los peligros tanto sobrenatural como mundano, estaba terriblemente harto de estar constantemente a la defensiva ante los peligros que lo rodean y siempre, desde que entró al mundo sobrenatural, quería un momento de paz.
Quería tranquilidad.
Quería tener una vida calma, llena de paz.
Y creía que eso solamente la podía conseguir con John, hasta que unas sanguijuelas se lo arrebataron. Creia que lo podía conseguir con su hermano y su sobrina hasta que ambos entraron al mundo sobrenatural, siendo la última parte de ella y el primero, odiandolo por haberle mentido por tantos años.
Nunca logró encontrar un lugar que podría llamarlo hogar.
Un lugar donde le transmitiera paz.
Y... a regañadientes, creía que lo había encontrado.
Negó con la cabeza intentando quitarse esos pensamientos de su mente y miró de reojo al rubio sintiendo sus mejillas rojas de la vergüenza al haberse quedado pensando en él.
—Joder.— pensó irritado masajeando sus sienes.— el estar en su habitación por varios días me ha hecho mal.
Suspiró.
—Estoy bien.— susurró.— solo fue una pesadilla.
—Esta bien.— respondió, levantándose de la cama.— ¿Quieres comer algo?
—Ah, no.— negó con la cabeza.— no tengo hambre.
》Y es de noche... ¿Cuánto tiempo estuve dormido?《
—Dormiste cinco horas.— le respondió, caminando hacia la salida de su habitación sintiendo la mirada del castaño sobre su nuca.— ¿No quieres nada?
—No, estoy bien.— contestó mirándolo debajo del umbral mientras jugaba con sus dedos, inquieto sin entender porqué.— ¿Los demás?
—Tu sobrina, mi hijo y nuestra nieta están en su casa.— respondió, mirándolo sobre su hombro.— y los demás han ido a cazar.
Ah.
Ahí entendió su inquietud.
Su nerviosismo.
Ellian se remojó sus labios y miró de reojo al rubio que todavia se encontraba debajo del umbral de la puerta, un solo paso para irse.
—¿Es-Estamos solos?
—Así es.— respondió.— pero tranquilo, ya volverán.
—Si... esta bien.— susurró sin mirarlo, clavando sus ojos en sus dedos que jugaban con un hilo sobresalido de las sábanas del rubio.
¿Desde cuándo era tímido?
—Si necesitas algo, llámame.
Ellian abrió la boca y luego la cerró para asentir con la cabeza. Vio como en un parpadeo el rubio desaparecía, sintiendo repentinamente frío en la habitación. Llevó las sábanas más cerca de su cuerpo intentando entrar en calor cuando el delicioso aroma a manzanas, olor del rubio, le llega a su fosas nasales logrando que su cuerpo entrara en calor.
Mierda.
¿Por qué tenía que ser él?
¿Por qué tenía que ser una sanguijuela?
Si no fuera un vampiro, Ellian realmente le habría dado una oportunidad al doctor Cullen, el rubio aún sin tener esa belleza vampírica, Carlisle tenía su atractivo. Su bondad y amabilidad también lo había hipnotizado al igual que esa sonrisa tranquila en sus delicados labios. Sin embargo, la realidad era otra y se había hecho una promesa, una promesa así mismo y a John.
No estaría con otra persona hasta que no encontrara a las sanguijuelas que asesinaron a su prometido.
Y que, claramente jamás saldría con la especie que mató al amor de su vida. Era como traicionar a John.
No podía.
Pero su sabueso era terco como una mula, insistiendo que era su compañero de vida, que era suyo y que debía aceptarlo y reclamarlo como todo sabueso terrenal.
Ni que fuera un hombre lobo de esas novelas que encuentras en una aplicación para leer.
Él no era terrenal, pero su sabueso si.
Su sabueso infernal odiaba tenerlo lejos, de hecho, en este momento se encontraba quejando de que quería que el rubio estuviera allí, con ellos.
—¿Te puedes calmar?— le respondió malhumorado a través de sus pensamientos.— pareces perro en celo.
》Él se quedó con nosotros para cuidarnos, quiero que esté en esta cama con nosotros.《
—¡Eso no pasará!— chilló avergonzado.
》Es su cama, estamos en su habitación, estamos invadiendo su privacidad hace bastante tiempo.《
—En eso tienes razón... lástima que no haya una habitación para huéspedes.
》Si, que tienen.《
—¿Qué?— preguntó incrédulo rojo hasta las orejas.— ¿Como qué tienen una habitación para huéspedes? ¿Y por qué estamos aquí en vez de allí?
》Porque nuestro Ángel no quería que estuviéramos allí. Además sabe que el lugar que nos calma es su habitación.《
—Odio que le hayas dicho eso.
》No lo odias, disfrutas tanto como yo estar aquí.《
—Ya cállate.
》Llámalo.《
—¿Para qué?
》Para hablar con él.《
—¿Y que quieres hablar con él?
》Quiero conocerlo, quiero saber su historia.《
—¿A que te refieres?
》Nuestro Ángel debe tener un pasado, quiero conocer su historia... para ser uno de ellos, no creo que haya sido algo lindo.《
—Comprendo.
》Vamos, se que te pica la curiosidad tanto como a mi.《
—Cállate o te encierro como en el pasado.
Silencio.
Y suspiró más calmado ante el silencio del sabueso. Pensó bastante ante las palabras de su sabueso y supo que tenia la razón. Cada ser sobrenatural, más los vampiros, no se habían transformado por decisión propia o por lo menos, nunca tuvieron la oportunidad como lo tuvo su sobrina de encontrar a alguien que la transformara. Todos los que se transformaban era porque se cruzaban con la mala suerte que son las sanguijuelas.
Y quería saber cuál era la historia del Ángel.
—¿Carlisle?— lo llamó en voz baja, mordiendo su dedo gordo viendo hacia la puerta abierta de la habitación.
—¿Pasa algo?— preguntó el rubio sin la necesidad de gritar, estando en el living, sentado en el sillón mientras leía un libro.— ¿Tienes hambre?
—No.— respondió sintiendo su corazón acelerarse, avergonzandose más al saber que el rubio podía escuchar claramente los latidos acelerados.— ¿Estas... ocupado?
—No, ¿Por qué?
—¿Puedes... venir?
Ya está, lo dijo.
Diablos, sintió como si una gran piedra dejara de aplastar sobre su espalda.
Sus ojos nunca se habían apartado de la entrada de la habitación y se contuvo en sonreír al verlo parado debajo del umbral al rubio.
—¿Que sucede?— preguntó preocupado, dando unos cortos y precavidos pasos.— ¿Te duele algo?
—Te he dicho que estoy bien.— le respondió rodando los ojos.— solo... quiero... agradecerte por todo lo que haz hecho por mi sobrina y por mí.
—Bella es parte de la familia.— respondió con una sonrisa en sus labios.— y la familia se protege.
—Amm... bueno...— dudó.— también quería agradecerte... por dejarme quedar en tu casa... y en tu habitación.
》Se que he sido una molestia todo el tiempo, desde que rompí la casa... dos veces y el trato horrible que les he dado... yo... realmente no creo merecer tus disculpas, fui muy desubicado contigo.《
—¿En serio te sientes bien?
Ellian lo miró con fea cara al rubio hasta que tuvo que apartarla mirando hacia el ventanal, al sentir sus mejillas rojizas al ver aquella sonrisa divertida en los labios del Cullen.
—Estoy hablando en serio.— refufuñó cruzándose de brazos.
—Lo siento.— rió.— pero debía cobrarmelo...
》Y no tienes porqué agradecerme por haberte dejado vivir y dormir en mi casa, yo soy el dueño de este lugar y siempre te he dicho que las puertas de mi hogar están abierta para ti.《
FLASHBACK
Ellian no veía nada.
Sus orbes llenos de lágrimas que recorrían sus mejillas le impedían ver el camino de la ruta más sumándole la gran tormenta que caía en el pueblo le impedían ver el camino.
Pero... ¿Que camino iba a tomar?
No tenia a donde ir.
Charlie lo había echado de su casa y hasta le había prohibido a Bella que se acercara a el o que le diera un lugar.
Bella estaba en contra.
Sin embargo le había dicho que le hiciera caso a su padre, no quería separar una unión de padre e hija por él.
No podía ir con Billy, ya era muy tarde y no iba a ir con él para hablar sobre el tema, ya que al final nunca fue a explicarle que es lo que era. Y no tenia ganas de hablar sobre el tema. Con los Clearwater era lo mismo.
No quería verlos.
No quería que ellos lo vieran así.
Con dolor.
Y que el dolor incrementaba a tal punto que no podía respirar. Apenas podía controlar los temblores de su cuerpo.
Se sentía enfermo.
Solo.
Su hermano menor ya sabía la verdad.
Y lo odiaba.
Y se lo merecía.
—Me lo merezco.— susurró sollozando frenando el vehículo en el medio de la ruta, rodeado de árboles.— me lo merezco.
Ellian lloró apoyando su frente en el volante queriendo retroceder en el tiempo y evitar que Charlie lo viera de aquella manera. Pero no podía retroceder en el tiempo. Lo que habia sucedido se quedaba así.
Golpeó con fuerzas el techo del vehículo y gritó con todas sus fuerzas odiando su pasado, odiando lo que era, odiando lo que es.
Odiaba a su Sabueso.
Y el Sabueso lo sabía.
Nunca tuvieron una relación cercana, nunca se trataron como uno solo, Ellian odiaba a su sabueso y el sabueso intentaba ganarse el perdón y el cariño de su otra parte pero cuando las cosas no suceden como quieres, las cosas empeoran.
》Lo siento.《
—Cállate.— susurró con sus orbes cerrados.
》Él es un humano, no debemos relacionarnos con su especie, nosotros ya no pertenecemos allí, somos sobrenaturales.《
—¡Que cierres la maldita boca!— gritó furioso apartándose del volante y golpeó con fuerzas en este, rompiéndolo.— ¡Mira lo que haz hecho!
》Fuiste tú, solo te estoy diciendo la verdad. Humanos y sobrenaturales no podemos estar juntos.《
—Por eso... nunca amaste a John.
》Él me caía bien, pero no lo amaba. No es nuestro compañero.《
—El compañero de vida no existe.
》Claro que sí, tenemos uno.《
—Es una asquerosa sanguijuela, no pienso aceptarlo.— respondió con odio.— como tú no aceptabas a John yo no lo acepto a él.
》Quise a John, era lindo y si, comenzaba a aceptarlo pero... era un humano.《
—¿Y?
》Mira como reaccionó tu hermano, como reaccionó la madre de McCall, el Sheriff Stilinski... no todos reaccionan bien y Charlie Swan es uno de ellos... ¿Cómo crees que habría reaccionado John al saber lo que eras? ¿Lo que somos?《
—Él... él podría haberse asustado pero...
》Y nos hubiera abandonado, podría habernos delatado con los cazadores.《
—No, no sabes eso.
》Pero podría haber sido así.《
—¡Él me amaba! ¡Nos amábamos! ¡Nos íbamos a casar! ¡Él jamás habría hecho algo como eso!
》Un matrimonio a bases de mentiras no funciona Ellian.《
—¡No le estaba mintiendo! ¡Esto es lo que soy! ¡Y tú no contabas en la ecuación!
》Soy tú, soy una parte tuya.. y John no sabía de mi, eso significa que él no te conocía realmente.《
—¡Ya cállate estúpido sabueso! ¡No sabes nada! ¡Nada!
Silencio.
Ellian sonrió aliviado de no escuchar a su lado sobrenatural. Miró el volante quebrado y arrugó la nariz molesto al darse cuenta que no podía manejar así, ya ni siquiera se podía girar de un lado a otro.
Asombroso.
¿Que haría ahora?
Suspiró apoyando su cabeza en el asiento y cerró sus ojos dejándose llevar por el sonido de la lluvia.
Estaba terriblemente cansado.
Agotado física y mentalmente.
Solo quería dormir en una cama cómoda y calentita y no despertarse nunca. Sin embargo estaba allí, en el medio de la ruta en su asiento incómodo con frío.
Estúpida lluvia.
Dos golpes en la ventanilla causan que Ellian se sobresaltara y mirara hacia la dirección del ruido teniendo su pistola apuntando en aquella dirección.
Y se sorprendió.
Bajó el arma y la ventana a la vez viendo como el vampiro grandulón, sentado en el asiento del acompañante del vehículo a su costado, lo saludaba con la mano. Frunció el ceño y miró más allá, encontrándose al doctor Cullen del lado del conductor.
—¿Qué hacen?
—Te vine a buscar.— respondió Carlisle.— Emmett.
Ellian frunció el ceño al ver como el grandulón bajaba del vehículo del rubio y como con toda la confianza del mundo abría la puerta trasera, que se encontraba sin bloqueo, y agarraba sus valijas para meterlos rápidamente en el asiento trasero del vehículo del rubio.
—¡Oye yo no te di permiso para que hicieras eso!
—Vamos Ellian.— rezongó Emmett cerrando la puerta trasera de ambos vehículos, para luego apoyarse en la ventana del castaño.— Bella nos llamó preocupada... no sabe donde estás y Ness está preguntando por ti.
》¿No quieres preocuparla demás no?《
—Pero no puedo ir a su casa.— respondió amargamente.— Si Charlie se entera que estoy cerca de Bella, no quiero que me odie más que ahora.
—No estarás en su casa.— respondió Carlisle.— estarás en la mía.
》Yo decido quién es bienvenido y quien no, y tú eres bienvenido... Anda, sube, te llevaré.《
Ellian no podía creer lo que sus oídos, a pesar de la lluvia, escuchaban. Parpadeó varias veces confundido ante esos sentimientos que aparecieron de repente, al saber que el vampiro había ido por él.
Carlisle Cullen realmente parece ser un ángel.
—Pero... ¿Y mi auto?
—Yo me encargo.— respondió el grandulón.— así que... no te quiero apresurar pero me estoy mojando y es molesto.
Ellian rodó los ojos y a regañadientes se bajó de su vehículo, cruzándose rápidamente hacia el del rubio mientras que Emmett se subía al suyo para anda saber que cosas hacer. Apenas su trasero tocó el asiento su cuerpo por completo se calentó ya no sintiendo frío.
El aroma del rubio se encontraba en todas partes provocando que se relajara y que el sueño comenzara a aparecer. Se abrochó el cinturón de seguridad en silencio que en ningún momento vio al rubio que podía sentir sus ojos sobre él.
—Gracias.— susurró Ellian mirando hacia la ventana pudiendo ver a través del reflejo la sonrisa del rubio, sonrisa que logró acelerar el corazón frío del castaño.
FLASHBACK
—Bueno...— susurró avergonzado al recordar aquello.— gracias también por haberme ido a buscar ese día.
—Nessi estaba preocupada por ti.— respondió.— al igual que Bella...
》No podíamos dejarte en la calle.《
—Gracias.
—¿Necesitas algo?— volvió a preguntar.— ¿Quieres que te prepare la cena?
》Puedo intentar cocinar algo.《
Ellian parpadeó varias veces procesando esas palabras, sin poder creer que el rubio estaba dispuesto a cocinarle algo para él, se sonrojó con tan solo imaginarlo con un delantal y tuvo que mirar a otro lado para calmar sus mejillas y su corazón acelerado.
—¿Ellian?
—Yo... no tengo sueño.— murmuró.— y mi celular se está cargando yo... quería hablar contigo.
—Comprendo.— respondió aún parado.
—En realidad... mi Sabueso quiere saber de ti.— susurró avergonzado, mirándolo de reojo viendo el rostro de sorpresa por parte del rubio.— quiere escuchar tu historia... cómo te haz transformado.
》Y, y puedes sentarte a mí lado... es tu cama después de todo.《
—¿Seguro?
—Es tu cama.
—Sí, lo es.— respondió con obviedad sentándose al lado del castaño, los dos apoyando su espalda en el cabecero de la cama, a solo una distancia de una almohada.— pero si no te sientes cómodo me sentaré en el sillón de allá.
—Estoy bien que estés aquí.— murmuró avergonzado mirando hacia el gran ventanal intentando calmar sus manos temblorosos.— y lamento si te hago sentir incómodo con querer saber tu vida pasada.
》Mi sabueso está muy intrigado por saber de ti.《
Ellian miró a Carlisle intrigado al escucharlo reír.
¿Reírse?
¿De qué se reía?
—No le veo lo divertido.— refufuñó Ellian cruzándose de brazos.
—Es que dices que tu sabueso quiere saber de mi cuando antes te disculpabas porque tú quieres saber de mi vida como humano.
Ellian bufó avergonzado mirando hacia el frente intentando ignorar la mirada dorada del rubio sobre él, una mirada que brillaba a través de la oscuridad como un sol.
—Ya, esta bien.— refufuñó el castaño.— ambos queremos saber de ti, ¿Contento?
—Mucho.
Ellian tragó saliva sintiendo sus orejas y sus mejillas caliente lleno de vergüenza. Y más al saber que su sabueso estaba disfrutando de tener al Cullen a su lado y las palabras que eran dirigida hacia ellos.
—Estas disfrutando esto... ¿No es así?
—Demasiado.— respondió burlón el rubio.— pero me alegra saber que quieras saber de mí.
》Luego de saber tu historia, se que se lo contabas a tu sobrina pero no pude evitar escuchar tu pasado, lamento eso.《
—Ya no importa.— respondió encogiéndose de hombros.— estamos a mano.
—Creo que sí.— rió.— bueno... mmm... por lo que recuerdo es que nací en Londres más o menos en el año 1640, durante una época muy dura de la política y religión.
》Era el hijo de un pastor anglicano y mi madre murió al darme a luz.《
—¿En los años 1600?— preguntó sorprendido Ellian mirándolo con curiosidad.— entonces... ¿Tendrías unos 300 años?
—Casi 400.
Ellian chifló anonadado.
—Sí, que eres viejo.
—¿Continuo?
—Si, si.— asintió con la cabeza como niño pequeño, girando su cuerpo hacia la dirección del rubio teniendo por completa su atención.— sigue, no te voy a interrumpir.
Carlisle sonrió ladino y continuó.
—Como tu haz dicho...— habló seriamente.— los humanos siempre creyeron en lo sobrenatural...
》Y mi padre y otros pastores se dedicaban a cazarlos, condujeron cacerías de hombres lobo, brujas y vampiros, alegando que estaban tratando de liberar al mundo del mal y del pecado.《
Para Carlisle no se le paso desapercibido como el castaño se había tensado ante la palabra 》cacería 《 pero aún así, continuó con su historia.
—Sin embargo, muchas veces estos grupos terminaban matando a ciudadanos inocentes.— habló con amargura.— A medida que mi padre fue envejeciendo, yo tuve que hacerme cargo de las redadas.
Rió amargamente negando con la cabeza.
—Yo no podía matar, iba en contra de mi religión, de lo que creía.— volvió a hablar.— pero aún así, fui el único en encontrar un aquelarre real de vampiros que habitaban en las alcantarillas de Londres.
—Vaya...— susurró sorprendido Ellian que se había ganado la mirada curiosa del rubio sobre el.—¿Tú solito?
—Si.
—¿Solo solín?
Carlisle sonrió y respondió.
—Si.
—Sorprendente.— murmuró para sí mismo.— ¿Y qué hiciste?
—Llevé la caza tras ellos, y en el caos que le siguió, fui atacado y dejado moribundo en la calle por un vampiro.
—No...— murmuró sorprendido, imaginándose al rubio tirado en las calles no gustandole para nada verlo de aquella manera.— ¿Nadie te ayudó?
—No, la mayoría habían muerto.— respondió.— y sabía lo que mi padre iba a hacer.
—Te iba a matar si te veía así.
—Exacto.— respondió amargamente.— sabiendo lo que iba a hacer, me escondí en un sótano lleno de patatas...— rió.— todavía puedo recordar lo oscuro que estaba y el aroma a esa verdura.
》Me escondí allí hasta que la transformación terminara. Tres días después, desperté como uno de ellos y me sentí asqueado y horrorizado por ser un monstruo.《
Y Ellian por un momento se imaginó al rubio recién transformado con sus orbes rojizo, como el de su pesadilla, sin embargo ése Carlisle que se estaba imaginando lo veía con una mirada llena de tristeza y dolor, odio en si mismo.
Sentimientos que Ellian podía comprender del Cullen.
Nunca creyó que podía tener una similitud con él y más con esos sentimiento amargos sobre lo que eran.
— No quería eso.— volvió a hablar llamando la atención de Ellian que lo miró, no gustandole nada la mirada llena de tristeza en esos orbes dorados.— entonces traté de varias formas de matarme...
Ellian enderezó su espalda y lo miró sorprendido pudiendo sentir a su sabueso retorcerse en su interior furioso al escuchar aquellas palabras. Sintió por un momento una gran cuchillo apuñalar su corazón al ver la desesperación del ángel, un ángel tan hermoso y bondadoso como él, de querer matarse por odiar lo que era y más al saber el daño que podría causar.
Quiso decir algo... pero no encontró las palabras.
—Desde pasar hambre, ahogamiento, y saltar desde acantilados.— enumeró negando con la cabeza, ignorando por completo los orbes de Ellian llorozos.— pero nada funcionó.
》Con el tiempo que había pasado estaba tan desesperado por la sangre que mientras estaba escondido en una cueva en un bosque, ataqué y me alimenté de una manada de ciervos que pasaba por allí. Ahí descubrí que podía sobrevivir gracias a la sangre animal que lo consideré como un salvavidas, era mucho más humano que beber la sangre de un ser humano.《
—Encontré una nueva vida, una nueva forma de vivir.— siguió.— Luego de dos siglos fui capaz de perfeccionar la capacidad de resistir la sed de sangre provocada por el olor de la sangre humana.
》Durante estos dos siglos, estudié por las noches, convirtiéndome en un "patrón nocturno de las artes". Como resultado de mi meticuloso estudio, fui capaz de convertirme en un médico brillante.《
—Wow... te aplaudo.— susurró Ellian aplaudiendole provocando que Carlisle riera.
—¿Eso es un halago?
—Algo así.— respondió con dudas para luego mover su mano y decir.— continúa.
—Uno de los primeros vampiros que conocí después de mi transformación fue Alistair.— siguió.— que me evitó por completo.
》Estuvimos juntos por un tiempo hasta que nos separamos. Él...《
—¿Él?
—A él no le gusta socializar.
—Comprendo.— susurró.— ¿Después?
》¿Con que otras personas te has encontrado?《
—Luego por un tiempo, fui a estudiar a Italia.— continuó.— allí me encontré con los Vulturi.
》El aquelarre de vampiros que nos gobiernan, que son dirigido por tres vampiros nombrados Aro, Marcus y Caius.《
—Si.— interrumpió Ellian, llamando atención de Carlisle.— se algo sobre ellos.
—¿En serio?
—No conozco a todo ser sobrenatural.— explicó.— no soy una enciclopedia pero si se de ellos.
》Y diablos, si que están chapados a la antigua... Y, ¿En serio? ¿Se creen reyes?《
Carlisle rió.
—Si y son los que ponen las leyes.
—Son patéticos.— se burló Ellian.— esas leyes son antiguas y ya ningún vampiro los está cumpliendo.
》Vamos... Yo resuelvo todo caso que vincula a lo sobrenatural y créeme, he resuelto por año como 50 casos por culpa de tu especie. Así que... digamos que no cumplen muy bien con su rol.《
—Vaya... si ellos escucharan a los demás, se podría resolver.
—Ese aquelarre desaparecerá por su falta de información.— respondió con seguridad Ellian.— se creen los únicos seres sobrenaturales, creen que los humanos no saben de ellos y creen que todavía tienen poder.
》Pero ya, te cruzaste con ellos y... ¿Que pasó?《
—Bueno... claramente eran mucho más educados y refinados que los que vivían en las alcantarillas de Londres, pero eso si, vivían a base de la sangre humana.— explicó con una mueca de incomodidad en sus labios.— viví con ellos por dos décadas y durante mi vivencia con ellos... fue algo difícil.
—¿Por qué?
—Porque intentaban que sucumbiera a mis instintos.— explicó con pesar.— a veces me encerraban con humanos para que me alimentara de ellos.
》Pero nunca lograron que me alimentara a su manera.《
》Los quiero muerto.《
—Son unos bastardos.— le respondió de la misma manera a su sabueso.
—Fue difícil que me dejaran ir.— respondió.— pero cuando lo logré me dirigí al nuevo mundo en donde allí me convirti en médico y usé mis habilidades para ayudar a la gente.
》En 1911, trabajé como médico en Columbus, debido a que el médico local estaba ausente, fui asignado para tratar la pierna rota de Esme después de que ella se cayó de un árbol.《
—Espera, espera, espera...— interrumpió Ellian.— ¿Allí conociste a Esme?
》¿La Esme dulce que prepara rico la torta de chocolate?《
Carlisle rió y asintió con la cabeza.
—Si, pero en ese momento era una adolescente.— le respondió.— luego me fui de allí y estaba solo otra vez.
》Sentía una gran soledad en mi vida, no tenía un compañero que compartiera mi filosofía y valor a la vida humana. Por lo tanto, estaba pensando en crear un compañero por mi propia cuenta pero la idea de maldecir a alguien con mi misma vida causó que rechazara esa opción.《
—Realmente te juzgué mal.— murmuró avergonzado y arrepentido Ellian.— eres una buena persona.
Carlisle le sonrió pero negó con la cabeza.
—No lo creo.— respondió.— al final, transformé a alguien.
—¿A quién?
—A mi hijo.— lo miró.— a Edward.
》En 1918, trabajé en el turno nocturno en un hospital de Chicago durante la epidemia de gripe española. Durante la epidemia, me encontré con una mujer moribunda llamada Elizabeth Masen. Su hijo, Edward, estaba muriendo de la gripe también. Elizabeth Masen me rogó que haciese cualquier cosa a mi alcance para salvar a su hijo mientras ella agonizaba. Y lo pensé, lo pensé bastante hasta que al darme cuenta que Edward estaba solo en el mundo, lo cambié, convirtiéndose en mi compañero, en mi hijo.《
—Esta bien... desde tu perspectiva.— admitió Ellian.— no me cae tan mal tu hijo.
Carlisle negó con la cabeza divertido y siguió.
—Ya no estaba solo, los dos comenzamos a viajar juntos, utilizando varias veces la excusa de que Edward era el hermano menor de mi difunta esposa.— siguió.— No mucho después, en 1921, en donde fui llamado a la cabecera de una moribunda.
》Allí me sorprendi cuando me enteré de que la mujer era Esme, que sufrió lesiones por un intento fallido de suicidio provocado por la pérdida de su hijo.《
—Espera... ¿Me estás diciendo que la dulce Esme sufrió, pasó por eso e hizo aquello?
—Si.
—La voy a abrazar después.— susurró para si mismo.
—Veo que te cae bien mi ex mujer.
—Bueno... prepara rico la torta de... ¡¿Qué?!— gritó sorprendido mirando al rubio como si le hubieran salido dos cuernos.— ¡¿Ex esposa?!
—Si.— respondió con una sonrisa ladina.— ¿No sabías?
—¡Por supuesto que no!— gritó enojado.— Además... ¡¿Quién diablos me lo iba a decir?!
—Bueno... Bella.
—¿En serio? Bella nunca va a hablar de la vida privada de alguien, menos de su nuera.— respondió.— Entonces... ¿Tú y Esme... fueron pareja?
—Así es.
—Entonces... no eres completamente gay.
Carlisle parpadeó varias veces procesando las palabras para luego responder.
—No, soy gay.— respondió.— Esme fue la única mujer que estuvo en mi vida.
—Y... ¿Hombres?
—Si.
—¿Varios?
—¿Te interesa saber mi vida amorosa?
—No.— mintió, intentando calmar a su sabueso que rugía de celos con tan solo pensar con cuantos hombres estuvo el Cullen en el pasado.— para nada...
》¿Cómo es que terminaron tú y Esme?《
—Esme y yo nos queríamos, nos amábamos pero no era suficiente.— explicó.— aunque nos estábamos acompañando como matrimonio... ambos sentíamos un vacío en nuestro corazón, que sabíamos que el otro no podía llenar.
》Hasta que Esme se encontró con Theo, su pareja destinada.《
—Y ella... ¿Te dejó por el? ¿Así como si nada?
—Esme tuvo sus dudas.— respondió sin entender el tono de voz que utilizó.— Yo le hice entender que su felicidad era mi felicidad... yo no la retenía.
》Le dije que podía traer a Theo y que podíamos divorciarnos.《
—Yo... no se si podría hacer eso.— interrumpió Ellian.— si estoy con alguien, si estoy comprometido con esa persona... y aparece supuestamente "mi pareja de vida" no lo pienso abandonar a mi pareja actual por alguien que ni siquiera conozco.
》No podría hacerle eso a mi pareja que me ha apoyado y acompañado por años, no podría abandonarlo por alguien que según dice el destino es mi alma gemela. Es injusto.《
Carlisle miró a Ellian y entendió a qué se refería. Por lo que tenía entendido, el Swan estaba comprometido pero éste había fallecido, en donde claramente el castaño todavía no lo superaba. Y lo entendió. Entendió que si esa persona seguía con vida, si Ellian hubiera estado casado con esa persona en el mismo momento que ellos se hubieran conocido en la boda de su hijo y nuera... le estaba dando claramente el mensaje, que jamás le habría dado una oportunidad a él.
No importaba que fuesen parejas destinadas.
Ellian nunca iba a abandonar a su esposo o prometido.
Y si, Carlisle tampoco se habría entrometido en una relación. Él no era una persona que separaba relaciones.
Si Ellian era feliz con él, entonces... él era feliz, lo mismo que pasó con Esme.
—Entonces...— volvió a hablar en un intento de romper el silencio incómodo que se formó entre ellos.— Esme se casó con Theo... ¿Y se quedaron contigo?
—Si.— respondió.— Esme era importante para mí al igual que para Edward.
》Éramos su familia y Theo comenzó a formar parte de ella.《
—¿Y no sentiste celos?
—Celos...— susurró para si mismo.— si, tuvo celos pero no por verla con otro hombre sino por querer tener lo que ellos tenían.
—No comprendo.
—Esme había encontrado a la persona que llenaba ese vacío en su corazón.— respondió.— los veía tan felices, tan enamorados, tan unidos que tenía envidia de ellos.
》Yo quería tener a alguien así... Edward y yo teníamos ese mismo sentimiento de celos al ver a Esme ser feliz con su pareja, tener a alguien con quien compartir tu inmortalidad.《
Ellian se removió incómodo al saber en la dirección que estaba llevando la conversación. Y más al sentir a su sabueso queriendo salir para corresponder los sentimientos del rubio, que claramente Ellian lo iba a encerrar en una cajita con llave para que nunca más saliera al exterior. Como había dicho anteriormente, Ellian no estaba listo para otra pareja no hasta que pudiera cumplir con su venganza.
No hasta que él se perdonara por haber dejado morir a su prometido.
No estaba listo.
Ellian carraspeó y preguntó.
—Entonces... ¿Que pasó después?
—Nos divorciamos.— continuó sabiendo que Ellian estaba incómodo, por lo tanto le siguió la conversación.— Pasaron cinco años y llegó Rosalie.
》Ella... fue difícil transformarla, creí que la estaba salvando de la muerte pero solamente la condené a una vida eterna, amarga y llena de dolor.《
Ellian frunció el ceño al ver la mirada llena de pesar en el rubio.
—¿Por qué?
—Ella no quería ser salvada.— respondió con amargura.— quería morir.
》Y más al saber que en esta vida inmortal, al ser un vampiro, no podrías envejecer ni formar una familia... yo rompí los sueños de Rosalie, algo que jamás me voy a perdonar.《
—Sigamos, no me gusta verte así.
—¿Verme así?
Ellian se sonrojó y miró hacia otro lado ignorando los orbes curiosos de Carlisle.
—Te ves como un perrito regañado.— murmuró.— no me gustan que los perritos se pongan tristes.
—¿Me estas comparando con un perro?
—Si.
Carlisle rió a carcajadas provocando que Ellian frunciera el ceño molesto.
—No le veo lo divertido.
—Lo lamento, me debería ofender pero me es gracioso que me compares con un animal como es un perro.
—¿Por qué te ofenderías?— preguntó el castaño.— son tiernos, bondadosos, compañeros, juguetón... son adorables...
》Son muy lindos los perros, me gustan y es una buena comparación contigo.《
—¿Me estas diciendo que tengo todos esas definiciones?
—Si... casi.
—Nadie me había comparado con un perro.
—Ya, no es para tanto.— refufuñó el castaño.— Sigue, a la familia llegó la rubia... ¿Después?
—Bueno... luego de Rose, llegó Emmett.— continuó.— Rosalie lo encontró en una cacería...
》 Emmett había sido mutilado por un oso. Ella me lo llevó por más de 100 millas para que lo convirtiese.《
—Woow...
—Si, me rogó que lo transformara.— respondió.— y viéndola tan sola y triste, decidí por lo menos cumplir con su deseo.
》Convertí a Emmett.《
—¿Y después?
—Alrededor de 1950, Alice y Jasper Whitlock se unieron a nuestro aquelarre.— continuó Carlisle.— Alice nos encontró en una de sus visiones, así que se adaptaron rápidamente a nosotros.
》Y después seguimos viviendo nuestra vida hasta que llegamos a Forks y Edward conoció a tu sobrina, historia que creo que ya conoces.《
—No mucho pero igual no quiero saber.— respondió Ellian.— no quiero saber su historia de amor... me repugna.
》Entonces Bella sería la más nueva integrante de tu familia.《
—Y Nessi.
—Y pulguita.— susurró para si mismo.— ¿No te pone feliz que tu familia se haya agrandado?
—Estoy feliz de que Edward por fin sea feliz, que haya encontrado a su pareja destinada.— respondió con sinceridad.— ¿Por qué esa pregunta?
—No lo sé...— susurró.— siempre fuimos papá, Serena, Charlie y yo... luego ella murió, papá con los años cayó en una enfermedad, y siendo adultos Charlie y yo, quedamos solos.
》Hasta que Charlie conoció a la inútil de René y nació Bells...— sonrió al recordar aquel momento en donde Charlie le contó que iba a ser padre.— no sabes lo feliz que estaba por el, ya no iba a estar solo... no íbamos a estar solos. Siempre fuimos nosotros dos... nadie más y es... difícil vivir sin Charlie, me es difícil saber que él ahora sabe la verdad y me odia.《
—Él es un hombre maduro y buena persona.— respondió llevando una de sus manos hacia un mechón despeinado del castaño que se lo acomodó.— estoy seguro que entenderá por lo que pasaste.
》Solo debes darle tiempo, tiempo para que lo entienda porque la verdad puede ser muy difícil de procesar.《
—¿Crees que me perdone?
—Tú lo conoces mejor.
—No lo creo.— respondió amargamente.— No creo que me perdone.
》¿Cómo podría perdonar al asesino que causó la muerte de tu propia madre? 《
—Eras un niño.— respondió severamente Carlisle.— no sabias lo que te estaba pasando, no entendías nada de lo que te sucedía a tu alrededor.
》Fue un accidente y tu padre, lo vio así. Yo creo que sí te perdonará, su relación es muy hermosa y divertida, ambos se necesitan, se que Charlie te va a perdonar.《
Ellian miró al rubio y le sonrió provocando que el muerto corazón del Cullen saltara en su lugar y comenzara a latir o eso creía que sentía en su pecho.
—Gracias...— susurró bostezando.— ya me agarró sueño.
Carlisle asintió con la cabeza a punto de levantarse cuando se sorprende al sentir una mano agarrando su muñeca.
—No...— susurró sonrojado mirando a las sábanas sin atreverse a ver a los orbes dorados del rubio.— quédate aquí.
》Estoy seguro que tendré otra pesadilla pero si tú estas aquí... no creo que eso suceda.《
Carlisle miró sorprendido a Ellian pero no desobedeció en ningún momento el pedido del castaño, sentándose en el mismo lugar viendo como Ellian nunca dejó su agarre, sino que se acomodó lo mejor que pudo y cerró sus ojos aún sosteniendo la muñeca del Cullen, como si fuera un muñeco o una almohada para dormir.
—Gracias.— susurró medio adormilado.— por contar tu historia.
Carlisle sonrió con ternura y con una mano acomodó mejor las sábanas, cubriéndolo hasta los hombros. Sin poder evitarlo, se acercó al rostro del castaño y le dejó un suave beso en la frente al Swan que provocó que soltara un suspiro de alivio de sus labios.
—Duerme tranquilo.— susurró viendo como el agarre incrementaba.— yo cuidaré de ti.
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¡Aquí está! Lamento la tardanza y la confusión, ayer sin querer apreté el botón de publicar cuando no lo había terminado.
6592 palabras.
¡¿Que les pareció?!
¿Les gustó?
Ellian aunque no parezca, se ha acercado un poco más a Carlisle.
Carlisle es todo un bebé hermoso y le encanta ver a Ellian avergonzado.
Ellian sabe que Carlisle es su compañero de vida, lo sabe desde el primer momento en que se vieron. CHAN.
¿Que piensan del sabueso?
¡Voten y comenten!
Espero que les haya gustado.
Cuídense.
Besitos.
~M.
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