Capítulo 15. Reneesme
Faltaba poco.
Podía sentirlo.
El tiempo de vida de Bella se congelaría por completo y despertaría como una vampira.
Faltaba muy poco y estaba ansioso.
Nervioso.
Miraba el exterior del bosque intentando concentrarse, en distraerse y no estar al tanto de su sobrina, que se encontraba acostada en una nueva camilla, en una de las habitaciones más alejadas.
Durmiendo.
Observó las ramas caídas, las huellas feroces de la manada y el rastro de algunos destrozos de la casa Cullen, debido a la pelea contra los lobos.
Suspiró.
Recordando lo que pasó hace dos noches atrás.
FLASHBACK
—¡Teníamos las putas bolsas! ¡Las putas bolsas que casi nos matan y se le ocurre nacer ahora!— gritó Ellian furioso, corriendo por el bosque volviendo a la casa Cullen, ante el nacimiento de su sobrina nieta, estando detrás de él, el resto de los Cullen.— ¡Solo un día tenía que esperar! ¡Un jodido día! ¡Carajo!
Las luces de la casa Cullen podía verlo solo a unos metros y los gritos y los gruñidos de los lobos hacian imaginar la feroz la batalla en su mente, provocando que los vellos de Ellian se erizaran.
Ellian se detuvo de repente observando como los lobos estaban ganando. Los orbes chocolates de Ellian pararon en la duendecilla que estaba a punto de ser mordida por el lobo color gris justo cuando apareció el ángel para salvarla.
Sus orbes pararon hacia otro vampiro que estaba arriba de una rama en donde dos lobos estaban saltando para atraparlo, siendo empujado por Emmett. La mirada del mayor Swan se dirigió hacia la casa y un tirón hacia el interior lo llamó. Ignorando por completo la pelea, sus pasos fueron rápidos y se adentraron hacia el interior, entrando a una sala.
El aroma a sangre mezclado con el aroma característico de su Bella obligaron a sus pies a caminar en aquella dirección.
Sus pies se movían solos.
Sus piernas temblaban con cada paso, acercándose a ese salón en donde el aroma de su sobrina incrementaba junto con la sangre.
Su corazón latía fuertemente que lo podía escuchar al costado de sus oídos.
Y lo que vió lo derrumbó.
Su corazón dejó de latir.
Sus pies tropezaron, en donde se tuvo que sostener de una pared al ver lo que sus ojos estaban viendo.
Sentía que le estaba faltando el aire.
Su vista se nubló y varias lágrimas cayeron por sus mejillas, siendo una cascada de lágrimas de dolor.
Sollozó.
Lloró.
Y se acercó con rapidez hacia la camilla, ignorando la sangre a los costados y colocó sus manos en cada mejilla huesuda de su sobrina, golpeándolo con fuerzas lo dura, pálida y fría que estaba.
Las lágrimas caían en el rostro de la castaña pero no respondía, esos orbes chocolates que estaban llenos de vida ya no respondía, estaban apagados, observando un punto inexistente del techo.
Estaba completamente muerta.
Un jadeo ahogado brotó de sus labios y lloró aún más, abrazando el cuerpo de la castaña entre sus brazos. Escondió su rostro entre el cuello de ella y la abrazó aún más, intentando de alguna manera de calentar el cuerpo con el suyo.
—Bella...— susurró entre sollozos, mordiendo con fuerzas su labio inferior.— mi Bell Bell...
》¿Que le diré a tu padre? ¿Que haremos sin ti? ¿Que haré sin ti?《
Lloró soltando un grito de dolor, sin poder soportar el nudo en su pecho.
Lo estaba matando.
— Lo siento... lo siento tanto.— susurró levantando la mirada para volver a clavarlos en el rostro de su sobrina, que con el dolor del mundo llevó su mano hacia los ojos y las cerró.— mi pequeña Bella...
》Tú estuviste en mis peores momentos, fuiste mi soporte... fuiste mi ancla por un momento, estuviste para mí cuando falleció el amor de mi vida, tú estuviste allí...— lloró mientras peinaba los cabellos secos, quebradizo de su sobrina.— tu... siempre estuviste tú... y ahora que hago...《
Apoyó su frente en la frente de la castaña, llorando aún más.
》Ellian《
El castaño ignoró el llamado de su sabueso y se quedó abrazando al cadáver de su sobrina, dándole un suave beso en la frente y peinando con una profunda tristeza en su mirada los cabellos castaños de la Swan.
》Ellian.《
El castaño cerró los ojos con fuerzas y con la mandíbula tensa, le preguntó.
—¿Que mierda quieres?
》Tienes un deber.《
El Swan asintió con la cabeza pero no quería dejarla sola, no quería soltar a su sobrina.
—Hace frío... se enfermerá.— susurró, mirando el rostro dormido de la castaña.— no quiero dejarla...
》Ellian《
—¡Déjame con ella unos malditos segundos más!
》Ella lo logrará.《
Ellian parpadeó varias veces y frunció el ceño confundido.
—¿A que te refieres?
》Mira su cuerpo... concéntrate y sentirás el veneno de la ponzoña recorrer cada parte del cuerpo de Isabella.《
Ellian le hizo caso a su sabueso, y recorrió con la mirada los brazos, las piernas, la clavícula (ignorando toda la sangre en el abdomen) notando varias mordidas en ella. Cerró los ojos y se concentró para sentir la ponzoña cuando un jadeo de sorpresa escapa de sus labios al escuchar un pequeño latido, muy lento, pero que estaba allí siendo de su sobrina.
Todavía había esperanza.
Sonrió.
Sonrió limpiándose las mejillas y le besó con cariño una vez más la frente, aunque esta vez era diferente.
Tenia fe de que Bella estaría con el por unos años más.
Bella estaría bien.
Su Bell Bell... será una mujer fuerte e independiente.
Una vampira.
Pero ya no importa.
Ya no importaba.
Con tal de tenerla a su lado... vampira o humana, quería que su Bella estuviera con él, sana y feliz.
—Se que debe doler Bella... pero aguanta.— susurró preocupado.— eres una mujer fuerte, lo soportarás...
》Tu tío sabe que podrás hacerlo.《
Ellian se quedó observando el estado horrible en como quedó su sobrina cuando una risita, muy chiquitita le llega a sus oídos.
La risa de un bebé.
》Debo encargarme.《
—Lo sé.— susurró.
Giró sobre sus talones y caminó hacia otro salón, dirigiéndose hacia el lugar de la pequeña risa que soltaba aquel bebé. En aquella sala se encontró con la rubia, parada, balanceándose de un lado a otro teniendo algo entre sus brazos siendo ese bulto la bebé.
—Tú...— susurró asustada la rubia, apretando con fuerzas a la bebé entre sus brazos.— no dejaré que la toques..
Ellian se acercó sin inmutarse hacia las palabras de la rubia, en donde está gruñó con fiereza y gritó por ayuda.
—¡Emmett!
Ellian la agarró por el rostro, fuertemente y elevó la temperatura quemándola. No podía gritar al tener la boca tapada debido a la palma del castaño sobre su boca y la levanto como si fuese una pluma.
—¡Rose!— gritó Emmett al ver cómo le quemaba el rostro a la rubia.— ¡Suéltala por favor!— le gritó preocupado al ver que su mujer se movía como una lombriz, queriéndose alejar del dolor de estar siendo quemada, que al notar que lo ignoraba quiso ir a atacarlo siendo interceptado por su padre.
— Espera, si lo atacas lastimarás a la bebé.— interrumpió el patriarca.
Edward quiso avanzar pero el calor que había en el ambiente, el calor que rodeaba al Swan era sofocante, sentía que en cualquier momento se derretería como un cono de helado.
—Por favor Ellian.— le rogó el cobrizo.— no lastimes a mi hija.
—Ahora es tu hija.
Oh no...
Estaban muertos.
Era la voz del Hellhound.
—¿Que quieres?— preguntó Carlisle.
— Quiero a la bebé.— miró sobre su hombro al rubio.— solo eso...
Carlisle miró a su hijo y asintió con la cabeza.
》Rose se lo debe dar...《
El cobrizo frunció el ceño confundido ante ese pensamiento lleno de fe de parte de su padre.
》Se que no lo hará... confía en mí.《
Edward con pesar y lleno de preocupación, asintió con la cabeza.
—Rose dale a Reneesme.
La rubia que se encontraba pataleando intentando quitarse el fuerte y caliente agarre del sabueso, miró furiosa al castaño y gritó en su mente.
》¡No!《
—¡Rose, dale a la bebé!
》¡La matará!《
—¡Rosalie, dásela ya!
La rubia, que a pesar de estar sufriendo de dolor por la quemadura en todo su rostro, no quiso soltar a la bebé.
—Morirás quemada.— habló el Hellhound mirando como se movía desesperadamente la rubia.— arderás lentamente, hasta que sueltes a la criatura... a la cuenta de uno...
—¡Rosalie, dale a mi hija!
—Dos...
—¡Rose, dáselo ya!
—Y....
Rosalie dejó caer lentamente a la bebé en donde Ellian la atrapó justo a tiempo con su brazo derecho. Miró a la bebé que lo miraba con los ojos curiosos hacia el y sus orbes rojizos, ignorando por completo la situación y el caliente ambiente. Los orbes del Hellhound pararon hacia la rubia que la miraba con furia y dijo.
—Gracias.
Y la lanzó hacia el gigantón con tantas fuerzas que los dos salieron volando contra la pared.
Ya sin ningún estorbo volvió su atención a la bebé y miró con atención esos orbes chocolates como los de su sobrina.
—El juicio comienza ahora.— habló el Hellhound que estuvo a punto de analizarla cuando la pared es destrozada, entrando un lobo de color miel listo para matar aquella criatura.
El Hellhound lo esquivó con maestría y cubrió con su cuerpo a la bebé para que no recibiera ningún daño debido al lobo.
Jacob Black rugió furioso mirando al castaño en frente suyo que sostenía a su impronta.
—¡Jacob espera!— gritó el cobrizo lleno de terror.
》¡Matará a mi impronta! ¡No lo voy a permitir!《
El lobo aulló llamando la atención de la manada que estaban afuera listo para que el Black lo saque a donde se encontraban ellos y pudieran despedazarlo.
El lobo se preparó para atacar cuando es fuertemente empujado hacia otro lado, provocando que las paredes de la casa temblaran al haber chocado con una.
—¡Carlisle!— gritó Esme asustada ante lo que había hecho.
El Black agitó la cabeza hacia los costados y miró sorprendido al patriarca Cullen que se colocaba en frente del Hellhound.
》¿¡Tu padre defiende a esa cosa!?《
—Jacob...— habló el rubio.— Él no la lastimará... solo míralo...
—Jacob... creo que él tiene razón.— le habló el lector de mentes al lobo, colocándose al lado de su padre.— no creo en Ellian pero creo en mi padre.
》No la va a lastimar.《
Jacob negó la cabeza con furia sin poder creer que dejaran a su impronta en los brazos de una criatura peligrosa.
Más que furioso corrió hacia el Hellhound en donde Edward agarró a Jacob por el torso intentando alejarlo de él en donde una de las garras se clavó en el hombro de su padre.
—¡Carlisle!— gritaron preocupados la mayoría del Clan, acercándose rápidamente hacia él y observaron la quebradez en el hombro del rubio.
Edward empujó al Black hacia afuera con los otros lobos, en donde la manada les gruñó con fuerza a los Cullen, que se colocaron al lado del cobrizo, protegiendo al patriarca y al Hellhound junto con Reneesme.
—Se que la impronta del lobo es importante.— habló con firmeza el cobrizo.— pero... el no la lastimará.
》Solo esperen y vean.《
》¡No nos arriesgaremos!《 rugió furioso Uley. 》¡Ellian Swan es peligroso para el pueblo! ¡Quiere matar a la impronta de uno de los nuestros!《 》¡No queremos lastimarlos pero si defienden a ese monstruo, los mataremos!《
Edward miró preocupado a su familia y les dijo en bajos susurros.
—Nos atacarán...— miró detrás suyo encontrándose a su padre, agarrándose el hombro junto con Rosalie con el rastro quemado en su rostro y Emmett abrazandola con fuerzas.— esperen... ¿Donde está?
Los Cullen miraron detrás suyo y no había ningún rastros del Swan junto con su bebé.
—¿¡Se fue!?
—¡Se la llevó idiota!— le gritó con furia la rubia, ignorando el dolor en su rostro.— ¡La matará!
— No se fue.— susurró el rubio, comenzando a caminar hacia una dirección, donde sus pies solos se movían.— esta aquí en la casa.
Carlisle ignoró a su familia y el dolor en su hombro y se guió por el aroma exquisito de su compañero, encontrandolo en su habitación, acostado en su cama de costado mirando a la pequeña Swan acostada a su lado.
—Estas aquí.— susurró aliviado, acercándose al Swan, sentándose un poco alejado del castaño mirando la bonita escena entre tío abuelo y sobrina nieta.
Los orbes rojizos del Hellhound se apartaron de la bebé que se reía sola, en donde parecia estar contenta de estar con el sabueso, y se clavaron en el ángel.
—¿Te duele?
Carlisle tuvo que tragar saliva ante esa voz tan... gruesa y tenebrosa y negó con la cabeza.
—Un poco... ya sanará.— susurró, apartando la mirada del Hellhound y clavandolo en un hilo sobresalido de la sábana, sintiéndose intimidado ante esos profundos ojos.— tienes a mi familia con el corazón en la boca.
》Ya se darán cuenta en donde estas.《
—Había mucho ruido, escándalo.— respondió encogiendo los hombros, sin importancia y jugó con la mano de la bebé, moviendola de un lado a otro.— debía juzgarla con tranquilidad, en un lugar cómodo para mí.
Carlisle parpadeó varias veces y un poco tímido, preguntó.
—Tranquilidad y comodidad... ¿En mi habitación?
Los orbes rojizos del Hellhound pararon de vuelta en el rubio y asintió con la cabeza.
—Si.— susurró.— iba a perder la paciencia e iba a prender fuegos a todos.
Carlisle se sorprendió ante esa franqueza y rió un poco incómodo sin saber que decir.
—Vaya... es bueno que no hicieras eso.— susurró.
Hellhound apartó la mirada del rubio y volvió a clavarla en la niña ya dormida cerca suyo.
—Se durmió.— murmuró, dándose cuenta que no había soltado su dedo, sus pequeña mano, agarraba con fuerzas su dedo índice.— mi deber ya terminó.
》Ella no será un peligro para el mundo sobrenatural... ella tiene un aura muy bondadosa, pura, llena de vida, más humana que vampira. Será una gran mujer como su madre.《
Carlisle sonrió con ternura y dijo.
—Y será una gran persona como su tío.
FLASHBACK
Luego de ese momento, Edward casi muere de un infarto al no encontrar a su hija que cuando los encontró, jamas creyo ver una imagen tan bonita en su vida.
Su padre, acostado cuidando de su nieta y de su compañero que había caído dormido del cansancio. Los demás Cullen también se acercaron y algunos sonrieron aliviados y contentos por la linda imagen de ellos y por haber terminado todo bien.
El Black volvió a su forma humana y también se aseguró de que su impronta se encontrara bien, resultando ser así y en donde se disculpó por la herida que le provocó al doctor Cullen.
La manada se fue.
Y todo terminó bien.
—Por suerte.— pensó aliviado.— todo salió bien...
Después iría a hablar con la manada y explicarles lo que era.
Ya nada de secretos.
Basta.
Debían saber la verdad.
Pasos delicados resonó en el lugar sacándolo de sus pensamientos y miró en esa dirección, detrás suyo, encontrándose a la rubia Rosalie Hale acercándose a él con cara amargada.
—¿Que sucede?— preguntó Ellian, al tener la mirada furiosa sobre él.
—Quiere estar contigo.— masculló molesta la rubia, sonando como una niña pequeña caprichosa.
Los orbes chocolatosos de Ellian repararon en la bebé que ya parecía más grande, de unos tres meses, en los brazos fríos de la vampira. La bebé lo miraba con sus orbes chocolates brillando emocionados y le sonrió, inclinándose más hacia él.
Suspiró.
Y la agarró.
— No se porque me quieres tanto, pulga.— susurró abrazándola delicadamente, moviéndose de un lado a otro lentamente mirando los bonitos orbes de la bebé.— te quise matar.
La bebé rió y la rubia bufó molesta.
— Para que no quede rencores... tu rostro está más hermoso que antes.— le comentó el Swan.— y... lo siento.
》Realmente lo siento.《
La rubia se sorprendió al oírlo decirlo aquello y más sorprendida al entender su disculpa.
Rosalie sonrió ladina y dijo.
—No te queda el disculparte.
Y se fue de allí ganándose una risita divertida por parte del Swan. Ellian sintió los pequeños dedos sobre su mentón, en donde bajó la mirada encontrándose un ceño fruncido en la bebé.
—Ya, ya... ya tienes mi atención.— le susurró con cariño, tocándole la nariz suavemente.— estas creciendo muy rápido pulga... me preocupa.
Ellian notó que la pequeña quería acercar su mano hacia su mejilla por lo tanto agachó su cabeza y sintió el tacto cálido de la bebé.
Y los pensamientos sobre su sobrina nieta aparecieron en su mente.
Una imagen rara... pero que podía escuchar la voz de su madre.
De su Bella.
》Serás una gran bebé, serás una gran persona como tú tío... yo... yo estoy segura que él te amará, no le tengas miedo, el te querrá, te amará tanto que te consentirá más que yo y tu padre...— rió, pero Ellian sabia que se encontraba llorando.— estoy segura que te amará con todo su corazón como el me amo a mí.《
Ellian dejo de ver ese recuerdo y sonrió lleno de tristeza. Miró con sus orbes llorosos hacia la bebé y le dijo.
— Tu madre nunca perdió su amor por mi y yo tampoco hacia ella.— susurró, meciéndola de un lado a otro.— ¿Y sabes? Tiene razón... te amaré y te consentiré mucho pulga...
》Hasta haremos travesuras para sacar de quicio al inútil de tu padre, ¿Qué te parece eh? Oh.. no puedo esperar para que camines... será tan divertido.《
La bebé rió y aplaudió contenta, en donde una vez más estiró su mano para colocarla en la mejilla del Swan, que lo hizo y una imagen apareció en su mente.
》Era él y una versión de ella más grande, jugando en el patio trasero, mirándolos con cariño su madre y su padre, que después se une para jugar el Ángel.《
Ellian apartó la mano de la niña y le dijo.
—Estábamos bien nosotros dos y Bella, ellos son innecesarios.— le comentó, en donde sonrió divertido ante la mirada molesta de la bebé.— Ok... ok... haremos lo que tú digas señorita...
Le hizo cosquillas, sacándole pequeñas risitas a la menor. Hasta que los vellos de sus brazos se erizaron, escalofríos le recorrieron por todo su cuerpo y miró hacia la puerta de salida del salón en que se encontraba y agudizó su audición.
Un latido.
Otro latido.
Y...
Nada más.
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Y con éste capítulo terminamos la primera parte.
Lloro de emoción.
No se imaginan lo que se viene.
👉 ¿¡Que les pareció el capítulo!?
👉¿¡Les gustó!?
👉 ¿Que parte más le gustó?
¡Espero que sí!
¡Voten y comenten!
Las amo con todo mi corazón.
Besitos.
~M.
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