》¿Y que soy? Soy un Hellhound, un sabueso del infierno, el protector de Forks y de lo sobrenatural.《

—¡Woooow!— chilló emocionado el lobito.— ¿Que es eso?

Ellian lo miró y sin esperarlo, se rió a carcajadas, relajándose por completo ante el pequeño lobo, llorando de la risa al ver lo confundido que se encontraba el menor Clearwater. Algunos de allí se rieron y otros sonrieron, en donde el doctor Cullen apreció, disfrutó el escuchar y ver la risa de su compañero.

Se maravilló al ver lo lindo que era Ellian relajado.

Y esperaba verlo así más seguido y no tan a la defensiva y enojado con todos allí.

—¿Por qué te emocionas si no sabes lo que es?— le preguntó Ellian un poco más calmado.

— Es que nunca lo escuché.— murmuró avergonzado el menor.— y me parece interesante...

》¿Usted doctor Cullen lo escuchó alguna vez?《

El rubio se sorprendió ante la pregunta del menor Clearwater que lo miraba curioso y se sintió por un momento avergonzado al tener la mirada de su compañero, que lo miraba desafiante y la mayoría de los ojos de su familia sobre él.

—Bueno...— susurró.— en todos mis años de vida, no.

》¿Un protector de lo sobrenatural? Nunca había escuchado de eso.《

—Por supuesto que no.— bufó cruzándose de brazos el Swan.— si viven en su propia burbuja... se creen los únicos seres sobrenaturales y no es así.

—¿¡Hay más como tú!?— preguntó Seth.

—Si.— asintió con la cabeza.— al principio pensé que era el único... hasta que hace unos años conocí a Jordan Parrish, un sabueso al igual que yo.

》Aunque él no sabía lo que era, por lo tanto tuve que enseñarle lo que es.《

—¡Woow!— los ojitos del menor brillaron de emoción.— ¿Y cómo eres?

》¿Te transforma como nosotros?《

—No.— negó con la cabeza.— no nos transformamos en sabuesos de cuatro patas si es a lo que te refieres...

—¿Entonces?

— Nos prendemos fuego.— respondió moviendo la cabeza de arriba a abajo.— nos salen garras, podemos quemar cualquier cosa con un simple roce... somos rápidos, fuertes, nos salen colmillos y... ¿Que más?

》Oh, y somos difíciles de matar.《

Seth abrió la boca sorprendido.

—¿¡Te prendes fuego!?

—Sip, es muy molesto.— chasqueó la lengua.— la mayoría de las veces nos quedamos sin ropa.

—¡Quiero ver!

—¿Me quieres ver desnudo?

—¡No!— chilló avergonzado.— ¡Quiero ver el sabueso!

—¡Seth!— se escuchó el grito de Leah, desde afuera.— ¡Deja de molestar a Ellian y ven a hacer vigilancia!

— ¡Espera! ¡Ellian me mostrará su lado sobrenatural!

— Ah... no me prenderé fuego.— le respondió sin ceder a los ojitos de perrito mojado por parte del lobo.— y...

—¡Por favor!— rogó.— por favor, por favor, por favor...

—¡Por favor!

Ellian y la mayoría miraron al grandulón que había gritado pidiendo que mostrara su verdadera forma.

—¿Que? ¡Oh vamos! Se que quieren verlo.

Ellian suspiró.

— Espero que este de humor.— susurró para si mismo, cerrando sus ojos.

Todos se inclinaron hacia adelante, esperando algunos emocionados por lo que sucederá. Bella se acomodó mejor para observar al Swan, lista para sacarse todas las dudas que tenía en su cabeza.

¿Como era posible que su tío haya guardado ese secreto por tanto tiempo?

¿De donde venía ese lado sobrenatural? Su padre y ella eran completamente humanos, estaba segurísimo de ello.

Y... un jadeo de sorpresa se escapó de los labios de la castaña, al ver los orbes del Swan. Ellian abrió los ojos, dejándose ver dos faros rojizos mezclado con un anaranjado brillosos, como el fuego.

Hasta el ambiente se había calentado.

Hacia calor.

—Wow...— susurró Seth sorprendido al ver de cerca la mirada brillante del mayor Swan.— ¡Es increíble Ellian!

El castaño clavó su mirada en el joven de cabellos negros y aura de lobo, y habló.

—¿Tú quisiste verme?

Y se congelaron.

Era una voz grave, gruesa, tenebrosa.

Y la pregunta... los dejó helados.

—¿E-Ellian?— preguntó temeroso el Clearwater.

— No.

La mayoría tragó saliva ante esa respuesta.

—¿Eres...— preguntó el doctor Cullen, completamente maravillado y sorprendido ante el nuevo conocimiento de un ser sobrenatural.— eres... el Hellhound?

Los orbes rojizos anaranjados se clavaron en el rubio vampiro que lo miraba con sus orbes dorados brillando de curiosidad. El sabueso respiró profundamente, sintiendo de tantos olores el aroma delicioso a manzana, viniendo de aquella sanguijuela.

Sonrió.

El sabueso del infierno le sonrió al doctor Cullen.

Por un momento Carlisle sintió que su pecho saltó y comenzó a latir con rapidez ante esa sonrisa, sonrisa que le dedicó a él.

Oh Dios... estaba seguro que si fuese humano estaría rojo hasta las orejas.

—Ok, dejen de hacerse ojitos y ¡Responde!

Carlisle se avergonzó y miró con ganas de matarlo a su propio hijo, que éste se escondió detrás de su mujer ante el aura oscura de su padre adoptivo.  El rubio carraspeó avergonzado al escuchar la risita grave del sabueso y sus orbes dorados volvieron hacia el castaño que aún lo miraba a él, sonriendo.

Oh Dios... va a volver a morir.

— Si, soy el sabueso del infierno.— le respondió al rubio, ahora dirigiendo sus orbes rojizos brillando como el fuego a la humana y miró con atención el abultado vientre. Isabella al notar la mirada rojiza sobre su vientre, se asustó y se abrazó a ella misma, protegiendo a su bebé.— esperemos que ese feto no sea un peligro.

》O sino tendré que matarlo.《

Isabella tragó saliva y habló nerviosa.

— Mi bebé no lo será.— susurró mirando fijamente al sabueso.— el o ella será bueno, como su abuelo y como su tío abuelo...

El sabueso sonrió.

— Ellian te ama con todo su corazón, te ama tanto que por lo que estás pasando le duele.— habló.— él... él está dolido porque sabe que cuando llegue el momento tendrá que elegir... y él no quiere eso.

—¿Elegir?— preguntó confundida la castaña.

— Elegir entre el feto o los seres sobrenaturales que debemos proteger...

—Tengo una duda.— interrumpió el cobrizo, apoyado en una pared, cruzado de brazos mirando cuidadosamente al castaño.— si tu deber es proteger a los seres sobrenaturales... ¿El feto no contaría? Y nosotros también somos seres sobrenaturales, ¿Por qué nos exterminas? Ellian lo dice todo el tiempo.

El sabueso miró con desagrado al cobrizo y le respondió.

—Primero, si, mi deber es proteger a los seres sobrenaturales y si cuenta, ¿Por qué crees que estoy aquí? Protejo a Bella y a ese feto de los lobos, pero seré yo al final el que juzgue si es bueno o no.— habló.— y si resulta ser malo, lo mataré protegiendo a los demás seres sobrenaturales de esta criatura.

》Segundo, Ellian los odia con todo su corazón,  yo... cumplo con sus objetivos. Además que su especie se deja de delatar muy fácilmente ante los ojos humanos, Ellian como agente de FBI se encarga de los crímenes en donde su especie aparece y yo me encargo de exterminarlos, como Hellhound mi trabajo es mantener oculto lo sobrenatural ante las miradas humanas y digamos que las sanguijuelas no hacen mi trabajo tan fácil.《

— Tenemos una realeza que se encarga de eso.— habló Theo por primera vez, llamando la atención de todos allí.— los Vulturis, ¿Los conoces?

—Si, los conozco.— respondió.— he escuchado hablar de ellos, se información y se como trabajan, no me molesta lo que hacen... ellos también buscan que su especie no sea descubierta por los mundanos... aunque... es una tarea difícil ya que un tercio de la humanidad sabe de la existencia sobrenatural.

—¿En serio?— preguntó el menor Clearwater.— ¿Cómo es posible eso?

—No son humanos normales.— habló el sabueso hacia el lobo.— son cazadores, vienen desde la época de brujas y vampiros.— el doctor Cullen se tensó al escucharlo decir aquello.—
nacen, les enseña de este mundo, entrenan y asesinan a los nuestros, a seres como tú pequeño.

》Nos matan porque creen que somos monstruos por eso me encargo en salvar a los nuestros de ellos y del ojo humano.《

—Increíble.— susurró el rubio Cullen.— creí, creí que los humanos habían dejado de creer en nosotros... pero aún existen.

— Y han mejorado.— le contestó.— gracias a la tecnología avanzada, han conseguido construir armas para matarnos, torturarnos, exterminarnos...

》Todavía no lograron construir un arma para asesinarlos a ustedes pero créanme, no falta mucho para que lo logren.《

Silencio.

Seth se puso pálido y tragó saliva asustado.

—Yo... yo me iré a vigilar.— susurró levantándose del sillón, yéndose hacia afuera.— ¡Fue un gusto conocerte!— gritó desde el patio trasero, sacándole una sonrisa divertida al Hellhound.

—Mmm... tío...

Los orbes rojizos del Hellhound se pararon en la humana, esperando a que continuara.

— Tengo una duda.— susurró la castaña, tragando saliva, nerviosa, que al ver el asentimiento de cabeza del Swan, continuó.— ¿El tío desde cuando es... esto? ¿Desde que nació?

— No.— respondió.— y... no puedo responder a eso, deberías hablarlo con Ellian, que él te cuente su historia...

》Ellian me ha odiado por mucho tiempo, nunca aceptó su lado sobrenatural, siempre odió este mundo por eso sus esfuerzos en mantenerte a ti y a Charlie lejos de esto. Recién, hace unos años me ha aceptado como su otra mitad, como su lado sobrenatural y hemos estado trabajando en equipo. 《

— Entiendo.— susurró.— cuando deje de reprocharme, le preguntaré...

》Gracias por... por cuidarme.《

— Isabella Swan.— la llamó seriamente.— si hubiera sido por mi... tu ya estarías muerta.

》Estarías muerta desde el primer momento en que pise esta casa y sentí la presencia de peligro.《

Silencio.

Bella tragó saliva temerosa ante esa criatura en frente suyo.

— Pero tú tío me rogó, luchó contra mí y me dio esta propuesta.— siguió hablando.— que esperara hasta el nacimiento de esta criatura, que juzgara con mis propios ojos la maldad en él... y si llegaba a ser así, él me dejaría matarlo y si tu te convertirás en una sanguijuela también matarte y luego todo al clan aquí presente.

》Deberías agradecerle a tu tío, agradécele que sigues viva y que tu familia esté todavía en este mundo.《

Los días pasan y el embarazo de Isabella crece cada día más, provocando que el estado de la castaña empeore. La relación tensa entre Ellian y Bella, se había calmado en donde los dos podían estar en una misma habitación sin comenzar a discutir, y eso realmente en ambos los calmaba.

—Tienes la costilla rota.

Ellian arrugó la nariz al escuchar aquellas palabras, mientras observaba las placas que le hizo el doctor Cullen a la castaña, estando junto con el ángel, el cobrizo e Isabella acostada en la camilla esperando a que continuara con la explicación.

— No está astillada al menos.— susurró Ellian mirando sobre su hombro a la castaña que miraba preocupada los resultados.

— No ha perforado nada.— le comentó el rubio a los dos Swan.

— Aún.

—Edward.— le regañó Carlisle, en donde Ellian aplanó los labios mirando a la castaña que se acariciaba el vientre.

— Te está rompiendo los huesos.— siguió el cobrizo.— te está destrozando desde adentro.

》Carlisle dile lo que me dijiste, dícelo.《

Ellian se cruzó de brazos y esperó las palabras del doctor. El mayor Swan se dio cuenta que se encontraba incómodo ante esta situación, mirándolo a él para luego mirar a su sobrina.

— Carlisle dime.— susurró.

El ángel se acercó hasta la menor Swan y acarició la mano de la castaña en un intento de reconfortarla.

—El feto no es compatible con tu cuerpo.— comenzó con pesar.— es demasiado fuerte, no permitirá que recibas la nutrición necesaria...

》Te está matando de hambre y no puedo pararlo ni retrasarlo... a este paso tu corazón fallará antes del parto.《

Ellian por un momento sintió que le pegaban en el corazón al escuchar las palabras del Cullen. Miró con tristeza a la castaña, en donde esta se encontraba pensando alguna solución.

— Aguantaré lo más que pueda.— susurró esperanzada.

—Bella.— le interrumpió.— hay algunas condiciones que el veneno no puede superar.

》¿Entiendes? Lo siento.《

El mayor Swan parpadeó varias veces intentando aguantar las lágrimas que querían salir.

Suspiró, mirando a la castaña, en donde chocaron miradas, llenas de tristeza que Ellian no pudo soportar y se fue de allí.

Al cerrar la puerta respiró profundamente, apoyándose contra la pared, intentando calmarse y no largarse a llorar.

—¿Estas bien?

Ellian se sorprendió al tener la mano helada del vampiro sobre su hombro. Giró su rostro hacia la derecha encontrándose al Cullen y sus orbes casi marrones brillando de preocupación.

—¿Me ves que estoy bien?— le cuestionó apartando la mano de su hombro.

El Cullen aplanó los labios y se llevó las manos a sus bolsillos y dijo.

—No, pero...— susurró.— te prometo que buscaré la manera de pararlo..

》Estoy buscando información sobre esto... puede haber una manera de salvarla.《

— ¿Por qué lo haces?— le preguntó apoyándose contra la pared, esperando que el matrimonio terminara la discusión.

—Bella es parte de la familia.— habló.— y cuidamos y protegemos a los nuestros.

Ellian se quedó observando fijamente al Cullen procesando aquellas palabras. En estos días que había pasado realmente se había sorprendido por lo diferente que eran estas sanguijuelas con las que él conocía y más este Cullen.

Carlisle Cullen realmente parecía ser un ángel.

— Ambos sabemos que ella no lo soportará.— susurró con dolor.— no importa cuanto trates de convencerme que ella lo logrará porque no podrá...

》Y... la manada aprovechará ese momento para atacar, estoy seguro de eso... ¿Estas dispuesto a arriesgar a tu familia por ese feto?《

Carlisle lo miró con seriedad y dijo.

—Si, porque aunque mi hijo no lo acepte, yo querré a ese feto como mi propio nieto.— respondió mirando hacia la puerta al notar que el cobrizo perdió la paciencia con Isabella.— y se que Charlie si supiera la verdad... lo amaría con todo su corazón.

》Porque verá en él o en ella, a su hija.《

Silencio.

—¡No me diste opción Bella!— se escuchó el grito furioso de Edward.— ¡No me la diste!

— Esto no le hará bien a ella.— susurró con pesar el rubio.— estas discusiones, esta soledad durante el embarazo no le hace bien.

Ellian aplanó los labios lleno de disgusto al ver salir furioso al cobrizo de aquella habitación, ignorando a su padre y al Swan.

— Iré a hablar con el.— fue lo último que dijo el rubio, para desaparecer e ir tras del cobrizo.

Ellian se quedó mirando hacia la dirección en donde se fue el rubio para luego clavar su mirada hacia la puerta. Desde su ubicación podía escuchar los sollozos de la Swan en donde le dolió con todo su corazón el escucharla llorar.

Respiró profundamente, llevó su mano hacia el picaporte y entró.

Sus orbes mieles pararon en la castaña que se limpió las mejillas huesudas, fingiendo que estaba bien.

— Lo lograré.— susurró acariciando el abultado estómago, mientras que Ellian se colocó al costado de ella.— se que podré hacerlo.

— Me alegra que tu creas que lo podrás a hacer.— comentó mirándola fijamente.— pero eso no será suficiente.

Bella se mordió el labio inferior no queriendo llorar.

— ¿Que quieres? ¿Viniste a recordarme que mi bebé me está matando?

— No.— sonrió amargamente.— eso ya te lo recordó tu marido.

Bella sollozó.

— Creí que me apoyaría.— sollozó derramando varias lágrimas ya sin poder soportar el dolor de la soledad.— creí que estaría feliz por esto.

— Hombres.— le respondió, rodando los ojos.— somos idiotas la mayoría de las veces.

》Y si, me incluí.《

Ellian suspiró y llevó sus labios hacia la frente de la castaña, en donde un fuerte dolor en su pecho apareció al notar lo helada que se encontraba.

— Por hoy... volveré a ser tu tío.— susurró, apoyando su frente con el de ella con cariño.— así que... llora sobre mi hombro, llora como cuando eras una niña y yo te abrazaba con fuerzas...

Bella lo miró con sus bonitos orbes chocolates llorosos y con la poca fuerza que tenía, lo abrazó. Ellian, besó la cabeza de su sobrina y con cuidado la rodeó con sus brazos, sosteniéndola con fuerzas como la sostuvo por primera vez cuando era una bebé recién nacida.

Y se imaginó que ese feto... podría ser igual que su sobrina.

Una mini Bella.

Charlie contento al ser abuelo.

Pero no.

No puede encariñarse con el o ella, porque tiene un deber.

Solo esperaba que... las cosas no se complicaran.

Y que... ese feto, pudiera ser alguien bueno.

><><><><><><><><><><><><><><><><

Maratón 3/3

¡Y finalizamos!

¿¡Que les pareció!?

¿¡Les gustó!?

¡Espero que sí!

Muchísimas gracias por su apoyo, votos y comentarios.

Las amo con todo mi corazón.

Besitos.

~M.