6. It's different
— Soyeon...
— A mi no me vengas con que no pasa nada, Min Yoongi... — dice Soyeon mientras cruza los brazos. Hacía ya una hora que intentaba sacarle información a su hermano mayor. — Ser el rey del infierno no te va a salvar de esta conversación.
Últimamente reflejaba un comportamiento muy extraño: se reía, tarareaba o cantaba canciones que antes no conocía, e incluso ha llegado a verlo con algunas trencitas decoradas con pequeñas flores.
Ella conocía a Yoongi, él nunca fue fanático de las flores ni ninguna de esas idioteces.
Yoongi suspira luego de tomar un largo trago de su whiskey favorito. Apoya el vaso sobre el apoya brazos de su trono.
— Soyeon, ¿no tienes cosas que hacer? No sé, visitar a Soojin o quizá buscar a Jennie bajo la piedra más lejana que encuentres. Sinceramente lo que sea que te mantenga lejos para que no me fastidies.
La muchacha se acerca y lo enfrenta, con los brazos cruzados y una cerca enarcada.
— ¿Quieres que deje de fastidiarte? — pregunta.
— Sería el mejor regalo que me podrías dar. — se sincera.
— Es simple entonces: voy a dejar de molestar cuando le digas a tu hermosa hermana lo que quiere saber. — pide. — Estoy muy preocupada por tí, francamente creo que estás volviendote loco.
— ¿No te vas a cansar no? — murmura. Soyeon niega alegando que tenían todo el tiempo del mundo ya que ambos eran inmortales. — Bien, escupe las preguntas... Tienes un minuto.
Soyeon toma una gran bocanada de aire y empieza a casi rapear las mil y un preguntas que tenía en un tiempo record.
— ¿A dónde vas todos los días? ¿A quién conociste? Porque últimamente estás muy raro y siempre llegas contento de donde sea que vengas... — empieza. — ¿Cómo se llama? ¿Es chico o chica? ¿Puedo conocerle? ¿Te gusta? ¿Ya se besaron? ¿Y...? — Yoongi interrumpe.
— Mierda, Soyeon... ¿Quieres saber algo más o la entrevista termina ahí? — pregunta retóricamente.
— Sólo contesta, Min. — lo mira desafiante.
Yoongi vuelve a suspirar y empieza a recapitular las preguntas de su hermana.
— Bueno, conocí a un chico... — Soyeon sonríe. — Se llama Jimin y si me gusta y lo besé. — la demonio chilla, contenta. — No, no puedes conocerle porque... no vive aquí. — intenta salvarse de más preguntas. — ¿Listo?
Pero Min Soyeon no se la iba a dejar tan fácil.
— No tan rápido, Diablito... — lo frena, enarcando una ceja. — ¿De donde es el tal Jimin y porqué no lo puedo conocer?
Yoongi rueda los ojos. Podría escapar de cualquiera pero no de su hermana. A ella sola le tenía tanta paciencia, si hubiese sido otra persona ya hubiese mandado a barrer su cadáver.
— Jimin es un ángel, Soyeon. — dijo directo.
La rubia abre los ojos en grande y se queda callada unos segundos, algo muy raro en ella ya que usualmente nunca paraba de hablar — mucho menos si se trataba de algún chisme.
— ¿Un ángel? — pregunta sin creerlo. — ¿Osea que todo este tiempo estuviste visitando...?
— El Edén. — completa. — ¿Recuerdas que quería ir a molestar a Namjoon? — Soyeon asiente. — Mi plan era molestar algún angelito... No sé, cualquier cosa que hiciera que se quedase pelado de la rabia... — Yoongi empieza a jugar con sus manos. — Pero cuando entré a ese lugar lo vi bailar y me olvidé de lo que venía a hacer. Empezamos a hablar y le dije mi nombre... ¿Puedes creer que sabe quien soy y no me teme?
— Oppa...
— Incluso tú me temes, Soyeon. — la demonio baja la cabeza. — Aunque eso me lo gané... Pero esta vez siento que por fin es diferente. Con él lo es...
— ¿Lo quieres? — pregunta bajito.
— Mucho. — sonríe, recordándole.
— Mira, quizá sea peligroso que yo vaya al Edén pero quizá puedas traerlo. — Yoongi niega repetidamente alegando que aquello era muy peligroso. — Con tu protección no corre peligro aquí... ¡Carajo, eres el Rey del Infierno Yoongi! Creo que cualquiera se lo pensaría dos veces antes de herir a tu amado, así sea un ángel.
— Soyeon... — niega.
— Sólo piénsalo... ¡No! ¿Sabés qué? Pregúntale a él, deja que decida.
Jimin, su chico, en su hogar... Por más que la idea le tentase no creía que fuera una buena idea.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro