[CAPÍTULO 37]
04/02/2022 | Hospital general de la Rebeldía, Inazuma, Japón.
La habitación estaba algo silenciosa, sólo se escuchaban los sonidos de las personas que se movían y preparaban para el pequeño procedimiento. Y era precisamente ese silencio lo que ponía a Tetsu tan nervioso.
—Tranquilo —le habló la enfermera que estaba con ellos en la habitación—, todo va a ir bien, además, tienes aquí a tus hermanos, no te preocupes.
—Sí... Sí, estamos aquí —alzó la voz Marvel apretando un poco la mano de Tetsu.
Y finalmente podían decir esas palabras con seguridad. Habían pasado tres meses desde que las pruebas de ADN de Tetsu coincidían perfectamente con las de Marvel y Pavel, era un hecho que eran hermanos. Que Tetsu era esa hermanita bebé que ellos creían que nunca había nacido. Igualmente Pavel, Marvel, Edgar y Abisua eran los hermanos que Tetsu nunca supo que existían.
Les tomó algo de tiempo asimilarlo, sobre todo a Tetsu. Él ya tenía dos hermanos, Yamato y Sōji eran sus hermanos, pero ahora había descubierto que tenía también familia de sangre. No es que los rechazara, incluso antes de que las pruebas lo confirmaran, le agradaban mucho ellos dos y claro que le estaba agradecido a Pavel por haberle salvado la vida, pero era difícil verlos como sus hermanos.
Para los dos mayores fue distinto, ellos sabían que se suponía que tendrían una hermana, sólo que nunca la llegaron a conocer, pero el ver a Tetsu con 17 años y toda una vida ajena a los Nowak, definitivamente suponía un contraste para ellos.
Pero los tres habían dado su mejor esfuerzo por hacer al menos un poco cercana su relación. Tanto Pavel como Marvel sabían que Tetsu nunca iba a tener la misma relación con ellos como la tenía con sus otros dos hermanos, lo mismo aplicaba en ellos en menor medida, pero no querían seguir viviendo completamente indiferentes a su relación.
Marvel era quien más cercano se había vuelto a Tetsu ya que, en la ausencia de su padre quien sólo pudo ir a visitarlo una vez junto a Yamato, Hijikata y Sōji tampoco podían pasar tanto tiempo con él debido a sus trabajos y la condición del menor así que Clover se encargaba de acompañarlo en el hospital afianzando así mucho su relación.
—Bueno, ya sabes lo que vamos a hacer —dijo la enfermera al ver que Pavel ya estaba listo—. Vamos a quitarte el oxígeno y el tubito y tú vas a intentar respirar normal, ¿sí? La vez pasada no pudiste porque aún había pasado muy poco desde que te hicieron la traqueotomía, pero ahora esperemos que sí se pueda.
—Ya con esto sabremos si te podemos ir quitando poco a poco la traqueotomía o no —dijo Pavel ya estando al lado de Tetsu antes de sonreírle aunque no pudiera verlo por el cubreboca—. ¿Listo? Cuando tú digas.
Él asintió mirando a su hermano sin estar realmente preparado. Pero el mayor asintió y se acercó hasta desconectar el tubo que conectaba el oxígeno con la entrada que Ikeda tenía en el cuello. Por un momento el menor sintió cómo se asfixiaba, la repentina ausencia del oxígeno fue un cambio drástico, pero intentó mantener la calma y centrarse en respirar teniendo que jalar él solo el aire que entraba directamente por su cuello.
Para él fue eterno, pero realmente sólo habían pasado unos segundos que habían hecho a Marvel sonreír con energía.
—¡Muy bien, Tetsu! —dijo casi eufórico al verlo respirar a pesar de lo difícil que parecía en esos momentos.
—Ya estás respirando —asintió Pavel también con una sonrisa tranquila antes de confirmar cómo sus signos vitales seguían bien aunque la oxigenación hubiera disminuido un poco—. Ahora voy a quitarte las cánulas, ¿sí? Los tubitos que tienes en la tráquea. Te va a costar más, pero no pasa nada, tú sigue respirando como ahora.
Tetsu asintió y dejó que su hermano le quitara los tubos después de unos segundos, aunque intentó seguir respirando como hacía, no pudo. Después de dos inhalaciones y no poder sentir que el aire llegaba, empezó a toser incluso provocando que unas pocas flemas salieran por la abertura que tenía en el cuello.
Marvel podía sentir el dolor ajeno, casi podía sentir cómo le faltaba el aire a él también con tan sólo verlo y escuchar esa tos desesperada, pero Pavel y la enfermera se encargaron de calmarla pronto. Aprovecharon para cambiar las piezas y una vez le pusieron las nuevas, volvió a salir aquel moco que limpiaron rápidamente. Introdujeron un pequeño catéter por el orificio de su cuello para así limpiar el resto de flemas y después de ello simplemente esperaron unos minutos.
Llegó el momento en el que Tetsu le apretó la mano a Marvel y miró a su otro hermano a los ojos negando con la cabeza, entonces fue cuando volvieron a conectarle el oxígeno.
—Lo hiciste muy bien —esas palabras definitivamente lo sorprendieron—. Estuviste casi quince minutos sin oxígeno y respirando sólo con la traqueotomía tú solo, la vez pasada no aguantaste ni un minuto, esto es un progreso. Ahora es cansado y al final tú mismo supiste cuándo ya no podías más, pero poco a poco vas a volver a acostumbrarte a respirar normal, piensa que ahora tú no estás haciendo casi ningún esfuerzo, la máquina te manda el oxígeno directamente a la tráquea, debes volver a acostumbrarte. Pero con esto poco que hicimos hoy ya podemos saber casi al cien por cien, que en unas semanas ya te daremos el alta, vas a estar sin oxígeno, y ya más adelante veremos si podemos quitarte la traqueotomía definitivamente.
Realmente ese había sido un gran progreso, todos estaban felices por Tetsu, después de varios meses en el hospital bajo tantos procedimientos y exámenes finalmente podría salir y empezar a retomar su vida lo más normal posible.
De por sí no es recomendable que un médico tenga alguna relación emocional con el paciente, pero en este caso había sido Pavel quien había conseguido salvarlo en la operación junto a sus alumnos colocando la traqueotomía sin haber dañado más la zona, él fue quien lo trató desde el primer momento y aunque le ofrecieron dejarlo para darle a Tetsu otro doctor, él se negó aún después de saber que era su hermano de sangre.
El corte había sido muy profundo, había perdido mucha sangre e incluso estuvo un tiempo sin respirar pero aún así había sobrevivido sin ningún daño además del directo que había causado el corte en su cuello. De ahí que ese apodo que le pusieron los médicos la primera noche ahora fuera la forma en la que mucha gente lo empezó a conocer: Kiseki, el milagro del Myr.
Pero en la zona militar de la Rebeldía las cosas no estaban demasiado calmadas a decir verdad.
—¿Tienes a Destiny? —preguntó Neil empujándose con los brazos en el escritorio hasta mover la silla giratoria y poder mirar a Cadence desde la otra mesa quien hizo el mismo movimiento para ver a su compañero.
—Sí, a ella sí.
—Pásamela —inmediatamente le pasó la comunicación de la chica a Turner—. ¿Destiny?
—Sí —respondió inmediatamente la chica.
—Bien. Al vehículo 3 le rompieron las comunicaciones, perdimos el contacto, ¿los tienen cerca?
Ella dudó un poco mirando a los lados aún en el auto en movimiento.
—Sí, están a dos calles, van al oeste.
—Que no vayan.
—¿Qué?
—¡No vayan al oeste! Ya tienen las ubicaciones y los están siguiendo, van a tener un comité de bienvenida en la salida oeste a la Transición —eso último hizo que lo pudieran escuchar todos los demás chicos—. El punto de exfiltración será la salida este. Repito: el punto de exfiltración será la salida este del Centro. Que Sierra 3 no vaya al oeste.
—Nos encargamos nosotros —habló Riccardo por su propio comunicador—. Que Sierra 2 vaya al este junto a Sierra 1.
—Recibido. Sierra 4 irá al oeste, todos los demás, exfiltración ahora —repitió Neil antes de apagar su micrófono y suspirar cerrando una de las páginas que tenía abiertas en las tantas pantallas que controlaba—. Esto salió peor de lo que esperábamos...
—Y que lo digas —dijo Soundtown también un tanto agobiado.
—Acabo de cerrar la página de solitario, imagínate —ambos dejaron libre una pequeña risa sin apartar la mirada de las pantallas.
—Aquí a la izquierda —dijo Riccardo asomándose a la parte delantera del auto viendo a Doug conducir con velocidad y ya un tanto tenso a decir verdad—. Jimmy, ¿no puedes conectarte con los del 3?
—Eso intento pero vamos mal, no tengo ni la señal de Cherry, Michael o Eugene... —negó un tanto frustrado intentando hacer que funcionaran las conexiones desde su computadora.
—Eso es que les rompieron el inhibidor de señal y les colgaron las comunicaciones —chaqueó la lengua Doug.
—¡Riccardo, pon una magpie! —alzó la voz Jimmy provocando que di Rigo reaccionara al momento y le hiciera caso. Con la magpie ahora su inhibidor de señal estaba protegido, lo que significaba que su red seguía segura y sólo sus compañeros podrían tener información.
—¿Y Zippy no puede hacer nada? —preguntó al aire el Virtuoso.
—Por la cercanía no... —chasqueó la lengua Jimmy un tanto frustrado mirando por la ventana.
—¿Y tú no puedes hacer nada si nos acercamos más hasta coger su señal? —siguió preguntando desesperado a Jimmy quien empezó a morder la uña de su pulgar tratando de pensar.
—¿Sabes? A la mierda, Turner dijo que podíamos desobedecer —por un momento tanto Riccardo como Doug se sorprendieron, no fue hasta que Jimmy se conectó con los chicos del vehículo 1 -Zippy, Victor y Zaphod- que comprendieron lo que quiso decir—. Duivel.
—Lech, dime —Lerner apretó el audífono en su oreja.
—Vengan al oeste.
—¿Qué?
Entonces Riccardo le dijo a Kyrk que conectara su audífono para que pudiera decírselo él mismo a Lerner y los del coche 1.
—Nos van a emboscar en el oeste, pero los del Sierra 3 no lo saben, van directos a la boca del lobo, no vamos a dejarlos ir sin más pudiendo ayudar. Que las libélulas y Echo vayan al este, que nos cubran desde la Transición, que Inchy se vaya con toda la información. Nosotros vamos al oeste, alcanzamos a los Sierra 3 y entonces...
—De acuerdo, les hackeo los dispositivos para alertarlos y nos vamos antes de llegar a la emboscada —terminó Zippy la frase.
—Regrésate —le dijo Riker a Victor al estar escuchando también lo que decían a la vez que volvía a preparar su arma para entrar en la zona peligrosa, es decir, donde estaban todos los grupos del Centro intentando atraparlos por tal caos provocado en la ciudad.
—Veo que el Virtuoso ya volvió a lo de cambiar la estrategia en el mero instante —sonrió Victor mientras giraba retomando la velocidad para ir hacia el oeste—. Me alegro.
—Sí, gracias. Pero alégrate después, ahora corre como el demonio o no tendrás de que estar feliz.
Blade rodó los ojos riendo un poco mientras seguía por el camino que tan bien conocía.
—Di Rigo siempre cambiando los planes —rio Riker antes de mirar al frente cuando Victor giró en una calle teniendo que detenerse.
—Frey, por favor —pidió empezando a cambiar la velocidad para ir hacia atrás al tener la calle cortada.
—Claro, ve para atrás, más... eso es —entonces abrió la pequeña ventanilla que el coche tenía en la parte superior por la que se asomó arrojando uno de sus dardos explosivos a aquello con lo que habían cortado la circulación dificultando las cosas para los rebeldes.
Al estallar, Victor aceleró teniendo ahora suya por completo esa avenida amplia que conectaba el este con oeste directamente, el conocido circuito. Gracias a la alerta a los ciudadanos, no había nadie en la calle así que circular era mucho más fácil, sus únicos obstáculos eran las barricadas del Centro así como los coches que estaban estacionados en las calles o incluso en medio de estas.
Pero esa explosión no pasó desapercibida para un grupo de chicos en el oeste de la ciudad, desde la entrada a la Transición pudieron escuchar la explosión e incluso ver un poco del humo a lo lejos del circuito.
Varios de ellos se quedaron mirando con algo de fastidio, pero la mayoría de miradas migraron de inmediato hasta su líder quien era el que menos preocupado lucía, sólo seguía sentado en las escaleras delante de ellos.
Segundos después se levantó sin mucha prisa caminando hasta el Jeep que tenían estacionado cerca de ellos.
—Arc, ven conmigo —el chico inmediatamente lo siguió hasta el auto—. Earphone, haz un grupito y espera aquí, ahora te consigo un vehículo. Los vamos a emboscar desde más atrás, ya se huelen nuestro plan.
—Recibido —asintió la chica dando unos pasos al frente.
—Nosotros iremos por el circuito directamente, ustedes vayan hacia la puerta este, ya tienen la información así que con que uno de los vehículos vuelva ya habrán cumplido su misión —dijo mientras se subía al asiento de copiloto y finalmente su compañero arrancaba. El rubio tomó su teléfono personal y buscó entre sus contactos hasta comunicarse con uno—. Honebami, dile a Gamma que quiero su Jeep en la entrada oeste en dos minutos.
—¿A Gamma? ¿No quieres el nuestro? —habló algo confundido.
—No, quiero uno del Protocolo Omega, seguramente lo destrocemos —respondió con tranquilidad.
—De acuerdo. ¿Cómo va?
—Tienen la información y se están exfiltrando, descubrieron la emboscada así que toca perseguir a los patitos que se salieron de la fila.
—Ten cuidado.
—Gracias —sonrió, pero antes de colgar miró por la ventana mientras su debate moral acababa a favor de decirle aquella información a su amigo—. Namazuo... ¿Qué piensas de las viudas negras?
—¿Qué quieres decir? —no era raro que ese chico hiciera preguntas tan retóricas y hablara de una forma tan misteriosa o usara sus retos y enigmas que la gran mayoría de veces le hacían gracia a Namazuo, pero en ese preciso momento perdió los nervios por la situación y su adivinanza concretamente— ¿¡Qué!?
—Son letales, ¿no? Pero también tienen que pasar por la prueba de perder a su pareja, su naturaleza se los dicta: tendrán que alimentarse de él por su propia supervivencia —entonces suspiró con tristeza ya sabiendo casi a la perfección lo desesperado que estaba Honebami en ese punto—. Frey está en uno de los coches.
—¡¡Sasha, no-!!
Pero tuvo que colgar en ese momento, ni siquiera pudo terminar de escuchar el grito desesperado de Namazuo. Dejó su mano con el teléfono sobre su pierna apretándolo al sentir la culpa sobre lo que haría a continuación. Incluso se le escapó un pequeño sonidito por la ira y tristeza contenidas y opacadas por su deber.
—¿Estás bien? —preguntó su acompañante y él simplemente asintió restándole importancia y pasando su brazo para secar sus ojos de esas lágrimas que ni él podía comprender.
Pero más allá, en uno de los coches enemigos, finalmente habían obtenido la señal gracias a la cercanía que Zippy había alcanzado. Aunque Cherry, Michael y Eugene estuvieran por las calles normales, al cruzar por el circuito, habían recortado mucha distancia, la suficiente como para que el virus de Zippy atacara las comunicaciones de Eugene y recibiera la señal de retroceder y salir por el este.
Nada más hacerlo, Victor volvió a girar en U para regresar por el mismo circuito desconcertando así a los otros dos chicos que los perseguían.
—¿Ya se dieron cuenta? —preguntó Zippy al mirar por la ventana de atrás y toparse con el Jeep enemigo seguirlos.
—Del plan del Virtuoso sí, sólo que no esperaban que acabara tan rápido. Ahora nosotros debemos cubrir a los del Sierra 3 mientras ellos nos persiguen —dijo Riker volteando también.
—Frey, ¿estás como para reventar un auto? —de pronto escuchó la voz de Riccardo por el audífono.
Por un momento no supo cómo responder, al haberse volteado y mirar por la ventana, pudo llegar a notar los rostros de los dos chicos que estaban en el auto de atrás. Muy en el fondo le sonaban, sabía que en algún lado los había visto y en el fondo sabía dónde había sido. Pero antes de poder pensar en nada más, se pudo fijar en la sonrisa tranquila y confiada del copiloto, no tuvo que pensar más, en ese momento lo reconoció.
Y antes de nada más, su corazón se paró al sentir cómo el coche giraba bruscamente bajando de la elevación en que estaba el circuito. Habían tomado una de las pequeñas entradas laterales que había.
—Riker, ¿estás bien? —preguntó Zippy poniéndole una mano en el hombro a lo que asintió lentamente sin estarlo realmente.
—¿Qué pasó? No escuché...
—De nuevo Riccardo —dijo Victor desde el asiento del conductor.
Pronto se encontraron con el auto Sierra 3 que iba hacia el este mientras que ellos ya habían salido del circuito esperando por sus persecutores.
—Los distraeremos, que escapen los Sierra 3 con los Sierra 2, entonces los Sierra 1 los van a neutralizar.
—¿Van a reventar el coche? —preguntó Zaphod.
—Afirmativo —asintió Riccardo desde su propio micrófono mientras preparaba su arma tras haber estacionado un momento fuera del circuito.
Los nervios pudieron con Riker. Haber visto a esa persona de la nada lo había hecho estremecer, tantos pensamientos se le cruzaban por la mente que no podía hacer nada, se quedó paralizado en el asiento mientras Victor seguía conduciendo de vuelta hacia el oeste. Esta vez serían ellos quienes emboscaran a los del Centro: Riccardo y Doug llegarían desde el frente como estaban haciendo mientras que ellos los acorralarían por atrás.
Al saber que eran el Virtuoso y Mute quienes estaban al mando de su vehículo y el ataque, sabía que irían en serio, que serían letales, pero lo que había escuchado por parte de su novio lo hacía temer lo mismo de los enemigos.
Riccardo simplemente se asomó por la ventana empezando a disparar hacia el vehículo, pero justo cuando este perdió el control al haberse reventado una rueda, ambos vieron algo salir de la ventana en dirección suya.
Cuando impactó en el suelo poco pasó hasta que fue detonado y se dieron cuenta de que se trataba de una mina de aturdimiento. Debido al fallo en el lanzamiento no les había afectado, pero el fuerte temblor que provocó los alertó bastante.
—¡No los dejes respirar! —gritó Riccardo bajando del auto al mismo tiempo que Doug yendo en dirección al vehículo contrario.
Victor ya los había acorralado desde detrás así que no podían huir técnicamente. Pero aún así no se detuvieron a comprobarlo, Mute lanzó una Candela que estalló cegando incluso un poco a sus aliados mientras él se acercaba pudiendo ver gracias a sus gafas especiales.
Aunque disparó a los asientos delanteros, al acercarse no pudo ver a nadie ni vivo ni muerto en el interior. Lanzó otra Candela por desesperación para aprovechar la ceguera de los demás para encontrar así él a los enemigos también ciegos en ese momento.
Alcanzó a verlos salir desde la puerta trasera, por eso mismo dio la orden desesperada.
—¡¡Lech, ahora!! ¡Todos aléjense!
Corrió hacia el auto tomando a Riccardo del bazo para que se alejara también ya que Jimmy, quien se había bajado del coche cuando pararon, estaba en un lateral de la calle apuntando con su dispositivo especial al Jeep enemigo.
Ninguno de los dos lo esperaba, no esperaban que pudieran haberlos emboscado de tal forma en su propio territorio. Sintieron miedo de verdad al escuchar a Mute avisar a su compañero mientras se alejaba. Por eso fue que Arc tomó al rubio de los hombros abrazándolo en el momento en que saltó desesperadamente por el borde del circuito cayendo tan sólo dos o tres metros usando su cuerpo como escudo para su compañero a la hora del aterrizaje.
Pero aquello ya no pudo ser visto por los rebeldes, la explosión del auto fue tan llamativa que parecía imposible que alguien pudiera sobrevivir a eso, era imposible de hecho.
—¡Ya no pierdan más el tiempo, vámonos! —ordenó Doug subiendo de nuevo al auto junto a Riccardo para tomar él el volante y esperar por sus tres compañeros quienes tuvieron que salir del vehículo para poder subir al Sierra 4 y huir sin ser obstruidos por los restos aún ardiendo de la explosión del Jeep enemigo.
Una vez dentro todos, arrancaron de vuelta hacia el este.
—¿Entonces íbamos directos a la trampa? —preguntó Cherry un tanto alterada sin apartar la vista del camino.
—De no ser por la señal que nos mandó Zippy... —Eugene también estaba algo nervioso por ello.
—Ya nos habrían matado —murmuró Michael viéndose algo más molesto que asustado.
—Qué asco... Odio el Centro —masculló ella apretando un poco el volante.
Michael la miró por unos segundos. Ya sabía que Cherry había nacido y vivido un tiempo en el Centro, no le gustaba hablar de ello, evadía el tema lo más que podía, pero un día había terminado por contárselo a algunos de los chicos del Raimon.
Su padre abusaba de ella y la maltrataba constantemente, por eso cuando su madre se enteró se desató toda una pelea en su casa que cambió la vida de la pequeña Cherry para siempre. Fue tras el arresto de su padre y la muerte de su padre que ella se quedó huérfana, pero tan sólo años después ella se fugó hasta conseguir entrar en el Raimon gracias al contacto que hizo con Soundtown y Maxine.
El Centro no le traía buenos recuerdos ni mucho menos, pero Michael pensó que podría llegar a tener algún otro tipo de sentimiento al verse envuelta en un conflicto que estaba dañando su propia ciudad, pero no era así. Claro que él tampoco sentía empatía o lástima por el Centro, pero esto era debido a que no era de allí y para colmo había sufrido las crueldades de la capital desde pequeño. Pero incluso Riccardo quien había pasado su infancia en la ciudad, no sentía ningún tipo de apego. Quizá antes todavía podía sentir algún tipo de nostalgia al estar en el lugar donde conoció a Maxine, donde creció y pasó las partes más dulces de su infancia así como la más cruel, el final de esta.
La infancia de Riccardo se terminó el día del ataque a su casa, cuando vio a su madre morir delante suyo. Pero su compasión se acabó cuando Maxine murió a manos del propio Centro, el mínimo apego que podía sentir hacia su lugar de origen se esfumó en ese momento.
Seguramente con Cherry la situación era la misma, por eso no dijo nada más, sólo la miró y compartió interiormente ese mismo pensamiento de odio.
—Michael, nos siguen —advirtió Eugene al notar algo en su radar.
—¿No que Jimmy ya había...? —se volteó algo desconcertado, pero al ver cómo un vehículo se acercaba a ellos, simplemente tomó la marcadora y se asomó por la ventana comenzando a dispararles.
Las balas volaron también en su contra, fue precisamente eso lo que los hizo alterarse más.
—¡Dejen que se vayan, ustedes huyan, nosotras nos encargamos de ellos! —habló Luna por el comunicador recién reparado de Eugene.
—Bien... Cherry, necesitamos distracción —dijo Michael y la chica inmediatamente asintió.
—Eugene, conduce —dijo la chica entregándole el volante a Michael un momento mientras se pasaba a la parte trasera del auto cambiando de lugar con Eugene.
No podía negar que estaba asustado, que los nervios lo harían tener más problemas para manejar, pero respiró con profundidad apretando el volante decidido a ayudar en lo que pudiera. Movió el espejo que le permitía ver la parte trasera y por ende a sus persecutores.
Michael siguió disparando consiguiendo mantenerlos un poco a raya al menos unos metros.
—Voy a girar a la izquierda en la siguiente calle —avisó Eugene.
—Perfecto —Cherry se asomó a la ventana superior echando un vistazo antes de volver a ocultarse para no recibir algún disparo.
—Tres... dos... uno —contó Eugene antes de girar derrapando. Esa fue la señal para que Cherry se levantara luchando por no caerse mientras Eugene giraba, y en el instante en que entró a la calle siguiente, sacó una mano de su propio sujetador teniendo en ella uno de sus pequeños botes de glicerina que estalló al tocar el suelo obligando a los enemigos a detenerse.
—¡Bien hecho! —Michael le puso una mano en el hombro felicitándola antes de mirar y confirmar que aún no los seguían.
—Gracias —se llevó una mano al pecho aún un tanto exaltada por la adrenalina.
Genji volvió a girar para retomar el camino en dirección al punto de exfiltración.
Pero aquel vehículo dirigido por la tal Earphone, no se detuvo tanto tiempo, fue directamente hacia la salida este estando a punto de emboscar a los tres vehículos rebeldes.
—Faythe, conduce tú —Luna le entregó el volante a su compañera cambiando el lugar.
—Ya vienen los Sierra 4, traen también a los del Sierra 1 —informó Dave al recibir esa información gracias a su dron.
—Bien, sólo hay que retenerlos unos segundos más.
—Yo me encargo —Luna dejó su arma en el momento en que Faythe estacionó justamente en la entrada oeste sacando entonces su arco especial, Quimera. Con este disparó a los lados del vehículo formando una barrera de fuego que impedía a los otros soldados y vehículos del Centro llegar a ellos.
Faythe y Dave se encargaron de disparar a las torres de vigilancia del muro que delimita el Centro.
Así fue como consiguieron asegurar la zona el tiempo justo hasta que los otros dos autos cruzaron la entrada. Doug se bajó entregándole el volante a Victor para entonces correr hacia las chicas e Inchy quienes seguían defendiendo en el auto.
—¡Vámonos de aquí! —dijo Luna tras disparar otra flecha que mantuvo la llamarada que los cubría ardiendo.
—¡Lanzo Candela! —en ese momento tanto Luna como Faythe se colocaron en sus puestos en el coche cerrando los ojos mientras que la granada de Doug conseguía pasar el muro de fuego y estalló cayendo justo en el parabrisas del auto cegando por completo a Earphone así como a sus compañeros.
Luna tomó el control del vehículo y se empezó a alejar cruzando la entrada que limitaba el acceso al Centro.
—Faythe, Kraken —dijo Doug y ella asintió tomando de su cinturón uno de los botes de Kraken que arrojó soltando una espesa nube de humo negro que incluso podía ser algo irritante al respirarlo o entrar en contacto con los ojos.
—Cúbrenos con Kraken hasta que nos alejemos lo suficiente —dijo Krol centrada en la conducción lo mejor que podía a pesar de estar completamente obstruida su visión por el humo que chocaba con el parabrisas y ventanas.
—¿Cómo vamos a huir y encontrarnos con los demás así? —preguntó la chica ya con el siguiente frasco a punto de ser arrojado.
Luna sólo suspiró agobiada sin saber cómo responder a su amiga.
—Supongo que yendo hacia adelante y rezando por no estrellarnos —se encogió de hombros Mute también un tanto preocupado.
—No será necesario —sonrió Dave captando la atención de Heeler después de que arrojara el siguiente bote abriendo mínimamente la ventana—. Puse a Yokai en el frente del coche, su sensor de movimiento nos ayudará a ubicarnos y no chocar con nada. Además tengo la ubicación de Zippy y Eugene, estamos bien, sólo hay que ir hacia la Rebeldía de nuevo.
—¡Maldita sea, eres un genio! —chilló Faythe abrazándolo mientras reía con euforia.
—Bien hecho, Inchy —dijo Doug con media sonrisa.
Cuando vieron en sus radares cómo los tres vehículos ya estaban entrando en la zona Rebelde, tanto Cadence como Neil suspiraron con alivio.
—No tengo idea de cómo pero salió bien —dijo Cadence notando lo nervioso que estaba al ver cómo su mano temblaba sobre el escritorio todavía.
—Yo tampoco. Sólo perdimos un coche, pero de ahí en fuera todo fue bien. No hay heridos, la misión fue un éxito...
—¿Y qué pasa con el Centro? —la voz de Soundtown adquirió un tono bastante preocupado— Hicimos unos pocos destrozos por allá, no lo van a dejar pasar por alto.
—¿Y qué? —se encogió de hombros Neil volviendo la vista a la pantalla— Ellos hacen destrozos todos los días en nuestro territorio, no es que no nos quejemos, sí contraatacamos, quizá ellos hagan lo mismo, ¿y qué? Ya hicieron un Coliseum, llevan años atacando como si nada, ¿se van a quejar por unos pocos destrozos? Qué patético —suspiró con molestia.
—Tienes razón pero...
—Tienen mucho dinero para reconstruirse, además a ellos les da igual los destrozos o civiles que maten sólo para hacer sus cosas, ¿por qué debemos preocuparnos? ¿Porque nos ataquen de vuelta? Es una guerra, se supone que de eso se trata: dar y recibir. Si peleas debes estar listo para recibir daño tú también, esto no es un juego. Quizá ellos pensaban que sí, que sólo podían atacarnos y hacernos daño y todo se limitaría a los territorios rebeldes, pero no, las guerras no tienen reglas, se pelea donde sea. Y me parece que apenas, casi cuarenta años después, se están dando cuenta de que esto no es un juego, de que somos espléndidos y también nos gusta dar —suspiró de nuevo intentando calmarse un poco y mirar a su compañero con una sonrisa tras volver a mover la silla hacia atrás—. ¿En lo que se mandan los archivos quieres jugar tetris?
*** *** ***
"Depende de ti si ante un problema se te cierra el mundo, de si quieres ahogarte en un vaso de agua. Y también es cosa tuya el encontrar una salida y mantenerse a flote."
Nombre: Vladimir Blade
Nombre en clave: Pendragón
Lugar de nacimiento: Transición, Inazuma, Japón
Edad y Fecha de nacimiento: 14 de noviembre de 1995, 26 años.
Altura: 1.73 m
Peso: 69 kg
Bando: Rebeldía general, Caballeros Templarios.
Blindaje: 3
Velocidad: 3
Arma principal: Rifle de asalto R4-C
Arma secundaria: Pistola de mano P-9
Auxiliar: Cámara antibalas.
Dispositivo especial con descripción: (—)
Especialidad y línea de ataque: Transportista, especializado en transporte aéreo.
Entrenamiento:
—Capacitación básica militar.
—Curso de pilotaje terrestre y aéreo.
Experiencia importante:
—Ataque al cuartel B del Centro para evitar contaminación hídrica masiva (12 de febrero 2021)
—Neutralización de la mansión de los Moskowitz (20 de mayo de 2021)
—Defensa del Myr (23 de noviembre de 2021)
Trasfondo: Los Blade eran una familia de clase media que vivían en la Transición. Fue el primer hijo de la familia y tuvo una infancia normal, fue a la escuela al igual que su hermano Victor (Lancelot) y creció con normalidad. Sus padres planeaban mandarlos al Centro con un familiar cuando Vladimir tuviera 18 años y Victor 15 para que pudieran tener una vida mejor. A los doce años su padre le enseñó a conducir, poco a poco fue aprendiendo y a los 14 años ya podía conducir con normalidad, esto suponía cierto alivio para sus padres ya que así podría moverse bien en el Centro cuando se mudara allá, además le abría oportunidades en caso de que tuviera que conseguir empleo mientras estudiaba o alguna situación imprevista. Pero cuando él tenía 16 años aquel familiar en el Centro fue deportado y al encontrarse su relación con los Blade, también fueron arrestados sus padres. Ellos consiguieron que Victor y Vladimir escaparan, más tarde consiguieron contactarse con la Rebeldía y fueron llevados ahí donde se instalaron. No pudieron saber más de sus padres, lo más seguro era que los habían llevado a los Valles. Con tan de vengarse así como de buscar una forma de vivir, Vladimir se alistó en la Rebeldía a los 18 años, al saber conducir bien buscó trabajo como transportista y finalmente fue trasladado al bando de los Caballeros templarios
Perfil psicológico: Es una persona muy tranquila y bastante racional, tiene un instinto de protección muy reforzado gracias a haber tenido que cuidar a su hermano y criarlo desde su adolescencia. A pesar de haber perdido a su padres y tener que vivir solos, él siguió su vida como sus padres lo habrían querido, por eso fue que insistió en terminar los estudios y forzar a su hermano a hacerlo también, y más adelante siguió trabajando y llevando una vida como habrían querido. Es fuerte psicológicamente además de muy positivo y siempre trata de encontrar soluciones ante los problemas, rara vez se da por vencido. Además de esas ganas de proteger a otros, le gusta enseñar y ayudar a los menores que él, de hecho es visto como un hermano mayor por muchos de sus compañeros.
Relaciones: Debido a su relación con Jade y también por su propia relación directa, ve a Riccardo di Rigo (Virtuoso) como un hermano menor y ya prácticamente un hijo. Es muy cercano con varios miembros del Raimon ya que pasaba mucho tiempo allá. Es muy respetado por todo el bando de los Caballeros Templarios a pesar de no ser el líder principal. Desde que se unió a la Rebeldía general trabaja mucho junto a Jude Sharp.
Pareja: Jade Green (Valkyrie)
Aspecto:
Estado: Vivo, inactivo.
Tema: Vladimir — HELL: Survivors OST
Notas:
—Escogió precisamente el bando de los Caballeros Templarios ya que su base se encuentra entre la Transición y el Centro, teniendo mucho movimiento en la capital. Esto lo hace en la memoria de sus padres quienes en el fondo deseaban que trabajara en el Centro para así tener una buena vida, sólo que aunque ahora se esté enfrentando al Centro, realmente sí tiene una vida como la que habrían querido para él.
—El 23 de noviembre de 2021 nació su hija, Estela, ese mismo día sucedió el ataque al Myr por lo que se ofreció para ayudar debido a la necesidad urgente de transportistas, pero después de este ataque se dio de baja como militar por el momento para dedicarse a su familia.
—Es uno de los candidatos a entrar en la Fuerza Aérea Rebelde pero al estar actualmente inactivo se está considerando que rechace el puesto.
—Informe por Mark Evans (Blitz)
*** *** ***
¡Hola a todos!
¿Qué tal? Pues nadie creía que pasaría, ni siquiera yo, pero aquí está la misión de los coches. Quizá una decepción para todo el hype que le eché desde la primera versión peeeeero pues aquí está.
¿¡Vieron esos cameos!? No se olviden de esos personajes, van a ser importantes, no diré mucho más ewe
También vimos a los hermanitos Nowak que están juntitos de nuevo :') Aunque el pobre Tetsu sigue malito y con un hoyo en el cuello ;~;
En fin, espero que les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo que también será el último del primer libro OwO
Atsushi~
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