[CAPÍTULO 3]
10/01/2021 | Periferia, Inazuma, Japón
Se habían mezclado. Hicieron un grupo de unos veinte miembros en total para ir a la misión que Joujou acababa de informarles.
Las tres nuevas estaban incluidas, al fin y al cabo ya eran parte de la R.R.A, la alianza entre el Raimon y la Royal Academy.
El objetivo era rescatar a un grupo de muchachas las cuales habían secuestrado los miembros de una mafia de la Transición. No suponían un peligro, es más, jamás habían tenido encuentros, pero definitivamente debían recuperar a las chicas ya que podrían ser vendidas a otras mafias o incluso a los Valles. De hecho fueron los padres de unas de ellas quienes pidieron el rescate pagando justamente lo necesario viéndose el esfuerzo por conseguir el dinero.
Tanto Doug como Riccardo decidieron participar en la misión. El Virtuoso había utilizado una inyección de morfina para adormecer la muñeca rota y poder estar activo en la misión mientras que Doug no había dicho nada, se fue sin más.
— Riccardo —Jade llamó su atención mientras se preparaban para entrar al local.
— Dime —hizo un gesto con la cabeza mientras preparaba su arma, una mini ametralladora.
— Mírame —le tomó la barbilla llegando a apretar sus mejillas para poderlo ver a los ojos—. Tienes las pupilas dilatadas. ¿Usaste la morfina exacta?
— Sí, lo que Sky me dijo —respondió aún viéndose como si quisiera evadir el tema.
La mirada de Jade mostraba que no se fiaba de lo que había dicho pero lo dejó pasar. De hecho se fue a ver a Samguk quien ya estaba listo, de hecho estaba hablando con Preston sobre lo que harían.
— Samguk —ella captó su atención, pero al verle el rostro serio él borró su sonrisa—. Cuando volvamos habla con Riccardo, y que Michael sea el rusher, a él no lo pongas, ¿de acuerdo?
— Está bien. ¿Pasó algo?
— Se puso morfina, dice que lo justo, lo que Sky le dijo pero tiene las pupilas muy dilatadas y... ya sabes qué es lo que me da miedo.
— Sí, sí, no te preocupes, yo hablo con él —la abrazó de lado por unos segundos antes de que Preston le avisara de que ya todos estaban preparados—. Okay, acérquense.
Todos se reunieron cerca de él y procedió a anunciar las formaciones.
— Muy bien —colocó el teléfono en el suelo proyectando entonces un holograma del mapa del establecimiento—. Como es bajo tierra, Joujou tal vez no tenga el mapa exactamente como es, pero en principio es este. En esta habitación deben tener a las rehenes, sospechamos que haya gente en la sala central, este debe ser el arsenal de armas, y esta una sala cualquiera. No vamos a tirar drones porque nos detectarán y lo que queremos es que sea algo espontáneo ya que estamos tratando con rehenes.
— Ahora el plan —Preston tomó la palabra—. Los rushers van a entrar y a neutralizar a los enemigos que encuentren primero, luego llegará segunda línea de ataque para localizar a las rehenes. Defensa va a sacarlas de allí y luego que entren los roamers para interrogar y localizar alguna otra rehén. Cuando todo quede libre se iniciará la retirada mientras entra Kakpkan, coloca la bomba y la idea es detonarla una vez las rehenes estén en una distancia segura. La idea va a ser llevárnoslas y se quedarán en la Royal hasta que vengan por ellas.
Todos asintieron sin realizar pregunta alguna.
— Ahora se anunciarán las posiciones —Samguk se aclaró la garganta antes de anunciarlas—. Los rushers serán Columbia, Cascabel y Flash. Segunda línea de ataque será Mute, Virtuoso, Nemesi y Wales. Defensa va a ser Thunder, White, Phantom, Smoke y Gu. Los roamers serán Vigil, Yale y Jäger. Valkyrie, Subaru, Crimson, Ela y yo estaremos aquí como apoyo, I.Q estará guiándolos por los audífonos, y Kapkan igualmente estará apoyando desde fuera hasta que al final ingrese para detonar el lugar. ¿Alguna pregunta?
Hubo un silencio de un par de segundos por todos los demás dejando claro que estaba todo claro.
— Sabemos que no todas las nuevas son defensas, pero dado que es su primera misión, lo mejor será tomar este puesto. Se encargarán de extraer a las rehenes trabajando en equipo, será lo mejor para que su primera misión —aclaró Valkyrie sin recibir más que afirmaciones de que estaban de acuerdo.
— Muy bien. En cinco minutos comienza la operación. Rushers, listos para la orden.
Y así fue. Michael se colocó la careta estando ya en su posición después de un último beso de Doug quien también se colocó la careta. Eran caretas de gotcha, pero los plásticos de los lentes de ambos estaban modificados para que no les afecte la ceguera provocada por las candelas de Doug.
Riccardo, quien seguía al lado de Doug aguardando porque los rushers entraran y fuera su turno, se volvió a ajustar la férula de la muñeca teniendo el arma preparada y la mirada concentrada en la nada. Pero sus labios murmuraron al micrófono teniendo su línea privada.
— Joujou... ¿me puedes hablar?
Ella conectó la línea y asintió aunque él no la pudiera ver debido a la lejanía.
— No va a pasar nada, todo va a ir bien, ¿sí? Van a entrar, cumplir la misión y todos van a volver bien a casa —intentó decir con el mayor cariño posible a pesar de la prisa—. Riccardo, van a estar bien, ¿sí? Tranquilo.
Él asintió como si ella pudiera verlo y trago saliva recogiendo unas lágrimas rebeldes con la mano sin que se notara debido a la poca iluminación y a que los demás también estaban concentrados en su propia mente.
— Gracias —fue lo único que dijo teniendo la voz ligeramente temblando antes de cortar la línea.
— ¿Ya estamos, Riccardo? —preguntó Doug poniéndole una mano en el hombro.
Él asintió sin más.
— Perfecto, ¿todo bien?
— Ajá. ¿Y tú?
— Yo soy quien se debe preocupar por ti —evadió el tema con una sonrisa imperceptible debido a la careta y volvió la vista al frente.
— Inserción en tres... dos... uno... ahora —Joujou fue quien avisó en la cuenta atrás, y cuando dio la orden, Alistair abrió la puerta por donde entrarían con la culata del rifle dando paso a que Michael entrara seguido inmediatamente por Columbia y Alistair.
Apuntaba hacia abajo de las escaleras por las que caminaban, y una vez llegaron abajo, apuntó a la sala que se encontraba a la derecha, la única salida de las escaleras. Nada más apuntó, disparó repetidas veces, siendo ayudado por los otros dos, la sala quedó vacía en instantes.
— Segunda línea de ataque, adelante —dio la orden Michael, siendo cuestión de segundos para que ellos bajaran.
Alistair y Columbia abrieron una puerta dando con las muchachas ahí escondidas. Estaban notoriamente asustadas debido a los disparos, pero no estaban heridas.
— Rehenes localizadas —avisó Columbia por el audífono.
Doug y Michael se dirigieron al fondo del pasillo mientras lo otro ocurría. Michael abrió una puerta y fue Doug quien entró apuntando con el arma. Pero esta vez no los tomó tan desprevenidos, consiguió un disparo antes de ser golpeado por la culata de un arma en el costado y luego ser acorralado contra la pared con una patada directa en el abdomen antes de apuntar a su cabeza con el rifle, pero el cuerpo del hombre cayó con varios disparos antes de que pudiera acabarlo.
— Candela —dijo él con apenas aire dejando rodar una esfera que estalló muchas veces provocando un efecto cegador en el resto de presentes a excepción de Michael y él.
Michael acribilló a los tres hombres restantes antes de arrodillarse junto a Doug quien apenas se estaba levantando del suelo.
— ¿Estás bien? —le puso la mano en la nuca antes de tomarle el brazo para ayudarlo a levantarse.
— Sí —tragó saliva antes de presionar el audífono—. Sala oeste despejada.
— Defensores, adelante —dio la orden I.Q dejando que Shunsuke los guiara hasta abajo donde entraron completamente desarmados.
Riccardo y Sara ya se habían involucrado en una pelea más adelante, era en el cuarto utilizado como armería donde estaban combatiendo. Los dos consiguieron neutralizar a los enemigos, pero justo cuando Riccardo iba a anunciar que la sala estaba limpia, recibió un golpe en la espalda.
Quiso voltearse, pero al ver el momento justo en que estaba a punto de ser golpeado en la cabeza con una katana que antes estaba en la pared, se defendió con el antebrazo derecho librándose de un corte que podría haberle amputado el brazo fácilmente, gracias a la rigidez de la férula con partes metálicas.
Y no dudó en sacar de la funda en su cinturón el cuchillo de mediano tamaño el cual clavó en el pecho del enemigo tomando con la mano herida la pistola que también llevaba prendida al pantalón y disparar muy de cerca acabando finalmente con el enemigo. No sacó el cuchillo de su cuerpo hasta que no sintió el peso del sujeto que ya no se mantenía en pie.
Y también se agachó para recuperar la pistola que se había caído de su mano por la fuerza del disparo y, evidentemente, la debilidad de su extremidad.
— Armería libre —anunció Sara por el micrófono antes de acercarse a Riccardo quien se miraba el brazo con curiosidad.
La férula se había roto, gran parte del plástico estaba quebrado, pero el metal seguía intacto al igual que su brazo. Bueno, al menos su piel no mostraba ningún corte. Era la muñeca lo que le había empezado a doler en sí.
— ¿Estás bien? —preguntó ella una vez había escuchado cómo su hermano declaraba la sala oeste despejada y los defensores estaban entrando.
Él asintió y se llevó la pistola de vuelta a la funda.
Pero justo cuando Sara estaba saliendo del cuarto, él se agachó al sentir una arcada que al poco tiempo lo consiguió hacer vomitar de forma inminente. Sara se dio media vuelta al escucharlo y únicamente se pudo acercar a él acariciándole la espalda mirando por la puerta cerciorándose de que nadie cruzaba por el pasillo.
Ambos salieron tiempo después. Riccardo iba casi a regañadientes, Sara lo acompañó a la salida antes de reunirse con su hermano y Michael quienes también salían junto a los demás atacantes y rushers.
Sakura, Cherry y Kanao se encargaban de sacar a las chicas con ayuda de Preston y Shunsuke.
Mientras tanto, Gabi, Dracon y Aitor entraban para revisar que todas las habitaciones estaban vacías, que los cuerpos que hacían en el suelo estuvieran realmente muertos y que no hubiera ninguna otra rehén.
Había sido una misión realmente rápida, la tensión se cargaba en pocos minutos, minutos de acción y reacción inmediata. Al cabo de un rato ya habían salido todos, Hughes tenía la orden de entrar.
A Sakura le llamó la atención que entrara prácticamente sin nada, es decir, entró con pantalones de mezclilla, tenis y una sudadera roja, ningún traje de artificiero o protección mayor. Únicamente llevaba unos guantes a medio dedo en ambas manos, colocó una caja del tamaño de una caja de zapatos en la mesa que estaba en el centro de la sala principal. La acomodó y empezó a ponerla a punto.
— Kapkan, estamos a un kilómetro —avisó Samguk por el micrófono.
— Přijato —respondió.
Estaba de rodillas pero se impulsó hacia atrás quedando en cuclillas para tomar una foto de la bomba, era la primera edición de la nueva versión que crearon Shunsuke y él. La activó con tan sólo pulsar un botón, pero se quedó ahí, no corrió para alejarse de la explosión. Por unos segundos tuvo ganas de quedarse allí, siempre que hacía estos trabajos tenía la tentación de quedarse allí... pero hasta ahora no lo había hecho.
Aún en cuclillas miró a uno de los tres cuerpos que yacían en el suelo. Lo miró por instantes mientras el tiempo aún corría en su contra.
— Kapkan, exfiltración —dijo I.Q. a través del audífono.
— ¿Kapkan? ¿Sigue ahí? —preguntó Samguk alertando a Jade.
— Sí —afirmó I.Q.
Pero Hughes no contestaba.
Miró por unos irresistibles segundos más el cuerpo ensangrentado.
— El trabajo te hizo libre... —murmuró en su propio idioma mirándolo fijamente antes de levantarse— A todos nos hace libres. Tarde o temprano, el trabajo nos hará libres.
Caminó de espaldas hacia las escaleras hasta llegar a ellas, dobló a la izquierda y contuvo su impulso de quedarse bajo la mesa corriendo como pudo hacia arriba. Salió a la calle y continuó corriendo hacia Samguk y Jade quienes iban acompañados por Preston, Uta, Columbia y Gabi.
Jade le estrechó el brazo hasta que se acercaron lo suficiente como para que lo tomara por la espalda y se fueran caminando siguiendo la calle hacia la Periferia. El edificio estalló, pero al estar varios metros bajo el suelo, tan sólo se pudo ver cómo una estela de humo y luz salían por la entrada principal dejando completamente destruido el interior y el inconfundible sonido de la explosión.
Mientras tanto, los otros caminaban hacia el Raimon a su vez que Remington, Yale y otros llevaban a las chicas a la Royal Academy.
Michael, Doug, Subaru, Sara, Riccardo, Shun, Sky, Sakura, Cherry y Kanao caminaban de vuelta a casa. Habían salido de forma inesperada, I.Q. les avisó de la misión a las cinco y media, justo después de que hubieran acabado el entrenamiento. Salieron de inmediato, apenas era el regreso en el primer día.
Las nuevas no evitaban una extraña sensación por la primera misión, el pensar bajo el anochecer que ya oficialmente habían entrado a sus bandos.
— Doug, tu camisa —Michael lo detuvo del brazo.
— ¿Qué?
— Estás sangrando —le tomó el brazo pasándolo por encima de su nuca intentando cargarlo para que no apoyara más peso en él mismo.
Esta acción sólo lo hizo que él dejara libre un quejido a la vez que prácticamente perdía su fuerza dejándose caer encima de Michael.
El repentino peso que cayó sobre él, lo desequilibró unos instantes antes de sostenerlo más fuerte.
Riccardo se volteó inmediatamente y se acercó a ellos dos.
— ¡Subaru! —le gritó el menor ayudando a Michael a dejar a Doug sentado en el suelo.
Él se detuvo junto a Sara y los demás para acercarse de inmediato.
— Es su herida —Riccardo exploró superficialmente evitando usar la mano derecha.
— Mierda, es cierto, es cierto, le dieron... —Michael maldijo en voz alta aún sujetándole la cabeza para mantenerlo erguido.
— ¿Un tiro? —Riccardo alzó la voz llegando a desesperarse, ambos lucían desesperados. Por más que se llevaran muy bien, los dos tenían una personalidad en la que era fácil que acabaran gritándose mutuamente.
— No, no, le dieron un golpe con la culata y luego con el cuerpo, creo que le dieron con la rodilla.
— A ver, calmados —los calló a ambos Subaru cerrando la chaqueta de Doug con cuidado poniendo una mano en su pierna—. Doug, ¿te duele mucho? Del uno al diez, ¿cuánto?
— Siete... seis —definió su puntuación final antes de aclararse la garganta y estrechar la mano hasta Subaru quien correspondió sujetándolo con fuerza para levantarlo—. Ya estamos cerca, vamos a casa y allá lo vemos.
Habló como si nada mientras Subaru lo ponía en pie, pero no lo dejó ahí, lo tomó en brazos casi sin aparente dificultad siguiendo el camino.
Michael y Sara se acercaron a Subaru quien ordenó seguir adelante, pero tanto Cherry como Kanao empezaron a hablar en susurros sobre lo mucho que las asombraba que no hubiera hablado de ello en absoluto, que de no ser por la mancha en su ropa, nadie lo habría notado.
— Kanao —Riccardo capturó su atención mientras caminaban hacia el final de la calle teniendo una iluminación escasa y casi tétrica.
Ella lo miró algo asustada por instantes, sus nervios seguían de punta después de todo lo que había pasado este día.
— El shock térmico se acaba superando, no te preocupes —pero nada más escuchar su respiración algo agitada, él volvió a hablar aún sin mirarla—. Para matar se necesita tener la sangre hirviendo, el corazón muy frío y la mente en blanco.
La sangre hirviendo, el corazón helado y la mente clara.
— Todos lo vivimos, pero no siempre nos damos cuenta, ni lo superamos bien. Pero lo que más cuesta es asimilarlo, el estar consciente de que eso es lo que va a pasar y hacer lo posible por cumplirlo lo mejor posible —caminó junto a ellas a lo largo de la calle—. ¿Han oído la frase de que "matar a sangre fría"?
Todas ellas asintieron.
— ¿Lo han hecho?
De nuevo asintieron.
— Tal vez es hora de cambiar de costumbres —fue lo único que dijo—. Aquí no hacemos eso, matar a sangre fría es ser una carga en el equipo. Hay que matar con la sangre ardiendo, lo que hay que tener frío es el corazón. Pero no hay que pensar en nada, pensar es lo que hace que arruinemos el asesinato, si tenemos la mente en blanco nuestro corazón no se tienta a tener contemplaciones. Tampoco hay que tener remordimientos, no tenemos que tener el remordimiento de sobrevivir, hoy en día nadie tiene ese remordimiento, no podemos ser los primeros en caer porque a nadie le va a importar. No vuelvan a matar a sangre fría, es una falta de respeto, es ir en contra del instinto natural. Si matas para vivir, hazlo como dicta el instinto... Al matar estamos más vivos que nunca.
Terminó aquel monólogo al llegar a la puerta del Raimon, Shunsuke abrió y entró seguido de Subaru quien tenía a Doug en brazos. Riccardo se impulsó y entró al pasillo siendo seguido por ellas tres, Michael cerró la puerta viendo cómo Sky se adelantó para poder llegar a la enfermería.
Al cabo de una hora ya estaban de vuelta todos.
Preston, Uta, Columbia, los Dark y Sakura estaban esperando a que Lancelot, Victor Blade, los fuera a recoger para llevarlos a la Royal Academy.
Aún así, Uta y Sky estaban trabajando. Ellas dos se encargaban de Doug mientras que Jade y Samguk comenzaban a tratar la herida del brazo de Riccardo.
— Entonces... ¿un mililitro? —preguntó Sky por el micrófono del celular.
— Sí, eso es según cómo responda él. Es local así que no hay problema. Uta, inyecta muy poco a poco en cuatro puntos de la herida, distribuye ese mililitro, luego él dirá si le sigue doliendo o ya no, en base a eso se aumenta la dosis o no. Aumenta a medio mililitro si aún no, vamos a ir subiendo de medios en medios. Dentro de dos horas ponle un mililitro más para que siga adormecido. Aún así seguimos en contacto.
La voz al otro lado de la línea sonaba tranquila, concentrada y bastante confiada en lo que decía. Sky cortó la comunicación y asintió a Uta quien hizo exactamente lo que le habían instruido por teléfono.
Doug estaba acostado en la camilla con la cabeza volteada hacia la entrada y una mano sujeta por Michael a pesar de lo tranquilo que lucía, lo estaba de hecho.
Tenía una vía puesta, pero apenas se inmutaba por lo que sucedía a su alrededor. Le bastaba con mirar hacia la puerta intentando respirar lo más lento y profundo posible para facilitar el trabajo de las dos chicas. En un momentó empezó a sentir los distintos pinchazos en múltiples zonas que rodeaban la herida, pero intentó ponerles la mínima atención.
Se limitaba a mirar cómo Samguk entraba y salía de la habitación hasta que definitivamente entró al quirófano que ahora estaban usando como sala de curación normal.
— Sky, ve a verlo, ¿sí? —avisó Samguk en voz baja haciendo que ella abandonara la sala dejando que Uta siguiera con el trabajo.
Samguk se acercó a Doug teniendo toda su atención desde antes de entrar a la sala.
— ¿Qué tal? ¿Vas bien? —preguntó acomodando la parte de su fleco que había invadido un poco de su rostro.
Su expresión seria pero tranquila no cambió, simplemente asintió sin moverse demasiado.
— No siento nada —fue lo único que dijo antes de que Samguk le sonriera y se irguiera intentando ver cómo iba el proceso.
Ya habían terminado de desinfectar por completo y ahora Uta se estaba encargando de suturar la herida que había perdido mucha profundidad a comparación de hacía semanas.
Samguk no evitó sentir un escalofrío recorrer su espalda por la imagen y el recuerdo agravado, pero tan sólo volteó una vez más dándose cuenta de que Michael miraba fijamente cómo Uta seguía con su trabajo sin soltarle la mano a su novio quien no mostraba ni el mínimo interés en mirar su propia herida.
— ¿Y Riccardo? —preguntó captando la atención de Samguk una vez más. Él se agachó al no estar poniendo atención— ¿Cómo está?
— Está bien. Se desacomodó un poco el hueso, pero como ya está casi soldado por completo no pasó a mucho, le pusimos un poco de lidocaína también y ya está bien. El que salió peor de la misión fuiste tú —le acarició una vez más la frente viendo cómo asentía.
— ¿Entonces vomitó por la sobredosis? —preguntó de nuevo con su voz baja intentando no desconcentrar a Uta.
— No, fue por los nervios y el dolor, fue mínima la sobredosis, no te preocupes...
Él asintió y al poco tiempo Sky volvió al cuarto anunciando que ya había quedado todo bien y que ya habían llegado por los de la Royal así que Uta simplemente terminó los últimos puntos antes de despedirse acordando seguir en contacto con Sky nada más llegaran.
Samguk la acompañó junto a sus compañeros hasta la salida viendo cómo se volvía a colocar los aros en las orejas de los cuales se despojaba en las misiones y al desempeñar su trabajo como doctora.
— Gracias, Uta.
— No, gracias a ustedes —se abrazaron antes de que Samguk hiciera lo mismo con Preston teniendo que agacharse un poco por la diferencia grande de altura.
Los vio subir al vehículo y cerró la puerta para regresar al segundo piso donde fue recibido por las chicas nuevas, las únicas que se quedarían en el Raimon, claro. Pero lo que le fue más curioso fue las preguntas que tenían acerca de la R.R.A.
Fueron al despacho general y allí Jade, Samguk y Hughes responderían a todas sus preguntas, aunque este último simplemente se ofreció por compañía pero conocía la situación tan bien como los otros.
— Lo de la Royal Academy, verás... —suspiró Samguk— Los bandos siempre han ido por generaciones desde su fundación, hubo una generación anterior a la nuestra y lo mismo en la Royal. Sharp, Hills, Samford y King son los mentores principales de la Royal, osea, los de la antigua generación. Jude Sharp y Celia Hills siempre estuvieron muy relacionados con el Raimon, de hecho pasaron muchas temporadas con nosotros. El caso es que se hizo una especie de guerra entre la Royal y el Raimon porque ellos sentían que Sharp había traicionado a la Royal Academy al irse del bando. Hubo unos meses de tensión pero terminaron con una batalla larga. Los dos bandos quedaron muy dañados y al final se creó una alianza, de ahí viene la alianza R.R.A.
Las dos chicas lo miraban con toda la atención posible estando sentadas en los dos sillones de terciopelo rojo. Pero entonces su atención fue robada por Jade.
— Ya cuando todo volvió a la calma, la R.R.A empezó a rescatar niños abandonados, huérfanos o directamente hubo quienes traían a sus hijos. Así llegamos varios de nosotros. Pero en la Royal fue masivo, acogieron a muchos niños pequeños a la vez, el Raimon se fue llenando más lentamente. Lo que pasó es que entre ellos empezaron a dividirse desde pequeños, es normal que no se pueda convivir siempre, pero ahí estaban obligados. Rex Remington siempre fue rebelde y Preston Princeton era débil. Como es usual, uno empezó a molestar al otro, se peleaban pero Preston siempre terminaba perdiendo por su personalidad y encima por su cuerpo, es débil físicamente incluso a día de hoy. Con el tiempo se fue agravando, a veces se llegaban a golpear y como Rex siempre ganaba era quien se llevaba los regaños de los mayores haciendo que se ensañara más con Preston. Ahora que ya son mayores y los mentores no están, los problemas van a mayor: prácticamente están divididos en dos. La mitad de Remington es la superior, son quienes toman lo mejor, quienes toman el control en las misiones o incluso ponen las reglas en la Royal.
— ¿Las reglas? —alzó una ceja Cherry.
— Sí —las dos voltearon a ver a Hughes quien estaba en una de las sillas que se encontraban contra la pared izquierda—, Preston dice que hay días en los que no comen, no les dejan ir por comida o les dan raciones como si fueran refugiados y tampoco pueden salir a comprar. De vez en cuando consiguen fugarse pero sí... abusan de su fuerza.
— Hay que tener en cuenta que la mitad de Preston está conformada por Yale, Columbia, los Dark, Weiss, Aitor... Son buenos, pero los otros son muy superiores en cuanto a fuerza física así que acaban imponiéndose —asintió Samguk entrelazando los dedos con los codos y todo el antebrazo en la mesa—. ¿Hay algo más que quieran saber, chicas? —intentó poner un tono más amable a pesar de lo evidente que era lo molesto que se sentía por el tema anterior.
— Umm... ¿Qué tiene Riccardo? Claro, si es que no es mucha indiscreción preguntar... —dijo Kanao con una voz algo introvertida por lo indiscreta que podría sonar su pregunta.
— Eso es un tema importante —asintió Samguk aún con su calma a pesar de la seriedad—. Verán, hace unas semanas tuvimos una misión de recopilación de información, debíamos robar información de un pequeño cuartel del Centro que recién se estaba instalando. A la misión fueron Riccardo, Rossie, Doug, Michael y Gabi. Hubo un fallo en la conexiones por un inhibidor de señal no reconocido y el plan se nos vino abajo. Rossie ya había tomado la información y evidencias con Gabi, pero se activó una alarma cuando intentaron salir por la ventana hacia el tejado como habíamos planeado. No tardó en desatarse una redada, el caso es que había un artificiero, un suicida, se forran con trajes aprueba de balas y llevan bombas consigo, son el truco más sucio del Centro. El artificiero explotó. Rossie tuvo el tiempo justo como para darle su parte de información a Riccardo, él se salvó por poco, cayó al piso de abajo pero por suerte sólo se rompió una muñeca. Doug estaba en un uno contra uno cuando ambos perdieron la concentración por la explosión, pero él fue más rápido que Doug y le hizo un corte aquí —se señaló su propio abdomen—. Doug lo mató y luego cayó por las escaleras. Michael y Gabi lo sacaron y luego fueron ellos quienes lo llevaron de vuelta al Raimon. Pero Rossie murió en la explosión.
— Todos tenemos una pequeña bomba que llevamos al ir de misión —Hughes explicó levantándose de su asiento—. Esta tiene una ventosa que debe adherirse al pecho, es un monitor de pulso como cualquiera de un hospital, pero cuando se activa y no se registra ninguna frecuencia cardíaca, explota. La de Rossie explotó ese día así que no tuvimos dudas de que ella se fue.
— Rossie era la prima de Riccardo, crecieron prácticamente juntos, ambos eran del Centro. Cuando murieron sus padres, ellos vinieron con nosotros. Riccardo se quedó traumatizado, le costó superar lo de sus padres... Y ahora no puede superar a Rossie.
Jade puso las manos en su cintura tras decir esto, pero por romper el silencio que se había formado, pidió alguna otra pregunta.
— ¿Qué es eso a lo que llaman "Vrahovi"? —preguntó Cherry intentando recordar bien la palabra que había escuchado un par de veces a sus compañeros.
— Oh, los Vrahovi son los militares del centro. En la R.R.A los llamamos así y en muchos bandos también, aunque ellos se hace llamar Mediadores —explicó Samguk con una sonrisa irónica.
— Vrahovi viene de "vrahové", significa asesinos en checo... de ahí el nombre —hizo la pequeña aclaración Hughes de pie al lado de Samguk.
Tras un par de preguntas más, Jade guió a las chicas a su habitación.
Compartían una habitación en el pasillo de la enfermería. Según lo que decía Sky, Doug ya estaba mejor, ahora estaba en su cuarto pero debía pasar unos días bastante quieto por la herida y lo difícil que esta era de cicatrizar en él.
Ya con las chicas nuevas en su propia habitación y Doug más estable, se relajó unos instantes. Caminó hacia la sala para encontrarse con varios de los miembros del bando allí sentados jugando con una consola. No pasaban sus días traumatizados y sólo enfocados en la guerra, su vida era esta, tenían que adaptarse y sobrevivir psicológicamente también. Así que como cualquier grupo de muchachos de veinte años, también tenían sus formas de divertirse.
*** *** ***
¡Hola a todos!
Sí, una disculpa enorme por la tardanza. Ha pasado... más de un mes o dos desde que publiqué por última vez, creo que fue antes de la cuarentena D': Lo siento mucho, realmente me costó mucho escribir esta parte por distintos motivos, pero al fin está aquí :')
Voy a echarle ganas para que el siguiente capítulo salga algo más rápido :)
Espero que les haya gustado.
¡Nos vemos pronto!
Atsushi~
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