[CAPÍTULO 22]
05/05/2021 | Cuartel de mando oeste del Centro, Periferia, Inazuma, Japón.
Preston avanzaba con cautela por las escaleras, prácticamente no hacía ruido, lo único que sus compañeros podían escuchar era su respiración nerviosa.
Llegó hasta una oficina donde tiró un dron para rastrear enemigos sin hallar ninguno por lo que procedió a llevar el dron de nuevo con él y dejarlo en una posición estratégica de las escaleras para que sus compañeros también pudieran observar lo que grababa la cámara del dron y pudieran alertarlo si alguien se acercaba.
Una vez dentro, abrió la ventila situada en la parte baja de la pared, con un simple vistazo al tamaño del conducto no le quedó duda de por qué había sido escogido él para la misión. Se dirigió al escritorio buscando la carpeta que contenía la información que se le había ordenado recuperar. Allí tenían registrados datos de otros rebeldes, principalmente datos de sus superiores, por eso era necesario deshacerse de ellos aunque ya fuera tarde. Realmente les tomó tiempo averiguar que tenían información valiosa en ese centro de mando ya bastante inutilizado.
Una vez dio con la carpeta la guardó en su mochila dejando todo en orden alistándose para salir.
—Vienen dos, están tirando un dron por el cruce de la ventila, enciérrate y destrúyelo para marcharnos de aquí —escuchó la alerta de Yale por medio del audífono. No evitó perder los nervios por un momento pero se apresuró para colocarse en conducto cerrando la rejilla detrás suyo.
Ya dentro se colocó la capucha y la máscara de gas, esto era para estar protegido ante sus propios ataques así como para no ser fácilmente identificable si el dron lo encontraba. Estaba acostado con el cuerpo en la ventila principal y las manos apuntando a la bifurcación simplemente esperando con el oído lo más atento posible al motor del aparato, nada más verlo disparó destruyéndolo pero delatando su posición por el sonido.
Inmediatamente el hombre que estaba examinando la oficina se acercó a la reja alertando a preston, ahora pasó a apuntar al frente, justo por donde había entrado y aguardó por que abriera la reja para disparar dejando el cuerpo del hombre caer inerte al suelo.
—¡Abran ya!
Columbia fue quien cumplió la orden abriendo la reja que llevaba al exterior, justo en el piso donde estaban ellos, era una especie de balcón.
Princeton seguía avanzando lo más rápido posible hacia el final del conducto donde ya podía ver la luz del exterior, pero pronto escuchó cómo había más movimiento en la sala que dejó atrás. Si alguien disparaba por el túnel estaba claro que le daría a Preston, por eso antes de que eso pasara, tomó una granada de gas y la arrojó hacia atrás sin poder darle mucha fuerza debido al lugar tan angosto. Pero nada más llegar a la habitación, pulsó el detonador haciendo que se liberara el gas amarillento que se expandió con mucha rapidez, incluso llegó al túnel pero él estaba seguro gracias a la máscara y la protección de su traje.
Siguió retorciéndose hasta que alcanzó la salida siendo ayudado a bajar por Columbia.
—Lo tengo, vámonos —asintió sin detenerse hasta bajar con ayuda de una simple cuerda y seguir su camino hacia su cuartel.
—¿Qué tal? ¿Te divertiste ahí adentro, toxicópata? —rio Yale una vez se estaban alejando más y Preston finalmente se quitó la máscara— ¿Qué pasó ahí? ¿Estás bien? —preguntó algo preocupado por verlo pasar sus manos ya libres de guantes por sus ojos sin dejar de correr.
—¡No! ¡Tuve que estar ahí mucho más tiempo, odio estar encerrado! —gritó aún con vestigios de lágrimas por los párpados. Su miedo a estar encerrado por mucho tiempo podían deberse al tiempo que pasó en una especie de cuna encapsulada al estar en coma, y aunque había pasado mucho tiempo desde entonces y no podía recordarlo, quizá había sio suficiente como para dejarle aquel miedo instintivo que no llegaba a ser claustrofobia.
—Sabes que hubiera ido yo pero...
—¡Pero yo soy el enano, siempre me toca hacer estas cosas! —interrumpió a Columbia tomando la ametralladora que se había colgado a la espalda— Atrás de ese coche, rápido —tras su orden saltaron detrás del vehículo quedando él y Alistair listos para disparar mientras Columbia preparaba a Scintilla, su dispositivo único que era una especie de lanzador de pequeñas cápsulas incendiarias—. La próxima vez me da igual que no quiera, le toca ir a Hardvard, de estúpido voy yo a seguir sus planes.
—Oye, guapo, el plan lo diseñé yo, porque Mamá me lo pidió a MÍ especificamente, sólo los necesitaba para completarlo, tú eras parte vital, siéntete honrado de participar en MÍ plan.
—Encima era plan de Columbia, esto iba a acabar mal sí o sí —rodó los ojos siguiendo su pelea que seguía en la forma amistosa de siempre—. Si lo hubiera hecho Alistair no me preocupo pero Columbia... por amor de Dios.
—O Wales —rio Yale revisando las cámaras especiales que tenía por la zona, los Drakes.
—Sí, claro, Wales es capaz de mandarte a hacer buceo dentro de un tanque de ácido —dijo irónico Alistair cuidando otro flanco del callejón donde se habían metido.
—Pero mis planes son infalibles, ¿esto ha sido un éxito o no? Vamos, Preston, reconoce que soy un estratega nato.
Smoke apartó la mirada para verlo terminar de armar el dispositivo con una mirada fija por el rabillo de los ojos.
—Mira mi niño, aún no ha acabado esto así que si me pegan un tiro y lo cuento, no te la vas a acabar conmigo. Yale, Alistair, cúbrannos, me voy con el estratega a frenarles el avance.
Salieron corriendo, Preston cogió ventaja en carrera mientras Columbia se colocaba con una rodilla en el suelo apuntando con desesperación a uno de los dos vehículos que los seguían desde su huida. La pequeña cápsula voló cortando el aire para que al momento de impactar, el coche reventara por completo y él se levantara de nuevo para seguir a Preston y atacar al resto desde más cerca.
Colby reventó una rueda de un disparo antes de camuflarse con los escombros de esa zona de la Periferia concediendo a Preston la oportunidad para la travesura que planeaba. Nada más frenaron, él se colocó debajo del vehículo para que cuando la primera puerta se abriera dejando salir a un hombre, él tirara una granada y en cuestión de segundos la detonara dejándolos encerrados en el gas, incapaces de salir por tener los ojos quemados al igual que toda la piel expuesta. Se arrastró hasta poder salir y vaciar el cargador en los tripulantes al haber abierto las ventanas blindadas por un intento desesperdo de no asfixiarse. Luego simplemente se llevó la ametralladora a la espalda y empezó a caminar junto a Columbia para volver.
—¿Ves? Estos son buenos planes —dijo con una mirada confiada apenas pudiendo ser perceptible por culpa de la máscara.
—Recibido, toxicómano.
—¡Tu mamá, eso es otra cosa! —echó a reír empujándolo hacia el lado entre las mismas carcajadas en lo que regresaban con los demás.
Yale no vio nada extraño así que reventó el Drake que estaba usando para eliminar cualquier constancia de su presencia allí y así pudieran retirarse con tranquilidad.
Sólo les tomó unos minutos más llegar a la Royal Academy. Su imponente pasillo exterior se había convertido en una acera destruida más, todo eran ruinas hasta llegar a la primera entrada donde sólo se accedía con una contraseña específica y el mismo sistema de seguridad del Raimon.
Acceder al tramo final del pasillo exterior requería un chip específico que tenían todas las armas de la Royal Academy, que hacían que al ser detectadas por un radar este no activara una alarma. El entrar a la primera planta no era tan riesgoso, sólo eran campos de tiro y obstáculos, guardarropas e incluso duchas descontaminantes. El ascensor sólo era activado por autorización o el mismo chip y la escotilla que cubría las escaleras de caracol igualmente permanecía firmemente cerrada.
Preston, después de empaparse en la ducha con toda la ropa puesta, la dejó para que se secara quedándose con la camisa verde de mangas largas que llevaba debajo, el uniforme de ataque de la Royal. Sólo era un atuendo básico sugerido pero casi todos lo usaban por comodidad y cada uno solía modificarlo o complementarlo. Él llevaba encima un traje de cuerpo completo para aislar su ropa del gas.
La escotilla se abrió dejando paso a Lucien quien los fue a buscar alterado.
—Lucien, cálmate, no entiendo lo que... —lo intentó apaciguar su hermano sin resultado alguno.
—¡Sólo vengan! —lo tomó de la mano yendo abajo lo más rápido que pudo.
Se escuchaban las voces intranquilas por todo el piso subterráneo haciendo que Princeton se empezara a temer lo peor por todo aquello. Al llegar a la sala sólo pudo ver a todos formando un círculo. Wales forcejeaba con Oxford al igual que Hardvard con Cornell y Cambridge con Eton. Los ojos de Smoke se volvieron de un azabache helado al ver tal escena pero lo que más lo alteraba era que no veía a Weiss pelear con nadie.
Se apresiró en abrirse paso hacia el interior del círculo.
—Ya he avisado a Samford y King, están en camino, no deberían tardar más de diez minutos pero... —tartamudeaba Lucien a su hermano.
—¡Ethans!
—Mira, ya llegó Romeo, Julietita —se burló Emma apretando las mejillas de la chica a quien había inmovilizado en una llave sencilla en mitad de su pelea. Sin darle oportunidad de devolverle el golpe, Ethans la empujó hacia Remington quien la atrapó sin darle tampoco oportunidad para escapar.
—¡Suéltala! —su voz se hizo más fuerte cuando lo vio tomar una pequeña daga de su cinturón y acercarla a la chica. Pero fue detenido por Dartmouth.
—Mira cómo se pone —rio repasando el cuello de la chica respirando su perfume antes de dejarle un beso en la mejilla creando una mueca de asco y odio en ella a la vez que una carcajada irónica en Emma. Pero a pesar de todo Uta no se encontraba asustada, sabía cómo se comportaba y que todo esto sólo era para hacer enfadar más a Preston.
Después del beso Preston hizo el impulso de avanzar una vez más pero sólo recibió un apretón manteniéndolo en ese sitio.
—Oye Preston, eres muy pequeño para tener una novia, ¿no? Ni siquiera sabes cómo funciona una relación —se burló él apretando más a Weiss—. No haces más que tenerla atada a ti, hablar es muy fácil diciendo que la quieres pero, ¿cuándo has hecho algo por ella? Sólo te está cuidando, se pasa el día trabajando y atendiéndote mientras que tú no haces ni el esfuerzo por agradecerle —apuntó el cuchillo a la cara de la chica quien chilló siendo callada por la mano de Remington, era un chillido de odio y coraje por lo que decía— ¿Sabes algo, Princeton? Ese día ojalá tu madre hubiera sido quien se salvara, valdría más la pena que un mísero desperdicio de oxígeno.
Un disparo resonó en la sala que asustó a todos incluso dejándolo libre a él. Cuando Rex miró a Princeton de nuevo lo vio apuntando a su mano con una pistola después de haber disparado al techo de metal donde rebotó la bala.
—Mira, Rex, no me importa lo que digas, pero creo que es algo inmaduro y desesperado meterte en mi relación en mitad de una pelea. No me parecería de buen gusto meter en una pelea el tema de tus encuentritos con Emma, eso no viene al tema, hay que caer muy bajo para meter a otros en algo que es entre tú y yo —por más que intentara ocultarlo, las palabras de Smoke realmente enfurecían y calaban dentro de Remington quien se alejó volviendo a pasar la hoja del cuchillo por el rostro de Crimson.
—Entonces ya veo que también has caído bajo —se burló una vez más pero justo cuando separó el filo de la piel de la chica, Preston volvió a disparar pero mucho más cerca de ellos, la bala se quedó clavada en la alfombra a tan sólo unos centímetros de ellos dos.
—¡Suéltala ya!
—Ven... ven y sálvala entonces —dibujó una sonrisa torcida acercándose de nuevo a Uta incluso llegando a bajar la mano hasta empezar a tocar el cuerpo de la chica.
Pero en ese preciso instante la mente de Preston se enfrió, no dejó que la impulsividad lo invadiera y en cambio aprovechó el momento de debilidad por las risas de los simpatizantes de Remington para caminar hacia atrás y sujetar a Emma colocando el cañón de la pistola en la cabeza de la chica.
Esta vez fue Preston quien sonrió al ver cómo Rex estaba a punto de abrir la boca para jugar con él.
—No soy mejor que tú si eso es lo que me quieres recriminar... ¿Vamos a jugar con las novias? Pues juguemos, yo también sé —por esta vez era él quien tenía el dominio de la situación, finalmente podía empezar a guiar las cosas por donde quería, incluso rio ante el acto desesperado de Raven de bajar lentamente el escote de Weiss para hacerlo enfurecer—. No, aquí yo digo cómo se juega y no tengo ganas de ir por ahí, qué poca clase. Además, ella no necesita que nadie la viole, ¿no? —vio la mirada de Rex encenderse así como un leve forcejeo por parte de Emma, pero sólo le bastó con preparar el siguiente tiro bajo la mandíbula de la chica para que se quedara quieta — Quietecita —incluso él mismo se sorprendió al sentir en su brazo cómo ella había tragado con dificultad.
Emma Ethans no era precisamente una chica débil o tranquila, encajaba a la perfección en su mitad de la Royal, buscaba tantos problemas como Remington o los demás, incluso podía ser más violenta que varios de ellos. Por eso se extrañó al verla realmente asustada al saber que con un simple movimiento su vida acabaría.
Pero para los demás no era ninguna sorpresa, nadie había visto a Preston comportarse así en ninguna otra pelea, incluso había puesto en tensión a los propios miembros de su mitad incluyendo a Columbia y Yale.
—Así que mejor jugamos entre nosotros, ¿no? —quitó el cañón de la cabeza de la pelirrosa empujándola hacia sus compañeros quienes la sujetaron al mismo tiempo que Rex cedía soltando a Uta siendo recibida por Alistair quien la colocó ligeramente detrás suyo a modo de protección junto a Sakura.
Pero al acercarse a Rex, de nuevo fue Dartmouth quien sujetó la mano de Princeton arrebatándole la pistola y empujándolo hacia su oponente.
Remington tampoco tardó ni un segundo en comenzar a pelearse con él, pero no le costó trabajo sujetarlo inmovilizándolo simplemente gracias a su diferencia de tamaño. Aunque Preston intentaba forcejear lo controló sólo con un golpe preciso en una de las heridas para luego dejarlo bocabajo en el suelo colocándose encima suyo.
Le estiró los brazos hacia al frente para ponerle la rodilla en la espalda baja inmovilizándolo ahora completamente. Simplemente empezó a pasar la mano por su espalda buscando el punto exacto sin prisa alguna. Pero Remington no parecía contento con los raguños que hacía en los puntos de sutura con la daga, tampoco con los tirones que le daba, Preston no gritaba, sólo apretaba sus dientes para no hacer ruido y darle el gusto a Rex de escucharlo sufrir.
Cuando Preston intentó moverse recibió un golpe de su cabeza contra el suelo dejándolo aturdido por un par de segundos antes de darse cuenta de que Rex había hallado su punto más débil el cual empezó a presionar lentamente haicendo que tuviera que ahogarse con su propia saliva con tal de no gritar.
—¿Sabes qué esto? Oh sí, lo estoy tocando, Princeton. Estás tan flaco que hasta un novato como yo puede encontrarte el punto débil —pero entonces empezó a reír en voz alta— ¿Cómo crees? Esto no es suerte, vivo contigo, te he estudiado... Quinta costilla derecha, mitad metálica, tres tornillos en total, la recién operada. ¿Me equivoco, Princeton?
Al escuchar únicamente el silencio a la vez que intentos de escapar del chico simplemente rodó los hartándose de su forcejeo inútil.
—De verdad eres molesto —sentenció antes de que con el pulgar ejerciera presión hacia arriba en la parte sobresaliente del tornillo dejando escuchar un crujido que calló a toda la sala. En poco tiempo la piel que se había perforado por dicho movimiento dejando ver la parte metálica también soltó un poco de sangre que manchó los dedos de Remington.
Al levantarse golpeó con el talón de la bota otro de los huesos de su lado derecho y luego se frotó los dedos mirándolo con superioridad, admirando con desprecio pero a la vez euforia cómo había dejado de moverse.
Pero de nuevo, él no había emitido ningún sonido en alto, por eso aún insatisfecho se agachó tomándolo del brazo.
—No me digas que ya te gané, Princeton, no creí que me lo fueras a poner tan fácil... Levántate —lo sujetó de ambos brazos jalando hacia arriba con la intención de levantarlo, pero por el movimiento se pudo escuchar claramente cómo se separaba por completo el metal del hueso y esta vez sí que sonó un grito de Preston que hizo sonreír a Remington con satisfacción antes de soltarlo y dejar que cayera al suelo.
Uta observó con los ojos desbordados cómo alzó una pierna por el impulso y luego la encogía hacia su pecho lentamente mientras su cuerpo entero temblaba. Lo que le dolió mucho más fue ver cómo después del grito solamente lloraba quedándose sin aire entre los sollozos de agonía.
Soltó a Lucien y apartó a Alistair por querer ir ella misma a golpear a Remington. Fue capaz de alcanzar a propinarle un puñetazo haciendo que así soltara antes a Preston pero Aitor y Wales la tomaron a ella alejándola del líder de inmediato. Pero aprovechando el momento en el que Uta se alejó, Cornell tomó a Alistair de los hombros golpeándolo contra la pared provocando que su nariz sangrara únicamente por ese golpe y perdiera la fuerza como para defenderse de los siguientes o atacar.
Columbia tampoco se quedó atrás, se lanzó contra Remington empezando una pelea bastante igualada, así lo fue hasta que Rex acertó un golpe en la cara de Colby haciendo que no tardara nada en sangrar por la nariz y aprovechar el momento para golpearlo en la cabeza contra la pared. Pero antes de que siguiera golpeándolo, una bala tras otra rebotaron en el techo de metal paralizando a todos.
—¡¡Todos quietos o no me importará dispararle a alguien!!
La voz de Samford sonó por toda la estancia mientras bajaba lentamente la subametralladora abriéndose paso entre los chicos para que al poco tiempo King y Sharp bajaran las escaleras y separaran a quienes aún estaban peleando.
Separaron a los chicos de la mitad de Preston llevándolos hacia el pasillo mientras que la otra mitad simplemente se organizó yendo hacia arriba, lo que ellos no sabían era que en la primera planta de habían hecho con armas antes de salir del cuartel pretendiendo ya no volver, ni siquiera le prestaron atención a ello al estar atendiendo a los demás.
Uta se fue al centro de la alfombra mientras Hardvard se encargaba de traer el botiquín en lo que Yale, Sakura y Aitor preparaban las camas en la enfermería para Alistair, Columbia y principalmente Preston.
Columbia se levantó con ayuda de Cambridge pero simplemente terminó de hacerlo solo.
—Ve con Preston, estoy bien, estoy bien —se colocó una mano en la nariz que ya estaba dejando de sangrar, sólo le quedaba el dolor del golpe pero en esos momentos prefería colaborar a atender a Alistair quien ya lo estaba ayudando su hermano, o ir con Preston quien causaba más preocupación en el cuartel entero.
Aún conmocionado y con la ira hirviendo en su cuerpo se llevó una mano a la frente dando torpes pasos hasta la pared por el mareo pero Yale lo sujetó del hombro ayudándolo a recargarse y volver al suelo lentamente. Eran amigos desde hacía años, su vínculo era tan fuerte como para que Dracon se preocupara en exceso por Colby. Le puso una mano en la mejilla esperando porque le devolviera la mirada a los ojos y pudiera ver que sólo había sido una contusión.
—Dracon, ve con Uta, Wales y yo nos encargamos de Colby —le dijo su novia poniéndole una mano en el hombro también nerviosa pero tratando de controlarse lo mejor posible para poder ser de ayuda.
Uta se colocó unos guantes tomando la mano de Preston repasando el dorso de esta con algodón lleno de alcohol. Pero cuando iba a proceder se detuvo por instantes tras los apretones que daba él, ella quisiera tomarle la mano por cariño nada más pero ahora tenía que hacerlo para colocarle la vía por la que empezarían a dar los analgésicos para soportar lo que se vendría.
—Va a ser muy rápido, ¿sí? —dijo con una sonrisa improvisada tomando una bolsa pequeña con la mano derecha compadecíendose de los ojos cerrados con fuerza de su novio— Ya lo hemos hecho otras veces, no pasará nada, no va a pasar nada —con agilidad usando una sola mano abrió el paquete colocando el catéter en la mano del chico en pocos segundos, este se conectaba a una manguera por la que empezó a viajar el suero.
Le entregó la bolsa a Hampton quien lo sostuvo en alto para luego tomar un frasco pequeño de vidrio del cual tomó cierta cantidad y lo inyectó en una parte del tubo para que este fluyera también junto al suero.
Se agachó aún más sujetándole la mano una vez estaba todo listo y al escuchar lo débil que era su respiración se alteró más, pero al voltearse vio cómo sus padres finalmente tenían todo listo. Joe tomó a Preston en brazos y lo llevó al interior de la enfermería.
—D-Darling... —en el trayecto hacia el cuarto sus ojos se cerraban por más que se esforzaba para mantenerlos abiertos, incluso intentó llamar a Uta inútilmente pero fue cuestión de unos segundos más hasta que finalmente se cerraron por completo.
Permanecieron cerrados varias horas, horas en que otros pares de ojos no deseaban siquiera pestañear. Entre Weiss, Skywalk, Samford y Blue pudieron concluir la operación que llegó a extenderse cuatro horas por extraer y volver a colocar por completo la pieza de hierro. Necesitaron tres cortes y otra dosis más de anestesia para que pudieran colocarla de nuevo.
La especialidad de Lucas que estaba enseñando a Sky fue imprescindible, se estaba especializando en anestesiología, fue gracias a eso que pudo crear los disparos de epinefrina a los que llamaban popularmente en su bando como shots debido a su rápido efecto y aplicación.
Aún así, nada más colocarlo bocarriba al acabar la operación, él empezó a abrir los ojos.
—Lucas, aún no puede... —habló preocupada Sky al verlo recobrar la consciencia.
—Una milésima de mililitro mal calculada puede ser una diferencia abismal, podría haber hecho que se despertara mientras cerrábamos los puntos, pudo haberlo dejado dormido media hora más o parar su corazón.
—Skywalk, confío en ti, iré a ver a Columbia y a preparar su habitación —le dijo Samford con una seria y preocupada mirada antes de irse de la habitación sin hacer apenas ruido.
—Sí, no hay problema —asintió colocando otros aparatos y utensilios cerca de él al ver que ya estaba lo suficientemente consciente como para poder pasar al siguiente proceso y así aprovechar la conmoción del chico y no alterarlo después—. Vamos a ponerlo de lado, voy a ponerle una epidural.
Lo colocaron de lado y luego con cuidado lo hicieron ponerse en posición fetal arqueando su espalda.
—Lucas, puedo ayudarte si-
—No, Weiss, es tu novio, ahora no quiero que te tenga en el concepto de la doctora, quiero que te vea como su novia, como quien va a estar con él durante todo esto —dijo con su voz comunmente relajada pero esta vez algo más receptiva. Bajó entonces la voz dejando que ella pudiera leerle los labios—. Le han partido dos costillas, no va a superar esto de la noche a la mañana.
Al fin pudo comenzar el procedimiento en el que Sky le asistió entregándole los objetos necesarios y tomando nota de lo que realizaba mientras que Uta hablaba de temas triviales con él, más bien ella le hacía una conversación que era incapaz de seguir todavía al seguir bajo los efectos de la anestesia y apenas estarse despertando.
—Scheiße! —sujetó con nervios el catéter que acaba de resbalar de sus manos pero intentó calmarse por no empeorar toda la situación— Sky, pásame otro catéter, por favor.
—Aquí tienes —asintió y le entregó el catéter nuevo.
—Gracias.
Le tomó un par de minutos terminar, comprobó que todo estaba en orden y finalmente colocaron de nuevo a Preston bocarriba en la otra camilla viendo cómo estaba cada vez más alerta.
—¿Qué tal? ¿Te hice sufrir mucho? —bromeó tomando la sábana y cubriendo el cuerpo del chico hasta los hombros. Él negó y entonces Lucas miró su reloj que recién se había colocado y había marcado ya cinco minutos desde que había finalizado la parte crucial— Pues enhorabuena, Preston, acabas de ser la víctima de mi primera epidural. Puedes hablar, no estás parapléjico... yo considero que esto ha salido bien. ¿Te sientes mal? ¿Calambres? ¿Rigidez? ¿Tal vez fallos en el habla?
—¿Serás cabrón? Me acabas de usar como tu carne de puerco inicial... —respondió con la voz aún baja y apagada pero en el fondo podía escucharse una leve risa.
—Perfecto, eso me dice que no te he tocado nada que no debía. Felicidades, primer paciente de epidural —rio asintiendo tras la misma risa del chico—. Aún así no te lo creas tanto, he inyectado más veces a Jimmy que a cualquier animal muerto para aprender a hacer todo esto.
—¿Y qué le inyectas? ¿O es que cada vez que se enferma lo revientas a pinchazos? —alzó la ceja Uta finalmente viéndose tranquila ante la situación.
—Suero o agua, depende de lo que tenga más a mano. A Sky ya le enseñé un par de trucos sobre esto porque... —seguía hablando con una sonrisa pero poco a poco esta se deshizo y dejó sólo una mirada frustrada acompañada de un suspiro— ya casi termino la preparación para ser anestesiólogo, pero supongo que el Coliseum necesitaremos a otros que cubran mi puesto —bajó la mirada para luego reír falsamente y dirigirse a la puerta—. Le diré a Jimmy que ya acabamos, creo que tendríamos que irnos. Cuídalo mucho, Weiss.
Sky suspiró también deprimida, todo ese evento había causado diferentes reacciones en los elegidos. De hecho se quedaron hablando sobre todo eso mientras colocaban todo en el cuarto de Preston quien se quedó dormido poco después de que Lucas se fuera.
—¿Y en el Raimon cómo está el asunto?
—Jade, Maxine y Terry no dejan de preocuparse por cómo Riccardo se lo está tomando, él y Michael se han vuelto adictos a los entrenamientos de hologramas, no es que todos los días estemos pasándolo mal por ello pero en ocasiones sí afecta bastante. Creo que lo del bebé contrarrestó por completo el Coliseum, encima con las parejitas que van surgiendo entre los chicos... creo que por ahora estamos bastante bien —asintió en una pequeña risa mientras colocaba el soporte para el suero.
—Claro, el bebé es más que suficiente como para que dejen de pensar en ello, encima que a Jade no la han elegido eso debe dar mucho ánimo.
—Aunque debo decirte que me preocupa un poco Arion —suspiró la peliazul una vez que finalizaron el acomodar todos los aparatos—. Nos hemos vuelto a organizar, Michael quedó como alfa, Riccardo beta y Arion gamma. Vlad lo propuso, tarde o temprano Jade deberá dejar de ir a las misiones, en verdad es difícil de aceptar pero finalmente ella nos ha hecho la promesa de que si dejábamos que Michael fuera líder alfa, ella seguiría cuidándonos como siempre.
—Realmente me cuesta imaginarme un Raimon sin Jade cuidando de todos —suspiró Uta acomodando con los dedos delicadamente el cable de oxígeno en la nariz de Preston.
—Sí, así que quedamos que haremos todo igual excepto que oficialmente Michael sería el líder alfa, es como si Jade ahora fuera la... alfa superior —rio algo tierna sentándose en una silla cercana a la cama—. Arion está muy nervioso, le ha pedido a Riccardo que lo ayude y realmente lo está haciendo, están entrenando muy duro los dos, Riccardo ha quedado al cargo absoluto de Arion, lo va a dejar preparado para poder asumir algún puesto más alto. También Terry le está echando una mano a Michael, realmente es genial que se hayan unido más chicos, en especial nos vino genial que se uniera Terry.
—Es el chico ruso que rescataron de los Valles, ¿no? ¿Qué no habían sido dos? Me acuerdo de eso porque Jade me dijo que si podíamos ayudarlos pero fue justo el día en que Preston tuvo la operación y no pudimos.
—Sí, lo recuerdo. Sí, Zippy Lerner era el otro, es holandés; al final se quedó en la Rebeldía, parece que también está ayudando a Inchy por allá. Y Terry es ruso, sí. No tienes idea de cómo respeta a Hughes y Doug, a él llegaron a marcarle el número en la pierna y créeme que a ellos les causa demasiado rencor, pero Hughes de verdad no aguanta el pensar sobre ello. Lo trajeron desde Europa prácticamente de la misma forma que a él, nos lo ha contado y realmente después de escucharlo todo comprendes cada sonrisa que esboza cuando estamos todos juntos.
La curiosidad de Uta le hacía querer preguntar más acerca pero se constuvo por respeto, por entender que para que Kapkan compartiera el mismo sentimiento que él ya debía ser algo bastante fuerte que tal vez quería mantenerlo únicamente en su bando o simplemente Sky preferiría no hablar de ello.
—Creo que tengo que irme, Victor ya vino así que me estará esperando con Lucas y Jimmy. Cualquier cosa que pase me avisas y vendré, confío en que podrás sola y... espero que no tengas que intervenir.
—Sí, yo me encargo. Tengan cuidado —Uta se acercó a la chica para despedirse con un abrazo.
—Claro, te llamaré nada más llegar —sonrió en el abrazo antes de separarse y acariciar el pelo del chico como despedida antes de marcharse de la habitación para más adelante salir del cuartel y montarse en el jeep blindado dirigido por Victor Blade.
Uta se cambió la ropa a una limpia y más cómoda sin hacer ruido para evitar molestar a Preston, pero tiempo después alguien tocó la puerta, ella abrió y sonrió al ver quién era.
—¿Qué pasó, Aitor?
—Samford nos mandó a Cambridge y a mí a revisar el perímetro y toda la instalación, me puso a llenar todo de Jägers para que no entren, también están desactivados los lectores de chip así que si intentan entrar aún pasando sus armas nos avisará la alarma. Me quedé sin Jägers, Hardvard está armando un par más. Sólo venía a ver cómo estaba Preston, cómo estaban en general, Samford y Joe están con Columbia así que pensé venir a ver si necesitabas compañía.
—¿Está bien?
—Conmoción cerebral y hemorragia nasal, Joe lo supo manejar muy bien, Samford ahora está viendo más cuidadosamente lo suyo ya que según Yale, se ha desmayado un par de veces, dicen que es común por el golpe y encima la pérdida de sangre pero no parece ser nada grave —dijo caminando un poco más hacía la cama pero al ver que Uta iba a empezar a hablar sonrió con su común expresión para interrumpirla—. También vengo por eso, tu papá me advirtió que ni se te ocurra empezar a volar de la enfermería a todas partes, te quiere cuidando de Preston.
Ella rio al ver que Aitor sabía exactamente lo que ella diría, se volvió a sentar mirando esta vez lo que le iba a pedir.
—¿Puedo darle de comer? —señaló la pecera que había encima de una mesa en la esquina del cuarto. Uta asintió y él metió la mano en un frasco pellizcando un poco de la mezcla que había en él y la puso en el agua haciendo que el pequeño animal nadara hasta ella y la comiera. Después él lo sacó por un momento para acariciarlo y darle de comer ya fuera del agua— Creo que puede sentir cómo el ambiente está tenso, se ve como... cansado. Bueno, he de decirte que todos estamos conmocionados —acarició con pena al animal volviéndolo a colocar en su medio—, pobre Savior.
Tras lavarse las manos iba a acercarse a mirar a su líder pero recibió el aviso de Hardvard de que ya estaba listo, que podían salir para terminar de asegurar las puertas. Se despidió de Uta quedando en volver más tarde.
Ella paseó un rato más por la habitación intercambiando mensajes con Sky con nerviosismo, estaba intranquila por la condición de su novio, el mínimo ruido la llevaba a su lado revisando que todo estuviera en orden. Cuando una forma extraña de respirar sonó en el cuarto, ella se acercó admirando cómo sus ojos apenas se estaban abriendo de nuevo, volvió a tardar en mostrarse consciente realmente pero ella únicamente se mantuvo ahí a su lado acariciando la mano que tenía por encima de la almohada que lo habían hecho abrazar de lado para así mantener su costado derecho hacia arriba y no molestar mucho la zona de la operación.
Sabía que iba a estar con mucha menos conciencia y menos receptivo que antes ya que ahora los medicamentos estaban haciendo efecto y tenía más sensibilidad al haber pasado un tiempo justo desde la aplicación de anestesia por la epidural. Ahora él no estaba en shock, era por eso que Lucas quiso aprovechar el momento en que recién había despertado de la anestesia para colocar el otro sedante local.
—D-Darling... ¿qué pasó? —tartamudeó.
—Prince, tranquilo, te tuvimos que operar, ¿no te acuerdas? Todo ha salido bien, pronto te vas a recuperar.
—N-no... ¿por qué? ¿Q-qué pasó? —apenas podía coordinar sus pensamientos con lo que pronunciaba, quería hacer tantas preguntas que ni en su mente se llegaban a formular correctamente y mucho menos al hablar en tan temblorosa voz baja.
—Todos nos estábamos peleando, fue Rex quien...
Con tan sólo escuchar ese nombre tuvo una conexión inmediata con esa pobre realidad aún reflejada en sus pensamientos, lo primero en que pensó fue en eso que lo llevó a la pelea con él.
—Uta, ¿te hizo-?... ¡ah! —impulsivamente se quiso incorporar buscando con la mano el rostro de la chica pero el simple movimiento de incorporarse fue bloqueado por el indicador sobrepasado de dolor en su cuerpo.
Uta al verlo moverse se levantó queriendo acostarlo de nuevo demasiado nerviosa por no querer que se hiciera daño.
—No te muevas, no te muevas, acuéstate, Preston, no debes esforzarte ahora... —cuando consiguió sin demasiada resistencia del opuesto acostarlo, lo acomodó con cuidado en la posición que consideraba menos dolorosa por lógica. Durante el proceso de recostarlo repasó en su mente demasiadas veces la imagen instantánea de cómo sus pupilas se habían visto retraídas e inundadas de lágrimas en cuestión de instantes— No me hizo nada, estoy bien, estoy perfectamente, ¿sí? —sonrió nerviosa.
Preston mantuvo los ojos cerrados hasta segundos después de la respuesta tranquilizante de Uta a la cual respondió asintiendo con algo de alivio por saber que estaba bien.
—Te rompió dos costillas, no es que te las haya roto en sí... separó una prótesis del hueso y la otra la partió en dos. Todo está arreglado, sólo tienes que recuperarte de la operación como otras veces, ¿sí? Yo cuidaré de ti hasta que te recuperes.
Continuó hablando mientras con las manos decoradas con ese pintauñas lila que a ambos les gustaba tanto, repasaba el pelo de Preston pasando detrás de su oreja el mechón que solía dejarse en medio de la cara secando también las lágrimas inconscientes que brotaban de sus ojos como ya estaba acostumbrada a ver. Las recuperaciones siempre eran igual de dolorosas para los dos.
—¿Otra recuperación? —intentaba mantener sus ojos centrados en ella pero simplemente le era imposible.
En sus ojos no se reflejaba en sí el dolor de lo físico, podí verse el fastidio y la impotencia al saber que su cuerpo de nuevo le había fallado, de nuevo tendría que esperar y pasar noches sin dormir hasta que pudiera volver a la normalidad.
—Sí pero no te preocupes, Lucas me trajo unos analgésicos que dentro de un par de horas podré darte y así se irá bajando el dolor —ella sabía bien lo difícil que era para él, lo mucho que detestaba estar así, pero sobre todo lo intolerable que se volvía cada vez más, por eso quería centrarse en mantenerlo al menos animado—. Hey, hagamos algo: cuando te duela mucho aprieta mi mano todo lo fuerte que puedas, cada vez que lo hagas te daré yo un beso porque lo estás haciendo genial y ya faltará cada vez menos, ¿quieres? Como hacemos siempre.
Accedió con un movimiento leve de la cabeza.
—Perfecto, perfecto... todo va a ir bien —tomó su mano y la acercó hasta darle un beso en ella.
Mucho se temía que él había aceptado por distraerse también, ese era el punto pero le hacía sentirse mal que fuera así. Cuando ya estaba mejorando otras veces, él apropósito le apretaba la mano para que le diera el beso en la frente, ambos rieran por ello y terminaran con un beso no demasiado largo en los labios. Ahora ni siquiera podía respirar bien, el juego iba a servir sólo para desahogarlo.
El primer apretón no tardó mucho en llegar, duró un buen tiempo por las punzadas fuertes y constantes que tardaban en desaparecer dejándolo tranquilo un par de minutos. Al dejar de ejercerle presión en la mano exhaló un delirante aliento abriendo los ojos que mancharon la almohada de lágrimas.
Uta sólo lo miró con lástima y llevó una mano hasta su cabeza la cual acarició antes de acercarse y darle un beso en la frente.
—Perfecto... aguanta un poco más, Preston.
*** *** ***
"Podría parecer un deseo reprimido por querer devolverles lo que me hicieron. Ellos disfrutaban, no tenían remordimientos al experimentar y torturrnos... yo disfruto al ver cómo un paciente deja de sufrir. Si eso es tener rencor, entonces tengo demasiado."
Nombre: Lucas Skywalk
Nombre en clave: Glaz
Lugar de nacimiento: Heidelberg, Alemania.
Edad y fecha de nacimiento: 15 de enero de 1999, 22 años.
Altura: 1.76 m.
Peso: 66 kg.
Bando: Vía Láctea
Blindaje: 2
Velocidad: 3
Arma principal: Rifle de asalto F2
Arma secundaria: Pistola D-50
Auxiliar: Escudo antibalas
Dispositivo especial con descripción: Estimulante de epinefrina. Coloca pequeños botones metálicos en la piel de sus compañeros los cuales son controlados a distancia para que, al recibir una señal, inyecten una dosis de epinefrina capaz de estimular el sistema nervioso del usuario ayudando a la resistencia y energía del usuario dando la ilusión de tener salud aunque haya sido herido.
Especialidad y línea de ataque: Médico de campo, retaguardia.
Entrenamiento:
—Entrenamiento básico y profesional del Vía Láctea aprobado con 8.7
—Capacitación médica rebelde completada con 9.1
—Curso de especialización en anestesiología en progreso.
Experiencia importante:
—Defensa de la zona suroeste de la Periferia (2018)
—Ataque al cuartel B del Centro para evitar contaminación hídrica masiva (12 de febrero 2021)
Trasfondo: Nació en una familia de clase media alemana, hijo de médico y enfermera, Lucas creció hasta los cuatro años en Hidelberg hasta que en Hidelberg los conflictos raciales alcanzaron su punto más alto. Más o menos a esa edad sus padres se dieron cuenta de que había heredado por parte de su madre una enfermedad degenerativa de los músculos que aunque sus casos no eran agresivos, había que vigilarla de cerca. Su familia vivió casi un año en clandestinidad hasta que fueron descubiertos para ser enviados a los campos de concentración Neo-Nazis donde él fue separado de su familia y llevado a ser víctima de experimentos con fármacos en el campo de Neu Dachau. Corrió con la suerte de que las sustancias que se le aplicaron estaban correctamente creadas así que no sufrió grandes daños como otros niños de la misma edad, uno de los pocos efectos secundarios que sufrió fue que adquirió mucha sensibilidad a la luz solar y por su enfermedad sus músculos se debilitaron más de lo usual. Fue enviado a Japón como sujeto de estudio por haber sobrevivido a tantos experimentos sin gran daño recibido, allí se convirtió en preso de los Valles junto con otros niños europeos enviados. Conoció a Hughes Baudet (Kapkan) al haber pasado varios meses recluidos junto a varios otros niños enviados desde Europa, también a Douglas McArthur (Mute) quien los ayudó a sobrevivir durante unas semanas y escaparon juntos los tres. Fueron encontrados por Percival Travis (Thatcher) quien se hizo carco de McArthur y Baudet mientras que Lucas quedó bajo mi custodia.
Perfil psicológico: Quedó muy traumado por haber visto la muerte de su padre frente a sus ojos, también le afectó demasiado el haber sido preso por casi tres años y sobrevivir a todas las calamidades que incluso él mismo delira preguntándose que cómo es que aún vive. Es una persona fuerte al poder vivir aún con su trauma y el pánico que suele atacarle en ciertas situaciones -como estar encerrado-. Suele comportarse bromista y sarcástico, muestra siempre una sonrisa ladina en su rostro y habla con el eco de ella en casi todas situaciones. Desarrolló un pensamiento muy peculiar que se volvió su motor para sobrevivir y no darse por vencido: tiene prácticamente terror a morir de un disparo o de alguna forma espontánea ya que piensa que sería humillante morir en instantes después de haber sobrevivido a tantas atrocidades siendo niño y a lo largo de su vida. Esto mismo fue lo que lo impulsó a querer salvar las vidas de más personas, por esto se quiso dedicar a la Medicina y encontró algo que realmente le apasiona. Puede crear un vínculo muy fuerte con sus pacientes dentro de lo profesional haciéndolo excelente en su trabajo aunque ahora se dedique principalmente al campo militar donde además conoce a gran parte de sus pacientes. Es muy decidido y trabajador, es difícil que una idea se le quite de la cabeza o que la abandone a la mitad.
Relaciones: Es respetado en todo el Vía Láctea y por ello tiene un vínculo cercano con varios de sus compañeros, en especial con Jean-Luc Janeway (Herse), Zaphod Riker (Frey) y Octavia Carrascosa (Requiem). Se lleva bien con el pequeño equipo médico de la zona formado por Sky Blue (Ela), Uta Weiss (Crimson), Pen Teller (Teller) y él, ayuda y enseña lo que sabe a Pen y Sky quienes lo ven más que como un compañero, casi como un maestro. Perdió el contacto con Hughes y Doug pero las veces que se reencuentran parecen seguir su relación como si nada.
Pareja: James Kyrk (Lech)
Aspecto:
Estado: Vivo, activo.
Tema: Warum — Juli
Notas:
—En la misión de reconocimiento a principios de 2021 sufrió quemaduras de primer y segundo grado en casi el 30% del cuerpo causadas con C4. Fue enviado a la Rebeldía después de ser atendido de primeros auxilios por Hughes, y ya de vuelta en el cuartel estuvo trabajando en una forma más efectiva de tratamiento. Aún así se le quedaron cicatrices en varias partes del cuerpo incluyendo la cara, esto le causó mucha inseguridad más aún frente a Jimmy pero él junto a Zaphod y Alicia le ayudaron a aceptarlo y no dejarse hundir por ello.
—Dio información vital para el informe T-1945.
—Usa gafas de sol por su vulnerabilidad ante este.
—Su enfermedad progresaría con el tiempo causando cada vez desgarres o contracturas más graves en sus músculos por movimientos mínimos, cuando fue liberado de los Valles y recibió atención médica le dieron un tratamiento para fortalecer sus músculos lo cual lo mantuvo estable. Desde hace poco estuvo ayudando en la investigación de un tratamiento más efectivo, actualmente se inyecta semanalmente un medicamento modificado por él mismo que ha dado gran efecto y está a punto de ser aprobado por los farmaceuticos rebeldes para que pueda administrarse a otros pacientes. Con ese tratamiento que lleva siguiendo casi tres años, sus músculos tienen una resitencia normal y apenas sufre daños en ellos más allá de lo habitual.
—El Coliseum supuso algo muy traumático para él teniendo en cuenta su mentalidad sobre no poder dejarse caer después de haber aguantado tanto, esto se debe a que -al igual que muchos- ven este suceso como una muerte segura. Gracias a la información recogida sobre los participantes se ha decidido que se realizará un entrenamiento intensivo especial para los elegidos especialmente enfocado en lo psicológico.
—Informe por Deanna Tam (Diana)
*** *** ***
¡Hola a todos!
Pues ya volvió HELL después de una semanita de baja OwO
Volvieron los cocolazos, todo por culpa de Rex, pinche Rex siempre metiendo el desmadre :^) Pero al menos ya hizo aparición el personaje más importante de la historia... Savior el ajolote rosado.
Espero que les haya gustado y nos vemos pronto ^^
Atsushi~
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