13/03/2021  |  Cuartel del Raimon, Periferia, Inazuma, Japón.

Ya había pasado un tiempo desde aquella misión que terminó por ser exitosa al haber asegurado el contenedor y evitar la contaminación del agua. Marzo ya estaba amenazando con llegar a su mitad, penas tuvieron misiones y su defensa estaba intacta. En general fue un mes calmado pero con acontecimientos agradables dentro del propio bando y de otros.

Pero había una nueva inquietud que se había apoderado de todos los rebeldes: los rumores confirmados de un evento creado por el Centro con tal de acelerar aquella guerra sin final aparente. Se convocaría de manera aleatoria a jóvenes enemigos del gobierno contra muchachos de este y pelearían como gladiadores, de ahí su nombre, el Coliseum. 

El Centro había tomado la decisión como si fuera el simple anfitrión de un juego normal, se había tomado la libertad de empezar a expandir la información confirmando las teorías y rumores además de explicar bien en lo que consistiría el esperado evento.

Se jugarían tres rondas donde el bando ganador tendría la oportunidad de mover una ficha oponiendo resistencia ante el enemigo, y el mejor de tres sería el que podría presentar una negociación que debería ser aceptada por el perdedor con tal de terminar ya la guerra. 

Parecía una broma, que se decidiera como un simple juego de mesa sonaba como algo sin ningún sentido, pero parecía que el Centro estaba demasiado convencido de ello aunque pudieran jugar en su contra también. 

Gyan Cinquedea, el presidente actual de Inazuma comentaba que sería algo para que no hubiera muerte alguna en la ciudad, refiriéndose al Centro como "ciudad", claramente. Habían llegado al punto en que la guerra que sucedía en el exterior podría cruzar la frontera del Centro y llegar hasta el corazón de la ciudad, por eso querían volver a llevar la pelea lejos de su territorio, esa estrategia tan usada a lo largo de la historia sería la que usaría el Centro esta vez.

En el Centro se desconocía la guerra tan cruda que había, la gente sabía que las condiciones fuera de la capital eran peores, que había zonas pobres y era inseguro, pero muy poca gente sabía que realmente se estaba librando una guerra a pocos kilómetros de ellos, y claramente la idea del gobierno era mantener esa ignorancia en su población. Si la gente se enterara de lo que estaba intentando hacer el Centro con las zonas exteriores, que ahí fuera la guerra era el pan de cada día, dejarían de apoyar todas las misiones militares que eran vendidas como campañas para proteger a los civiles de las mafias exteriores en las zonas más vulnerables.

Por eso los rebeldes eran mostrados a la población del Centro como un grupo que simplemente atentaba contra el Centro para que su bando prevaleciera sobre el gobierno, de ahí su nombre tan explícito. La Rebeldía era vista como un factor que alteraba la paz que había en Japón, querían que los civiles más desfavorecidos se rebelaran contra el Centro sólo para causar conmoción; pero no se contaban las atrocidades que hacía el gobierno ni que su propósito era acabar con ellas.

Por eso a los ciudadanos del Centro no les había causado conmoción el Coliseum, lo veían como una forma de acabar con las tensiones sin desembocar en la guerra que tanto buscaba la Rebeldía, el Centro había propuesto esta pelea justa y que al ser militares los enviados se trataría de una guerra miniatura para evitar la destrucción del país entero. Como si no hubiera pasado ya. Prácticamente se hacía creer que se encontraban como cuarenta años atrás: al borde de la guerra, no en el punto crítico de esta.

Con el tiempo iban dando más y más información del evento que estaba planeado para el siguiente año, febrero de 2021 exactamente. Los dos avisos que llevaban por ahora decían que la lucha sería únicamente con armas blancas y que los participantes serían reclutados días antes para que se prepararan para los eventos.

No todos habían reaccionado igual en el Raimon, algunos habían caído frente a la ira, otros frente al temor, pero el sentimiento que se había contagiado entre todos los rebeldes era esa necesidad de llegar más preparados que nadie. Los entrenamientos habían aumentado su intensidad en todos los bandos, la Rebeldía había empezado a fortalecer sus ejércitos... Debían estar listos para no caer en el juego del enemigo.

Riccardo era de quienes más se habían puesto a trabajar. Nada más recibir el permiso de Sky y Lucas para entrenar comenzó a practicar con Michael y Doug los ataques con armas blancas. Sentía su cuerpo más débil, más delgado, le pesaban los cuchillos que lanzaba, no podía sujetar la katana con tanta facilidad pero poco a poco volvería a acostumbrarse a todo de nuevo.

El Coliseum había sido un choque para todos realmente, no se sabía qué pensar, tal vez desear que los rebeldes acabaran con Cinquedea antes de que diera la fecha de la masacre.

Pero todos se intentaban mantener bien a sus maneras, se dedicaban a sus estudios o entrenamientos para no centrarse en aquel evento que tanto los presionaba. Pero el romance también era un tema que se apoderaba de las conversaciones y pensamientos de muchos.

Jade y Vladimir tenían su relación oficializada desde hace mucho, pero ahora parecían más unidos que nunca debido a una causa que recientemente habían revelado.

En una de las tantas noches que Vladimir se había quedado en el Raimon ellos habían hecho el amor. Ninguno de los dos lo esperaba, pero cuando el retraso en el periodo de Jade se hizo muy obvio, decidió hacerse un test de embarazo que terminó por dar positivo. No estaba planeado, había sido un error, pero el primer pensamiento en las mentes de los dos fue que tendrían un bebé, era lo que deseaban, tuvieron que plantearse mucho la situación actual y todo lo que conllevaría para sus bandos y sus propias vidas el tener un hijo, claro que les preocupaba la vida que pudiera tener su bebé.

No fueron sus 25 años ni lo imprevisto del embarazo lo que los hizo dudar sobre tener el hijo o no, fue de nuevo la maldita guerra metiéndose en cada esquina de sus vidas, por eso Vladimir dejó que Jade diera la última palabra, ella sería la madre, ella llevaría a ese bebé en su interior nueve meses, ella debía decidirlo. Y después de expresar aquel profundo odio latente hacia la guerra y la forma de vida que tenían que llevar, le dijo que quería tenerlo, que quería tener otro hijo.

Esa noticia fue un descanso para todos, sus mentes dejaron de pensar en el Coliseum y en las cada vez más apretadas situaciones, ahora la idea de que su líder tuviera un hijo se manifestaba cuando más lo necesitaban. Sólo había pasado una semana desde que habían compartido la noticia, pero no dejaba de existir esa emoción en prácticamente todo el bando, muchos habían empezado a pensar en preparar un cuarto y cosas necesarias para el bebé, otros fantaseaban con poder cargarlo o cuidar de él cuando naciera, pero por diferentes que fueran los pensamientos, todos conseguían una vaga sonrisa por lo menos al pensar en ello.

Y Riccardo, aquel que sería el hermano mayor de aquel niño o niña, era a quien más había alegrado la noticia. Después de una larga recuperación por la herida y toda la angustia por los ataques más y más frecuentes, Maxine y su futuro hermano lo habían conseguido tranquilizar. Aunque realmente pensar en la chica a veces sólo lo ponía más nervioso.

—¿Por qué no lo haces más directo? —preguntó Gabriel recargado en una pared con los brazos cruzados.

—Gabi, no sé cómo. Denme algún consejo.

—Le estás pidiendo consejo a las mejores personas posibles, ¿sabes? Ni Hughes ni yo tenemos pareja o sabemos algo de declaraciones —alzó una ceja sarcásticamente.

—Pero tú te entiendes mucho más con las chicas, el otro día tuviste una conversación de la nada con Cherry y Kanao de la que yo no entendí ni la mitad.

—Bueno, pero tú conoces más a Maxine que yo —insistió viendo cómo lo picaba poco a poco haciendo que perdiera los nervios por un tema como aquel.

—¡Gabi, en serio! —chilló desesperado volteándose a él sujetando los dos cuchillos que le quedaban en la misma mano al haberse detenido y no estarlos lanzando contra el maniquí.

—Tranquilo, no entres en pánico, por Dios, Virtuoso, relájate —se levantó riendo un poco dándole un par de golpes en los hombros—. Mira, ninguno sabe bien qué hacer hasta que llega el momento, sólo háblale con naturalidad y dile lo que sientes, sé sincero, eso es muy importante. 

—Puedes darle una regalo —hasta entonces Hughes no había intervenido, pero fijó su mirada en la de Riccardo al mismo tiempo que estiraba un poco sus piernas al haber estado encogido un buen rato a causa del frío.

—Sí, es buena idea, dale flores o algo que a ella le guste. No importa tanto lo material, pero siempre queda bien darle algún detallito.

Riccardo tras arrojar el último cuchillo contra el maniquí fue a recoger las armas para lanzarlas de nuevo aún sin llegar a ningún acuerdo consigo mismo.

—Llegados a este punto sólo puedo concluir que soy muy idiota, muchas personas se declaran y les sale bien pero aquí estoy yo sin poder siquiera sacar el tema delante de ella. Mira sino a Michael y Doug, Sara y Subaru, Cherry y Langford, Preston y Uta... ¡y yo aquí! —sacó el último cuchillo del maniquí y volvió a su antigua posición— Me costaba menos hablar de cosas profundas cuando aún estaba herido.

—Se llama anestesia, suele hacer eso —rio Gabriel volviendo a la pared donde estaba sentado Hughes y tras recargarse en la misma se deslizó muy lentamente—. Bueno, en parte es bueno que tengas tantísimas personas a las que pedir consejos. Digo, no es que no queramos ayudar, es que somos inexpertos. Pero puedes preguntarle a Vlad, a Doug, a Victor...

—¿Ves? Incluso Victor y Alicia ya están juntos aunque hayan pasado tanto tiempo haciéndose tontos.

—¿Alicia y Victor están juntos? —Hughes llevó la mirada a Gabriel quien asintió aún resbalándose hacia abajo.

—Desde hace un mes o dos.

—Oh... Bueno, ellos se ven bien juntos, tienen carácter fuerte así que... será como poner polvo de aluminio con TNT: ¡se crea el tritonal! —dijo imitando con las manos una explosión, pero al ver cómo Gabriel se reía él lo hizo también— Es un pareja de los que debes cuidarte.

—¿Como tú y Shunsuke? —se volteó Riccardo acomodando los cuchillos entre sus dedos para volverlos a arrojar.

—No sé yo si haya pareja más peligrosa que ellos dos. Con ustedes se desata la guerra química —rio Gabriel junto al Virtuoso una vez más.

—Dedícale la canción de Atom Bomb Baby: Radioactive as a TV tower, a nuclear fission in his soul, ¿no? —siguió Riccardo ahora volteando a ver la reacción de Hughes quien sólo se ocultaba más y más en sus piernas bastate rojo ya.

Gabriel también notó que se estaba quedando más callado y nervioso de lo que estaba antes, por eso mismo dejó la broma tan desatada y se acercó aún más calmándose.

—Hughes, ¿aún no le has dicho nada?

El rubio suspiró y escondió un poco más su cabeza para luego moverla de lado a lado sin que pudiera verse su rostro.

Gabi suspiró y le colocó la mano en la espalda acariciándolo suavemente.

—Tranquilo, ya se darán las cosas. Ustedes se entienden muy bien y él te quiere mucho, verás que todo va a ir bien cuando le digas.

Vigil pasó un brazo por la espalda de Hughes y lo consiguió abrazar con cierta ternura. Se llevaban un año más o menos, pero aún así la actitud de Gabi frente a Hughes siempre había sido como la de un hermano mayor.

Hughes suspiró una vez más alzando la cabeza finalmente viéndose bastante enrojecido en ese punto. Pero simplemente hizo el gesto de quererse despejar un poco y poder hablar sin que su voz temblara demasiado.

—No sé cómo decirle.

En eso, Riccardo se sentó frente a ellos flexionando una rodilla hacia arriba para abrazarla e inconscientemente emitir más tranquilidad debido a su posición relajada.

—No so quién para darte consejos porque yo mismo te los he pedido hace menos de cinco minutos, pero creo que deberías hacerlo, él te va a entender. Gabi ya te lo dijo, él te quiere mucho, sólo piensa en cómo se llevan ustedes dos: él aprendió checo por ti, pasan horas y horas hablando sin cansarse, eres quien más se preocupa por su anorexia, él te ayuda siempre que tienes los ataques de estrés postraumático... En imposible que no puedan arreglarlo.

—Riccardo tiene razón. Conociendo a Shunsuke, es demasiado tímido como para tomar la iniciativa en algo así, y dio la casualidad de que tú también lo eres en temas amorosos, pero te podría asegurar que él está esperando porque tú des el paso. Sólo mira su forma de actuar, obsérvalo más detenidamente, contigo se comporta de una forma en que... Definitivamente se ve cómo quiere que esto vaya a más.

—Gabi, ¿en serio él...?

Vigil asintió cortando su pregunta a la mitad para que luego Riccardo le pusiera una mano en el hombro.

—Hughes, hazle caso, si alguien aquí sabe cómo se comporta la gente, ese es Gabi.

Sólo suspiró encogiéndose de nuevo sin saber bien qué hacer. Gabi le dio unas palmaditas en la espalda esperando porque se tranquilizara, pero definitivamente lo siguiente que escucharon hizo de todo menos tranquilizarlo.

Unos pasos rápidos sonaron desde las escaleras del laboratorio y en poco tiempo escucharon una voz aguda llamarlo.

—¡Hughes! ¡Hughes!

Una vez se volteó vio cómo la bata blanca de Shunsuke ondeaba por el aire en mitad de su carrera escaleras abajo hasta donde estaban ellos. Se detuvo intentando recuperar el aire y luego lo miró con los ojos tan brillantes como su sonrisa.

—¿Qué pasa?

Tragó saliva con algo de prisa por querer recuperar el aire pero sin cambiar en ningún momento su sonrisa.

—Ya lo descubrí.

—¿Qué? —se empezó a incorporar.

—No era ácido fórmico, era nítrico.

—Pero la quemadura que te hiciste...

—No, mira. Con lo que me quemé era un prototipo, el arma real es la que encontré hace unos días. Son armas de fulminato de mercurio.

La expresión de Hughes delató cómo todo se había conectado en su mente y había llegado a la misma conclusión que Shun. Y había sido tan importante y asombroso que por momentos estaba disipando los nervios de estar hablando con él, con el chico que tanto le gustaba, justo después de la conversación que había tenido con Riccardo y Gabriel.

—Tuvieron que disolver mercurio en ácido nítrico con etanol, por eso encontraste recipiente solo con el ácido, ¡claro! —hasta una sonrisa se formó en los labios del más alto quien había quedado de pie golpeando con el puño la palma de la otra mano.

—Ven, te lo enseño —lo tomó de la manga jalándolo unos pasos antes de mirar a los otros dos apenas notando lo que estaba pasando, se había emocionado demasiado—. Chicos, me lo voy a robar un momento, ¿no hay problema?

—Todo tuyo —rio Gabi por la emoción en ambos.

Realmente Riccardo y Gabriel tenían sólo conocimientos básicos sobre química por lo que no terminaban de entender lo que habían dicho aunque claro estaba que uniendo piezas sin tener que recordar los nombres de tantos componentes, era obvia la emoción: habían descubierto un elemento en las armas y teniendo a Shunsuke podrían encontrar algo que las contrarrestara.

Subieron las escaleras que llevaba al falso piso donde se encontraba el laboratorio, abriendo una puerta de cristal para entrar.

Nada más entrar y ponerse también una bata y guantes, Shun le empezó a explicar todo lo que había descubierto, llevaba toda la tarde en el laboratorio probando y probando, analizando todo lo que podía con tal de dar con el origen exacto del arma. Pero una vez aquella emoción bajó poco a poco, a Hughes le costaba más concentrarse en la conversación, estaba más disperso.

Estaba seguro de que este era el momento ,lo podía sentir, se sentía seguro, se sentía valiente por unos instantes que debía aprovechar, no como todas las veces anteriores que terminaban en un inminente fracaso.

—Shun —lo llamó titubeando mientras se alejaba por completo de la conversación.

—¿Qué pasa? —volteó a verlo con una sonrisa pero nada más verle en ese estado tan decaído se empezó a preocupar— ¿Estás bien?

Asintió apartando la mirada de él tratando de calmarse y traducir en su mente las tantas palabras que le quería decir en checo pero aunque Shunsuke hablara pudiera mantener una conversación sencilla en ese idioma, no le entendería, era demasiado complicado en su propia mente que ni siquiera Hughes se comprendía a sí mismo. Jamás pensó que fuera tan difícil preguntar a alguien si quería ser su novio, demasiadas palabras para decir algo muy pequeño.

Entonces con sus guantes quitó los suyos a Shun para poder despojarse de ellos también y sostenerle las manos caminando hacia la mesa. La atención del menor desde luego que ya estaba enganchada y muy en el fondo sabía la intención con la que le quería hablar aunque se quisiera deshacer de ella para no desilusionarse.

—Shun... tú sabes bien que yo te quiero mucho, ¿no?

Nada más pronunciar eso, él suspiró con una sonrisa sosteniendo aún las manos juntas antes de empezar a hablar en un tono muy claro y lento.

—Hughes...

Alzó la vista hasta clavar sus ojos en las pupilas del rubio viéndose el increíble choque entre la mirada helada del mayor y sus ojos cafés y cálidos.

—Člověka po boku bok. Do mlhy za krokem, krok. Do mlhy která se zdá. Pár kroků vpřed. Přitom v mlze už. Postě bloudění. Po boku člověka jdeme už.

El opuesto lo miraba atónito, le costaba interpretar las palabras que en su propio idioma estaban, tal vez por el significado metafórico que tenían juntas.

De un lado al otro van

Hacia la niebla otro paso danHacia la niebla soñadaUn par de pasos adelanteMientras en la niebla yaSimplemente perdidosUno al lado del otroCaminan ya

Nunca antes había escuchado aquel poema, pero le había sonado familiar sólo por haber sido recitado con la voz de Shunsuke, no podía negar en absoluto lo mucho que lo quería.

Se decidió por hacerlo ya, Shun acababa de dar un paso, ya sólo estaba esperando que Hughes lo soltara, si no lo hacía ahora...

—Shun, ¿quieres ser mi novio?

Las palabras se quedaron impregnadas en el aire. Nunca fue su fuerte hablar ni decorar mucho sus palabras, pero por corto o sencillo que hubiera sido su diálogo, lo decía con el mayor sentimiento posible y eso fue captado por Shunsuke.

Aunque el moreno ya esperaba eso, lo llevaba deseando desde hacía tiempo que se sintió extraño al escucharlas de Hughes en la vida real y no solo en sus imaginaciones. Pero con los ojos cerrados en una sonriente expresión asintió sin poder contener la felicidad y emoción que le recorría cada parte del cuerpo.

Kapkan rio casi que incrédulo tomando aún las manos de Shun a quien abrazó por impulso simultáneo, un eterno abrazo en que los corazones de los dos casi podían chocar entre ellos debido a lo fuerte que latían.

Se separaron por un momento para quedar frente a frente y liberando el deseo que llevaban conteniendo por años juntaron los labios de ambos en un beso tan apasionado como deseado.

Al fin habían sido capaces de decirse lo que querían al otro, parece ser que no fue un retraso lo que pasó entre ellos sino una espera que diera más valor al espléndido momento en que se besaron por primera vez a los minutos de haberse declarado.

En las salas de entrenamiento se habían quedado Gabriel y Riccardo hablando sobre lo que acababa de pasar.

—Sé que se le va a declarar, tal vez lo esté haciendo ahora —dijo Gabriel mirando a las escaleras mientras yacía sentado junto al Virtuoso quien afilaba uno de los cuchillos con una piedra perfectamente cuadrada.

—Sí, lo va a aceptar, Shunsuke también está muy enamorado —rio llevando la vista del filo del cuchillo hasta las escaleras también.

—¿Y tú, Riccardo?

—Enamorado es poco decir... —sonrió agachando la mirada pensando en Maxine una vez más y sus intentos de declararse.

—Pero sé que puedes, tampoco vas a tardar en hacerlo, confía en mí —le puso una mano en el hombro—, a veces hay cosas que crees imposibles pero es cosa tuya si lo haces o no.

Asintió con media sonrisa que reflejaba entusiasmo así como cierta frustración todavía.

Vigil rio llevando la mirada también al cuchillo que era afilado por su compañero, realmente podía ser entretenido y hasta relajante pasar el filo por la pieda una y otra vez viendo cómo este se agudizaba por cada movimiento.

—Riccardo.

—¿Qué pasa? —volteó a mirarlo separando la piedra del filo.

—¿Qué opinas de Vladmir? Tú eres el hijo de Jade, eres el más cercano a ella, que ahora los dos estén juntos te "afecta" directamente —se hizo un ovillo a causa del frío que llegaba de repente por culpa de la mala climatización del cuarto piso en general.

Riccardo sonrió dejando la piedra junto al cuchillo en el suelo para luego entrelazar sus dedos apoyando los codos en sus rodillas y echando el cuerpo hacia delante.

—Puede sonar raro pero me alegra de verdad —volteó a ver a Gabi un momento—. Ella merece demasiado, sé que Vlad la va a cuidar. Mamá Jade vale demasiado. No me alegro sólo por ella, sino por Vlad y por mí, creo que somos una buena familia y ahora con el bebé... la verdad pienso que tenemos mucha suerte.

Gabriel asintió dibujando una sonrisa también muy lentamente y deteniéndose para pensar un segundo más en ello, era cierto que ya eran una familia formada y que pronto crecería un poco más, no podía decirse lo contrario estando como ahora.

—¿Te acuerdas de la noche en la que se me soltaron los puntos?

Él asintió sin llevarse una buena imagen del recuerdo de aquella noche, Riccardo empezó a sangrar porque los puntos de su herida se soltaron sin causa aparente, a Sky le costó conseguir que se detuviera el sangrado, realmente le provocó un gran susto a todos y hubo tensión en el Raimon por unos largos minutos.

—Mientras Sky y Jade detenían el sangrado, Vlad estuvo conmigo. Me acuerdo mucho de que me contaba cosas, me hablaba de cosas simples y curiosas sólo para que me distrajera y dejara que ellas pudieran trabajar mejor. Y cuando me desperté ya horas después, él y Jade estaban ahí—entonces suspiró lanzando una mirada al techo como si fuera un delirio—. Sentí que Vlad se volvió mi padre de verdad.

Riccardo, evidentemente, tenía padres biológicos y estos no eran ni Jade ni Vladimir. Él había nacido en una casa adinerada del Centro, la familia Di Rigo dirigía una de las mayores industrias de construcción de vehículos fuertemente relacionada con las antiguas fábricas de Kioto que enviaban trenes, aviones y otros vehículos a todo Japón antes de que fuera tomado y su economía cayera a manos del Centro. Ya que los Di Rigo apoyaban a varias zonas de Kioto con dinero intentando levantar poco a poco la industria de nuevo y así recuperar fuerza económica, empezaron a ser una molestia para el Centro, por eso mismo fueron asesinados todos los miembros de la familia.

La madrugada del 24 de abril de 2012, la mansión de los Di Rigo fue atacada repentinamente. El cabeza de familia fue asesinado en su despacho junto a su hermano, pero sus mujeres consiguieron esconder a sus hijos. Mientras que la madre de Rossie la ocultó en un armario, la de Riccardo se encerró con él en la habitación donde lo metió debajo de la cama justo antes de que entraran para matarla con un disparo y hacer lo mismo con la tía de Riccardo dejando a ambos primos completamente huérfanos.

Cuando el Raimon llegó para ayudar, encontraron a Rossie saliendo de su escondite aún confundida, pero Travis y Jade entraron juntos a la habitación donde vieron a Riccardo llorarle a su madre quien yacía muerta en el suelo. Le suplicaba que despertara, que lo perdonara por todo lo malo que había hecho, que se levantara y volviera con él. Jade tenía dieciséis años y Riccardo nueve, pero aún así ella creó un fuerte lazo con el niño, lo empezó a cuidar e insistía en ayudarlo y estar con él una vez se lo llevaron junto a Rossie al Raimon.

Volvió a hundirse en la misma depresión de cuando creyó que Maxine había muerto, dejó de hablar, casi no comía ni se juntaba mucho con otros durante varias semanas, pasó meses en ese estado, pero fue gracias a Jade que se pudo recuperar. Y le cogió tanto cariño a su salvadora que comenzó a considerarla una madre realmente, ella respondió casi de igual forma, parecía que el instinto maternal era algo que ella tenía a flor de piel desde su juventud.

Ahora que ella estaba con Vladimir, Riccardo debía sumarse aceptando que él sería como su padre, y todavía más con el bebé que nacería en unos meses.

Justo cuando dio la hora de cenar, ellos bajaron hasta el piso de la casa y donde se encontraron con todos y ayudaron a servir la comida que habían dejado lista Jade y Sara. Pero antes de que empezaran a comer, Jade se puso de pie desde su asiento captando la atención de todos los presentes.

—Tengo un aviso importante —dijo con la voz neutra mientras pasaba todo su cabello a su espalda—. Pronto, aún no sabemos cuándo exactamente, tendremos una misión en los Valles. No la hemos preparado nosotros, nos la ha asignado Axel Blaze, son órdenes directas de la Rebeldía, ellos ya seleccionaron a un grupo de participantes de varios bandos e iremos en cuanto nos ordenen. Un transporte con presos venidos del extranjero va a llegar y los llevarán directamente a los Valles, nosotros vamos a evitarlo, ya nos informarán cuando llegue, por eso debemos estar listos, podría ser en cualquier momento.

Varias miradas se cruzaron, se cuestionaban con la vista quiénes serían los enviados a la misión, cuáles serían sus compañeros...

—Según el informe que me pasaron, estos son los enviados: Mute, Kapkan, Overlord, Vigil, Crusoe, Joujou, Genji, Virtuoso, Lancelot, Pendragón, Frey, Réquiem, White, Nemesi, Alicein y yo, Valkyrie —una vez terminó de leer la lista alzó la mirada—. Tienen hasta mañana para confirmar su asistencia, piénsenlo bien.

Ella ya había hablado con Vladimir lo de ir a una misión ya estando embarazada, debido a que aún no había ningún cambio drástico que pudiera impedir que ella combatiera o la pusiera en peligro, habían quedado en que esta sería su última misión, después reportaría a la Rebeldía que estaba esperando un hijo para que cambiaran su estado a "inactiva", seguramente que permanecería así varios meses después de que naciera el bebé para cuidarlo y dedicarse a él, por eso quería terminar su carrera como militar conscientemente en esta misión.

Nadie dijo nada, sólo asintieron y dijeron que confirmarían su asistencia en la mañana, pero el siguiente aviso de Jade cambió muchísimo más el ambiente en el comedor.

—Y también debo decirles que ya hablé con Davy Jones de la Cala Pirata, llegamos a un acuerdo: iremos a la zona rebelde del sur con la excusa de ayudarlos a protegerla y llevar suministros. Estaremos ahí unos días junto a otros bandos, tómenlo como unas vacaciones —recargó las manos en la mesa separando un poco los brazos sin contener una sonrisa al ver las caras de asombro de gran parte de los presentes—, todos se las merecen.

*** *** ***

"Cuando más honesta es una persona es cuando cree que está sola."

Nombre: Gabriel García

Nombre en clave: Vigil

Lugar de nacimiento: Transición, Inazuma, Japón.

Edad y Fecha de nacimiento: 4 de enero de 2001, 20 años actualmente.

Altura: 1.75 m

Peso: 64 kg

Bando: Raimon

Blindaje: 2

Velocidad: 5

Arma principal: Rifle de asalto AR33

Arma secundaria: Pistola LUISON

Auxiliar: Alambre de púas

Dispositivo especial con descripción: Silenciador especializado. García cuenta con unos dispositivos en forma de cubo de dos centímetros cúbicos, al colocarlos y ser activados, estos consiguen neutralizar el sonido en un rango de tres metros a la redonda, su duración eficiente máxima es de diez minutos.

Especialidad y línea de ataque: Defensa agresiva, interrogatorio y adquisición de información.

Entrenamiento:

—Entrenamiento básico del Raimon superado con 8.2

—Entrenamiento medio del Raimon superado con 9.3

—Entrenamiento de élite del Raimon superado con 8.5

—Capacitación en psicología, curso en progreso.

Experiencia importante:

—Servicio y defensa en la alianza Raimon-Royal Academy (2018-actualiad)

—Recuperación de información de una base del Centro (16 de diciembre de 2020)

—Desactivación de bomba en un cuartel menor del Centro (1 de febrero de 2021)

—Ataque al cuartel B del Centro para evitar contaminación hídrica masiva (12 de febrero de 2021)

Trasfondo: Es el único hijo de una familia de origen colombiano que emigró a Japón en los años ochenta, poco antes de los desastres naturales, asentaron bien su hogar y siguieron en el país a pesar de lo dura que se volvía la vida. Cuando nació Gabriel las cosas se pusieron más tensas, ahora sus padres, Renata y Luis, tenían que velar por la seguridad de su recién nacido. Fue por milagro que encontraron el Raimon gracias a Percival Travis con quien negociaron para que estar protegidos por el Raimon, ellos los apoyarían con las ganancias que obtenía la familia gracias al empleo de Luis como profesor, a cambio de la protección. Por suerte no hubo ningún problema y Gabriel creció llevando una infancia y adolescencia normal a pesar de la tensión que aumentaba en la ciudad. Por eso, a los catorce años fue llevado al Raimon donde viviría como si este se tratara de un internado, al no poder permitir que se quedara allí como un civil cualquiera le ofrecieron la opción de integrarse al programa de cadetes que Travis empezó a ejecutar por mera necesidad al tener allí a otros niños como Riccardo di Rigo (Virtuoso) o Hughes Dvořak (Kapkan) y si no quería, podría conseguir que lo enviaran a la Rebeldía. Él decidió entrar al programa y empezar una formación básica militar mientras sus padres seguían viviendo en la Transición pudiendo verse con frecuencia además de las llamadas casi diarias. El programa concluía a los dieciséis años, edad en la que deberían elegir si seguir como militares ya enfocados al ámbito "profesional" o volver como civiles, él quiso quedarse y así se convirtió en miembro oficial del Raimon empezando su servicio en 2018, cuando él tenía dieciséis años.

Perfil psicológico: Es alguien quien prefiere no llamar mucho la atención, esto no significa que no se integre o le guste apartarse, pero prefiere mucho más observar desde un exterior e intervenir de vez en cuando, esto refleja a la perfección su forma de combatir. Suele ser visto como alguien tranquilo y maduro, le gusta ayudar a los nuevos y no pierde la paciencia demasiado rápido, aún así también tiene un lado menos conocido en el que puede ser bastante rencoroso e incluso vengativo, le es difícil recuperar la confianza o el mismo trato con alguien con quien ha discutido o ha sucedido algo en su relación. Aún así es un muy buen compañero que hace notar su presencia cuando quiere y siempre es tomado en cuenta. Soporta bien el estrés de las misiones en el preciso momento, pero después de ellas suele quedarse un rato a solas para tranquilizarse y superar todo lo que ha pasado, especialmente aquellas comunes experiencias cercanas a la muerte de las que ni siquiera se da cuenta en el momento debido a su defensa excesivamente agresiva. Le llegan a alterar mucho los sonidos demasiado fuertes, más aún cuando su zona de confort es el silencio donde puede escabullirse y maniobrar a su aire.

Relaciones: Desde que ingresó se lleva bastante bien con Riccardo di Rigo, ambos son mejores amigos junto a Hughes Dvořak. Se lleva muy bien con Subaru Honda al ser los principales defensores del Raimon y también era muy cercano a Samguk Han (Aotrom), aunque no lo expresó parece ser de los más afectados por la pérdida, lo mismo con Rossie Redd (Lett). Aunque trabajan muy bien juntos, personalmente tiene una relación peculiar con Aitor Cazador (Jäger), pero en el fondo parece tenerle aprecio.

Pareja: (—)

Aspecto:

Estado: Vivo, activo.

Tema: (Por confirmar)

Notas:

—Desde que se enteró de que Kanao Ishikawa (Thunder) estaba enamorada de Aitor Cazador, hizo un pequeño esfuerzo por relacionarse con él más allá del trabajo habitual e intentar juntarlos un poco más, por suerte ambos se hablan mucho cada vez que coinciden haciendo que Gabriel no deba intervenir mucho.

—Junto a Doug y Sara McArthur (Nemesi) es de los miembros del Raimon que puede hablar español fluido e igualmente tiene muy buen nivel de inglés. En la R.R.A el otro miembro que tiene un nivel nativo de español es el propio Aitor Cazador así que la mayoría de sus conversaciones -o discusiones- son en este idioma y es posible percibir cierta diferencia de acentos si se pone atención aunque no se tenga conocimiento del idioma, como es mi caso.

—Se reconoce como católico.

—Es el más indicado para misiones de espionaje o que requieran mucho sigilo, sólo es superado en este por Shunsuke Aoyama (Gu) sin pretenderlo. Por esto mismo suele ser enviado a misiones con otros bandos o incluso en solitario.

—Es el miembro más ágil y flexible en el Raimon y, posiblemente, en la R.R.A, entrena bastante este aspecto así como la puntería.

—Se interesó por el curso de capacitación de psicología esperando que le ayude en los interrogatorios rápidos que realiza en las misiones con el objetivo de conseguir localización de enemigos o información valiosa en el momento.

—Informe por Jade Ah-kdir (Green)(Valkyrie)

*** *** ***

¡Hola a todos!

Aquí está el capítulo de la semana, espero que les haya gustado. Un capítulo chiquito y con cositas amorosas antes de embarcarnos en el principio de las movidas... ¡agárrense! Bueno, aún falta un ratito para eso UwUr

Espero que les haya gustado el capítulo. Muchas gracias por leer y nos vemos pronto ^^

Atsushi~