[CAPÍTULO 1]
10/01/2021 | Periferia, Inazuma, Japón
Los pasos de las tres chicas resonaban por la solitaria calle.
Jade, conocida también como Valkyrie, guiaba a las otras dos chicas por los callejones pequeños y estrechos de la Periferia. Su punto de encuentro había sido el arco en la calle principal que marcaba el inicio de la Periferia y fin de la Transición.
Las tres avanzaban calladas pero no había real tensión en el ambiente a pesar de que no se conocían. Giraron hacia la izquierda al final del callejón que conectaba otros dos tan estrechos y discretos que eran pasadizos para los del Raimon y demás bandos cercanos, incluso servían de puntos de encuentro entre ellos. Esa pequeña pero estratégica red de callejones era llamada entre ellos "zona x".
Les esperaban unos cuantos metros todavía hasta llegar al Raimon, pero para eso sólo debían seguir la calle hacia el oeste y hallarían la puerta. La calle era decorada y unía los techos de los edificios de ambas aceras con unos arcos que a su vez servían de puentes. Algunos habían sido destruidos por el Raimon de forma estratégica, otros eran bloqueados pero el principal Arco del Raimon siempre quedaba libre ya que resultaba muy útil para las vigilancias.
Pero cuando estaban cerca de la puerta sonó terroríficamente el motor de un vehículo que se acercaba a gran velocidad. Jade no tuvo tiempo para otra reacción más que tomar del hombro a la muchacha castaña que iba detrás suyo y agacharla bruscamente ordenando a la otra que hiciera lo mismo.
— ¡Cascabel! —gritó también agachándose contra la pared sin preparar siquiera su arma.
La respuesta a su grito fue un disparo que reventó la rueda derecha delantera del auto seguido por otros dos para el piloto y copiloto.
Unos disparos silenciosos dentro de lo que podría decirse. El sonido peculiar de estos sorprendió a las dos chicas quienes tampoco repararon mucho en ello y siguieron a Jade hasta la puerta gruesa de metal que cruzaron encerrándose tras esta una vez quedó sellada.
— Bueno... primera experiencia en el Raimon —sonrió Jade con un suspiro y caminó a lo largo de ese pasillo metálico dejando su arma en un gancho al final de este teniendo que atravesar otra puerta pero de menor grosor—. Siéntense —señaló el suelo con la mano para luego sentarse también una vez ellas dejaron sus armas a un lado—. Me voy a presentar y luego harán lo mismo ustedes, ¿de acuerdo?
Ellas asintieron, pero justo cuando iba a empezar a hablar, llegó otra chica desde unas escaleras en el fondo.
— Oh, lo siento, estaba ayudando con la comida—se excusó antes de sentarse junto a Jade teniendo que doblar las piernas hacia un lado debido a la falda que le llegaba hasta los tobillos.
Jade sonrió y dio una palmadita en la rodilla de la muchacha.
— Bueno, me llamo Jade Green, soy la líder beta del Raimon, puede que también escuchen que me llaman Valkyrie —miró al suelo un momento como queriendo recordar lo que iba a decir—, tengo 25 años y... me acomodo más en la zona ofensiva de un ataque. ¿Sky? —volteó para mirarla como si preguntara si se iba a presentar también.
— Me llamo Sky Blue, me llaman Ela, tengo 20 años. No suelo participar en misiones como tal, me quedo casi siempre en la retaguardia, me encargo de los primeros auxilios y atención médica del Raimon aunque aún sigo estudiando —aclaró con una agradable sonrisa.
Fue algo extraño. Las dos chicas nuevas esperaban muchísima más dureza por parte de sus anfitrionas, esperaban que fueran mucho más estrictas, que las tuvieran casi sin oportunidad de hablar y bajo muchísima vigilancia. Les extrañó que estuvieran sentadas en el suelo hablando como si nada.
— Bien, les toca —Jade las señaló con la mano.
La chica con el pelo café claro alzó la mano tímidamente recibiendo automáticamente la palabra por Jade.
— Me... me llamo Kanao Ishikawa, tengo 20 años. Soy francotiradora y... tengo un dispositivo que hace que pueda subir rápidamente a ventanas o puntos muy altos —abrió un poco la mochila que tenía a un lado mostrando un poco la punta del arma—. Es esta.
Jade y Sky asintieron al ver el arma mostrando interés en ella.
— Yo me llamo Cherry Brooks, mi apodo es White, tengo 19 años y también soy francotiradora. Tengo además... —entonces metió la mano en su blusa hasta llegar al sujetador causando una mirada sorprendida por instantes por parte de las demás— estos mini-contenedores, son como granadas.
Jade les sonrió antes de mirar a Sky con la misma sonrisa correspondida poniéndose en pie.
— Bueno, vamos arriba, es hora de que conozcan a los demás —les hizo la seña de que se levantaran también.
Caminaron hasta el fondo del pasillo, justo delante de la puerta que llevaba al pasadizo que a la vez conducía a la última puerta antes de llegar a la calle. Al final del corredor había varios ganchos, casi todos ocupados por rifles y otras armas grandes colgadas por una correa. Jade dejó su escopeta colgada en un gancho invitando a que las demás lo hicieran también.
— Las secundarias déjenlas en la mesa —dejó su pequeña ametralladora sobre una mesa.
Entonces, tomando la única salida posible del pasillo, subieron las pocas escaleras hacia la derecha hasta llegar al descanso y volver a girar a la izquierda para subir el resto de escaleras que las llevaron al segundo piso, uno que contrastó por completo con el primero. Ya arriba, se cerró la escotilla que selló el piso de abajo haciendo que las escaleras ahora guiaran a esta gruesa puerta de metal.
Lo primero que hallaron fue el barandal de madera que protegía el costado de la escalera, y tras este se encontraba una sala de lo más corriente, no parecía en absoluto una base militar. Era una sala cuyo suelo estaba cubierto por una alfombra rojiza decorada, el resto del suelo era de madera oscura así que la combinación era agradable. En la sala había tres sofás amplios colocados en forma de U teniendo una mesa baja en el centro. En la 'abertura de la U' había otra mesa más pequeña la cual contaba con un reproductor de hologramas actualmente apagado pero fácil de reconocer.
Sentado e inclinado hacia adelante, se encontraba un chico que no paraba de ojear papeles los cuales tenía esparcidos por la mesa.
— Yo había pensado en Tezcat, pero la verdad no quiero contar con él, no suele comunicarse y ni siquiera se sabe dónde está. Pero los Sesame no están mal, ¿no crees? —dijo él volteando a ver al otro chico que estaba acostado en el sofá de al lado pero no se podía ver su cara ya que la cubría con los pies al tenerlos en alto.
— ¿Los Sesame? ¿¡Tú quieres morir o qué!? —alzó la voz el otro exagerando llegando a un punto de risa— Pero para lo que quieres sería mejor Faythe, ella tiene a Kraken. Aunque debo recordarte que tienes a Smoke a tu disposición —estiró el brazo hacia el otro muchacho teniendo un vaso de cristal pequeño en la mano—. Más.
Él le sirvió un poco más del líquido rojo oscuro que tenía en una botella de cristal al lado de su propio vaso, una botella de licor de grosella.
— Es cierto... me confundí, Faythe es la de Kraken —suspiró asintiendo por notar su error.
— Sí, los Sesame tienen el lanzagranadas y los señuelos. Faythe tiene a Kraken y Houdini el martillo de demolición. Y Preston tiene sus cámaras de gas pero son el infierno.
El mayor soltó una carcajada volteándolo a ver una vez más.
— ¡No, en serio, te lo juro! Samguk, el año pasado, cuando a Doug y a mí nos tocó estar en la misión contra el arsenal Vrahovi del sur, nos estuvieron entrenando una semana antes para poder entrar con las máscaras de gas... Mira, Preston, esa cosita como lo ves —con la mano simuló la estatura del nombrado teniendo que apoyarse en el codo externo entonces mostrando parcialmente su rostro— es el maldito demonio. No hicimos nada más, sólo nos metía en cámaras de gas, nos tenía quince minutos, descanso y de nuevo. Pero es que no te ponía ahí y nada más, no, el desgraciado nos hacía quitar el sello, ponerlo de nuevo, volverlo a quitar, ponerlo, dejar entrar el gas, sacarlo, nos hacía quitarnos la máscara, volverla a poner... Uta estaba afuera y por cada ronda tenía que atender a uno mínimo. Es que sientes que se te empiezan a quemar los ojos, la garganta... Ah, es horrible. ¿Por qué crees que al final no mandaron a Shun? ¡Se muere! Y eso que no era su gas especial, ese te quema casi al primer contacto.
No dejaba de reír por la manera en que le contaba los hechos, tenía una forma de narrar muy graciosa, sobre todo las anécdotas. Pero antes de seguir, se dieron cuenta de la presencia de las cuatro chicas a la entrada de la sala.
— Oh, Jade... —sonrió levantándose el mayor.
— Estas son las chicas: Kanao y Cherry —las señaló igualmente con una sonrisa—. Chicas, él es Samguk, nuestro líder.
Él les estrechó la mano recibiéndolas con su cálida y agradable sonrisa.
— Samguk Han, alias Aotrom, 26 años... líder del Raimon y capitán de la defensa —siguió presentándolo Jade llegando a reír en la pausa por olvidar qué más decir.
— Gracias, Jade —rió llevándose una mano a la nuca algo avergonzado por la atención hacia él, pero entonces la abrazó de lado con poca delicadeza y ella correspondió viéndose casi como el abrazo de dos hombres—. Ya conocen a nuestra querida líder beta, realmente ella el la jefa del Raimon, yo sólo me encargo del papeleo y de dar la cara cuando hay problemas... ella rompe bocas si se meten con sus niños, ¿verdad? —soltó una carcajada aún abrazándola con cariño y llegando a mecerla de lado a lado.
— Sí... sí, a veces sí —admitió con una sonrisa mirando ausente al suelo—. Bueno, lo de ser líder no. Él se su líder, a él lo respetan y tratan como su superior, ¿eh? —advirtió en serio pero de forma de pequeña broma a lo que ambas asintieron comprendiendo el chiste apenas liberando poco a poco la tensión del resultado completamente distinto al que imaginaban al llegar al Raimon.
Se separaron poco a poco y entonces Samguk volteó hacia atrás hallando la imagen del otro chico quien, tras tragar el licor de grosella, dejó el vaso en la mesa levantándose hacia ellos con una expresión bastante más apática que los otros tres chicos.
— Y este es nuestro Virtuoso, Riccardo di Rigo —Samguk lo tomó de ambos hombros haciendo que Riccardo lo mirara antes de observar de abajo hacia arriba a las dos chicas sin reaccionar del todo. Aquella personalidad expresiva y graciosa que mostraba al contar la anécdota con el gas se había esfumado en una cara seria y desganada—. Aunque sea el menor de todo el bando es de los mejores sicarios de esta zona de la Rebeldía, tiene diecisiete. A veces es demasiado exigente y... puede no hablar mucho, pero es buenísimo con varias armas blancas.
Samguk lo iba presentando llegando a formar media sonrisa en su rostro por no saber exactamente cómo describirlo. Con él hablaba mucho, le contaba casi todo, pero sabía que con ellas tardaría semanas en dirigirles la palabra más allá de lo necesario debido a los recientes sucesos en el bando.
— Ya lo irán conociendo —Jade le acarició la nuca con una sonrisa complementada con unos ojos entristecidos, Riccardo no era como lo describían, pero el actual Riccardo, el que ellas conocerían los primeros días o semanas, sí era así, era extraño.
Él les estrechó la mano derecha sorprendiendo a las dos por la funda rígida que le cubría la mitad de la mano hasta la mitad del antebrazo, era una férula. Correspondieron con cuidado y trató de dedicarles la mirada más educada que le permitían sus ojos quebrados.
Aún así, a Cherry le llamó la atención la forma en que vestían, no se veían como unos militares de élite, no llevaban medallas colgadas ni intentaban mantener sus mejores formas en sus descansos, lucían completamente como muchachos normales. Jade llevaba pantalones de mezclilla azul clara y un suéter de lana pura gris claro junto con bordados negros para cubrir su blusa blanca del frío exterior. Samguk, el líder del grupo en general, llevaba unos pantalones docker de color negro combinando con su camisa cuadriculada roja y negra de manga larga pero recogida hasta el antebrazo. En cambio, Riccardo llevaba otro pantalón de mezclilla negro, una cazadora de cuero café y relativamente entallada que dejaba abierta mostrando una camiseta negra. Riccardo era el único que no llevaba tenis, él llevaba unas curiosas botas marrones oscuras hasta debajo de la rodilla, lucían viejas y usadas pero no se veían maltratadas, tal vez los cordones eran lo menos cuidado.
— Bueno, les presentaré a los demás —Jade sonrió indicando con la cabeza las escaleras de caracol—. Riccardo, ¿vienes?
Él negó con la cabeza dando un cambio drástico a su expresión por mostrar una sonrisa suave a la chica.
— Voy a ayudar a Samguk, ¿sí?
— Sí, de acuerdo —respondió con una delicadeza casi exagerada causada por la sonrisa del Virtuoso—. Doug está arriba, ¿no?
— Sí, debe estar con Subaru y Gabi —asintió Samguk mirando a las escaleras como queriendo hacer memoria nada más sentarse.
Subieron siendo guiadas por Jade y Sky. Sky era un punto y aparte en la forma de vestirse: complementaba su falda negra y larga con un suéter verde oscuro y opaco utilizando unos tenis blancos, toque que daba al conjunto una apariencia activa y quitaba la elegancia de la falda por convertirla en un atuendo casi infantil.
Nada más subir al tercer piso , giraron en el pasillo que mostraba salones con paredes blancas y de cristal con suelo de madera. Allí se encontraron a tres chicos combatiendo entre ellos mientras que uno estaba sentado recargado en la pared mirando con intriga.
Se detuvieron frente al cristal para poder ver el combate.
En el centro se encontraba un chico de estatura baja a comparación de los otros dos. Él usaba un hacha mediana completamente gris cuyo mango no llegaba al medio metro de longitud mientras que su oponente más alto, un chico de complexión bastante delgada pero para nada débil, se enfrentaba a él con un cuchillo. El tono gris por completo de las armas era debido a que eran falsas, simples objetos de práctica.
Pero al fondo de la sala estaba el segundo oponente: un muchacho aparentemente mayor y con la complexión robusta sin ningún arma encima. Esto las mantuvo intrigadas un poco hasta que vieron cuál era su papel en el combate.
El chico del cuchillo se movía por la sala con una agilidad y velocidad impresionante, incluso terminaba por hacer saltos o volteretas con el fin de bloquear los ataques del hacha. Su cabello peculiarmente rosado llamaba la atención además de sus movimientos.
El del centro era el único que lucía cansado y con diferencia abismal. Tomó aire antes de lanzarse de nuevo contra el de cabello rosa, lo consiguió atrapar del antebrazo, pero justo cuando iba a golpear su abdomen con el hacha, este se enroscó lo suficiente como para conseguir empujar con la espalda y el hombro a su atacante mandándolo directo al muchacho de apariencia más fuerte. Este detuvo el cuerpo notoriamente más fino del chico de cabello morado y hacha en mano, lo sostuvo de los brazos y agachó un poco la cabeza.
— ¿Ya es demasiado?
Respondió negando con la cabeza solamente para ser empujado con mucha fuerza y sin dificultad hacia el otro, pero cayó al suelo.
El chico moreno que estaba sentado en la orilla se levantó queriendo acercarse. A través del cristal se podía escuchar la ruda respiración del chico que parecía estar a nada de romper en llanto. Pero este se levantó intentando atacar de nuevo al de cabello rosado quien apenas tuvo tiempo para reaccionar, pero lo hizo: con las manos en los hombros del opuesto, saltó sobre él teniendo que hacer una voltereta sencilla en el aire antes de caer, pero no pasó ni medio segundo desde que tocó el suelo hasta que el de menos estatura se tirara de espaldas sobre él con una fuerza medida más de lo normal inmovilizándolo con la caía. En un gesto tomó el hacha y, casi como su lo fuera a destripar realmente, golpeó el suelo fuertemente con ella, justo al lado del cuerpo de su contrincante.
Fue impresionante, y siendo consciente de ello, Jade suspiró con orgullo teniendo los brazos cruzados.
— Doug McArthur, veinte años, alias Mute —fue lo único que dijo al momento en que Doug se dejara caer sobre su oponente, ambos con la respiración acelerada—. Y él es Gabriel García, alias Vigil. Veinte años también, es el miembro más ágil del Raimon seguido de Doug.
— A Doug lo hirieron en una misión hace poco, se está recuperando de una herida grave pero también se exige demasiado, lleva semanas sin poder entrenar y ahora se está llevando al límite —suspiró Sky algo fastidiada antes de tocar el cristal y así llamar su atención moviendo la mano suavemente de arriba a abajo como diciendo que se calmara.
— Ese es Subaru Honda —Jade señaló con la cabeza al chico de apariencia más fuerte que ahora se acercaba a Doug quien se había quedado sentado en el suelo acomodando su fleco hacia un lado teniendo la cara enrojecida por el esfuerzo, uno que no hacía falta cuestionar, casi cansaba ver el combate tan salvaje que tenían entre los dos—, 23 años, tal vez el más carismático de todo el Raimon. Es el segundo rebelde de la zona con mejor desempeño en fuerza física después de Rex Remington, superó incluso a Alessandro il Grande. Pero no se dejen llevar por esa apariencia tan ruda, realmente es de los más atentos —Jade suspiró entonces caminando hacia el pequeño pasillo de cristal para poder entrar—, realmente es de las mejores personas que puede uno conocer.
Se adentraron en la sala las cuatro. Las dos nuevas intentaban mirar mejor los rostros de sus compañeros para poderlos ubicar mejor y poder integrarse más rápido al conocerlos bien. Ambas se estaban sintiendo bastante integradas a la vez que sorprendidas. Sky y Jade se mostraban bastante amables y abiertas con ellas, Samguk igual. Riccardo era la única excepción. Esperaban mucha más aspereza por parte del grupo, aún así no podían quejarse en absoluto, incluso ellas dos se agradaban a pesar de prácticamente no haber hablado.
— Te voy a prohibir entrenar si eso supone que te aloques así —dijo Sky llegando a sonar algo molesta realmente. Puso sus brazos en jarra caminando hacia Doug quien se había levantado la camiseta intentando mirar la herida— ¿Está bien? —se agachó intentando mirarla también, pero él bajó su camiseta de golpe para entonces levantarse usando el hacha para ayudarse.
— Sí, está bien —le extendió la mano a Sky para levantarla y entonces se dirigió a Jade y las nuevas.
— Chicos, les presento a Cherry Brooks y Kanao Ishikawa —las señaló respectivamente y entonces recibieron el saludo amistoso de Subaru, uno que casi las desconcertó por un momento.
— Subaru Honda, mucho gusto —le dio un abrazo y un beso a cada una antes de separarse y dedicarles una sonrisa que correspondieron. El tacto de un abrazo así era algo poco común en las calles de la Periferia e incluso la Transición. La vida diaria se trataba de ocultarse y sobrevivir, tener un hogar y una familia eran casi privilegios.
— Ambas son francotiradoras y tienen veinte y diecinueve años —añadió Sky uniéndose al pequeño círculo junto a Doug y Gabriel—. Bueno, y nos faltaba presentarles a Michael Ballzack. No es su especialidad pero es quien suele tomar la posición de francotirador, aunque ahora ya podrá centrarse sólo en el ataque directo. Diecinueve años, alias Cascabel.
— Cascabel... —murmuró Kanao como intentando recordar de dónde le sonaba.
— ¡Ah, tú eres el que disparó al coche hace un rato! —dijo Cherry a los pocos segundos.
Él asintió con media sonrisa estrechando la mano para saludarlas.
— De nada.
— Gracias — dijeron las dos al mismo tiempo algo apenadas por unos segundos, pero entonces Gabi dio un golpe al brazo de Michael.
— Eso fue muy bueno. Pero el sonido... ¿qué silenciados usaste? ¿O cuál era tu rifle? Tenía mucha precisión y apenas hizo ruido —preguntó Cherry con intriga y deseando escuchar la respuesta.
— Tippmann A-5 —respondió aguardando unos segundos hasta ver las caras de ambas—. Es un rifle de francotirador de gotcha.
— ¿Gotcha? —Kanao no evitó responder en voz alta algo desconcertada.
— Ese juego en que hay dos equipos y se deben disparar unos entre otros con bolas de pintura —explicó Doug.
— ¿A ese gotcha te referías? ¿En serio? —la cara de Kanao era un cuadro, estaba tan sorprendida y asombrada que resultaba tierna.
— ¿Y una bola de pintura pudo romper así las ruedas y el cristal? —la pregunta de Cherry causó una momentánea risa en Michael quien tuvo que alzar un poco la cabeza para poderla ver a los ojos.
— Lo que hace que una bala sea mortal no es la bala en sí, yo no le tengo miedo a una bala, creo que nadie lo hace ni debería —miró por instantes a sus compañeros—. Tenle miedo a la velocidad con la que va. Shunsuke ha modificado prácticamente todas mis marcadoras para que puedan ir hasta los 900 metros por segundo, la que usé hace un rato creo que llega a los 650. Y sí, son bolitas de pintura.
Ambas tuvieron el mismo pensamiento de asombro, a pesar de que ambas eran francotiradoras nunca se habían plantado ejercer sus posiciones sin un rifle de francotirador o uno promedio aunque fuera; mucho menos con un arma usada en un juego.
— Bueno, vamos a enseñarles a los demás. Sara está en la cocina, ¿no? —preguntó Jade.
— No, dijo que iba a subir con Hughes y Shun —respondió la misma Sky tomándola del brazo.
— Ah, está bien, creí que aún no habían acabado. Vamos —Jade las guió al piso superior.
Este piso sí que era asombroso: era amplio, no tenía ningún muro completo, todos los que habían no superaban el metro de altura o eran divisores para los campos de tiro o simuladores.
— A esto lo llamamos "El Parque", es la zona de entrenamiento real. Tenemos un simulador, un campo de tiro para armas de fuego, varios para armas blancas, maniquíes, circuitos de obstáculos... Lo básico para poder entrenar. Usualmente no tenemos armado el circuito pero ahora lo vamos a necesitar —explicó brevemente mientras las llevaba a atravesar El Parque hasta llegar a otras escaleras que no eran de caracol como las anteriores. Ya habían notado que encima de la zona donde había unas mesas se encontraba el techo más bajo que en las otras partes, parecía haber un cuarto que parecía estar colgando del techo pero no se podía ver al interior debido a que lo que parecía ser un cristal era de color blanco contrastando con las paredes y suelo (también salientes del techo) de color gris oscuro.
Subieron a ese cuarto pendiente y les fue permitido el paso. Se encontraron a dos chicos y una chica, dos de ellos estaban sentados en unas sillas hablando con normalidad mientras que el otro estaba de pie recargado en una mesa.
— Bueno, y este es el laboratorio. Chicas, les presento a Sara —la señaló Jade—. Es la hermana menor de Doug, tiene diecinueve años y es la única rusher chica del Raimon, alias Nemesi.
— Hola, mucho gusto —saludó levantándose de la silla para también darles un abrazo antes de invitarlas a sentarse con amabilidad.
— Él es Shunsuke Aoyama, alias Gu. Es el principal encargado de la modificación y creación de armas y dispositivos, tiene bastante prestigio por haber hecho y modificado tantas armas bastante letales y sólo tiene 19 años. Es la parte química de la defensa.
— Jade... —dijo casi enrojecido con algo de vergüenza— Mucho gusto —estrechó la mano a las chicas aún algo sonrojado.
— También decirles que es imposible no amarlo, es de las mejores personas que hay en la Periferia —rió Sky acariciándole el cabello haciendo que se sonrojara aún más.
— ¡Sky!
El chico que estaba de pie también soltó una risa antes de darse la vuelta ya sin tener guantes puestos.
— Y él es Hughes Baudet, alias Kapkan. El miércoles cumple los diecinueve y es nuestro especialista en explosivos, viene de Chequia. Trabaja mucho con Shun, el fuerte de ellos dos es la química. Shun es defensor y Hughes es atacante, tenemos todo cubierto.
— Ahoj —saludó con la mano aún recargado en la mesa.
Procedió a introducir a las dos chicas nuevas como había hecho con los otros chicos.
Pero nada más acabar, Shunsuke volvió a hablar.
— Por cierto, Jade, Preston ya me llamó y dice que ya vienen. Llamó hace unos cinco minutos así que estarán aquí en diez o menos —volvió a hablar llegando a causar en Kanao tanta ternura que tuvo que contener el chillido para no sonar irrespetuosa. Era realmente tierno, su voz era aguda y agradable, era lo que más destacaba en él después de su delgadez extrema.
Asintió cruzándose de brazos para voltearlas a ver.
— Prepárense, ya va a venir a Royal Academy. Hoy haremos su primer entrenamiento, ¿necesitan algo antes de empezar?
*** *** ***
¡Este fue el primer capítulo!
Este capítulo (y los cuatro o cinco primeros) lo he escrito desde cero ya que la participación de los OCs es bastante, más adelante sólo tendré que cambiar un par de nombres, editar algunas partes y ya, aunque en los capítulos donde no salgan los personajes originales sólo corregiré la ortografía y detalles para simplemente resubirlos. Así que, esperemos que pueda tener terminada la historia para finales de este año para proceder con HELL: Coliseum.
Otra cosa que quería comentar. Los que son nuevos tal vez no sepan que prácticamente todas mis historias tienen un "soundtrack" (como es obvio, la música no me pertenece) el cual edito un poco y subo en mi canal con los respectivos derechos de autor que luego pongo al inicio del capítulo. Desde hace tiempo Wattpad ya no permite que el vídeo de la multimedia se reproduzca mientras se sigue leyendo (o al menos a mí me sucede) en el teléfono. Así que comento que si quieren que yo les pase el soundtrack por mensaje o audio (para quienes tengan WhatsApp), sólo deben comentar AQUÍ y yo se los enviaré para que puedan escucharlo mientras leen, sinceramente es algo que motiva y ayuda mucho a... situarse en el ambiente 7u7
En fin, espero que les haya gustado y nos vemos muy pronto.
Atsushi~
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