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OO2 | The wedding (pt. one)

El vientre de Jisoo les recordaba todos los días que el tiempo pasaba a pesar de sus deseos.

Se acercaban a cada paso al nacimiento de quién sabe qué clase de criatura y sus posibles consecuencias. Pero en otro ámbito más alegre, ese reloj biológico y milagroso les gritaba que faltaba poco y nada para su boda.

Afortunadamente el clima les acompañaba: Heeseung — primogénito de Taehyung y Jungkook — había nacido unas semanas antes de la fecha de la boda de sus tíos y el bebé de Jisoo crecía de forma sana mientras era monitoreado por Kihyun. Esto permitió que ambos prometidos pudiesen dedicarse a planear los últimos detalles de su boda, incluyendo algún que otro plan para luego de la ceremonia. Lamentablemente no podían permitirse más que unos pocos días de luna de miel porque un rey no podía estar tanto tiempo lejos de sus deberes, aunque Soyeon les haya insistido en cuidar el hogar por ellos.

Todo ordenado y predispuesto para que el dichoso día en que Ángel y Diablo se uniesen en matrimonio fuese todo perfecto. Pero hay ciertos inconvenientes que surgen porque sí, no por negligencia de alguien o por el obrar de otros.

Problemas normales que podrían tener cualquier pareja de futuros esposos al organizar su unión, ciertas cosas simplemente pasan como las náuseas de uno de los novios ante los nervios. Eso no sería motivo para detener la boda ni hoy ni mañana, porque no se trataba de nada de otro mundo... ¿No?

Eso pensaba Jimin, pero la atenta Jisoo tenía algo distinto en mente. Pasó su vida viendo crecer los embarazos de sus hermanas y hermanos, ganando suficiente experiencia cómo para entender exactamente qué sucedía con el ángel caído.

— Jiminnie... — llama ella, sin recibir respuesta — Jiminnie, ¿estás bien? — la pelinegra ya estaba lista para la boda. Para esa altura del día debería estar sentada esperando que los novios entren a la ceremonia, pero dado el reciente nacimiento del hijo de Taehyung se vió obligada a reemplazarlo siendo la compañía del novio y quien lo ayude con lo que necesitara.

El muchacho sonríe cómo puede y se sienta en el borde de su cama, procurando no arrugar su blanco e impoluto traje.

— ¿Porqué no habría de estarlo, Jisoo? — enarca una ceja.

— Me preocupan esas náuseas que dices tener... No te veo muy bien. Digo, estás más pálido de lo normal y te noto tambalearte por momentos.

— Son los nervios, nada más que eso. Sabes que soy muy ner...

Jisoo cruza sus brazos sobre su pecho — acción que resaltó aún más el abultado vientre bajo el holgado vestido que llevaba — e interrumpe sus palabras.

Durante la convivencia se había dado cuenta que el contrario era más terco que el más terco de sus hermanos. Cualquier cosa que le dijera sería refutada con una respuesta ingeniosa de su parte hasta desarmar todos sus argumentos, pero este no era un tema tan sencillo de dejar pasar.

— Voy a ser directa: ¿cuándo fue la última vez que estuviste con Yoongi?

Jimin echa a reír sonoramente, comprendiendo en un segundo hacia dónde iba su amiga con esa pregunta. Pero era simplemente una locura, ¿no?

— ¿Y eso qué import...?

— ¿Cuándo, Jimin?

El ángel guarda silencio y baja la cabeza, Jisoo suspira y se sienta a su lado, apoyando una de sus manos en el hombro ajeno.

Suaviza su tono finalmente — Tienes náuseas desde hace unos cuantos días, Mimi. Creo que no necesito decir lo que ambos estamos pensando, ¿o me equivoco?

— De hecho no es sólo un pensamiento ya. Lo sé a ciencia cierta, Kihyun me lo dijo hace unos días... Ni siquiera lo había considerado pero caminaba hacia la casa de Tae y me lo encontré, no sé como pero con sólo verme lo supo.

Jisoo sonríe calmada y ansiosa por mostrarle su felicidad a su amigo, pero consciente de que no era el momento — ¿Porqué no le dijiste a nadie?

— No quería que Yoonie se preocupara, sabes cómo es con este tema. Por más que le afirme que estaremos bien no hace más que preocuparse...

— Tienes miedo que lo tome mal, ¿eh? — Jimin asiente. Ante esa respuesta, la pelinegra golpea  el hombro que antes estaba acariciando, logrando así una queja fuerte de Jimin — Yoongi está preocupado porque te ama muchísimo y por lo que he podido percibir de él este tiempo también se que amaría muchísimo a cuantos hijos tuvieran. Sé que no pediste mi opinión sobre esto y respeto lo que hagas, pero yo sé que él estaría muy feliz con la noticia...

El ángel posa su vista en la ventana que daba hacia el lugar donde se llevaría a cabo la boda, suspirando profundo. Su más grande deseo en ese momento era correr a los brazos de Yoongi para asegurarle que todo estaría bien siempre y cuando ellos permanecieran juntos y luchando.

Luchando por ambos y por el pequeño o pequeña que crecía en su interior.

— Estoy muy feliz por tí y tu nueva familia, Jiminnie — sonríe —. Ustedes me hicieron entender que mi lugar no necesariamente estaba en el cielo y que podía encontrar un hogar fuera de él... Intenté dar ese paso con Jennie pero aún creía que estaba haciendo algo mal en el fondo de mi corazón, peor aún luego de que ella...

— No estabas haciendo nada mal, Jisoo — asegura Jimin —. No fue ni será jamás tu culpa todo lo que hizo Namjoon para separarlas, y estoy segura que a pesar de todo Jennie querría que sintieras al infierno como tu hogar, así como fue el suyo en algún momento de su vida... Por algo te trajo aquí con sus últimas fuerzas, ¿no?

El sonido de la puerta siendo golpeada interrumpe la emotiva charla entre los dos ángeles que encontraron su destino en el lado opuesto de su naturaleza, siendo un sonriente Taehyung quien la abriría.

— Tengo cinco minutos de paz antes de que Heeseungie empiece a llorar al darse cuenta que está durmiendo sobre Kookie y no sobre mi, cuéntenme que pasó mientras no estaba... — sin leer el ambiente, se sienta a un lado de su amigo y aplaude una vez. Ninguno de los contrarios habla — ¿Van a hablar conmigo o tengo que usar mis poderes con ustedes? — bromea.

— No pasó nada, Tae... Sólo estábamos charlando sobre estupideces — miente por ambos.

Jimin mira a la muchacha y rodea sus hombros con uno de sus brazos.

— Está bien, Jisoo. Él tiene que saber... — sonríe  y mira al frente — Voy a tener un bebé y Yoongi no sabe aún, se lo diré luego de la boda.

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