Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[CAPÍTULO 5]


16/02/2022  |  Arena Europea, Islas Izu, Japón.

—Hace frío —se quejó Bradford frotando sus manos y acercándose a las brasas ya apagadas desde hace tiempo que se encontraban en el centro de la pequeña sala que habían tomado.

—Igual yo tengo frío, pero no podemos encenderlo de nuevo, seremos fáciles de identificar —dijo Mercury con resignación desde la puerta que daba al balcón.

—Toma esto —ambos se sorprendieron cuando Mars se levantó y le entregó la manta con la que se estaba tapando para que así el menor de los Ash tuviera ahora dos cobijas.

—Gracias Mars —sonrió el chico.

—No es nada, intenta dormir, luego alguno de los dos tomará el relevo, y hay que tener energía para mañana —Deimos le devolvió la sonrisa y se fue hacia el exterior con Crateris.

Desde antes del atardecer ellos habían encontrado una pequeña fortaleza, una torre si podía ser llamada así a pesar de sólo contar con dos pisos de altura. Pero la planta baja era inaccesible, eran únicamente los cimientos y la única forma de llegar a la planta superior era a través de dos escaleras que llevaban al balcón que rodeaba por completo la estructura habiendo dos entradas, cada una en lados opuestos.

Cálico había conseguido provisiones al salir del coliseo, había tomado dos sacos de tela con trozos de carne dentro, por eso mientras él y Mars preparaban fuego en el hogar que había en el centro del lugar, Mercury, Demain y Bradford iban en busca de agua y algo más de comer. Cocinaron toda la carne pero sólo comieron una pieza cada uno, así podrían guardarla con menos miedo a que se echara a perder y podrían hacerlo en cualquier momento aún sin tener fuego. Habían tenido mucha suerte en verdad.

Habían encontrado un pequeño arroyo así que pudieron incluso tomar agua. Pero tenían planeado irse bien entrada la mañana, sabían que eran presa fácil si se quedaban ahí. Quizá los habían visto, y si no los habían atacado en ese día, lo harían al siguiente.

Una vez oscureció empezaron a turnarse las rondas de vigilancia. El primero fue Cálico, el mismo que nada más terminar y cambiar de turno con Mercury, se había quedado dormido esperando estar lo más descansado posible. Quizá no seguirían teniendo tanta suerte, no sabían si la siguiente noche sería igual de tranquila o no, por eso él estaba mentalizado a descansar todo lo que pudiera.

Mercury llevaba un rato afuera, quizá una o dos horas a lo mucho. En el interior de la torre también habían encontrado cuatro mantas, cuatro pieles -quizá sintéticas- que pretendían protegerlos del frío si eran encontradas. Admitían que habían sido de mucha ayuda, aunque todos siguieran con frío, de no haberlas tenido probablemente estarían aún peor.

El calor que se había encerrado en el lugar gracias al fuego que estuvo ardiendo durante la tarde poco a poco se iba perdiendo. Habían colgado una manta en una de las entradas para que el calor permaneciera más tiempo, pero a la hora de dormir cada uno tuvo que tomar una, bueno, Cálico no tuvo problema en compartir la suya con Ledger.

Habían bloqueado una de las escaleras de la forma que pudieron. Si los atacaban podrían sortear esa barrera tan rudimentaria, pero al menos harían el suficiente ruido como para alertarlos y permitirles huir o incluso enfrentarse a ellos.

—¿Todo va bien? —preguntó Mars al salir junto a Mercury al balcón.

—Todo sigue muy tranquilo —asintió el chico quien tenía su manta sobre los hombros—. ¿No vas a dormir?

—No puedo. Llevo desde que nos acostamos con los ojos cerrados e intentando descansar el cuerpo, pero no puedo dormir.

—A mí me costó conciliar el sueño también antes de la guardia —admitió el chico admirando el paisaje nocturno al que sus ojos ya estaban bien adaptados.

—¿Puedo hacerte compañía un rato?

—Claro —sonrió.

Mars fue al interior para coger su arma y ahora poder acompañar a Mercury en la guardia también vigilando y listo para cualquier cosa.

—Se siente muy tranquilo —asintió Deimos mirando el paisaje.

—Sí, la verdad es que sí —le dio la razón observando una vez más—. ¿Sabes? Llevo un rato pensando y me he dado cuenta de que nosotros no hemos podido disfrutar nunca de esto: de la naturaleza.

—Es cierto, toda nuestra vida ha sido en el cuartel, peleando en la ciudad, las pocas veces que hemos ido ha sido para pelear en un lugar nuevo esta vez.

—Pero tenemos más suerte que los que nacieron en la Rebeldía, ¿te das cuenta? —suspiró Mercury una vez más— Quizá nosotros no podamos recordar la última vez que respiramos el aroma de la naturaleza, pero hay niños e incluso gente de nuestra edad que nunca o pocas veces en su vida han visto la luz del sol.

—Tienes razón. Hemos normalizado la guerra, nacimos en estas condiciones así que no nos damos cuenta hasta que lo analizamos a profundidad.

Cada uno dio una vuelta por el balcón para revisar el perímetro cuidadosamente comprobando que no había nadie.

—¿Qué hora crees que sea? —preguntó Mars.

—Quizá las tres de la madrugada —tanteó Mercury sentándose contra la pared.

El pelirrojo se sentó a su lado y entonces Crateris le ofreció compartir la manta pasando esta por el hombro opuesto de Mars.

—Mercury, ¿qué piensas hacer cuando volvamos? —preguntó Deimos mirando hacia el frente pero recibiendo la mirada directa de su compañero.

—No lo sé, no he pensado mucho en ello. Seguir como estábamos, supongo. No sé si volveremos al cuartel del Universal en la Transición, si nos quedaremos en la Rebeldía definitivamente... Pero quiero seguir hasta que todo se acabe, quiero que termine de una vez, y quiero ayudar a eso —ambos mantuvieron el silencio—. ¿Y tú?

—Creo que yo quiero dejarlo —admitió sorprendiendo a su compañero—. Decepcionado, ¿no?

—No, sólo es que...

—Yo no acabé en el Universal como voluntario, tú tampoco, pero creo que yo no tengo ese espíritu de lucha. Nunca he  tenido ninguna baja confirmada y me gustaría no tenerla nunca, antes era la única forma de sobrevivir o eso creía, pero ahora que estuvimos viviendo en la Rebeldía en serio vi lo que era... una vida normal. Imaginar que podría pasar así muchos más días, quizá años, pero sin siquiera el pendiente de que el Coliseum sería en cualquier momento, me parece una verdadera utopía pero que en verdad quiero vivir. Tú estás decidido a seguir y me parece admirable, quieres acabar todo esto y eso es muy valiente, yo también quiero que acabe y claro que ayudaré como pueda, pero me gustaría no hacerlo como militar.

—¿Y qué te gustaría hacer entonces? Llevamos años siendo amigos y nunca habíamos hablado de esto, raro, ¿no?

—Sí, de hecho sí —rio un poco el pelirrojo, entonces suspiró y volvió la vista a Mercury—. Médico, quizá enfermero... —la mirada de Crateris le preguntaba más— Llevo años ayudando a Saturn con Sol, llevo años viendo lo que es ser consumido por una enfermedad, he visto heridas graves, muertes que podrían haber sido evitadas si hubiera habido alguien capacitado ahí. Siempre veía a Lucas, a Weiss, a Sky, a Teller... Pero hasta hace poco no me había planteado que yo también podía ser capaz, que también podía recibir la capacitación y ayudar de alguna forma.

—Eso también es admirable, aún más diría yo —confesó con una sonrisa Mercury—. Hay gente como Sol a quienes no les dieron la opción de escoger: él quiere seguir, él me ha dicho que quiere seguir en el ejército, que en cuanto pueda se va a alistar en el ejército rebelde, pero no puede, él quiere seguir pero no puede. Tú y yo podemos escoger: yo escojo quedarme y tú buscar una vida nueva.

—He pensado en eso y he llegado a darle vueltas creyendo que es injusto que yo pueda elegir pero haya gente que no, que por esa regla de tres yo tenga que quedarme donde estoy por ser solidario. Pero es una estupidez. Creo que teniendo esa oportunidad deberíamos aprovecharla. Siempre que pienso en eso sólo escucho la voz de Sol diciéndome que no sea estúpido y que escoja lo que yo quiera.

A Mercury se le escaparon unas risitas también.

—Tienes razón. Estoy seguro que de él lo diría... te lo dirá cuando lleguemos y lo volvamos a ver —agachó la cabeza mirando las manos de ambos que estaban unidas ahora—. En serio espero que sigas ese deseo que tienes, yo te apoyo, Mars.

—Gracias —sonrió el pelirrojo perdiéndose en los peculiares ojos de Crateris que tanto le encantaban—. Mercury, siempre has estado ahí para mí, ¿sabes? En serio te lo agradezco, sabes que me tienes para todo lo que necesites también, quiero estar para ti mucho más tiempo de hecho.

Mercury miró sus manos una vez más y controlando los latidos de su corazón sólo soltó una risa irónica para protegerse a sí mismo.

—¿Te me estás declarando? —rio evitando el contacto visual.

—Sí, realmente sí —vio cómo la expresión del chico se venía completamente abajo, incluso lo miró fijamente aún sin esperarse en absoluto esa reacción—. No soy bueno con las palabras, creo que esta es la vez en que más he hablado de mis pensamientos con alguien. Pero sí, me estoy declarando. Siempre he disfrutado cada momento a tu lado, todos esos recuerdos aún en los peores momentos... Quiero tener muchos más junto a ti. Nunca tuve la seguridad como para expresar esto, pero saber que en cualquier momento podemos morir me hizo reaccionar. Más bien... fue el ver a la muerte tan cercana hoy —apretó un poco el agarre de sus manos—. Cuando Jerry y Linden murieron hoy, en el mismo lugar donde estábamos, por la misma causa por la que podríamos haber muerto nosotros, sentí un golpe de realidad, recordé que la muerte es real, y yo no quisiera llevarme esto a la tumba.

Mercury en verdad no sabía cómo reaccionar, pero sólo escuchó atentamente a su compañero quien suspiró antes de mirarlo mejor a los ojos.

—No lo aceptes si no quieres, no sabemos qué va a pasar en estos días y es entendible que no quieras arriesgarte así, pero quería que lo supieras, Mercury —formó una sonrisa un poco frustrada pero agradecida—. Gracias por haberme escuchado, en seri-

—Yo también —fue lo primero que escapó de sus labios—. No lo dijiste abiertamente pero yo te respondo con que también te quiero. Mars... Yo también quiero pasar más tiempo a tu lado.

Ambos se miraron a los ojos unos eternos segundos que culminaron con el roce de sus labios en un beso efímero.

—¿Quieres que lo hagamos oficial cuando volvamos? —preguntó Mercury con una sonrisa que crecía muy lentamente sobre su rostro mientras sus mejillas se sonrojaban más y más— Así los dos tendremos un motivo más por el que pelear hasta el final.

Mars lo miró a los ojos y asintió devolviendo la sonrisa.

—¿Cuando volvamos?

—Cuando volvamos —afirmó Crateris antes de recargarse en el hombro del chico.

Sólo transcurrieron unos segundos antes de que una voz en alto los alterara a ambos.

—Eso fue adorable, simplemente encantador. Crateris Mercury y Mars Deimos reciben diez puntos cada uno. Felicidades a los dos —no era la voz joven del chico que había anunciado las primeras muertes del día, se trataba de la de Chester Horse. Pero aunque empezaron a sentir algo de vergüenza, agradecían que hubiera sido la megafonía y no una persona cercana quienes los nombrara.

—Había olvidado que todo el país nos estaba mirando —confesó Mars acariciando el pelo de su futura pareja.

—Yo igual.

Pero ambos decidieron que tendrían que volver a dar una revisión al perímetro. Después de hacerlo, Mars le entregó la piel a Mercury señalando el interior de la torre con la cabeza.

—Yo te relevo, ¿sí? Ve a dormir un poco.

—¿Seguro? Aún falta un rato para mi cambio de turno, llevo muy poco tiempo —respondió el chico.

—No te preocupes, ve a dormir, ¿sí? —sonrió antes de insistir que se llevara la manta, que él estaría bien.

Mercury volvió a agradecer ahora con un beso un poco más duradero antes de volver adentro y acurrucarse junto a Bradford, Demain y Cálico quienes seguían dormidos.

—Mercury —se sorprendió un poco al escuchar su nombre.

—¿Aún estás despierto? —le preguntó a Bradford quien sólo lo miró de forma pícara y rio en susurros.

—Felicidades.

Crateris sólo se sonrojó y se cubrió la cara con las mantas escuchando unas risas muy bajas del menor de los Ash antes de intentar dormir.

Mars siguió sentado fuera, caminaba cada cierto tiempo por el balcón para confirmar que todo iba tranquilo. Sólo oían los insectos, el viento que movía los árboles de vez en cuando, incluso podía escuchar el romper de las olas en la costa si ponía suficiente atención. Era lo único que podía escuchar, vigilaba más veces comprobando que podían seguir durmiendo tranquilos sus compañeros.

Demain y Cálico estaban bien dormidos, Bradford también, pero Mercury realmente estaba en una etapa muy ligera del sueño, se despertaba para mirar el cuarto en oscuridad y volvera cerrar los ojos al poco tiempo.

Así fue hasta que su sueño fue interrumpido a propósito.

—¡Mercury! —él fue el primero a quien pudo nombrar Mars— ¡Chicos, nos están atacando!

Los demás se despertaron de inmediato y tomaron sus armas, pero Crateris fue el primero que se dirigió a la salida espada en mano. Pero todo el ímpetu que tenía para combatir se vino abajo cuando vio a Mars caer inerte al suelo.

Su mundo de había venido abajo. Simeon Ayp, uno de los chicos más fuertes del Centro había asesinado a Mars rompiendo su cuello. Cuando salió pudo ver el momento en el que el arma se caía de sus manos, cómo Ayp tenía la cabeza del pelirrojo entre sus manos y simplemente lo soltó dejándolo caer al suelo mostrando la previa herida que le hizo con un puñal.

No podía respirar, se quedó simplemente paralizado. No tenía miedo, no era la primera vez que había visto a alguien morir... Pero aunque lo hubieran hablado hace horas, no esperaba que fuera a suceder. Había vuelto a recordar lo frágil que era la vida, lo fácil que era que todo se viniera abajo.

—Mars Deimos muere asesinado por Simeon Ayp, quince puntos por un asesinato exitoso.

Fue precisamente ese momento de shock lo que significó la luz verde de Hyperion para atacar a Crateris. Debido a la corta distancia, planeaba atravesarlo usando su lanza, pero antes de lograr hacerlo, un hacha detuvo el arma. Haciendo una especie de palanca consiguió arrebatársela de las manos, y aprovechando la inercia, lo atrajo hacia él para golpear de lleno su abdomen con el filo del hacha.

Hyperion nunca lo esperó, nunca había contemplado que alguien saldría por ahí a rescatar de esa forma a Mercury, fue por esa misma arrogancia que Cálico acababa de hacerle una herida tan profunda que lo dejó completamente desprotegido a la hora de recibir una embestida con el hombro por parte de Corsair que lo hizo caer por el barandal.

—¡Vámonos! —gritó Demain desde el interior al haber recogido ya todo y cubrir junto a Bradford la otra salida.

Cálico tomó a Mercury del brazo y entraron a la torre cruzando la sala para salir por el otro lado. La escalera estaba rota debido al intento de sus enemigos de romper la pequeña barrera que habían hecho, por eso aprovecharon todo lo que quedaba de esta para salir y saltar ya sólo unos pocos centímetros.

—¡Que no se escapen! —ordenó Ayp siguiendo el contorno de la torre para poder ver a los chicos huir. Entonces, con una mano libre al llevar su espada claymore en la otra, saltó el barandal usando sólo ese brazo para bajar apoyándose de una parte más baja de la torre. Después de todo, el aspecto en el que más había destacado Simeon siempre había sido la escalada debido a su fuerza y agilidad.

Noviembre estaba en la otra cara de la estructura sin poder hacer nada con Hyperion, sólo lo tomaba en brazos tratando de tranquilizarlo en sus últimos segundos de vida. Pudo ver cómo el último aliento escapaba de sus labios y luego simplemente dejó de respirar.

—Ha caído otro competidor, Hyperion Wise muere asesinado por Cálico Corsair quien recibe quince puntos.

Pallas miró con la sangre ardiendo esa escena, por eso mismo corrió en dirección a donde habían escapado sus rivales. Cronus bajó antes que Simeon y, con una daga en una mano y un mangual en otra, los siguió incluso ganándole ventaja a Ayp.

Él y Pallas eran quienes realmente conocían a Hyperion, quienes sentían su corazón latir envuelto en ira al pensar en que acababa de ser asesinado. Y sí, Simeon había matado a Mars, ellos sabían que el sentimiento era mutuo, por eso sentían la necesidad de librar ese enfrentamiento igualado.

—¡Cronus! —lo llamó Brandish corriendo detrás suyo.

Miró a su compañero a los ojos unos buenos segundos sin dejar de correr, pero al adentrarse en el bosque, Cronus sólo apretó el puño y asintió haciendo que su compañero tomara la ballesta que llevaba en la espalda.

—¿¡Dónde están!? —preguntó Simeon al estar más cerca de los dos.

—Deja que resolvamos esto nosotros —pidió con ira en la voz. Simeon aceptó, quizá no con la mejor de las ganas, pero entendía que querían vengar a su amigo.

Regresó a la torre mientras que ellos dos continuaban siguiendo a los cuatro chicos.

Pallas cargó una flecha en su ballesta y se detuvo para apuntar.

Aunque Brandish estuviera especializado en el uso de la ballesta, en un principio no querían usarla a no ser que hubiera un mínimo de igualdad. Si veían a un competidor indefenso, preferían matarlo cuerpo a cuerpo, quizá era de esos rastros de honor que se mantenían en el Centro, el Monte Olimpo era una unidad aún reconocida por esas costumbres. Pero ahora no había honor que valiera, Hyperion estaba muerto.

La flecha voló con tal fuerza que fue capaz de perforar casi por completo el hombro de Demain haciéndolo detenerse. Cálico se detuvo en seco y nada más mirarlo, volteó hacia atrás y al ver cómo Brandish estaba a punto de disparar otra flecha, jaló del brazo opuesto a Ledger para ambos tirarse al suelo y moverse hacia uno de los árboles.

—Sigue —negó Demain intentando mirar cómo la flecha seguía clavada en él.

—No te voy a dejar —negó poniendo una mano suavemente sobre su hombro herido al querer revisar—. ¡Váyanse!

Ordenó a sus otros dos compañeros quienes siguieron el camino. Pero cuando Cálico intentó mirar si los perseguían, ahora sólo estaba Cronus, y de reojo pudo ver cómo Brandish corría en dirección opuesta.

Maldita sea —entonces se agcahó volviendo a ver a Demain—. Quédtae aquí, intentaré alejar a Fourseasons y luego nos iremos con los demás, ¿sí? Aguanta un poco.

Ledger asintió quedándose sentado en el suelo para así intentar atender un poco sus heridas, al menos hasta que Cálico volviera.

Mercury y Bradford siguieron huyendo de Pallas y las flechas que les lanzaba. 

—¿No te hirieron? —preguntó Bradford poniendo una mano en el brazo de Mercury quien negó— De acuerdo... Vamo' Mercury.

Pero antes de que se levantaran de su pequeño escondite, una flecha quedó clavada en el árbol frente a ellos, ambos se asustaron mucho, pero lo siguiente que pronunció Pallas fue lo peor que pudo haber pensado en ese momento.

—¡No importa que corran, ustedes van a ser los siguientes! ¡Pronto estarán con su compañero!

Mercury apretó la espada en su mano, respiró con profundidad e incluso Bradford sintió la ira que se reflejaba en sus ojos de un momento a otro. Salió del escondite mientras se le escapaba un grito desde lo profundo del alma, finalmente había terminado esa eterna fase de shock.

Con un movimiento golpeó la ballesta de las manos de Brandish. Pateó su cuerpo tirándolo así al suelo, pero justo cuando estuvo a punto de sacar la daga que también llevaba, Mercury rajó de lado a lado su torso haciéndolo gritar.

Pero no pareció ser suficiente, dejó de escuchar todo, los gritos de súpica y dolor de Pallas no servían de nada, cortó varias veces más su abdomen sólo pudiendo escuchar su respiración furiosa.

—¡Mercury, ya e'tá bien!

Intentó acercarse al ver cómo seguía atacando el cuerpo de Brandish que ya estaba prácticamente sin vida. Pero cualquier duda sobre esto quedó deshecha cuando Crateris tomó del pelo al chico con una mano y, usando su espada en la otra, cortó el cuello de su víctima separando por completo la cabeza del cuerpo que pateó y justo después dejó también que la cabeza cayera al suelo.

—Pallas Brandish es asesinado por Crateris Mercury, quien recibe quince puntos. Se le suman quince puntos por parte de los lanistas debido a la... abrumadora ferocidad —incluso ese momento había dejado al propio Chester sin palabras unos segundos.

Bradford estaba impactado, él sujetaba el torso de Mercury durante la escena, por eso pudo ver mejor que nadie cómo decapitaba a Brandish.

Cálico había conseguido alejar a Cronus. Mucho temió que ante aquel aviso él volvería buscando aún más venganza, pero no parecía ser así. Volvió a donde estaba Demain, aún sentado contra el árbol, pero definitivamente se preocupó al verlo cada vez más pálido.

—Mercury lo hizo, están a salvo, ¿no? —murmuró cuando Cálico intentó revisar la herida aunque él ya se hubiera quitado la flecha.

—Sí, Fourseasons también está lejos, no te preocupes. Pero ahora debemos atenderte, vamos a llevarte con los demás, Mercury tiene muchos puntos, seguro que pedirá algo para curarte, tranquilo —pero al acercarse aún más se percató de lo húmedo que se encontraba el suelo.

Al mirar su mano con la poca luz del amanecer se aterró al ver que era sangre. Ledger llevaba todo ese tiempo perdiéndola.

—Demain —lo miró aún más preocupado intentando sujetar su cuerpo, fue entonces cuando notó que tenía una segunda herida en la espalda baja, se trataba de un corte que fue hecho por Cronus al momento de escapar de la torre, pero nadie lo había notado.

—No, está bien... Creo que fue Cronus, fue antes de salir de la torre —negó poniendo la mano en el brazo de Corsair— Vete con los demás, ¿sí? Ya no hay mucho que hacer.

—No.

—Cálico, ya no puedes hacer nada —insistió.

—Pero no te voy a dejar solo. Me voy a quedar aquí —apretó los dientes sufriendo la impotencia como nadie—. ¿Tienes frío?

Vio la mirada de agradecimiento de Ledger y luego sacó una de las mantas que había podido llevarse y se la colocó en los hombros.

—No, se va a llenar de sangre —negó intentando apartarla.

Muchacho, eso no importa —le sonrió envolviéndolo con la manta para luego abrazarlo intentando que estuviera un poco mejor sus últimos momentos.

Demain sonrió entre lágrimas. Era verdaderamente aterrador toparse frente a la muerte, creía estar listo pero realmente nadie lo está cuando el momento llega, pero el tener a alguien a su lado, incluso si lo conocía muy poco, hacía que todo eso fuera menos terrorífico.

Sus ojos perdían cada vez más la vista, hacía mucho más esfuerzo para respirar, por eso aprovechó su último aliento para dirigirse a Corsair.

—Gracias —él le puso una mano en la cabeza aguantando cualquier sentimiento que pudiera tener.

Sólo fueron segundos lo que tardó en dejar de sentirlo respirar, notó su peso recaer por completo en él, fue cuando supo que se había ido. Suspiró sintiendo una buena mezcla entre ira y tristeza que incuso le sacó una lágrima que secó rápidamente.

—Demain Ledger ha muerto por desangramiento a causa de dos heridas de gravedad avanzada. Los quince puntos de su muerte se distribuirán: Cinco puntos para Cronus Fourseason debido a la herida de puñalada, cinco puntos para Cálico Corsair y los cinco puntos correspondientes a Pallas Brandish, causante de la segunda herida mortal, son transferidos a Mercury Crateris, asesino de Brandish.

Con cuidado colocó el cuerpo de Ledger bajo el árbol donde había muerto, y sin poder permitirse mucho más, lo cubrió con la manta en la que lo había envuelto en sus últimos minutos. Le quitó los dardos envenenados que tenía como arma antes de que alguien con menos respeto hacia su cadáver lo hiciera, y se despidió de él tapando finalmente su cara y persignándose en señal de respeto antes de irse.

Pronto se encontró con sus compañeros y la escena del cuerpo de Brandish no muy lejos. Quiso no hablar más, simplemente caminaron en silencio hasta encontrar una caseta no muy grande. Comprobaron que no había nadie dentro y tampoco parecían estar muy lejos. 

Bradford y Cálico entraron pero Mercury se quedó fuera, sentado contra la pared de madera de la cabañita.

—¿No quieres entrar, Mercury? —preguntó Bradford ya superando un poco el impacto anterior. Pero él no alzó la mirada.

—Nosotros vamos a mirar qué hay adentro, quédate tomando el fresco, ¿sí? Avísanos si ves que viene alguien —dijo Corsair intentando sonar tranquilo para no alterar más a Crateris quien definitivamente ahora debía pensar en demasiadas cosas.

En la cabaña había agua, una ánfora repleta de agua la cual agradecieron para rellenar sus cantimploras. También había un pequeño saco con cerillos, un cuchillo, una cuerda y una cantimplota más pequeña; un kit de supervivencia en toda regla. Había una cuerda transversal a la habitación de la que colgaban pescados secos, seguramente salados. Incluso había redes y un tridente en el interior, de este se apoderó Corsair mientras que Bradford guardaba en su bolso una red.

Pronto pudieron escuchar el llanto de Mercury, ninguno se sorprendió realmente, intentaban entender la mezcla de sentimientos que tenía ahora el chico. Pero fue Bradford quien le explicó algo más a Corsair.

—Poco antes del ataque Mars se le confesó a Mercury, yo seguía despierto así que lo oí, de hecho les dieron puntos a ambos —suspiró incluso sintiendo cómo sus ojos se cristalizaban al pensar en ello—. Prometieron que saldrían juntos cuando regresáramos.

Cálico suspiró cubriendo su boca con la mano mientras agachaba la mirada, Bradford también lo hizo. Pero ambos salieron al poco tiempo.

Cálico se agachó para abrazarlo sin poder hacer nada más por él. Mercury había roto completamente en llanto. Se llevaba las manos a la frente para apartar su pelo e intentar respirar sólo para seguir llorando con fuerza.

—Era mi turno —fue lo primero que murmuró después de un tiempo.

—¿Qué? —preguntó Cálico separándose un poco mientras Bradford estaba atento al perímetro.

—Aún no había acabado mi turno de vigilar pero él me quiso relevar antes, no debí haberlo dejado —siguió lamentándose sin poder hablar mucho más debido al llanto.

—No fue culpa tuya, Mercury, nadie sabía lo que iba a pasar, no debes culparte a ti mismo.

Pero aunque en el fondo sabía lo que había dicho Corsair, seguía enojado, seguía con el deseo de sacar su ira, de llorar hasta perder la fuerza y dejarse morir también. Golpeó varias veces el suelo antes de volverse a encoger recuperando fuerza unos minutos.

—En verdad sólo ellos tuvieron la culpa —dijo y pronto Cálico le dio la razón—. ¡Ellos fueron los hijos de puta que nos atacaron! ¡Lo mataron tan rápido que no pude hacer nada para impeirlo! Ese malnacido tenía su cabeza entre las manos y lo tiró al suelo después de romperle el cuello... ¡Y no me basta con haber decapitado a Brandish, voy a cortarles las cabezas a todos ellos!

Cálico dejó que hablara, que se desahogara, en verdad lo necesitaba. Se había puesto de pie y tomó la espada aún gritando fuera de sí.

—Nada de eso me va a traer de vuelta a Mars y ya lo sé, tampoco voy a estar en paz después de hacerlo, pero no merecen seguir viviendo después de haber asesinado a alguien que no quería matar para seguir sobreviviendo. Él sí que no tenía culpa de nada. ¡Por él no me importa mancharme las manos porque no se merecía esto!

Lo último lo dijo tirando la espada al césped que reflejó el sol de la mañana. El llanto había cesado un momento, su cuerpo estaba dominado por la ira, pero pronto su atención se centró de nuevo en la voz de Horse.

—Mercury Crateris recibe cinco puntos por parte de lanistas.

Se vino abajo de nuevo, literalmente cayó sobre sus rodillas sin fuerza de nuevo. Las lágrimas volvieron a caer por sus mejillas y la impotencia fue lo que recorrió sus venas a continuación. Volvió a hablar en voz baja pero ahora roto de nuevo, suplicando.

—No me den más puntos, no es un maldito juego...

*** *** ***

PRIMERA RONDA. Arena Europea (Caballeros y gladiadores)

Crateris Mercury - 50 puntos

Simeon Ayp - 40 puntos

Cálico Corsair - 25 puntos

Rex Remington - 20 puntos

Michael Ballzack - 18 puntos

Fred Winters, Foxtrot - 17 puntos

Cronus Fourseasons - 10 puntos

Victor Blade -10 puntos

Nadia Willows, Noviembre - 10 puntos

Masha Kohut, Mehr - 10 puntos

Jeanne D'Arc - 10 puntos

Bradford Ash - 5 puntos

Tet Aqua - 5 puntos

Theo Divine - 5 puntos

Cándido Glow - 5 puntos

Laban Lux - 5 puntos

Douglas McArthur - 5 puntos

Lucas Skywalk - 5 puntos

Demain Ledger - 5 puntos [FALLECIDO → Muerte por desangramiento ( herido por Cronus Fourseasons y Pallas Brandish) ]

Pallas Brandish - 5 puntos [FALLECIDO → Asesinado por Mercury Crateris ]

Hyperion Wise - 5 puntos [FALLECIDO → Asesinado por Cálico Corsair]

Mars Deimos - 10 puntos [FALLECIDO → Asesinado por Simeon Ayp ]

Jerry Onimo - 5 puntos [FALLECIDO → Asesinado por Simeon Ayp]

Indira Lay, India - 5 puntos [FALLECIDA → Asesinada por Rex Remington]

Linden Brook - 5 puntos [FALLECIDO → Asesinado por Fred Winters]

*** *** ***

Bueno... pues esto es el Coliseum.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy aún con las cositas que pasaron... sí.

En la multimedia está el tema principial de Coliseum, si quieren denle una escuchadita. Sé que aparecen personajes que no salen en Coliseum y otros quedaron fuera, pero esto fue porque el vídeo lo edité hace ya casi dos años y aún el casting no estaba completamente decidido, por esto mismo la edición está un poquito fea pero sí me tomó esfuerzo el vídeo UnU <3

Muchas gracias por leer y nos vemos pronto <3

Atsushi~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro