20
Stefan.
Cuando era niño mi abuelo me dio una misión que siempre debía cumplir, cuidar del pequeño Mark, aún recuerdo cuando lo vi sobre su cuna la primera vez, tan pequeño y frágil, asi que lo protegí tal como mi abuelo había dicho, con esa misión arraigada en mí, me fue fácil cuidar de otros además de mi familia, primero Joseph, luego Marjorie, ahora Nina, además claro de todos a los que estaba cuidando en Heiwa. Por años creí que estaba haciendo bien mi trabajo, pero al ver a Marjorie tan destrozada sentí que había fracasado haciendo la única misión que debía cumplir.
Al verla allí, sentada al final de las escaleras con el rostro tan sombrío solo pude acercarme a ella, al notarme se limpia las lágrimas e intenta aparentar que está bien, me siento a su lado, pero evita mirarme al rostro.
- Deberías estar con ella, la elegiste. - murmura en un tono amargo. Sus manos unidas sobre sus rodillas se presionan entre si de manera dolorosa.
Suspiro.
- No hagas esto más. Hemos sido amigos muchísimos años, deja de alejarnos, por favor. - me mira herida dispuesta a discutir. - detente, siempre hablamos sobre que lo nuestro no era más que amor fraternal, nunca te hice falsas promesas y te aseguro que, si te eligiera simplemente por lealtad sin amarte de la manera que la amo, nos destruiríamos, asi que acéptalo y deja de convertir esto en una lucha interminable. Perdóname no te puedo amar asi. – explico, una lagrima le corre por la mejilla.
- ¿entonces qué haces aquí? - su voz se corta.
- Estoy aquí porque te aprecio, lamento tanto no haber notado que algo sucedió, puedes culparme, pero estoy aquí para apoyarte, aunque no te amo como tu quisieras, eres importante para mí. – me acerco más para poder abrazarle, al principio ella se pone tensa e intenta apartarse, pero luego de pelear un rato sus brazos me rodean, llora sobre mi hombro aferrándose a mí.
Mientras su llanto se vuelve desgarrador mi corazón se comprime, debí estar allí para ella. Sus manos aprietan mi chaqueta con fuerza, su cuerpo comienza a temblar en mis brazos, puedo notar su dolor y rabia. Pasamos asi un muy largo momento, hasta que sus lágrimas se terminan y solo quedan los pequeños sollozos., ella es quien se separa limpiándose el rostro.
- Empezó antes de conocernos. - dice de la nada, le miro confundido. - mi tía era joven, prácticamente una adolescente haciéndose cargo de una niña, ella eligió recurrir a las personas equivocadas y por algún motivo hizo un trato con alguien que la inculpo de robo, no sé bien los pormenores, pero después de que militares vinieran a casa haciendo preguntas llego Ernest, iba por mi tía, pensó que en el estado de angustia en el que se encontraba haría todo lo que él quisiera, al parecer no sabía de mi pero cuando me vio al principio de las escaleras sus ojos se volvieron oscuros y me dio una mirada tan asquerosa que aún tengo pesadillas, semanas después, el obtuvo lo que quería, pasa varias veces, luego se detuvo unos años, sucedió de nuevo, se detuvo cuando entre a la milicia. El día que nos torturaron...paso de nuevo. - llora de nuevo. - nunca puedo detenerle...- dice en un susurro.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - pregunto limpiándole el rostro.
- Porque sé cómo eres, habrías abierto un juicio y eso solo serviría para que todos lo supieran, el jamás pagaría por nada. - me mira segura.
- Dime algo, ¿estuviste en la casa de Jones? - le miro a los ojos, pero ella aparta la vista.
Noto la duda en su mirada que vaga por todos lados.
- Sí, pero hubiera querido que no. Dime que haremos algo para detenerlo, lo mío ya no se puede solucionar, pero aún hay muchos aquí que nos necesitan para evitarlo. - me mira. - ¿Por qué no me lo dijiste? Sobre Nina, pensé que era tu mano derecha. - está herida, lo noto en su voz.
- No tuve tiempo, además nos enteramos ayer, Nina lo supo por su madre, sé que no te agrada, pero sabes que es una bruja. - sujeto su mano. - perdóname, tenía que cuidarte mejor. -
- ¿De qué hablas? Nos cuidas mejor de lo que merecemos. - guarda silencio mirando al frente, su vista fija sobre un cuadro en la pared. - lo intentare. - dice dejándome confundido. - intentare soportarla, por ti, pero no te prometo ser su amiga. - me da una sonrisa débil.
Niego un poco conmovido e incrédulo que haga eso.
Le rodeo los hombros con mi brazo para acercarla a mí.
- Gracias. Sé que es difícil para ti, pero no condenes a alguien por los pecados de alguien más. – ella se recarga contra mi hombro y me rodea con sus brazos.
- Si, lo sé, lo intentare. – asegura con honestidad.
Decir que estaba preocupado era poco, las muertes de esta mañana no fueron simple capricho, era una lección. Jones definitivamente quería que nos detuviéramos a cualquier costo, claramente sus víctimas habían sido elegidas cuidadosamente, aunque aún tenía la incógnita de porque Marco había sido elegido. Estábamos en un callejón sin salida, era frustrante.
También estaba el caso de Marjorie, fui un estúpido en no verlo. Ahora que lo pienso nada fue casualidad, cuando iniciamos la rebelión, ciertamente me sorprendió que de la nada ella se presentara frente a mi puerta pidiéndome participar, le conocía de antes, es verdad, pero por aquel entonces no era alguien en quien podía confiarle mi vida, comó no vi la desesperación e ira detrás de sus suplicas. Era muy obvio que busca venganza.
Ahora debíamos pensar cómo actuar con cuidado para no ser atrapados, es claro que Jones ya sabía que era yo el responsable detrás, pero sin pruebas no podía matarme, eso solo generaría preocupación y desconfianza en las personas, lo único bueno de las enseñanzas de mi abuelo es que pude ganarme la confianza, aprecio y gratitud de los miembros de Heiwa, mi desaparición no pasaría de ser percibida.
- Estas muy pensativo – dice Nina recostada desde la cama mirando el techo tiene las manos sobre su estómago y sus piernas cuelgan por el borde de la cama tocando el piso, apenas noto que las botas que usa son más grandes que su número usual, Mark debió haberle dado las que habían. Es tan linda que me hace sonreír.
- Hay muchas cosas en las que pensar. Debemos irnos o tu padre se preocupará. - me giro en la silla para verle mejor.
Ella suspira.
- ¿estas molesto? ¿Es por eso que quieres deshacerte de mí? Bien podría quedarme aquí contigo. - aunque no me mira sé qué hace un puchero.
- No estoy enojado contigo. Quiero llevarte con tu padre, seguro estará preocupado y podría pensar que tú y yo hemos hecho algo indecente. Descarada. - bromeo.
Suelta una exclamación de indignación, se levanta sobre sus codos mirándome ofendida.
- ¡tú eres el descarado! - acusa. -yo nunca dije que haríamos eso, solo quería quedarme contigo y dormir, D-O-R-M-I-R. – deletrea letra por letra.
- Si claro, solo voy a decirte que no voy a tocarte de ese modo, aún. - me mira tan roja y con la boca abierta.
Se tira nuevamente sobre la cama con los brazos cruzados mirando el techo.
- Por supuesto que no haremos eso, no hasta que seamos novios. - suelta fingiendo molestia.
Sonrió por lo linda que es.
- Pensé que ya lo éramos. - miento descaradamente.
- ¡claro que no! - levanta los brazos dramáticamente. - tu jamás me pediste que lo fuéramos. - se sienta señalándome. - no somos novios. -levanta una ceja mirándome con desprecio.
- ¿ a no? Pues entonces regrésame los besos que te di, las personas que no son novios no se besan. – ahora soy yo que le mira de mala manera con los brazos cruzados.
- ¡pues entonces pídeme rápido que seamos novios! O te lo voy a tener que pedir yo. - se levanta caminando hacia mí.
- ¿Cómo? ¿ asi tan rápido? Primero necesitamos conocernos más o pasar tiempo juntos. – aunque si me pide que lo seamos no voy a negarme. Recorro la silla haciendo espacio para que se siente en mis piernas.
Me rodea el cuello con los brazos.
- No quiero regresarte los besos. - pone cara triste. - y además que tal si no pasamos tanto tiempo juntos porque tienes trabajo ¿entonces cuánto tiempo tengo que esperar? - le pellizco la mejilla, ella se queja, pero se acorruca más cerca de mí.
- Bueno, seamos novios ahora y conozcámonos después ¿te parece? - su rostro se llena de alegría cuando una sonrisa enorme lo adorna.
Se abraza a mí con su rostro el mi cuello.
- Me parece estupendo, si quiero ser tu novia. - me besa en la barbilla. - ¿aún me llevaras con mi papá? - me rio, es lo correcto.
- Si, asi que no intentes seducirme, descarada. - le aprieto contra mí.
Se separa golpeándome en el pecho, me rio de ella y su adorable comportamiento.
Después de una larga hora logre convencerla de que es hora de irnos al refugio. Cuando habíamos diseñado este lugar lo habíamos conectado con el complejo militar para estar en cualquier emergencia, además de que contaba con una salida fuera del ojo público. Esa era la razón de que Nina y Mark no habían sido detectados al entrar al medio día, llegaríamos de la misma manera evitando ser vistos, por suerte, hasta el momento, este complejo estaba lejos de la jurisdicción de Jones, por lo cual era relativamente seguro, claro siempre y cuando no fuéramos traicionados, lo cual quería pensar que era una opción con pocas probabilidades.
El camino estaba un poco oscuro y largo por lo que fuimos tomados de la mano hasta llegar. Heiwa tenía un sistema de reconocimiento genético que permitía que ingresáramos o recibiéramos algunos servicios, se nos tatuaba en la muñeca el escudo de Heiwa cuando nacíamos, cada uno tenía información en él y su patrón era diferente en cada uno, eso evitaba que lo clonaran o lo robaran. En el refugio habíamos tenido que recurrir a usar tarjetas de identificación, aunque era un riesgo, eran fáciles de destruir.
Cuando entramos ya todo está vacío, seguramente deben estar durmiendo ya por lo tarde que es, cierro la puerta con la clave de cerradura, le mentí un poco a Nina asegurándole que regresaría después de dejarla, era una fortuna que contaba con un dormitorio aquí también.
- Vaya, al fin se dignan en aparecer. - Mark aparece con un radio en la mano.
- Por favor Mark, no te vayas a poner a llorar. - se burla Nina acercándose a él. - deberías estar durmiendo, aún está débil por tu brazo.
Mi primo la mira con la boca abierta y las cejas levantadas.
- Wow, no sabía que mi primo me consiguió una mamá, soy un soldado, estoy acostumbrado a esto. – se cruza de brazos sonrojado, yo niego incrédulo de su vergüenza.
- Ja ja, que gracioso, solo lo decía porque sería un desperdicio que mi hermano te diera sangre para nada. - se cruza de brazos con una sonrisa.
- Ahora si estoy ofendido, solo para que conste, el sanador me reviso y dijo que estaba bien. - le saca la lengua.
- Basta niños. - intervengo. Ambos me miran de mala manera, me rio de ellos. - ¿dime como esta Denisse? - pregunto a Mark, no había tenido oportunidad de saber sobre ella.
Mark suspira con pesadez.
- Por un momento pensamos que le sucedería algo al bebé, Amín es bastante bueno manejando este tipo de situaciones, según algunos cuando Denisse vio la trasmisión se desmayó y al despertar estaba en crisis, gritaba desesperadamente.- mira a Nina.- tu hermano logro tranquilizarla y convencerla de que alterarse solo le traería complicaciones, el Araki la reviso en cuanto llegamos, el bebé estuvo por sufrir un parto adelantado.- me entrega una lista.- son cosas que necesitamos creo que deberíamos hablar sobre ellas, por cierto mi padre se fue a casa, dijo que era mejor estar separados para evitar sospechas, dirá que estoy en el complejo.-
- Bien, podrías mantenerte atento a Denisse, le debemos muchos a ella y al profesor, murió por la rebelión, cuidemos a su familia. - el asiente. - me encargare de lo demás. Marjorie no vendrá en un tiempo, la necesito atenta a lo que pasa fuera. Tu responsabilidad es encargarte de Denisse, sin ella necesito a alguien más para manejar el lugar. - reviso la lista.
- Lo haremos nosotros. - interrumpe Nina. - han arriesgado mucho por nosotros, mi familia puede ayudar, estamos acostumbrados a dirigir lugares. Claro, si es adecuado y todos están de acuerdo. - aun le preocupa que no confíen en ella.
Asiento.
- Es una buena idea, hablare con los demás mañana. Mark avísales que nos reuniremos. También llama al asesor de reformas, necesito material para arreglar los servicios del sector 6, Nina se encargará, asi que lo necesitamos algunos guardias también. - me mira con la boca abierta.
- ¿estás loco? Sería un riesgo muy grande hacer eso. Como tu estratega te digo que no se debe hacer. - se cruza de brazos con seriedad.
Me toco el puente de la nariz.
- Sé por qué lo dices y entiendo todos los riesgos que existen, pero hemos dado nuestra palabra, además ellos son parte de nosotros, considero que si hemos logrado pasar de ser percibidos todo este tiempo pasándoles insumos podremos hacer esto.
- General, usted puede mandar todo lo que quiera, pero mi trabajo es formar planes para evitar un riego, una chica bonita, rubia e ingeniera creme que llamara la atención, vamos a correr un riesgo muy grande, podría atraparla y torturarla para averiguar cómo llegar aquí. - expone, lo entiendo.
- Estoy dispuesta a hacerlo, correr el riesgo, por favor confía en mí. - pide con serenidad.
- No es en ti en quien no confió. - acota. – Stefan, no estoy de acuerdo, ahórranos el lamentarnos después. - entiendo su punto, porque ya habíamos tenido esta platica, él tenía la duda de si yo podría soportar verla sufrir. Cuando me lo pregunto yo estaba seguro que podría, ahora no lo sé.
- Mark, estaré bien, esas personas me necesitan, asi que permíteme estar allí. Si algo sale mal será mi culpa y podrás decirme te lo dije. Por favor. - le miro lastimeramente.
Jadea enarcando una ceja
- ¿Qué les dan a todos los Arani que ponen esos ojos de cachorro moribundo? - se masajea la ceja. - bien, pero déjame pensar en un plan, dame un poco de tiempo. - acepta de mala manera.
Ella sonríe y aplaude alegre.
- Gracias Mark. - le da un apretón en el brazo. - gracias Stef. - se abraza a mí.
- Dios me dan ganas de vomitar. –
Después de ese horrible día las cosas se tranquilizaron un poco dándonos tiempo de recuperarnos y comenzar a planificar como serian nuestros próximos pasos. Los días se volvieron semanas, las semanas en un mes y medio en donde todo estuvo en calma. Los Arani estaban ayudando a manejar el refugio, antes solo participaban elaborando armas o compartiendo información, pero sorpresivamente eran bueno dirigiendo y organizando, mientras tanto Denisse se recuperaba lentamente de su perdida por el bien de su bebé, por ello aun no regresaba a ayudar activamente.
Mark se había recuperado de su herida en el hombro rápidamente y se había puesto a trabajar en la ayuda que necesitaba el sector 6 realizando un muy detallado plan de desarrollo, gracias al asesor de reformas que estaba de nuestro lado teníamos materiales suficientes para realizar los cambios, mientras tanto Nina debía acudir varios días a la semana para avanzar rápidamente con todo, en ocasiones acudía con Mark y otras con Marjorie, quien nos sorprendió ofreciéndose a vigilar su trabajo.
Aunque también estábamos un poco sorpresivos porque se había un aviso hace días sobre que se adelantaría el proceso para este año, su argumento era que se necesitaba un momento de celebración luego de los lamentables acontecimientos, una vez más quise negarme a participar, pero en esta ocasión habían inscrito a todos aquellos en edad de participar y aquellos que se habían negado con anterioridad. Gracias a nuestros informantes supimos que inclusive se habían integrado a los cuatro hermanos Arani, esto último me preocupaba porque sabía que existía una intención detrás de esta decisión.
Recargue los codos sobre el escritorio de mi oficina en el centro de formación, mientras me sujetaba la cabeza con frustración por tener en mucho en lo que pensar y nada de respuestas.
La puerta es tocada interrumpiéndome.
- Adelante. - dije pensando que sería alguno de mis soldados.
La puerta se abre dándole paso a quien menos creí ver allí.
- Hola Stef, tanto tiempo. - dice Angello entrando un tanto nervioso.
- Vaya, no creí verte aquí. - gire mi silla para ponerme de pie. - te pido que me llames General Sigkram, tu y yo no somos amigo. Menos luego de que me inculparas de traición. - el traga nervioso.
Se acaricia detrás de la cabeza.
- Si yo...lo siento, estaba celoso de que Nina tuviera un interés repentino en ti y que Joseph siempre recurriera a pedirte ayuda. Pero vengo a hablar de algo muy serio. - supongo que la mentira que dirá será interesante.
Le sonrió.
- Aunque creo que eres muy descarado, está bien, siéntate. - le indico con la mano. Hago lo mismo.- ¿entonces? ¿A qué viniste? - me cruzo de brazos.
- Escucha, estoy muy preocupado por Nina, es de verdad, lo juro. Sé que fui un cretino muchas veces, pero yo le quiero mucho. Asi que... pensé que tu sabrías donde está. - aprieta los puños sobre sus rodillas, luce tenso.
No creo en sus palabras, pero tampoco puedo dudar en su totalidad de él.
- ¿Por qué piensas que yo lo sé? - pregunto intentando descifrar sus intenciones.
- Vamos Stef, digo, General Sigkram, Joseph siempre va a ti, debes saber dónde está él, por ende, sabes dónde está mi prometida. - ¿suya? Quise reírme en su cara con una perversa necesidad de restregarle en la cara que ahora estaba conmigo.
- Okey, en una suposición de que yo lo supiera, ¿Por qué se lo diría al mal nacido que me traiciono y permitió que me torturaran por su estúpida ausencia de autoestima? No confió en ti, asi que voy a decirte esto, traicióname otra vez y voy a matarte. Sabes que lo hare. – me mira asustado.
Boquea como pez.
- ¡te juro que soy honesto! Nina es todo en mi vida, por favor déjame verla una vez. Tengo muchas cosas que decirle. - suplica.
Lamentablemente no puedo decidir por Nina, pero no le confiaría su paradero a alguien como él.
- Pues lo siento, no sé dónde están, he intentado encontrar a Joseph por toda Heiwa, pero sin éxito, asi que mejor lárgate porque tengo la necesidad de ahorcarte. – le sonrió con desprecio, él se asusta levándose aprisa.
- Bien, me retiro, te deseo un buen día General. - su voz tiembla y sale con rapidez de la oficina.
- Maldito. - digo al viento.
Es muy estúpido si creyó que simplemente le daría la información que buscaba, prefería mil veces ser torturado a entregarles a los Arani en bandeja de plata, menos si se trataba de Nina. Pero, lamentablemente debía saber si Nina quería ver a Angello, porque a pesar de que me hirviera la sangre de celos en pensarlos juntos, esta era una decisión de ella y yo solo tendría que asegurarme de que no le sucediera nada malo.
¡Holi! espero que disfrutaran de este capitulo, díganme si creen que que Angello es honesto o es una trampa. otra pregunta ¿Por qué creen que Stefan quiere mucho a los Arani?
¡GRACIAS POR LEER!
Perdón si hay horrores ortográficos o de redacción.
Exponiendo a mis personajes parte 6 (creo)
Bueno esta vez es el turno de Mark, sabían que es un genio casi igual que los Arani? De hecho el podría ser parte de los grupos consejeros de Heiwa ( uno es el departamento de innovación que donde estaban los Arani, otro el de desarrollo, el de Reformas, el de alimentación, El de salud, el de defensa, etc. ) la razón por la que no es por decirlo asi ,un burócrata, es porque quería ir donde Stefan estuviera y asi asegurarse que no le pasara nada, por lo tanto aplico para la milicia uniéndose a Stefan y subiendo al puesto de Estratega en el ejercito que dirige su primo, él se encarga de calcular los riesgos y planear de la manera más viable los movimientos de la Rebelión. Ambos primos están muy unidos y hay una razón de trasfondo pero ese es secreto que si contare después jajajaj Además es un prodigio del piano, uno de sus pasatiempos es la música y la pintura.
bueno hasta aquí el exponiendo a mis personajes.
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