15
Caterina.
Cuando Stefan sale de la habitación mi padre pide a mi hermano buscar a Miles y a Joseph, nos quedamos en silencio mientras tanto, mi madre se ha ido de la habitación por lo tanto no tengo que preocuparme por ella, por ahora; papá me observa por un momento.
- Le dije a tu madre que saliera a despejarse. Lamento tanto que te tuvieras que enterar de esto asi, perdóname Nina. – sé que está arrepentido, lo noto en sus palabras y rostro.
Bajo la mirada con esa sensación desagradable, pero es cierto que no estoy molesta, me siento herida y eso ha disminuido luego de hablar con Stefan. Le miro de nuevo dándole una pequeña sonrisa.
- No es tu culpa. Me hubiera gustado que me lo dijeras antes, pero se dio asi. No tienes que lamentarte por eso. - le aseguro.
- ¡claro que debo!, eres mi hija, yo tenía que decírtelo. - se toca la frente con los dedos temblando, es necesario que descanse un poco, me levanto acercándome a él.
- Padre, necesitas volver a la cama, tu cuerpo aún no está bien. – le coloco una mano en el hombro y la otra en el brazo, el niega con la cabeza.
- Hablare con ustedes primero. - asegura.
Voces se escuchan fuera antes de que mis hermanos abran la puerta, el primero en entrar es Miles quien se nos queda mirando con duda. Me enderezo asintiendo para que entren. Los cuatro tomamos asiento en la cama frente a papá, Miles es quien toma mi mano colocándola en su regazo, le sonrió en agradecimiento.
- Bien...yo...esto no es fácil de contar y honestamente, esperaba que jamás llegara el momento de tener que hacerlo. - suspira- primero que nada, a pesar de lo que yo les diga, ustedes cuatro son hermanos y son mis hijos, no importa que, siempre lo serán. -guarda silencio mirando hacia un escritorio junto al baño, sobre él está la botella que mamá bebió antes. - Anna y yo éramos buenos amigos antes de ser emparejados por el proceso, ella estaba en el área de fármacos, era la mejor de su clase, recuerdo que tenía un sequito de admiradores detrás de ella, no puedo decir que yo no era uno de ellos. - sonríe un poco- Se rumoraba en aquel entonces que Ernest el hijo menor de Jones estaba más que enamorado de Anna y que en un arrebato le conto a Jones que deseaba desposarla, incluso se dijo que el proceso había sido arreglado. Esta situación le trajo muchos problemas a Anna e incluso su padre le pidió que abandonara la casa familiar para evitar habladurías, ella obedeció, después, algo cambio en su persona, se volvió fría y apática, jamás hablo con nadie de eso. Por azares del destino, el día del proceso fuimos emparejados y una chispa de alegría broto de nuevo en su mirada, cuando tuvimos a Miles estaba tan contenta, con cada uno...ella siempre evitaba estar en el mismo lugar con Ernest, inclusive pidió trabajar en el laboratorio junto a mi madre, se mostraba temerosa y nerviosa cuando lo veía cerca...- cierra los ojos y guarda silencio- en la víspera de su cumpleaños se celebró una cena en el palacio, los llevamos a los tres con nosotros asi que cuando íbamos a casa notamos que a Joseph se le había olvidado su juguete favorito por lo tanto se puso a llorar, Anna dijo que regresaría rápidamente junto a mi papá quien iría por unos documentos. Mi padre la busco durante una hora por todos lados, hasta que decidió ir a la sala de máquinas... ella estaba...- su voz se corta, el labio le tiembla mientras los ojos se le llenan de lágrimas- Ernest abuso de ella, pero no fue la primera vez, cuando me lo confeso, todo tuvo tanto sentido, no sé cómo no lo note. - puedo ver la culpa reflejada en su rostro.
- Papá, no tienes que...-
- Si tengo Miles. - interrumpe- Tres meses después, cuando su madre estaba mejorando emocionalmente, enfermo. Al principio creímos que contrajo alguna infección, pero tras ser revisada, nos enteramos que estaba embarazada, de ti, Nina. - me mira con pena- lamento decirte esto, pero tu madre no quería tenerte, por las leyes del proceso atentar contra una vida está prohibido, además de que yo no deseaba que me privara de ti. Le suplique por horas, le pedí que me permitiera tenerte, acepto cuando le di mi promesa de que no tendría que criarte, es por eso que viviste con el abuelo tanto tiempo.- se limpia las lágrimas del rostro- Ernest sabe de ti, alguien se lo comento antes de que nacieras y vino exigiendo que te entregaran a él, tu abuelo, quien sabia cosas de Jones intervino logrando que desistiera de esa tonta idea, pero exigió que te nombraran Caterina, por eso jamás te llamo de esa manera, te nombre Nina porque no podía permitir que tuviera ese poder sobre ti.- se levanta caminando hacia mí, se arrodilla sujetando mis manos- sé que necesito suplicar tu perdón por ocultártelo, pero eres mi hija para toda la eternidad- un nudo se forma en mi garganta, tengo el rostro cubierto de lágrimas- entiendo si tu quisieras hablar con él.- murmura.
- No quiero- respondo- no es importante para mí. – me trago aquel nudo que intenta aparecer otra vez. - estaba molesta, pero ya no más papá, porque sé que me amas y lo ocultaste por esa razón. – se acerca abrazándome, recargo la cabeza sobre su hombro, veo a mis hermanos llorando también. – por favor no te atormentes, nada ha sido tu culpa jamás- intento tranquilizarlo
- Padre, nada ha cambiado seguimos siendo hermanos, los hermanos Arani. - asegura Amín, Joseph y Miles asiente.
Nos separamos, me limpia las lágrimas del rostro y mira a mis hermanos.
- Los cuatro son mis preciosos hijos. - afirma, se levanta, luego le pone una mano en el hombro a mi hermano mayor- Estamos en una situación difícil y peligrosa, asi que van a necesitar recordar que se tienen unos a otros. - nos mira a cada uno- Pase lo que pase todos deben siempre estar unidos. ¿Entienden? -
- Si – respondemos al unísono.
Cuando el reloj marca las 12 del medio día por la altavoz del lugar llaman a todos al comedor para servirles el almuerzo. Papá nos pide que le disculpemos por no asistir pues sus fuerzas aún no se han recuperado en su totalidad, por ello se mete en la cama a dormir otro rato. Los cuatro vamos por Valentina para llevarle al comedor con nosotros, ella se pega a su papá temerosa de que algo suceda con él, la pobrecilla aun no olvida lo que Anna le ha dicho.
A base de intuición llegamos a un enorme salón con varias mesas y sillas; las personas que vi al entrar, se forman para recibir la comida por turnos, todos parecen felices y un poco aliviados. A lo lejos Denisse gira viéndonos entrar, le murmura algo a las demás personas para luego acercarse a nosotros, debido a su embarazo parece que le cuesta caminar. Aun asi una sonrisa no abandona su rostro.
- ¡Hola! - saluda animada. - estaba empezando a preguntarme donde estaban, si los dejo sin comer Stefan me regañaría mucho. -
- Buenos tardes Denisse, no tenías que preocuparte, solo estábamos un poco ocupados. – explica Joseph.
- Si lo supuse. - me mira poniéndome una mano en el brazo. - no deseo incomodarte, pero ¿estás bien? - veo genuina preocupación.
- Sí, no te preocupes. - aseguro sonriendo.
Ella asiente con duda.
- Bien, vengan. - me toma de la mano llevándome con ella, mis hermanos me siguen. - bueno, esto no es igual que en la ciudad afuera, cada uno de nosotros tiene un número, ese número nos permite asegurarnos que todos reciban alimento y atención médica, debido a que ustedes ahora son refugiados aquí, por un tiempo, la tarjeta que les entregaron ayer es su identificación, asi podemos saber que han recibido comida y todo lo necesario, además de controlar los recursos, claro está. - saca la tarjeta de su bolsillo- es parecido a cómo vivimos fuera, solo que el número no está en nuestro ADN. - pasa la tarjeta en un lector, la pantalla se ilumina mostrando su rostro y datos- cuando sale esto solo deben poner que es correcto e inmediatamente les indicara que pasen a la mesa por una de las charolas llenas de comida. En caso de que tengan muchísima hambre por favor vengan a mí, les daré más comida. Ah, por cierto, Stefan me pidió que le diera doble ración a amín puesto que anoche gasto muchas energías. - cancela la comida que ha pasado.
- Yo también quiero doble ración, perdí mucha sangre. - dice Miles.
- ¿Estás seguro de que te lo terminaras? No desperdiciamos comida. - se cruza de brazos.
Miles piensa mirándonos.
- ¿Qué pasa si tengo hambre después? -
- No debes preocuparte por eso, damos tres comidas fuertes, pero para eso están las dispensadoras de aperitivos o de frutas. Por favor no dudes en tomar una. –
- Me siento como si me estuvieras vendiendo este lugar. -
Nos reímos de Miles.
- Claro que no, pero estamos en esto junto, asi que vamos a intentar que todos estén cómodos. Somos aliados. Recuérdalo. Ahora pasen por aquí, por favor. –
Denisse nos ayuda al momento de ingresar nuestra tarjeta y recibir la comida. La bandeja está bastante llena de comida, ensalada de papa, carne, verduras y una sopa de aspecto raro, pero de buen sabor. Denisse amablemente nos lleva a una de las mesas y pide que nos den bebidas. Cuando llegan van acompañadas de un palto de fruta picada y un pequeño pudin. Valentina está encantada con solo verlo. Agregare que la comida sabía muy buena.
- Siento que con su ensalada de papa, intentan comprar mi lealtad. - dice de la nada Amín quien come una de sus dos porciones.
- Posiblemente hermano- responde Joseph. - Stefan ayudo en la preparación. – toma un bocado de su carne.
- Ah claro, se me olvidaba que eres su fan. - sonrió ante sus palabras.
- Claro que soy su fan, ¡es guapísimo! Lástima que solo tiene corazón para Nina, con los demás es un bastar...-
- ¡Oye! - interrumpo. - no lo llames asi.-
- Igh, mi hermanita y mi mejor amigo. - finge desagrado.
- Ya cállate. - le doy un golpe riéndome.
- ¿Sabes que es tu momento de confesarte? porque esperamos chisme de primera mano. - Miles enarca una ceja con diversión.
- Solo... no lo sé, supongo que estamos juntos o algo asi, no hay más chisme. – me sonrojo
- ¡oh por favor! Cuéntanos detalles del tórrido romance. Eres tan poco romántica. –
- Disculpa, yo no quiero saber los detalles del tórrido romance, sigue siendo mi hermanita, que asco. -
- ¡Dios que tontos! Solo nos besamos en el pasillo y hablamos, pero solo eso, que chismosos. -parto mi carne con molestia.
- ¿y cuando pensabas decírnoslo? – miro a amín sorprendida.
- No lo sé. – murmuro- tampoco tuve tanto tiempo para decirlo, paso anoche. -
Espero más reclamos, pero en su lugar mis hermanos estallan en risas.
- Vamos como si no supiéramos que esto pasaría. – dice Joseph con la boca llena le miro con disgusto.
- Yo no sabía-
- Miles, los tres sabíamos. Si no mal recuerdo desde que Joseph y Stefan se volvieron unidos, siempre tuvo ese interés en Nina, además no había día que no le preguntara a nuestro hermano sobre ella. - cambia su bandeja por su segunda porción.
- Yo no sabía. –
- ¡Miles! - regañas mis hermanos.
- ¿Qué? Yo no lo sabía, miren, yo pensaba que Stefan apreciaba a Nina como familia, asi como todos, pero, no sé en qué momento paso, ¿Cuándo comenzó a gustarte? - me apunta con su cuchara.
- Me di cuenta después de que se encontraron y me preguntara como saber si alguien te gustaba. En el baile de aniversario-
- Me di cuenta cuanto Stefan puso cara de idiota por pasar 10 minutos con ella, soy el mejor cupido. De nada Nina. -
- ¿Por qué fuiste cupido? - le pregunto.
- Oh mi dulce e inocente hermana. Cuando fuimos con él y te propuse como mi ayudante, lo hice con la intención que sucediera el flecheo. - une sus manos entrelazando sus dedos frente al pecho. - he esperado la oportunidad para unir su camino desde hace años. - finge sollozar- pero Stefan es anti romántico y dijo "no te metas donde no te llaman", pero entonces vi la oportunidad y los mandé juntos a buscar daños. Yo sabía que mi Stefi jamás me fallaría. –
- Agh, son los hermanos más raros. ¿por qué jamás me lo dijiste? – le pellizco, él se soba quejándose.
- Podemos compartir sangre, pero con Stefan tengo una historia de hermandad y lealtad que jamás podría romper...además Stefan no me lo permitió, asi que tal cual novela romántica te miro a la distancia anhelando tu amor. – bebe un poco de agua.
- Yo debería importarte más, ¿sabes? - me cruzo de brazos.
- Bueno, si, tal vez. Pero es Stefan. – dice con obviedad.
- Ni siquiera me puedo enojar realmente- antes de que pueda agregar otra cosa, una bandeja siendo colocada junto a mi nos interrumpe.
Volteamos los cinco al mismo tiempo, para ver a Mark sentarse a nuestro lado con un cabestrillo en su brazo, él se sienta sin importar nuestras miradas. Toma un bocado a su boca mirándonos, después nos sonríe.
- Estaba buscándolos. - dice mientras pelea con su carne, miles se apiada y le ayuda a partirla.
- ¿Para qué? - pregunta Joseph.
Mark mastica su carne con verdadera voracidad, lo que es de entender ya que ha perdido mucha sangre y la noche anterior uso sus habilidades. Se atraganta al pasar, le doy palmaditas en la espalda. Toma un poco de agua.
- Quería agradecerles. A Nina, más que a nadie, pero todos me han ayudado mucho. Les debo muchísimo. - inclina su cabeza.
Niego con las manos.
- Por supuesto que no, necesitabas ayuda y es lo que hicimos, además, tu peleaste contra la muerte, el crédito es tuyo. - le pongo la mano en el hombro- nos has dado un susto, es bueno verte mejor. - le sonrió.
- La verdad es que me siento de maravilla, gracias por la sangre Joseph. Por cierto, tienen mi gratitud y la de mi papá, asi que no te preocupes ya no te cuestionara cada vez que te vea. - asegura.
- Gracias supongo, eso es muy amable. - respondo
- Por cierto, Marki, ¿no iras a trabajar? Creo que sospecharían. - Joseph intenta alcanzar el postre de Mark.
Mark lo mira de reojo masticando y en el momento preciso le apuñala con el tenedor, sin herirlo. Nos reímos del grito de mi hermano. Joseph se soba con un puchero en el rostro.
- Stefan me reporto como enfermo, crearon un registro donde decían que me fracture el hombro durante el entrenamiento. Hay pruebas médicas y todo. Mi primo es un controlador. – toma una cucharada de su pudin, después lo desliza por la mesa hasta mi hermano. Cual niño se alegra comiéndolo.
- Gracias primo Marki. – dice con la boca llena.
- Escuche por allí que estas con Stefan, ¿es verdad? - me mira.
Asiento.
- Si, algo asi. - respondo con duda.
- Mmm, eso explica porque Marjorie esta tan molesta hoy. - mira para todos lados. - no le digas que yo te conté, pero ya que somos familia ahora, te lo diré. Ella esta estúpida por mi primo, siempre quiso que Stefan la viera como un prospecto de pareja, pero mi primo es muy poco romántico, asi que le dijo que no. Ayer discutieron, o eso me dijo la loca, se por buenas fuentes que fue por ti, Stefan le dijo que estaba enamorado de ti y eso no le gusto. -
Miro a mis hermanos pegados escuchando el chisme y entonces un recuerdo de cuando estaba en la escuela con Rin viene a mi haciendo que me ría. Ellos me miran de manera rara.
- ¿Te burlas de mí? - pregunta ofendido.
- No – me rio- no, es solo que- me rio- perdón, perdón, este momento me recuerda a cuando en la escuela nos reuníamos a hablar mal de las demás durante el receso. Todos ustedes están aquí pegados escuchando el chisme. - me carcajeo.
- Perdón, pero yo nunca me reuní a hablar de otros. - se cruza de brazos.
- Seguro que no, las que lo hacíamos éramos las niñas. Pero también me recuerdan al club de lectura de la señora Anttone, justo cuando pasas y te juzga con sus compañeras en cuchicheos. -
- Espera, ¿nos estas llamando señoras chismosas? - la indignación en la voz de Miles me hace reír.
- Pues ya pasas de los treinta asi que...- me encojo de hombros.
Los cuatro jadean indignados.
- Bueno, perdón. Continua Mark. - lo aliento.
Me mira ofendido.
- Pues ya no hay más. La Teniente esta de un genio, si yo fuera tu me cuidaría, es muy mala. -
- Y nos odia, siempre nos la tratado de la mierda. -
- Joseph, mi hija está aquí. -
- No te preocupes papá cuando tu no estas, el tío Joseph dice muchas malas palabras. -
Nos carcajeamos mientras Miles intenta ahorcar a nuestro hermano. Los miro riendo y discutiendo, sintiendo por un instante una tristeza que estoy segura que me borra la sonrisa, pero después pienso, no importaba realmente mi origen ni nada más. Esta era mi familia y estaba agradecida de poder llamarlos hermanos y aunque compartíamos solo a nuestra madre, quien fue y será siempre mi padre, es Eliazar Arani, a pesar de lo que mi madre dijera, lo vería de esa manera eternamente.
El comunicador de Mark suena distrayéndonos a todos. Él lo presiona como puede con su mano mala.
- ¿Sí? - pregunta con precaución.
- Mark. - es Stefan. - Tienes que ir a tu departamento. Jones está aquí, nos está arrestando por conspiración- lo escucho suspirar. - no, no vayas a tu departamento, necesito que te quedes a proteger a todos. Mantenlos a salvo. – la linea se queda en silencio, cuando se escuchan voces y pasos.
- Mark...- murmuro.
Me hace una seña para que guarde silencio.
- Veré como sacarnos de esto. - dice en voz baja. - Nina, no hagas una locura, espera por mí. -me dice por ultimo antes de que la linea se quede en silencio.
- Llámalo. - exijo.
- No Nina. Si lo llamo y Jones está allí, sabrán que nos lo dijo- me toma de los hombros.- lo siento-
Siento una sensación horrible, ante la preocupación de que Stefan esté en peligro. Ahora sin saber que está sucediendo, solo podemos pensar en donde meter a todas estas personas refugiadas. Si jones logra sacarle la verdad a alguno de ellos todos aquí estamos condenados a morir.
¡Hola! espero que el gustara el capítulo, no odien mucho a la mamá de Nina, es una victima de todo, pero ¿ que pasara con Stefan? :o yo tampoco sé XD, sorry.
¡GRACIAS POR LEER!
En esta otra sección de Exponiendo a mis personajes parte 2, Miles es un solterón feliz jajaj no es cierto XD, esta parte tampoco se las voy a contar en la historia, pero como dije antes en otro capítulo, Miles es viudo, la mamá de Valentina murió. Como parte del proceso Miles debió entrar de nuevo y conseguir otra esposa, casarse y tener mas hijos, pero decidió excusarse tras su trabajo para poder darle toda su atención a su hija y guardar el recuerdo de su amada esposa. si ha tenido amoríos, uno de ellos es la adivina jajajaj pero la verdad es que fue algo de una noche.
Como agregación, se han dado cuenta que normalmente las familias en Heiwa tienen muchos hijos, los Arani son 4 por ejemplo, solo que hasta ahora han salido familias que han perdido miembros, como la familia Sigkram, quien perdió al papá de Stefan y a otro hijo por una enfermedad y a otro cuando aun no nacía. mencione antes también que hubo una oleada de muerte de niños, por eso casi todas las familias de los papás han perdido a alguien.
Lo tengo todo fríamente calculado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro