Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

08


Caterina.

El comunicador de Joseph suena interrumpiendo nuestro abrazo. Él se aparta un poco mirando su muñeca con el ceño fruncido.

- Es Miles, pero dijo que no llamaría- me mira con dudas- lo pondré en altavoz. - presiona la pantalla aceptando la llamada y poniéndola en altavoz- Hermano, Nina y Stef están escuchándote. -

- ¿ estas con ellos? Maldición- suspira - no importa, todo se jodio, alguien está haciendo lo posible por arruinar a papá, un guardia nos dijo que está en peligro, tenemos que sacarlo ya- se escuchan voces de fondo discutiendo, puedo distinguir a Amín hablando con alguien más.

La preocupación llega a mí formando una opresión en mi corazón.

- Miles explícanos a qué te refieres con que la vida de tu padre está en peligro- interfiere Stefan.

- Stefan... no es correcto que intervengas ya tienes muchos problemas...- responde mi hermano.

Stefan se agarra el puente de la nariz exasperado.

- Este también es mi problema, solo centrémonos es sacar a tu padre lo antes posible, pero necesito que seas específico. -

- Maldición... un guardia nos está ayudando, bueno dos, gracias a ellos esta llamada no está sucediendo, nos informaron que interrogaron a papá, dicen que lo han torturado, pero Zanglat no ha conseguido nada, lo cual lo ha enfurecido, según lo que dicen, Jones va a interrogarlo personalmente, si lo logra estaremos realmente arruinados, no solo su vida estará en peligro, en definitiva, hará que hable... luego lo más seguro es que lo asesine- la voz de mi hermano está llena de preocupación.

- Escucha, Mark logro ver donde está tu padre, según creemos se encuentra encerrado en los viejos laboratorios, si conozco a Jones primero debilitara a Eliazar, lo torturara un tiempo, estoy seguro que no lo hará en persona, asi que necesito que hagas que esos guardias lo encuentren luego me mandes la dirección, si no desean cooperar voluntariamente, ofréceles dinero, lo pagaré yo. Llamaré a los demás y planearemos como sacarlo de allí. Vamos a recuperarlo, lo juro. -

- Gracias Stef, mi familia está en deuda. – dice Miles.

- Por dios Miles, no me deben nada. -

- Colgare, estaremos en contacto, si no es mucho pedir, por favor cuida de mis hermanitos. -

- ¡Cállate, puedo cuidar de mí mismo! - interrumpe Joseph.

Mis dos hermanos se ríen a través de la linea.

- Lo sé, pero aún eres mi hermanito. Nina, cariño, sé que esto es raro, pero confía, todo tiene explicación- dice en voz suave.

Sé que le preocupo y que posiblemente crea que estoy molesta o herida, quería decirle que no, que nada de eso era relevante, que solo trajera a papá y regresáremos a casa, pero era idealista como siempre, me dolía haber vivido en una mentira. Pero sabía que este no era el momento adecuado para comenzar esto, por ello solo dije.

- No importa nada, solo quiero a papá a salvo. - por ahora él era lo más importante.

- Bien voy a colgar, les llamaré nuevamente. - la llamada termina dejándonos a los tres en silencio.

Stefan suspira compartiendo una mirada con mi hermano.

- Hazme un favor, busca a mi teniente, debe estar en su habitación- dice mirándolo, mi hermano asiente dándose la vuelta, me da un apretón en la mano antes de salir.

Por un momento me quedo mirando por donde salió, no entiendo cuando nuestra vida tranquila se volvió en esto. Miró al General presionando un mensaje en su comunicador. Sus dedos son ágiles y tiene un rostro muy concentrado. Honestamente no estoy muy segura de que sentir por él., si, tenía un estúpido patético enamoramiento con Stefan, pero esto cambiaba mi perspectiva de él.

- Por favor deje de mirarme como si hubiera matado a alguien, hasta donde yo sé, no he hecho nada - pronuncia mirándome un breve momento de reojo.

- Pero organizas una rebelión, ¿de verdad colocaste una bomba? - preguntó directamente.

Me mira con sorpresa ante mis palabras, se bien que en su mirada hay un poco de dolor por lo que he dicho.

- ¿de verdad crees que hice eso? ¿piensas que tu padre o tus hermanos apoyarían a alguien que mata a inocentes? - su semblante se vuelve serios.

Sin dudar respondo.

- No, no lo creo. Pero no es por mi familia, es porque quiero pensar que tienes honor y tal vez no debería, pero confió en ti. - digo con honestidad.

El me mira un largo instante, se acerca los pasos que nos separan, su mano se eleva tocándome el rostro con suavidad, su calidez me causa una sensación indescriptiblemente hermosa que me hace querer sentirla por mucho tiempo.

La puerta se abre inesperadamente interrumpiéndonos, Stefan se aparta un poco. Joseph entra mirándonos a ambos, sonríe como si su imaginación le dijera algo que claramente no sucedió, ruedo los ojos mirando tras de él dónde Marjorie entra con el rostro serio, me da una mira desagradable claramente desaprobando que esté allí. Se acerca a Stefan quedándose frente a él cruzándose de brazos le mira confiada.

- Dime que tienes un plan, no podemos arriesgar a todos por una persona, sería una locura-

- ¿estas cuestionando mi autoridad y capacidad de tomar decisiones? – igual a ella se cruza de brazos.

- No, pero cuestiono las razones por las que lo estás haciendo- me mira de reojo, es una perra- ¿un par de lágrimas te conmueven? -

Stefan le da una media sonrisa.

- Creo que estás sobrepasando el límite de nuestra amistad. Así que Teniente vas a callarte y acatar mis órdenes, si tienes algún comentario mordaz que hacer, te lo tragaras, porque no tolero que mis subordinados piensen que tienen la libertad de poner en duda mi capacidad para dirigirlos y tú eras uno de ello. Por lo tanto, si yo digo que todos saltaremos un acantilado tú lo harás sin cuestionarme. Está  única ocasión te daré una explicación. Estoy haciendo esto porque se me da la gana. ¿lo entiende Teniente? - la mirada de Stefan se vuelve dura mientras la mira.

Ella aparta la mirada bajando la cabeza.

- Si General Sigkram – responde en un tono bajo.

- Sí, eso pensé- dice él con ironía- bien, creo que debemos movernos, tenemos que ir a reunirnos con los demás. Trazaremos un plan para rescatar a su padre.

Salimos del edificio de departamentos de los oficiales donde Stefan vivía junto a varios de sus hombres con todo el cuidado de no ser vistos. Fuera ya había un automóvil esperándonos con uno de los soldados al volante, mi hermano y yo tuvimos que ir en el piso para evitar que en el trayecto nos vieran y comenzaran a sospechar, la teniente, aunque molesta iba planeando junto a Stefan como entrar a donde creía estaba mi padre, Joseph que está junto a mí sostuvo mi mano durante el trayecto.

Esa acción de parte de mi hermano me hizo recordar mi niñez. Casi no salía de la casa de mis abuelos, mis hermanos venían por las tardes, pero no salíamos a la calle; hubo un día en particular que recuerdo bien, mi abuelo debía viajar a otra ciudad, él solía contarme que esta aún tenia prados verdes dentro de sus fronteras donde algunos animales y su gente paseaba con tranquilidad, siempre fue mi sueño verlo, así que para mi cumpleaños número 8 que justamente concordaba con la visita que haría mi abuelo, le pedí ir. Insistí tanto que terminé llorando por la presión de no saber qué hacer, pero al final había aceptado, así que nos llevó a los cuatro hasta allí. Solo puedo describirlo como el momento más hermoso que tuve junto a mis hermanos tendidos junto a mí, con papá y el abuelo sonriendo por nosotros.

Mire a Joseph presionando su mano para llamar su atención. Él gira su rostro viéndome preocupado.

- Ya no voy a casarme con Angello- murmuró.

Sus ojos se abren de la sorpresa.

- ¿Cómo así? ¿tan de repente? - pregunta.

- No importa hermano mayor, no voy a casarme ni hacer el proceso con él. Tenías razón no vale la pena sacrificar mi vida. - aunque quería negarlo Angello había roto mi corazón un poco, así que la horrible sensación que tuve al decirle eso a mi hermano fue imposible de ignorar.

Joseph entrelaza nuestros dedos mirándome.

- Siento tanto que te hayas tenido que dar cuenta de que es un hijo de puta, puede ser mi amigo, pero sé la clase de mierda que es tras de su fachada. - con su mano libre se estira hasta tocar mi mejilla. - un día encontraras a quien te amé de verdad y lamento decirlo, pero me siento tan feliz por ti- se le dibuja una sonrisa.

No puedo evitar reírme, sabía que mi hermano siempre había insistido en que cambiara de opinión. Me sentía mejor debo aceptar, estaba liberada de una promesa sin sentido hecha por mi abuelo la cual me había orillado a construir una realidad donde Angello sería mi príncipe azul, ahora sabía con certeza que él no era lo que quería. La cuestión se convirtió en si sería capaz de obtener lo que deseaba, inevitablemente mire a Stefan hablando con Marjorie causándome una desagradable sensación.

El vehículo se detiene despacio, curiosamente todo está en silencio.

- ¿Dónde estamos? - pregunto desconcertada.

Stefan mira por las ventanas.

- Nos reuniremos con los demás- responde simplemente, me ofrece la mano, la tomó sentándome sobre el suelo del vehículo, mi hermano se levanta y me da una mirada tranquilizadora y una sonrisa, sale junto a Marjorie- escucha, te presentare a los demás líderes de esta conspiración, muchos no van a confiar en ti, asi que necesito que controles lo que digas, porque debo preocuparme por su padre, asi que entrara allí y mostrara una sonrisa señorita Arani, la mejor y sea muy cordial. -

En cierta forma entiendo que desconfíen de mí.

- Lo entiendo. - asiento comprendiendo que en este instante debo comportarme.

- Bien señorita, vayamos. - me jala ayudándome a ponerme de pie, el camina aun con mi mano tomada, pero la me detengo haciendo que deje de caminar y se gira a mirarme.

- Aun sigues llamándome de usted, pensé que se había detenido cuando hace un rato me llamaste de tu. -

Me mira de una manera intensa y sonríe.

- Me temo que, si se vuelve en Caterina para mí, será muy personal y eso no nos convendría a ninguno. – responde de forma sugerente. Me sonrojo.

Tal vez tenga razón, esto no sería conveniente para ninguno de los dos, pero realmente no me importaba mucho pues desde hace un tiempo Stefan Sigkram había despertado un interés en mí y por alguna extraña razón me gustaba ese interés. Pude decírselo directamente, pero decidí jugar la carta de la inocencia.

- Mmm, lo siento, pero no entiendo lo que dice- murmuró con suavidad.

Me mira con incredulidad y una sonrisa ladina.

- Vamos Nina, es una chica lista, yo supondría que es capaza de saber cuando un hombre tienen interés en usted. - su dedo se desliza por mi mano en un toque seductor.

Estoy segura de que iba a desmayarme o que me daría un infarto por sus palabras, porque de ninguna forma podría estar imaginando que Stefan de quien tenía un inesperado y tonto enamoramiento me esté diciendo que le intereso. Muy en el fondo, lo había notado, en sus palabras dulces, sus gestos amables, su interés genuino. Pero una parte de mi me decía que sería imposible y menos si tenía a Marjorie.

Puse mi mejor sonrisa.

- Pues yo creía General Sigkram que usted sería capaz de saber cuándo una chica tiene interés sobre usted. - respondo sincera.

Guarda silencio mirándome sorprendido. No dejo de mirarle en espera de que me responda algo, pero no pronuncia ni una palabra. Su mano se recorre hasta mi muñeca y me jala cerca, me suelta levantando la mano para acunarme el rostro, mira mis labios y da un paso un poco más cerca, pero cuando pienso que me besara, Marjorie carraspea detrás interrumpiéndonos. Estoy segura de que puedo maldecirla por la eternidad.

- Stef, nos esperan, es mejor que te apresures. - me da una de esas miradas que son como dagas dispuestas a atravesarme y degollarme o algo por el estilo, aun asi le sonriendo. Rodando los ojos con fastidio se va.

Él cierra los ojos suspirando. Se gira mirándome.

- Es mejor que hablamos luego, nos esperan. – me dice mirándome con un toque de arrepentimiento, eso me dolió.

- Claro, sí. - digo asintiendo.

Su mano suelta la mía dándose la vuelta para bajar del vehículo, le sigo rápidamente, a pesar de que me ayuda a bajar no vuelve a tomar mi mano, me toma del brazo y cuando toco el piso se aleja dejándome atrás.

Joseph quien está recargado en el vehículo con las manos en los bolsillos esperándome, me sonríe de forma burlona.

- Te atrape – pronuncia con una risilla- aunque debiste haber sido más honesta y pedirle que te besara- le doy un fuerte puñetazo en el hombro haciendo un mohín, él se carcajea.

- Cállate- digo rodando los ojos. - no necesito tus consejos. -

Se carcajea de nuevo tomándome del brazo comenzando a caminar.

- Bienvenida al club de "todos nos morimos por Stefi mi amor"- dice divertido.

- ¿Qué, debo preocuparme por competir contigo por él? - preguntó en broma.

- ¡Claro! Yo soy su amigo pegajoso que siempre anda tras de él, así que si no te apruebo no dejare que te acerques a él- esta vez suelto una risa divertida- no estoy bromeando- pone un puchero.

- Sé que no lo haces, pero resulta que yo soy tu hermana asi que obviamente no me puedes rechazar. - suelta una exclamación de indignación.

- ¿Qué están hablando? - interrumpe Marjorie de forma brusca.

- Tranquila fiera, no estamos conspirando- responde mi hermano- las pláticas de hermanos están fuera de tu incumbencia, metiche. - dice con sorna.

Da un paso enfrente acercándosenos.

- Vuelve hablarme así y te enseñaré a respetarme- su mirada se vuelve intimidante.

Mi hermano la mira con altanería y diversión.

- ¿de verdad lo harás? - finge estar sorprendido- ¡Stefi, Marjorie otra vez está amenazándome! - acusa haciendo drama.

Stefan que está parado junto a la puerta esperando a que sea abierta se sujeta el puente de la nariz como si estuviera exasperado.

- Marjorie, te he dicho cientos de veces que dejes de amenazarlo. Por una jodida vez recuerda que eres una teniente no una adolescente- le mira de manera reprochante.

- ¡porque solo me regañas a mí! Él siempre está sacándome de quicio- se gira cruzándose de brazos.

- Maldición Marjorie, solo compórtate. - dice tajante.

La puerta se abre dejando la discusión hasta allí. Mi hermano le saca la lengua a sus espaldas sonriendo victorioso. Inevitablemente me río de su comportamiento.

Entramos a una especie de bodega gigante donde hay un montón de cajas acumuladas, cuando baje del vehículo no había identificado el lugar, haciendo suposiciones creía que estábamos en los límites de los sectores. Dentro de la bodega todo es muy oscuro asi que el hombre que nos abre la puerta nos guía hasta el centro de la bodega, mueve unas cajas apiladas e inserta una especie de llave en el suelo bajo de una, inmediatamente una compuerta se abre en el piso dejándome ver unas escaleras, él hombre le entrega una linterna a Stefan quien es quien ahora guía el camino, una vez que todos bajamos por ellas la compuerta se cierra dejando al hombre fuera.

Frente a nosotros se encuentra un pasillo largo que está en penumbras, caminamos por el dando algunos giros para llegar a mas pasillos, tal parece que es un laberinto, lo cual me parece adecuado para ocultar una rebelión. Después de un rato largo llegamos hasta una puerta enorme de metal, Stefan golpe con sus nudillos en ella y esta al instante comienza a abrirse, él general le da un apretón en el hombro y un asentimiento a forma de saludo; cuando es mi turno de pasar me mira con cierto cuestionamiento. Dentro ya hay una instalación de luz, recorremos otro pequeño pasillo hasta unas escaleras. Al llegar al pie de ellas estoy segura de que posiblemente me puedo desmayar, nosotros nos encontramos en una especie de nivel elevado y debajo hay un montón de gente de un lado para otro, mujeres, hombres y niños, hay de todo; mi hermano me rodea del hombro en un intento de darme apoyo.

- Esto es más grande de lo que te imaginas- susurra Joseph.

Bajamos hasta donde toda esa gente está, los niños corren hasta Stefan y lo abrazan con entusiasmo armando un alboroto, él simplemente los abraza o carga en brazos acariciándoles el cabello, algunos se acercan a Marjorie también saludándola con alegría.

- Todos son refugiados, han sufrido de primera mano la ira de Jonás en los últimos seis años, algunos otros han estado aquí desde que el abuelo Sigkram era el que mandaba a el ejército fueron rescatados por miembros de Heiwa, lo único que todos tienen en común es que piensan que Stefan es un santo. - asegura.

- Por supuesto que lo es. - dice una mujer embarazada que se acerca a mi hermano, se sujeta la espalda para llegar. - hola, soy Denisse, le doy clases a tu sobrina en el instituto. - se presenta ofreciéndome su mano, la tomo con rapidez. - ¿estás a nuestro favor? Debo decir que originalmente yo no lo estaba, pero mi esposo es un apasionado de las luchas justas asi que me convenció de conocer a las personas aquí, cuando notas lo que se hace en este lugar y conoces las historias, creme, no puedes decir adiós, Stefan está salvándonos a todos. - los tres le miramos hablando con la gente.

Nunca vi a Jones como ahora Stefan estaba con esa gente, escuchando y tratándolos con amabilidad real, pero yo no estaba segura de creer en santos, mi abuela se refería a nuestro Rey de esa manera y tras las palabras de mi hermano estoy segura de que no lo era. Una parte de mí se aferraba a creer en Stefan, lo conocía desde hace tiempo y a pesar de no tener una amistad íntima creía que era alguien honorable, mis hermanos y padre confiaban en él, asi que yo también, pero tal vez era mi necesidad de aferrarme a algo antes de que todo a mi alrededor se desmoronara.

Unos minutos después Marjorie le pide a Denisse que nos lleve con "los demás", aún nos mira con desprecio, ciertamente la entiendo, era una amenaza para su relación con Stefan, aunque en realidad no sabía cuál o qué tipo de relación tenían, pero comprendía que me tuviese desprecio.

Pasamos a través de la gente algunos saludaban a mi hermano cortésmente y con alegría al momento de caminar hacia donde sea que nos llevaba Denisse, ella era bastante habladora sin duda tanto como mi hermano porque su incesante parloteo no paraba jamás, era lindo debo decir, además de un poco tranquilizador: el camino no fue muy largo, pero si estaba un poco alejado de la entrada pues las voces de las personas se habían dejado de escuchar. Alrededor pude ver gran número de camas pertenecientes a los refugiados, Denisse decía que la gente aquí no era toda de los sectores altos, había gente que se había visto obligada a buscar refugio perteneciente a el sector de las personas sin habilidad. Este lugar estaba perfectamente equipado, pero con poco espacio.

Llegamos al final de otro pasillo frente a una puerta de metal con un montón de cerraduras, Joseph es quien coloca su dedo sobre la cerradura que está en un costado, esta brilla en verde abriendo aquellas cerraduras, me sonríe entrando, le sigo inmediatamente y me quedo congelada allí de pie, pues frente a mi hay 10 personas que jamás pensé que estarían unidas para derrocar a Jones. Una de ellas me mira con amabilidad sonriéndome, es la abuela de Rin, ella se levanta con ayuda de Mark camina hacia mí, se acerca tomando mis manos.

- Tranquilo cariño, ven acércate- a duras penas avanzó aún sorprendida, por ver a gente perteneciente a puestos de alto cargo dentro de Heiwa.

- ¿ya lo sabe? - pregunta el padre de Mark, le miró extrañada porque no pensé que el Comandante del ejército privado del Ministro de Guerra estuviera esa noche aquí.

- Un poco... solo le he explicado mi parte de la historia, pero no nos traicionará si eso les preocupa, ella...

- ¿ eso es lo que les causa problema?¿ que los traiciones? Mi familia está aquí, así que no podría hacerlo jamás. -

- Sí, eso dices ahora, pero cuando te torturen no pensaras igual- me responde Daniel.

Jadeo indignada mientras ruedo los ojos.

- Tu no me conoces, es injusto que digas eso si no sabes que soy capaz de soportar- miro a todos en la sala evaluándome- ocupe mi lugar en el laboratorio de mi padre no por mi cara bonita o por mi familia, llegué aquí porque soy bastante inteligente, noto que mi imagen no da la confianza de que tan fuerte soy, pero no soy débil, mi padre me preparo para todo, así que si tu preocupación es si soy una niñita llorona que no soporta torturas o que necesita que la protejan, no es así, puedo cuidar de mi misma, soy lista y bastante capaz de soportar dolor. Solo quiero a mi papá. - intento lucir intimidante, pero sé que no lo lograre, no soy estúpida un comandante jamás temería de una ingeniera de 19 años.

- Es un gatito arisco así que no la hagas enojar mucho- dice mi hermano detrás de mí, mirando a Daniel. -mi hermana tiene ideales muy sólidos, pero como ha dicho es inteligente y tienen prioridades, ella no traicionara a nadie. - asegura.

Daniel sonríe.

- Bueno eso espero, porque no te gustaría averiguar qué le hacemos a los traidores- me mira con los ojos entre cerrados.

- Ya, supongo que intentas intimidarme. - me cruzo de brazos- no me asustas y honestamente que intentes amenazarme es muy triste. -

La sala se ríe.

Escucho la puerta tras de mi abrirse de golpe, todos miramos hacia ella. Stefan entra con el entrecejo fruncido, nos evalúa a todos, deteniéndose un poco en mí, apartó la mirada.

- Miles ha llamado. ¿Alguien tiene una idea de cómo sacaremos a Eliazar de donde esta? - pregunta caminando más cerca de nosotros.

Por un momento siento la inquietante sensación de preocupación, porque sé que certeza que si algo sale mal esta noche toda la gente bajo la bodega estará en riesgo de morir. Miró a Stefan quien observa los presentes esperando alguna idea y por extraño que parezca sé que es capaz de llevar a mi papá a salvo, por ello con todas mis fuerzas ruego que la confianza que le doy a el General Sigkram no sea defraudada porque entonces no solo rompería mi corazón si no que todos moriríamos.


Hola, creo que hoy estuvo muy largo, una disculpa pero me tarde mucho en escribir y luego me emocione. jejejeje

Si existe algún horror ortográfico perdónenme la vida.

¡GRACIAS POR LEER!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro