PRIMER CAPÍTULO

pov's kim dabin

Mi casa es pequeña, tiene dos pisos pero no es gigante, mide lo mismo que un apartamento sólo que arriba hay más espacio para tres habitaciones y un diminuto baño. Por ello, hasta el más pequeño ruido puede retumbar en tus tímpanos. Y mi hermano es bueno siendo ruidoso, siempre está gritando para llamarme desde la cocina, o se le cae una cacerola en su pobre intento de cocina.

-¡Dabin, no puedes estar mil años en el puto tocador!

-¡La belleza tarda! -canturreando volví a poner rubor en mis pálidas mejillas.

-¡Sólo tú tardas porque eres fea! -gritó desde la planta baja. Aún no he desayunado y ya es hora de tomar el bus para la escuela, tengo el mayor récord en llegar tarde por mi impuntualidad. ¡Es culpa de la jodida alarma! No suena a la hora que debe. Ofendida dejé las brochas y me levanté.

NamJoon a veces puede ser un completo idiota antes de irme a la preparatoria, sólo porque se levanta tres horas antes cree que yo también debería hacerlo. La verdad es que no soy la mejor en las mañanas, en apariencia parezco un zombi, así que me tomo treinta minutos en únicamente maquillaje, y otros quince en cambiarme con el uniforme. Mi cabello es un tema aparte.

-¡Apurate, por amor a Dios!

-¡Ya voy, infeliz! -tomé mi mochila y me apresuré en bajar los escalones hasta la primera planta, donde el castaño limpia.

En casa somos NamJoon oppa y yo, mi padre no se encuentra presente durante el día. Así que nos tenemos el uno al otro para hacer los deberes y organizarnos, pero no es como si eso fuera lo peor, no lo es, nos acostumbramos desde hace años. Lo feo era cuando en los actos escolares nadie iba a vernos, el típico asiento vacío que nunca es ocupado por quien debería.

-Dabin, no puedes estar tanto tiempo frente a un espejo, no es sano para la salud. -observé su espalda mientras lavaba los platos de ayer y hoy, rode los ojos sabiendo que no me ve- Ya se que rodaste los ojos, estúpida.

-Pudrete. -murmuré, masticando las tostadas quemadas con mantequilla.

-¡Que te escucho!

--¡Pues no me importa! -con una caminata apresurada quise huir de la cocina y ya irme de casa.

-¡No me dejes hablando solo, Kim Dabin!

Cerré la puerta de la entrada con fuerza, para que escuchará como me voy sin que me importe.

Joder, los hermanos mayores no deberían existir, mandonean y obligan a hacer tareas tontas que ellos no quieren hacer. Nam puede parecer un chico maduro, la realidad es que es un idiota. Me obliga a lavar los pisos de toda la casa los domingos a la mañana cuando papá sigue durmiendo, y él juega a la cocina a ser chef.

Lo peor, es que todo se le quema a los segundos de tocarlo, pero él cree que lo hace bien.

Que lamentable mi vida.

- ¡Hola! Está historia es vieja, de hace más de dos o tres años, aún así creo que mis seguidores actuales no la conocen ya que el protagonista anterior era Soobin de txt. Espero que les agrade, si es así recuerden votar y comentar. Gracias ♡