Capítulo 2
Cuando llegamos a la estación, llevábamos nuestras cosas en un carrito, Hagrid nos recibió, sacó su varita y nuestras cosas desaparecieron.
—Los de primer año, síganme —comenzó a caminar.
—Vamos —agarré la mano y todos empezamos a seguir a Hagrid.
Yo iba fascinada, me encantaba esa estación, no es como las normales. Llegamos a un tipo lago, donde había unos botes.
—Con cuidando subanse, tres en cada bote —nos dijo Hagrid.
Le hicimos caso, Harry, Ron y yo nos subimos a uno, los demás hicieron lo mismo. En todo el camino sólo se miraba nieblina.
—Mira —le dije a Harry cuando empezamos a ver un castillo.
—Será ahí? —él estaba emocionado al igual que yo.
—Es ahí —nos confirmó Ron cuando el castillo se vio completo.
—Bienvenidos a Hogwarts —escuchamos hablar a Hagrid.
Se empezó a escuchar murmullos, llegamos a un muelle, nos bajamos, y de nuevo empezamos a seguir a Hagrid, entramos al castillo que era más grande de adentro que afuera.
Empezamos a subir unas escaleras hasta el segundo piso, vimos nuestras cosas a un costado. Hagrid se había ido.
Al terminar las escaleras, había una señora, con un sombrero algo raro.
—Sean todos Bienvenidos a Hogwarts, en un momento van a pasar por esa puerta para que se reúnan con sus compañeros —señaló una puerta grande de madera.
—Ella si que da miedo —dije en susurro sólo para que Harry me escuche.
—Sin duda alguna —me respondió.
—Antes de que tomen asiento, el sombrero seleccionador les dirá en que casa van a quedar... —Ron la interrumpió.
—A qué casas se refiere? —le preguntó.
—Gryffindor, Hufflepuff, Slytheryn y Ravenclaw, mientras estén aquí, su casa será como su familia, y tendrán que ir recolectando puntos, y si pasa lo contrario perderán —en eso se marchó.
—Disculpa —me asusté un poco cuando un chico rubio se nos puso enfrente a Harry y a mi.
—Quién eres? —le preguntó Harry.
—Soy Draco, Draco Malfoy —él me miró —y tú linda? —me preguntó.
—No te interesa —rodé los ojos.
—Con tal que no quedes con estos perdedores —Draco me sonrió —será un gusto tenerte a mi lado.
—Déjala en paz —Harry me defendió.
—Si, déjala —Ron apoyó a Harry.
—Y tú? —Draco miró a Ron —esa cara horrenda y esa ropa sucia y vieja, tienes que ser un Weasly, no? —el primer mencionado se rió burlándose de Ron.
—Linda, verás que algunas casas son mejores que otras, no te conviene hacer amistad con estos perdedores —me guiñó el ojos.
Ya me estaba hartando de ese rubio, iba a decirle algunas cosas en su cara, cuando una mano me detuvo, vi que era de Ron, él sólo negó con la cabeza.
—Ya sabemos quién es el equivocado —Draco y Harry se estaban matando con la mirada.
—Vaya para allá —vimos que la señora de antes estaba detrás de Draco y él le hizo caso —síganme —entramos a la gran puerta de madera.
Todos estábamos sorprendidos, aparte de que había muchos estudiantes, muchas velas estaban flotando, algunos fantasmas pasaban volando cerca de nosotros.
—Tn, espero que almenos nos toque en la misma casa —Ron estaba a mi lado y Harry iba caminando adelante a la par de Hermione.
—Yo espero lo mismo —ambos nos sonrojamos.
Llegamos hasta atrás, donde había una gran mesa, con unos profesores, el de larga barba blanca se me hacía conocido... es verdad, a Harry le salió en la rana de chocolate... es Albus Dumbledore.
El director Albus Dumbledore, nos miró a Harry y a mí, su mirada no daba miedo, sino que daba una tranquilidad y seguridad al mismo tiempo.
—Pónganse en fila —nos dijo la profesora, le hicimos caso —el profesor Severus Snape los irá mencionado, se sentarán aquí y el sombrero seleccionador le dirá a qué casa pertenecen —todos asentimos.
El profesor llamó al primero, se sentó y le pusieron un sombrero encima, empezó a hablar.
—A veces se me olvida que estamos en un colegio de magia —Ron me miró sorprendido.
—Apoyo tu comentario —asentí dándole la razón.
Luego de como ocho compañeros, llamaron a Hermione, ella con una sonrisa se sentó y le pusieron el sombrero.
—Si, eso es, sin duda alguna… Gryffindor —dijo el sombrero y todos los de esa casa empezaron a aplaudir y Hermione se les acercó.
—Draco Malfoy —el mencionado se sentó.
—Ambición y astucia… Slytheryn —Draco se acercó muy feliz a sus nuevos compañeros.
—Ron Weasly —antes de irse me volteó a ver.
—Espero que estemos en la misma casa —me sonrió con algo de ternura.
—Ve —le sonreí.
—Siéntate —le dijo la profesora.
—Mjm… perfecto… Gryffindor —Ron se acercó a su nueva casa.
—Tn Larsson —mis manos empezaron a sudar.
—En Slytheryn no —con algo de nervios me senté.
—Como que no quieres en esa casa —empezó a hablar el sobrero seleccionador —veo un gran futuro ahí —hice contacto visual con Ron —Slytherin —me sorprendí por lo que dijo.
—No —la profesora me ayudó a levantarme, Draco me miraba con una sonrisa burlona, iba a protestar, pero el profesor Snape siguió hablando.
—Harry Potter —vi como él se sentó, no le puse atención a lo que dijo el sombrero —Gryffindor —él se acercó a sus compañeros.
—Hey Tn, te estamos esperando —voltee a ver a Draco.
—No molestes —me senté al otro lado de donde estaba él.
El director Albus dio unas palabras de bienvenida, empezó el banquete, yo comí como sino hubiera un mañana, pegué un brinco al escuchar que alguien gritó, por que un fantasma apareció en su plato. Volteé y vi que Hermione Ron y Harry estaban hablando con él.
Yo debería de estar en esa casa, llegó un momento donde perdí el apetito por completo, por que además Draco no me dejaba de ver.
—No te enfoques en las demás casas, no queremos que por tu culpa nos vayan a quitar puntos —me dijo el “amigo” de Draco.
—Ni siquiera eso se me pasó por la mente —rodé los ojos.
—Qué está pasando aquí? —nos dijo nuestro guía, un chico que es dos años mayor de nosotros.
—Nada —le sonreí.
—Menos charla por favor, en un rato nos vamos —él se fue con sus amigos.
Luego de un buen rato, nuestros guías nos dijeron que hiciéramos una fila detrás de ellos, Ron se puso de mi lado. Salimos de ese lugar, yo me estaba cansando un poco, ya que nuestro guía caminaba… un poco rápido.
—Dice Harry que nos veremos en la madrugada, al final de la escalera —Ron dijo en susurro, sólo para que yo le escuchara, sólo asentí.
—Gryffindor por aquí —nuestros caminos se separaron.
De nuevo volví a mi modo serio, rodé los ojos al escuchar que Draco se iba riendo con sus amigos.
—Las escaleras cambian cada minuto, así que deprisa, por favor —dijo nuestro guía.
Llegamos al segundo piso, yo iba fascinada, por que algunos cuadros tenían vida propia. Nos acercamos a uno del tamaño de una persona, el guía dijo algo para luego abrir un pequeño pasadizo.
—Las mujeres a la derecha y los hombres a la izquierda, nos vemos mañana a primera allá abajo —dijo para luego desaparecer por un pasillo.
Con otras cuatro chicas llegamos a un dormitorio, cada quien eligió su cama, yo me puse a prepara las cosas para mañana, no sin antes saludar a mi lechuza. El sueño me ganó, así que me puse pijama y me acosté a dormir.
*Al Día Siguiente*
Cuando me desperté vi que no había nadie, así que me vestí algo rápido, agarré mi maletín y bajé hasta el primer piso, por suerte el guía no había llegado todavía.
—Si que eres lenta —Draco rodó los ojos.
—Pero estoy a tiempo —le hice una mueca.
—Eres insoportable —estaba serio, pero cambió su semblante a una sonrisa —sabes, serás mi nueva compañera en todo lo que hagamos —yo le iba a responder, pero justo en ese momento llegó nuestro guía.
—Buenos días, síganme les diré donde serán sus clases —él empezó a caminar.
A veces odio ser nueva, por que no tengo amigos en la casa que me tocó, extraño a Ron y a Harry. El guía nos dijo las aulas y se fue. Entramos en una, miré extrañada por que sólo había un… gato. Todos tomamos asiento, bueno, Draco me obligó a sentarme con él. Me sorprendí al ver que no estaban mis amigos.
—Empieza a trabajar —Draco volteo los ojos, solté un bufido y empecé a escribir en unas hojas.
Luego de un buen rato, escuchamos que la puerta se abrió, las voces de Harry y Ron se hacían presente, se pararon dos mesas delante de mí.
—Estamos a tiempo, no está la profesora —dijo Ron.
—Perdedores —Draco soltó una pequeña risa, yo sólo golpee su hombro, a lo cual él sólo me fulminó con la mirada.
De la nada, el gato comenzó a caminar, de un momento a se convirtió en la profesora Mcgonagall.
—Eso fue algo asombroso —le dijo Ron.
—Gracias señor Weasly, los debería de convertir en reloj, para ver si así llegan a tiempo — yo sonreí por lo que dijo —sólo por que es el primer día se los perdono —ella se fue a su escritorio, mientras que ellos se sentaban.
La clase pasó tranquila, yo me estaba aburriendo por que Draco se la pasaba molestando con su amigo, hubo un segundo en que me quedé viendo a Ron, no pude evitar sonreír, él estaba hablando muy animado con Harry, pero el primer mencionado se volteo a verme, no supe que hacer y sólo miré mi hoja, sentía mis mejillas algo caliente.
—Vayan con el profesor Snape —dijo la profesora Mcgonagall.
Salimos del salón, Hermione, Ron y Harry iban delante de mí, a veces podía escuchar de lo que iban hablando, me les quería acercar sino fuera por que Draco estaba demasiado cerca de mí.
—Cuando te vas a separar de mí? —lo miré seria.
—Hasta que dejes de acercarte a esos perdedores, estas en una casa mejor que la de ellos —entramos al salón.
—Deja de sentirte superior —rodé los ojos.
Nos sentamos en la primera fila, ellos en la segunda. Draco me estaba diciendo algunas cosas que disque sabía de magia. Hasta que escuchamos que alguien entró azotando la puerta. Era el profesor Snape.
(....)
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