No sé como empezar mi historia, por que recorría calle tras calle, casa tras casa, nadie me quería o simplemente huía de ese lugar.

En el último "hogar" en el que estuve, me dijeron que mis padres habían desaparecido.

Me llegó una carta muy extraña, de un tal lugar "Hogwarts", vi que un muchacho iba caminando junto a un hombre alto, ellos no sabían que yo los estaba siguiendo.

Escuché que el grandote dijo que estamos en el "Callejón Diagon", yo me escondía entre la gente para que ellos no se dieran cuenta de mi presencia.

Hubo un momento en el cual los perdí de vista, me desesperé un poco que no me fijé en quién choqué.

—Lo siento —levanté la cabeza, pero sólo vi unestómago, seguí viendo hasta arriba encontrándome a aquel tipo grandote.

—Por que nos sigues? —me preguntó él.

—No sé a donde ir —vi al muchacho de lentes —me llegó esta carta y... no sé que hacer —me sentía tan tonta en ese momento.

—Mi nombre es Hagrid y él es Harry Potter, y tú eres? —me preguntó Hagrid.

—Tn Larsson —le sonreí algo nerviosa.

—Síguenos —empezamos a caminar.

Yo iba a la par de Harry, me iba contando todo lo que se acordaba de su niñez y yo igual lo mismo. Ya habíamos comprado varias cosas.

—Aquí dice que ocupamos una varita —habló Harry.

—Ahí las podemos conseguir, entren yo tengo que hacer algo, regreso en un momento —asentimos y el se fue.

Entramos a ese viejo lugar, dejamos nuestras cosas en el piso y caminamos al mostrador, tras tocar un timbre, un señor se asomó.

—Lo veo y no lo creo —se nos acercó —Harry Potter —sonrió de lado.

—Hola —él respondió algo nervioso.

Tras probar algunas varitas, Hagrid llegó con dos lechugas, él nos dijo que lo siguiéramos hasta una estación, Harry y yo llevábamos unos carritos con nuestras cosas encima, ellos iban caminando enfrente mío, yo iba metida en mis pensamientos, cuando me asusté un poco al ver que una mano pasó frente a mi cara.

—Y Hagrid? —le pregunté a Harry.

—No quiso sacarte de tus pensamientos, así que ten tu boleto para el tren —lo agarre.

—Por que dice plataforma 9¾? —no entendía nada.

—Yo tampoco entiendo, le iba a preguntar... pero estamos solos —un ruido de tren lo interrumpió.

—Vamos —empujamos nuestros carritos hasta que llegamos a la estación.

Nos pusimos de acuerdo, Harry fue a buscar a la izquierda y yo en la derecha, preguntábamos pero sólo nos decían que estábamos locos o que eso no existía. A mitad de caminos nos reunimos.

—Nada? —me preguntó, yo sólo negué con la cabeza.

—Les dije hijos, esta estación es sólo de Muggles —escuchamos a una mujer, que atrás de ella iban caminando tres muchachos.

—Hay que seguirla —iba a avanzar pero Harry me detuvo.

—Estas segura? —me preguntó.

—No, pero lo único que sé es que estamos perdiendo tiempo —hice una seña con la cabeza para que me siguiera y así lo hizo.

Llegamos donde estaba la mujer y los muchachos, ella les decía que tenían que caminar directo a un... ¿Muro?.

—Disculpe, sabe dónde esta la plataforma 9¾? —Harry le preguntó.

—Ahí es —señaló donde el muchacho caminó y desapareció.

—Te veo al otro lado —le dije a Harry, hice lo que la señora nos dijo y traspasé el muro.

Esperé a Harry que vino con un muchacho de pelo anaranjado y pecas, no le puse mucha atención, pero los tres estábamos fascinados por el tren, escuchamos un ruido así que nos apuramos en subir.

El chico de pecas desapareció, con Harry nos subimos en el segundo vagon, dejamos nuestras cosas a un lado, nos sentamos cerca de la ventana a admirar el bello paisaje.

—Quisiera saber donde están mis padres —solté de la nada.

—Espero que muy pronto lo averigües, los míos... no tuvieron un buen final —él agachó su cabeza.

—Qué les pasó? —me atreví a preguntarle.

Me dijo que Hagrid le contó que sus padres murieron salvándolo de Voldemort, y me enseñó que tiene una cicatriz de un rayo en la frente, me dijo que el malo se lo había hecho.

—Disculpen —nosotros miramos a la puerta, era el muchacho con pecas —¿Les molesta si me siento con ustedes?, es que el tren va lleno —dijo algo nervioso.

—En lo más mínimo —Harry señaló el lado vacío de mi lado, yo sólo lo miré mal.

—Gracias —nos sonrió y se sentó —me llamo Ron, Ron Weasly —nos miró a los dos.

—Tn Larsson —seguí viendo por la ventana.

—Harry Potter —sonrió de lado.

—Enserio? Es verdad que tienes la... —él se tocó la frente.

—La qué? —le preguntó.

—La cicatriz —lo dijo casi en un susurro.

—Ah.. si —Harry se quitó el pelo para enseñársela.

—Íncreible —Ron estaba asombrado.

—Quieren algo del carrito? —una señora nos preguntó desde la puerta.

—No, gracias, yo sólo traigo esto —Ron enseñó una bolsa con algo de carne.

—Queremos todo —le dije a la señora, Ron y Harry me miraron sorprendidos —Qué? —les dije para luego pagarle a la señora y meter el carrito —coman —volví a sentarme cerca de la ventana.

—Eres mi angel —escuché que dijo Ron.

—No agradezcan, sólo coman —no pude evitar sonreír por lo que me dijo Ron, de reojo pude ver que ellos atacaron el carrito, como sino hubiera un mañana.

Vi que Harry estaba comiendo unas grageas, Ron le estaba diciendo algunos posibles sabores.

—George dijo que una vez le tocó... una de moco —Harry lo miró con asco.

—George? —le pregunté.

—Es mi hermano, toma —él me dio una caja.

—Rana de chocolate —leí lo que decía la tapadera.

—Es un hechizo —dijo, yo la abrí y la rana saltó por la ventana —pero lo mejor es la tarjeta —él seguía comiendo unas gomitas.

—Quién es? —vi lo que Harry preguntó.

—Les presento a Scabbers, es algo patético... no? —una rata estaba comiendo unos chocolates.

—Algo —quien en su sano juicio tiene a una rata como mascota.

—Fred me enseñó como volverla amarilla, les enseño? —Ron nos preguntó mientras sacaba su varita.

—Si —Harry estaba muy emocionado.

—Ra... —una muchacha interrumpió a Ron.

—De casualidad no han visto a un rana por aquí? —nos preguntó, yo la miré sin entender —se le perdió a un niño llamado Neville —miró a Ron —estás haciendo magia? —le preguntó sentándose a la par de Harry.

—Rayo de Sol, Dulce mantequilla convertir a esta rata amarilla —sólo hubo un destello lo cual provocó que el animal se alterara, pero no se puso de color.

—Estás seguro de que es un hechizo de verdad? No es muy efectivo, o si? —ella sonrió burlona.

—Bueno, no andabas buscando una rana? —le sonreí a la desconocida.

—Claro, yo sólo he hecho algunos sencillos —sacó su varita y miró a Harry —Oculus Reparo —sus anteojos se arreglaron.

—Gracias —Harry estaba fascinado por lo que ella hizo.

—Toma —Ron me dio un pedazo de chocolate.

—No puede ser, eres Harry Potter, soy Hermione Granger, y ustedes son... —nos miró con algo de asco.

—Soy Ron Weasly —dijo con algo de dificultad por que estaba comiendo chocolate.

—Ah.. y tú? —me miró.

—Tn Larsson —dije con algo de indiferencia.

—Mucho gusto, tienen que cambiarse ya, pronto llegaremos a la estación —ella se levantó, se acercó a la puerta —tienes tierra en la nariz, lo sabías? —le dijo a Ron para luego irse.

Él se limpió, luego buscamos nuestros uniformes, ya estábamos listos a tiempo por que escuchamos que el tren estaba a punto de llegar.

Cada quién tomó sus cosas y nos dirigimos a la puerta principal del tren.
La aventura va a empezar desde el momento que nos bajemos.

(....)