07:0 || Campo de fresas
HoSeok no dejaba de reír, mientras sujetaba su estómago debido al dolor de tanto reír.
─ Su alteza, no puedo creer que usted le haya dado justo el tipo de flores a la que es alérgico, eso sí es mala suerte. ─ HoSeok seguía riendo sin parar.
JungKook por su parte escondió su cabeza en sus manos al recordar aquello.
─ Cállate HoSeok, dime qué otra cosa puedo hacer.
El beta siguió riendo sin hacerle caso al alfa, quien ya demasiado molesto por la situación lo elevó en una ráfaga de aire que lo hizo despegar de una manera muy brusca, cayendo duramente al piso.
HoSeok se quejo, sobando su cabeza.
─ El que ríe último ríe mejor mi pequeño consejero.
El beta bufo al escuchar la risa del príncipe.
─ Bien, ¿lo ayudo o no? ─ JungKook rápidamente asintio, y HoSeok se acomodó mejor. ─ Bien, aparte de las desastrosas flores, ¿por qué no lo lleva a una cita? Conozcanse y compartan gustos, cuando lo encontré en el campo de fresas, ví que se llevaba una canasta grande de fresas, deben gustarle mucho considerando que se malogran rápido una vez arrancadas. Podría llevarlo a un campo más hermoso que ese cerca de su casa.
JungKook lo pensó, asintiento.
─ Tienes mucha razón HoSeok, por eso eres mi consejero.
─ Estoy más especializado en lo político señor, para eso estu- ─ HoSeok no pudo terminar de hablar para cuando JungKook ya se había ido. ─ Por la Luna, esto no es normal, ¿qué debería de hacer?
[ . . . ]
TaeHyung, quien aún estaba en cama, froto sus ojos. Había amanecido con tanta flojera y con ganas de no hacer nada.
Se acurrucó mejor en sus sábanas, tratando de no pensar en el día de ayer. En serio, ¿qué estaba mal con él?
No podía darse el lujo de enamorarse de JungKook. Y le parecía agotador el hecho de que haya querido simplemente vivir una vida tranquila y a los días, un alfa le haya puesto el mundo de cabeza.
Para bien o para mal, aún no lo descubre.
La puerta fue tocada, y no tuvo que ser adivino para saber que era JungKook, pues su aroma a tierra mojada pasaba por debajo de su puerta.
Porque se estaba sintiendo tan tranquilo.
─ ¡TaeHyung! ¿Estás en casa? ─ Podía ignorarlo, sí. Tal vez así JungKook se vaya y lo dejara descansar por fin.
Pero...
─ ¡Estoy en cama! Entra. ─ Tal vez darle un poco de confianza no le haría mal. Después de todo, JungKook cree que está enamorado de él.
Es ucho la puerta abrirse, y segundos después en su habitación hacia el alfa con ropas menos extravagantes que las antiguas veces. Ahora mismo, estaba con un polo holgado y un pantalón oscuro, su cabello no estaba muy bien peinado comparado a las otras ocasiones.
Se sentirá raro verlo tan... hogareño.
─ ¿Por qué no te levantas aún? ¿No te encuentras bien? ─ JungKook acercó su mano a la frente del Omega, para comprobar su temperatura.
TaeHyung suspiro, acomodándose un poco en su cama a la vez que alejaba la mano de JungKook de su frente.
─ Estoy bien, no te preocupes. ─ TaeHyung se sentó en su cama, tenía que tragarse su flojera por esta vez. ─ ¿Para que viniste?
JungKook sonrió ante aquella pregunta, tomando su mano con estusiasmo.
─ ¡Vine a invitarte a una cita! ─ Prácticamente grito, y TaeHyung jadeo.
¿Una cita? ¿Hasta que punto le permitiría llegar? Conocerlo significaba hacer un vínculo con él, y sabiendo que solamente lo hace por un encantamiento.
Pero, por alguna razón tampoco podía negarselo.
Los ojos de JungKook brillaron al terminar de decir aquello, sonando tan entusiasmado que TaeHyung no quiso romper esa burbuja de ilusión. Y aunque no puede comprender lo que es estar enamorado, sabe que no es lindo cuando no es correspondido.
Es doloroso.
─ ¿Y cuando sería? ─ Bien, estaba metiendo la pata sí, ¿pero como culparlo? Tenía su corazoncito a pesar de todo.
─ ¡Ahora mismo! Deberías cambiarte, te espero afuera.
TaeHyung frunció el ceño una vez JungKook salió de su habitación. Abrazo su almohada con pereza, pero había confirmado indirectamente a la invitación de JungKook.
Maldiciendo por lo bajo se levantó con pesar, dejando a un lado el reconfortante calor que le brindaban sus sábanas.
Decidió por ponerse un traje simple, trataría de que el príncipe no se hiciera ilusiones, suficiente tenía con seguir ahí.
Lo peor es que no podía irse sin antes recibir una visita, así que la mudanza podía dejarla para más adelante.
Salió de su cuarto después de haberlo ordenado mínimamente, viendo al alfa observar con curiosidad algunos libros que tenía en su repisa.
─ ¿Estos libros de que son? ─ El alfa volteo con un libro en sus manos.
─ Son libros que me dieron mis padres antes de irse a lo que sea que haya más allá de la vida. ─ TaeHyung tomo el libro, dejándolo de nuevo en su lugar. ─ Ya estoy listo, ¿vamos?
JungKook lo miro de arriba a abajo, una sonrisa haciéndose presente en su rostro, olvidando todo rastro del libro del que antes tenía curiosidad.
─ Te ves expectacular.
─ Son mis prendas más simples.
─Eso prueba que te ves bien con cualquier cosa puesta. Tengo la teoría que incluso la ropa más horrible, se vería hermosa si tú lo llevas puesto. ─TaeHyung apretó sus labios, un sonrojo asomándose en su rostro.
─Deja de decir tonterías y vámonos antes de que me arrepienta.
JungKook tomo la mano del Omega, llevándolo hacia fuera de su casa.
El alfa mordió su pulgar con sus molmillos, algo de sangre asomándose.
─¿Qué haces?
JungKook no respondió, dejo caer la sangre en el piso y murmuró unas palabras. Al cabo de unos segundos, apareció un Puma Alado negro.
Los ojos de TaeHyung brillaron con emoción, mientras el animal veía a su alrededor.
─¡No puede ser! ─De inmediato, el pelirrojo se acercó al animal, queriendo acariciarlo. Sin embargo, el animal rugió, a lo que el Omega tuvo que alejarse un poco.
─¡Hey! ─JungKook jalo detrás de él a TaeHyung, mirando al animal con enojo. ─Contrólate, que te invoque para que nos lleves a un lado.
El puma los miro con recelo, agrandando su tamaño para que pudieran entrar ambos, y se agachó un poco.
─Sube TaeHyung, llegaremos más rápido.
─No sé si al puma le agrade esa idea.
─No va a mostrar objeción, sube.
TaeHyung vaciló un poco antes de hacerle caso, y se subió con cuidado de no lastimar algo del animal. JungKook subió después y atrás de él, sujetando un poco de su pelaje para poder manejarlo.
─Bien grandulon, arriba. ─JungKook silvo y el puma se elevó.
─Vaya... TaeHyung se aferró un poco más al animal, admirando el paisaje desde arriba─. Es fantástico.
─¿De verdad lo crees? ─TaeHyung solo asintió.
─Por supuesto, yo admiro mucho a los Pumas Alados, sin criaturas que a pesar de haber hecho pacto con los magos para ser invocados, no han perdido su orgullo. Además de ser muy hermosos y poderosos, agrandan su forma a voluntad propia una vez alcanzan la madurez, y pueden volar tan rápido que sientes una brisa refrescante. Sinceramente, pienso que no estoy volando sobre el puma alado, si no que estoy volando gracias y con él.
JungKook escuchaba todo sorprendido, mientras el animal alzaba su cabeza en orgullo de escuchar aquellas palabras.
─Pero son animales que están para servirnos a los magos, por eso su pacto, ¿no?
TaeHyung negó.
─Son salvajes, y debemos respetar su orgullo. Tu ya estarías gruñendo si alguien te hubiera ofendido en lo más mínimo como alfa o como príncipe JungKook.
JungKook volteo la mirada, mientras TaeHyung reía.
Al cabo de unos minutos, el animal empezó a descender, y TaeHyung miro a los alrededores, buscando alguna pista. Sin embargo, una venda tapó su vista.
─Lo siento, debe ser una sorpresa cariño.
TaeHyung asintio, y con ayuda de JungKook bajo del puma. Camino algo tembloroso, agudizando su olfato para percibir algo.
─No seas impaciente, ya estamos por llegar.
Unos segundos después, sintió a JungKook colocarse dentras de él, aflojando la venda hasta finalmente quitarla.
Parpadeó un poco, acostumbrándose a la luz. Sus ojos agrandándose al ver aquel campo de fresas.
Las plantas estaban muy cuidadas, y acomodadas de una manera atractiva a la vista.
─¿Te gusta?
TaeHyung se quedó en silencio, arrugando su nariz.
JungKook empezó a sentirse nervioso, mordiendo su labio con algo de nervios.
─¿TaeHyung?
─JungKook... ¿qué te hace creer que me encanta oler mi aroma por todas partes?
El alfa tembló ligeramente.
─Yo... no había pensado en eso.
TaeHyung empezó a reír, negando de inmediato.
─JungKook calma. No es que me fascine oler mi propio aroma, pero admito que me gusta el sabor de las fresas─. El Omega empezó a avanzar, acariciando algunas plantas. ─¿Pero tú? Cuando te ví, parecias querer dejar seco a todo ese pequeño prado de fresas.
JungKook lo siguió, suspirando aliviado de que aquello no había salido mal como lo primero. Riendo algo avergonzado al recordar ese día.
─Bueno, desde chico siempre me han gustado las fresas. Son la fruta más deliciosa a mi parecer. ¿Es curioso no? ─TaeHyung volteo a verlo, algo confundido. ─De pequeño, amaba las fresas, y ahora que soy un adulto, te conocí, y tu aroma son las fresas.
TaeHyung recayó en ese punto. Era verdad.
Pero aún así, antes de todo esto, él lo odiaba. Aún no entendía que mal había cometido para que antes lo odiar tanto.
Pero, si le preguntaba, probablemente se disculparía y no llegaría a nada con aquel punto. Y de seguro lo iba a negar.
─Sí, a veces la vida trata de decirnos algo.
JungKook asintio, tomando la mano de TaeHyung y atrayendolo a si mismo.
─Quiero conocerte TaeHyung, dime todo de tí, quiero conocer al verdadero TaeHyung.
¿Por qué le decía todo esto? ¿Qué tan mal le hacia aquel hechizo? Es horrible. Su corazón estaba latiendo muy rápido, ¿qué pasaría si él fuera quien se terminará enamorando? ¿qué haría?
─¿Y este pedido tan repentino?
─Me dí cuenta de que no te conocía de casi nada, y quiero hacerlo. Cuéntame... de tus padres, ¿cómo eran ellos?
TaeHyung bajo la cabeza, aguantando unas cuantas lágrimas. La muerte de sus padres siempre sería un tema muy complicado para él. No importa cuánto tiempo pasara.
─Mi padre era un mago puro, así como usted, con unos ideales muy firmes. En ese tiempo, el no quería relacionarse con ningún humano, hasta que conoció a mi madre. Mi madre era médico, y se conocieron un día de que mi padre cayó al intentar volar imitando a los Pumas Alados, mi madre que pasaba por ahí lo atendió, y con el paso del tiempo ellos se enamoraron.
JungKook empezó a acariciar la cintura de TaeHyung, al percibir que su aroma se ponía un poco agrio.
─Mi padre dejo sus ideales de lado, y me tuvieron a mí. Mi papá me enseñó todo de magia, y mi madre me enseñó todo sobre el área de medicina. Ellos fallecieron hace dos años, lo hicieron juntos, mi padre no soltó a mi madre ni un segundo.
Inevitablemente, TaeHyung empezó a llorar, apegándose más a JungKook de manera inconsciente. El alfa solo suspiro, expandiendo su aroma para tranquilizar al Omega.
─Tu padre de verdad amaba a tu madre TaeHyung, y estar hasta su muerte solo demostró su amor. Y el fruto de tanto amor termino en un hermoso mago.
─Soy un mestizo.
─¿Y qué? Sigues teniendo sangre de un mago, así que eres un mago sin importar qué TaeHyung.
TaeHyung apretó sus labios, asintiendo.
─¿Y que hay de tí JungKook? ¿Cómo es el ambiente en el palacio?
JungKook alejo un poco al Omega, mirándolo a los ojos.
─Nada interesante, padres mago puros, entrenamiento, prodigio, y preparativos para ser rey. No es la gran cosa sabes. Sígueme contando de ti.
La tarde transcurrió entre risas y varias anécdotas.
Así TaeHyung se enteró que JungKook sabía hablar muchos idiomas y siempre había estado aprendiendo, hasta ahora. Y JungKook se enteró que TaeHyung había desarrollado por si mismo la magia curativa.
Sabía que existía, pero no había aprendido de ella.
JungKook conoció a TaeHyung, no al chico curandero a las fueras del pueblo, tampoco al mestizo que era capaz de superar a un sangre pura. No, había conocido a TaeHyung, a TaeHyung Laurent.
─¿Regresamos?
TaeHyung asintio, saboreando las fresas que había probado. Eran muy ricas.
Ambos volvieron con el animal, quien bebía del pequeño estanque que había cerca.
─Hey, ven. Volvemos a casa de TaeHyung.
El animal asintio, agrando su tamaño, está vez mucho más y se agachó frente a TaeHyung.
─¡Pero que caballeroso! ─TaeHyung se inclino un poco ante el animal, subiéndose con cuidado.
JungKook solo rodó los ojos, subiendo de igual modo.
El animal se elevó, volviendo al hogar de TaeHyung.
─Que viaje fantástico, todo gracias a este bello Puma Alado, ¿cuál es tu nombre? ─TaeHyung acarició la cabeza del animal, y de repente un nombre se le vino a la mente ─. ¿Eymen?
El puma asintio, y TaeHyung sonrió feliz.
─Es un encantador nombre, sin duda alguna. Digno de ti.
Al cabo de unos minutos llegaron, y ambos bajaron de nuevo con cuidado.
─Espero verte pronto Eymen.
JungKook se cruzó de brazos, mirando sonriente la escena.
El puma de repente extendió su ala, y de esta cayendo un pergamino con pequeñas figuras de los pumas Alados.
El pergamino se extendió, y el animal señalo con su pata un espacio en blanco.
─¿Qué es...?
─Es el pergamino de invocación, debes dejar tu sangre impregnada, y como dicta, las palabras de invocación aparecerán en tu mente.
TaeHyung asintio, tratando de imitar lo que hizo JungKook, mordiendo su dedo con su colmillo, efectivamente, salió sangre, que se derramo en el espacio en blanco.
─Felicidades TaeHyung, has sido uno de los pocos magos que logro obtener la invocación de un animal directo, normalmente se pasaba de generación en generación.
TaeHyung se inclino de nuevo hacia Eymen, quien se inclino en respuesta.
Vapor envolvió al animal, quien desapareció así como apareció en un principio.
─Es un encanto.
─Está en duda, ¿sabes? Deberíamos pensar en la próxima cita.
TaeHyung se cruzó de brazos, negando.
─Tú no pensarás en nada, tu vendrás pasado mañana en la noche, y vas a probar mi sazón.
─¿Y dormiremos juntos? ─Los ojos de JungKook brillaron.
─¡Ay por Luna no!
JungKook solo carcajeo, besando la cabeza de TaeHyung.
─Nos vemos entonces.
Oh TaeHyung, TaeHyung... ¿qué te está pasando?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro