Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6 -Conociendo la historia

Después de las presentaciones. Nos disponemos a sentarnos en la mesa.
En el centro está el Laird, al lado izquierdo se sienta su hermana Meredith, junto a su marido y al otro lado me siento yo. En frente mía, se sienta Alexandra junto a uno de los gemelos creo recordar que es Duncan y a su vez Oli, está sentada entre Alexandra y Broderick el otro gemelo. Mi amiga me mira con cara de fastidio, debe de ser el que conoció y se llevó mal desde el primer momento. El que le hizo el desplante. Presiento que no me voy a aburrir con esta pareja, pobre. Alexandra por el contrario, se ve animada, ya que desde el primer momento, le gustó uno de los hermanos. Por otro lado, al fijarme bien, si que se distinguen, porque Broderick, tiene el pelo más rubio y un lunar entre la boca y la mejilla en la esquina de todo y creo que es el que más se parece a Liam. Luego está Christopher. El pobre con cara de circunstancias, después de que lo sentarán al lado de Athol, el guerrero más mal encarado y con mala leche, que desde el primer momento chocaron entre caracteres. Menos mal, que mi amigo tiene mucha labia y sabrá como ganárselo, ya que siempre le gustaron los retos.

Empieza a servirse la cena, unos entrantes con pan y luego ternera asada con guarnición. Son muchas fuentes las que aquí hay de comida, esto da para un regimiento, pero bueno, con semejantes hombres, con semejantes cuerpos, hará buena falta. Todo huele delicioso, Gertie y Bethia la que fue ama de cría de los MacRae, son unas buenas cocineras y lo tienen todo controlado. Apenas me han dejado hacer nada. Solo el postre y porque les dije que me salía bien y que no las iba a decepcionar, sino ni eso. Veremos a ver qué acogida tiene, cuando lo sirvan. En mis pensamientos estoy, cuando oigo una voz ronca.

—¿Que quieres beber? ¿Cerveza o vino?— pregunta Liam con voz ronca.

Visto lo fuerte que huele el vino, decido tomar cerveza, aunque no sea santo de mi devoción.

—Cerveza—le digo dubitativa.

—Buena elección—oigo que me dice cerca de mi oído.
—Te ves muy hermosa mi ángel, mis hombres no paran de ver para ti y no se cuanto más lo voy a soportar...

Oigo como la última frase, la dice más baja de lo normal, para no ser escuchada, pero gracias a mí buen oído, deduje claramente.

Me sonrojo más de lo normal, este hombre me tiene alterada y embobada desde que llegue.

—Muchas gracias, pero no soy tu ángel. Tu tampoco te ves mal, mi señor. Le sientan muy bien los colores del clan—le digo desvergonzada.

—Siento si te he ofendido, pero me has rescatado después de una dura batalla, también me has curado, sin ni siquiera conocerme, eso es una acción que me ha llegado al corazón y siempre te estaré agradecido por eso y también te tendré en mi mente—responde emocionado.
—Muy pronto, espero verte con los colores de mi clan también—me suelta.

Con esta última afirmación me quedo callada, poque me ha dejado sin palabras. ¿Estamos intimando ya?—pienso.

Después de un rato de darle a la cabeza, pregunto:

—Porque dices que dentro de poco habrá una celebración¿cuál será?—pregunto curiosa.

—Los locos de mis hermanos harán 25 años. Espero hacer una fiesta durante días, por todo lo alto, con los clanes aliados. Aunque visto lo que nos han saqueado de el castillo, no nos quedará mucho efectivo, porque se lo llevó la bruja. Tendré que vender algunas reses. Por cierto, digo locos, porque ya empiezan a tener una edad, para pensar en prometerse y tener hijos, no para andar de flor en flor, como están acostumbrados—responde.

—Madre mía, pues pensarás que soy una vieja, porque yo tengo la misma edad que tus hermanos y tampoco estoy casada. Aún tengo tiempo. Pero tú tampoco lo estás y si no me equivoco, eres mayor que ellos—le espeto.

—No lo decía solo por eso, no te ofendas. Es que mis hermanos, solo piensan con lo que tienen entre las piernas, ya me entiendes. Buena apreciación. Si soy mayor, pero ¿tan mayor te parezco?¿Cuantos años crees que tengo?—me pregunta haciéndome un guiño entre ofendido y curioso.
Suelto una carcajada, no lo puedo evitar y le suelto sin pensar 29.

—Has dado en el clavo. No se si tomármelo bien o mal. Por cierto, tienes una sonrisa preciosa ¿nunca te lo han dicho?—me pregunta zalamero.

—No, pero gracias por el piropo. No te lo tomes a mal, pero suelo ser muy buena para algunas cosas.

Se me queda extrañado, no debe de conocer esa palabra, pero como no se expresarme mejor, lo dejo estar. Seguimos comiendo y mientras yo sigo pensando y le cuento:

—Podremos colaborar, para recuperar parte del dinero para el castillo, así podremos ayudar.
Yo se hacer unos postres riquísimos y no solo lo digo yo, ya lo comprobarás después cuando sirvan el postre. Los pondré a vender en el mercado más próximo. A mi amiga Alexandra, se le da muy bien coser. Podrá hacer unos vestidos preciosos rápidamente, con su técnica, con la tela que vosotros le proporcionéis, así podremos venderlos a las posibles damas y  a Christhoper se le dan muy bien algunas cosas. Es muy manitas en algunas, sobre todo en lo referente a la casa, pero lo que más le gusta y se le da mejor, es hacer buenos peinados y corte de pelo. Podrá peinar a las mujeres, ya que les gusta mucho engalanarse, sobre todo para los eventos, así que se podrá hacer negocio con eso también—le ofrezco entusiasmada de poder ayudarlos.

—Muchas gracias, es buena idea y toda la ayuda será poca, ya que no están aquí todos mis hombres—responde pensativo.

—Por cierto, ¿en que consiste las celebraciones de cumpleaños por aquí durante varios días?. Dónde yo vengo, se celebra una vez el propio día y gracias. De echo, estube de cumpleaños ayer y mira dónde estoy—le cuento despreocupada.

—¡Felicidades!, pues celebraremos también el vuestro. Aquí lo celebramos así. Hacemos torneos, tiro con arco, caza, concurso de tocar y cantar. Lo hacemos así, para darle la importancia que merecen los tuyos, así también aprovecho, para darte las gracias por todo lo que estás haciendo aqui. Ya me contarás, más datos de dónde provenis.

—No hace falta, con que nos deis cobijo ya os estamos agradecidas. No queremos molestar, ni alterar nada, además, no quiero quitarle protagonismo a tus hermanos—le digo colorada.
—¿Te puedo hacer una última pregunta?—le digo.

—¿Estás, tú muy preguntona, hoy no?— dice riéndose.

—Perdona, es que me fascina este sitio y quiero saber lo que pasó, para poder entendernos y poder ayudaros mejor— respondo avergonzada.

Me alegra oírte decir eso. ¿Eso quiere decir que tienes planes para quedarte?.Si todo fue por culpa de la bruja, así le llamamos a Kendra, la que fue mi prometida. Me hechizo con sus encantos de mujer y caí en sus redes como un idiota. La misma noche que íbamos a anunciar nuestro compromiso, se alió con un clan que aún no se quien es, al que tengo a varios de mis hombres investigando por la zona. Se llevó joyas de la familia, parte del dinero y un libro que era muy querido por nuestra familia, hecho por un druida de toda nuestra historia y costumbres, con algunos hechizos que yo nunca pude descifrar, porque estaban en una lengua, que nunca logré comprender. Ahora la consecuencia, es que estamos desprotegidos, ya que ese libro era poderoso. La historia se vuelve a repetir...me quedo mirando, para que prosiga y como sabe que le voy a volver a preguntar, prosigue con su historia.

—Hace años, el druida nos hizo ese libro, porque nos robaran el primero, necesitábamos esa protección, así que hicieron el segundo libro, ya que el primero nunca apareció, ni nunca más se supo de él. Desapareció sin más de la biblioteca secreta. Era tremendamente poderoso, así que nos conformábamos con el segundo, hasta que Kendra nos lo arrebato—termina con el relato por miedo a desvelar más de la cuenta, para protegerse las espaldas.

—Si os sirve de algo, cuando estábamos llegando a las puertas del castillo. Mire desde mi escondite, una decena de caballeros vestidos de negro, con el estandarte también en negro y si no recuerdo mal, tenía el lema de dos espadas cruzadas en rojo. Uno de ellos, el que me parecía más temible, tenía el pelo negro con la mirada del mismo color. Estaba lleno de ira y portaba un libro gordo entre sus brazos—le cuento deseosa de ayudar.

—Gracias, algo sirve—parece que lo dice despreocupado, pero luego escucho.
—¡No puede ser!—oigo que dice con voz preocupada. Decido no preguntarle nada más, ya está bien de preguntas por hoy, sino pensará que soy una impertinente.

Al rato, sirven mi postre. Es recibido con un gran alboroto en la sala, con sus respectivas alabanzas y por un rato, me siento feliz. Parece que a Liam también le gusta, aunque desde nuestra última conversación se ha mostrado más calmado de lo normal. Hasta diría que está preocupado por algo, o dándole vueltas a lo que le conté. Tendré que preguntarle más tarde, porque de repente, está tan preocupado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro