Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1.0 Historia principal

Historia dedicada a la más linda de todas, 02sumirekyo Espero que te guste 💋

Esta historia mezcla el AU medieval con el universo canónico. Está inspirada en un fan art de Sumire Kyo, artista que admiro y adoro. Dejo la imagen al final del relato.

Advertencia Esta historia incluye un pequeño ataque de ansiedad/pánico. Es una parte muy chiquita y se resuelve demasiado rápido por lo que no lo considero realista, pero pongo la advertencia por las dudas. El relato es más bien cómico y fluff.

AclaraciónPara que se note un poco más la diferencia entre un mundo y otro, las personas del mundo medieval hablan con "tú" y las personas del mundo moderno hablan con "vos". Esto solo se verá reflejado en los diálogos. Espero que se entienda 😣

El gran líder, Katsuki Bakugo, observaba a lo lejos lo que hacía el grupo de hechiceras. Estaban reunidas alrededor de una gran mesa de madera, leían un libro entre las tres. Se preguntaba qué idiotez estaban a punto de hacer.

Cada vez que se les metía una idea en la cabeza hacían desastres. A la prueba estaba que una de ellas había dejado de ser visible y otra terminó con el cabello y el cuerpo rosados. Aunque tenía curiosidad, no estaba seguro de querer saber qué tramaban.

—Alas de murciélago, patas de rana, pelo de unicornio, dientes de león, escamas de tritón. Que vuelva a su dueño lo que se perdió. ¡Abracadabra! —Uraraka recitaba el hechizo de memoria mientras revolvía un caldero de hierro del que salía un vapor espeso que cambiaba de color.

Las tres miraron el caldero esperando que algo suceda.

—No pasó nada —dijo el líder. Las hechiceras saltaron asustadas, no lo habían visto.

De repente se escuchó un ruido parecido a un chasquido de dedos y Bakugo desapareció.

Las chicas miraban atónitas el lugar donde antes había estado el rubio y luego comenzaron a correr en círculos, desesperadas. No entendían qué fue lo que sucedió, pero cuando su líder regresara las iba a colgar de los pulgares de los pies.

El gran Katsuki apareció de repente en un lugar extraño. Había muchísimo ruido, el aire se sentía extraño y había extrañas construcciones por todos lados. La gente que pasaba cerca de él apenas lo miraba, pero él no podía sacarles la vista de encima. Todos se veían muy extraños.

Algunas personas tenían partes animales insertadas en sus cuerpos. Sus vestimentas también eran raras. Todo era demasiado colorido.

El exceso de estímulos lo estaba afectando. Su corazón comenzó a latir muy rápido y el aire se hizo escaso.

—¿Kacchan? —Una voz dulce llegó a sus oídos— ¡Kacchan! ¿Estás bien?

Un chico bajito de ojos verdes se paró delante de él. No podía entender lo que decía, pero él se dio cuenta de que algo no estaba bien. Comenzó a respirar de manera lenta y profunda, no supo por qué, pero imitó su acción. Fue una buena idea, ya que la respiración pausada logró calmarlo.

Un momento después logró sentirse más tranquilo, sus latidos no eran normales completamente, pero sí había disminuido la frecuencia. Podía respirar con tranquilidad y por fin podía ver bien al chico que estaba frente a él.

También vestía ropa extraña de color verde. Todo en él parecía ser verde, era como una planta. Aunque él no entendía de qué iba esa vestimenta extraña, sí podía notar que estaba muy sucia y rota. Uno de sus brazos tenía un guante con agujeros. El otro estaba completamente al descubierto.

Claro que él no podía juzgar por la suciedad de la ropa, entendía que lavar la ropa era difícil. Su capa adornada con piel de armiño blanco parecía una capa adornada con piel de armiño común. Sí, lavar la ropa era arduo.

—¿Te sentís mejor? —El muchacho verde hablaba, pero no podía entender qué decía— Creí que estabas con Kirishima y Kaminari. ¿Por qué tenés esa ropa tan rara? Kacchan, ¿me escuchás?

Katsuki solo podía ver sus ojos grandes que brillaban como esas piedras puntiagudas que Kendo había intentado venderle una vez. Era la persona más linda que había visto en su vida, quería mirarlo todo el día.

Notó que él seguía repitiendo esa palabra con sonido chistoso.

—¿Kacchan? —preguntó Katsuki señalándose a sí mismo. El chico frente a él lo miró más preocupado aún, pero de inmediato cambió su expresión a una sonrisa grande. Bakugo creyó que iba a morir de la emoción frente a esa imagen tan hermosa.

—¡Sí! —Seguía sin entenderlo, pero podía entender que estaba feliz. ¿Esa forma de llamarlo sería algo romántico? La hechicera invisible siempre llamaba a Ojiro con un nombre tonto.

¿Podía ser que el chico verde le estaba declarando su amor? La idea hizo que sus mejillas se coloreen. Aunque, si no lo conocía no había razón para que lo trate así. Pero él apenas lo había visto y se sentía enamorado. Entonces, sí era una declaración de amor.

Él también quería hacerle saber de su enamoramiento. Se sacó uno de los aros que colgaban de sus orejas y se lo dio, hacer un regalo era una manera de iniciar un cortejo. Pero el chico verde no quiso tomarlo. Seguía hablando en ese idioma extraño y señalaba algo a lo lejos. Katsuki entendió que debía ser más explícito.

Se acercó y lo abrazó por la cintura, acercándolo a su cuerpo. Las mejillas del chico verde se pusieron rosadas, el líder, aunque se maravilló ante esa reacción, no pudo decir nada. Simplemente se quedó admirándolo.

El muchacho que parecía un rehén en sus brazos empujó levemente el cuerpo de Katsuki. No se veía asustado, pero sí confundido.

—¡Deku! —Una voz femenina llegó hasta ellos. El chico verde giró la cabeza y sonrió. Al gran líder no le gustó eso, se sintió un poco triste, pero no soltó a su reciente enamorado.

—¡Uraraka! Algo le pasó a Kacchan, tenemos que llevarlo con...

—Hechicera, exijo que me expliques qué está pasando —Katsuki hablaba sin soltar al chico verde, quien ya no empujaba su cuerpo. Él y la muchacha que había llegado lo miraban con mucho asombro—. ¿Por qué vistes esas ropas tan extrañas y quién es esta persona tan verde que podría parecer una planta?

—Bakugo qué... —dijo la chica en un susurro, pero se interrumpió a sí misma para mirar a los chicos frente a ella—. ¿Están abrazados? ¿Interrumpí algo? —preguntó divertida.

Katsuki se estaba frustrando demasiado. La hechicera cachetona también hablaba en un idioma que no podía entender. El chico verde, aún en sus brazos, comenzó a hablar con ella.

Mientras ellos conversaban, él los miraba con el ceño fruncido. Se estaba hartando de la situación. Decidido a terminar con el estado en que se encontraba, sostuvo la cara del chico verde para que este lo mirara.

Dicha acción surtió efecto, ya que las dos personas frente a él se callaron y lo miraron con sorpresa. Aunque él solo podía ver al muchacho entre sus brazos. Con las mejillas apenas rosadas, acercó su rostro con la intención de besarlo.

—Kacchan, e-esperá...

Justo antes de que sus labios se toquen se escuchó un ruido parecido a un chasquido de dedos y Katsuki desapareció.

El gran líder Katsuki Bakugo aterrizó sobre un camino de tierra bastante duro, el cuerpo iba a dolerle todo el día debido al gran golpe.

—¿Gr-gran líder?

Una voz dulce detuvo sus maldiciones, levantó la vista y vio al muchacho verde de antes frente a él. Podría haberse caído nuevamente, pero aún seguía en el suelo. Lo miro boquiabierto.

Vestía completamente diferente, tenía puesta ropa normal y llevaba en sus manos un montón de ramas de árbol. Pero seguía siendo verde y hermoso.

Se levantó de golpe. Miró los alrededores, pudo notar que el lugar se le hacía familiar.

—¿Dónde estoy? —preguntó con mucha seriedad.

—Estamos al noreste de la ciudad principal, gran líder.

—Ya veo.

Había vuelto.

Katsuki se quedó pensando un momento en lo que pudo haber pasado y por qué volvió a esa parte de la aldea y no a su casa. Los movimientos de la persona frente a él lo desconcentraron.

—Gran líder, ¿por qué está aquí? ¿Dónde está su guardia? Digo, no es que moleste que esté aquí, casi en mi casa. Es que usted nunca viene por esta zona y quizás esté perdido. Pero me siento muy honrado por su presencia. E-es decir, no es que esté enamorado de usted, bueno, en realidad sí, pero...

El muchacho hablaba tan rápido que Katsuki no podía entenderlo, pero en ese momento recordó su nombre, o algo así.

—Deku, cállate. ¡Deku!

—¿Eh?

—No me llames gran líder. Me gusta cuando me dices Kacchan.

Las mejillas del ahora nombrado Deku se pusieron rojas como manzanas maduras, lo que provocó una gran sonrisa en Bakugo.

Se dijo que esta vez no iba a dejarlo ir. Se acerco a él despacio, cuando estaban a solo dos pasos de distancia se detuvo. Katsuki era más alto, por lo que el otro chico tenía que elevar un poco la mirada para poder verlo.

››Deku, estoy esperando —dijo con una sonrisa muy pequeña, pero que lo hacía ver muy amable. Y muy lindo también.

—Kacchan —La voz fue un apenas un susurro, lo suficiente para que solo ellos pudieran escucharlo y para que el corazón de Bakugo latiera acelerado.

Mientras Deku acomodaba las pequeñas ramas en un mueble dentro de su hogar, Bakugo observaba todo el lugar. Se veía humilde, pero a la vez acogedor.

—¿Le gustaría tomar té?

—No me hables de usted. Y no, no quiero nada.

—Está bien.

—Tu casa es muy chica —comentó Katsuki mientras seguía husmeando alrededor, abriendo frascos para ver qué había adentro y sacando libros de los estantes.

—Es que vivo solo, mantener una casa más grande sería muy trabajoso.

—Puedes vivir conmigo.

—¿Qué? —Deku lo miró como si le hubiera pedido que se mude con él, el mismo día en que se conocieron—. Disculpe gran líder, pero no entiendo nada. ¿Me está pidiendo que trabaje para usted? ¿En la casa principal?

Katsuki suspiró cansado. Nunca había tenido problemas así. Si él quería algo, simplemente iba y lo obtenía. Pero ya podía contar dos veces en que el chico planta lo había rechazado. No iba a soportar una tercera.

Se sacó su capa roja con piel de armiño blanco, que ahora parecía piel de armiño común, y tomándola con las dos manos se la entregó.

Deku lo miraba con los ojos muy abiertos y muy brillantes. Nuevamente le recordaron a las piedras puntiagudas que Kendo quiso venderle en una ocasión.

De repente sonrió y el corazón de Bakugo se aceleró tanto que podía sentirlo en todo el cuerpo. Deku tomó la capa sin dejar de mirarlo. Luego se dio la vuelta y entró a una habitación pequeña. Volvió un momento después.

—Yo también quiero cortejarte —dijo entregando un regalo para Katsuki.

Bakugo tomó la prenda con mucha delicadeza y la observó bien. Era una capa gruesa, de color verde, por supuesto. No tenía piel de armiño, pero sí una capucha. Era perfecta para protegerse del frío.

Con las mejillas rosadas se la puso, ajustando el broche dorado que tenía en el cuello.

—Mis regalos serán mejores que los tuyos, Deku.

—Haré mi mayor esfuerzo para estar a tu altura gran líder. Eh, es decir... Kacchan.


Bakugo se fue poco después de eso, Deku lo acompañó hasta la encrucijada de caminos. Ambos se despidieron sin querer despedirse realmente y con una promesa de volver a verse al día siguiente.

A Katsuki le hubiera gustado quedarse, pero quizás (solo quizás) debería colgar de los pulgares de los pies a tres hechiceras que no sabían hacer hechizos.


Fin 🔮

Sigue: extra - las brujas

Holaaa. Ay que lindo es publicar cositas nuevas. No sé hace cuántos meses prometí este KatsuDeku, pero acá estamos. Como siempre digo, más vale tarde que nunca. A veces me tomo muy a pecho esa frase jajaja.

Creo que los hechos en esta historia se dieron muy apresurados, en un momento se me ocurrió que Katsuki pasara un tiempo en el mundo moderno, pero eso me iba a llevar más tiempo de escritura y de planear la historia. Así que fui por el camino corto.

Fue muy divertido crear una historia a partir de una ilustración, es bastante difícil, pero muy entretenido.

Espero que esta historia te haya gustado y si te gusta el KatsuDekuKatsu en mi libro de Cortos hay dos historias más de ellos 💚🧡

Muchas gracias a Sumire Kyo por permitirme usar su obra maestra jeje. Vayan a darle amor en Twitter, dejo el link en un comentario por acá 💝

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro