—Cuéntale del baile que salvo al universo.

—¿Cuál baile?

—¿Como en Footloose la película?

—Exacto, como en Footloose. ¿Aún es la mejor película en la historia?

—Nunca lo fue.

—Avancé en el tiempo para ver futuros alternos, estudiar los posibles resultados del conflicto que viene.

—¿Cuántos viste doctor?

—14 millones 605 mil finales.

—¿En cuántos ganamos?

—En uno.

》Estamos en el juego final《

Nueva York 2018 - 7 meses después.

Abrió los ojos al sentir el aura de una persona viniendo detrás de ella. Suspiró al saber quien era y seguro que si la veía como estaba ahora, sentada en forma de indio flotando sobre la tierra, la volvería a llamar por esos ridículos nombres.

Aunque ella no se quedaba atrás.

—¿Que quieres?— preguntó apenas sus pies tocaron el suelo.

—¿Terminaste lo que hacías, yoda?

La morocha rodó los ojos y giró sobre sus talones para mirarlo a la cara.

—¿Que quieres hombre de hojalata?

El gran Iron Man se llevó la mano a su pecho, indignado por como lo llamó, aunque no quiera admitirlo ya estaba acostumbrado. Se acercó con pasos lentos hacia la morocha, ya que todavía se estaba recuperando porque su cuerpo todavía no respondía como el quería, que Atnea se acercó a ayudarlo, colocando sus manos sobre el codo del millonario.

Decidiendo ir hacia el hermoso lago en frente de sus ojos.

—Deberías estar descansando.— le reprochó la morocha, sentandolo en el banco que se encuentra en el medio del bosque.— ya no eres tan joven, viejo.

—No soy viejo.— respondió ofendido.— tu eres la vieja aquí, ¿Cuantos años tienes? ¿67?

—Si mis cálculos no me fallan... creo que debería tener 77.— respondió burlona, sentándose al lado de él, para darle una sonrisa de lado.— ¿Pero quién te va a creer?  Solo soy una chica de 23 años.

Stark bufó molesto porque sabía que tenia razón.

—Eres igual que el capipaleta.— farfulló mirando hacia el lago.— ¿Como estas del brazo y la pierna?

Atnea dejó de mirar la hermosa agua cristalina para dirigirlos al rostro del Señor Stark. Todavía se podía ver la falta de masa muscular en todo su cuerpo y el cansancio y dolor reflejado en sus ojos.

—Estoy mejor... ya puedo entrenar como antes...

Y no mentía.

Ahora que su brazo y pierna se habían recuperado casi por completo,  no dudaría en ejercitarse para el futuro incierto que se viene.

Futuro...

—¿En que piensas?

Atnea volvió a observar el paisaje de la naturaleza.

—Pienso en el futuro.

La hechicera sintió los ojos marrones del filántropo sobre ella pero no se volteo en ningún momento a mirarlo.

Sabia que el tema que iban a tocar, les dolería a ambos.

—El futuro que vio el doctorcito...— murmuró con voz amarga también mirando hacia el frente.— ¿Crees que lo que vió signifique algo?

La Morena frunció el ceño, confundida, que el millonario al verla decidió explicarse.

—Ya sabes... el mago de Oz dijo que en uno ganábamos...— habló llevándose un caramelo a la boca, que le tendió el paquete para que coma uno Atnea que con gusto aceptó.— ¿Crees que sea en este?

El trayecto del caramelo hacia sus labios quedó a mitad de camino al procesar las palabras del millonario. Hizo una mueca con sus labios y se encogió de hombros tratando de no darle tanta importancia cuando la voz de Strange resonó en su mente.

》Atnea prométeme que volverás a tu hogar.《

—Era el único modo...— susurró las mismas palabras que dijo el hechicero luego de haber entregado la Gema del tiempo.— Te seré sincera... no lo sé.

》Pero las palabras de que vuelva a mi hogar, no me dejan tranquila.《

—¿Hogar? ¿Tu hogar no es estar con el chino, en el templo Buda?

Atnea rodó los ojos.

—No... él no se refería a ese hogar.— respondió, negando con la cabeza.— provengo de otro lado.

—¿Eres un extraterrestre y recién me entero?

La morocha gruñó masajeando sus sienes, molesta.

—Es muy temprano para tus comentarios.— comentó respirando hondo y exhalando lentamente.— Mi hogar no se encuentra aquí sino que en otro planeta... y no, no soy un extraterrestre.

》Soy humana, mi planeta es la tierra... vivo en el planeta tierra pero de otro universo. ¿Me explico?《

— Espera un segundo brujita 2.0.— comentó con una mano alzada hacia Atnea, procesando la información de la hechicera.— ¿Me estás diciendo que existe un multiversos?

Asintió con la cabeza lentamente al ver la reacción poco común del filántropo.

—¿Me estas diciendo que... hay otro planeta tierra, otros vengadores, otros...

—Alto ahí loquito.— lo interrumpió ignorando el rostro ofendido de su compañero.— No se si puede haber otros vengadores... puede ser como no.

》Lo que si estoy segura... es que debe haber otro tú, por lo menos en mi tierra como hubo una yo en este mundo, que murió hace mucho tiempo.《

—¿Me estas diciendo que puede haber otro genio, millonario, playboy filántropo en ese universo?

Atnea volvió a rodar los ojos.

—Ajá...

—Cuando vayas tómale una foto quiero ver si es tan hermoso como yo.

La morocha frunció el ceño por las palabras de Stark.

—No quiero volver a casa.— exclamó con molestia.— no voy a volver.

Stark la miró como si le hubiera salido cuernos.

—¿Por qué?

Atnea suspiró conteniendo el nudo en su garganta todavía mirando hacia el frente ignorando la mirada de Stark.

—No quiero volver porque... si voy estoy segura que mi familia ya no estará.— comentó limpiándose rápidamente la lágrima que se había escapado.— ¿Recuerdas? Llevo años en este universo, y allá también habrá pasado mucho tiempo, mis padres ya no deben estar, que no es que me duela fueron unos pedazos de basura conmigo... pero si me duele pensar o imaginar que mi hermano no debe estar más... mi mellizo, mi otra mitad...

—¿Y si sigue estando con vida? ¿Si tiene una familia? ¿Sabes que podrías tener una sobrina-nieta?— la bombardeó con preguntas.— ¿No te gustaría conocerlos? ¿Saber lo que  vivió todos esos años?

Atnea se quedó pensando en las palabras del millonario sintiendo como en su pecho crece un sentimiento cálido con tan solo pensar que su mellizo pudo tener una vida tranquila.

Miró con nostalgia en su muñeca, la pulsera de tela azul  decorado con la letra A, algo desgastado.

Y sí, si realmente el ya no está, le gustaría ver con sus propios ojos sus descendientes.

—Además...— volvió a hablar el morocho.— Por algo el doctorcito te lo ha dicho, el habrá visto algo en el futuro que podría ayudarlos...

—¡Tony, Atnea a comer!

Ambos miraron hacia  la dirección de la voz, encontrándose a Pepper en la entrada, con un delantal de cocina.

Los dos sonrieron levantándose del banco para dirigirse hacia la cabaña, el nuevo cálido hogar tanto para Stark como para Atnea, que decidió vivir junto con él y dejar el templo a cuidado de Wong.

Ya que no podía estar allí.

Todo le recordaba a él.

Suspiró negando con la cabeza.

》Vuelve a tu hogar《

La hechicera paró de caminar al escuchar la voz de Strange en el aire, como un susurro, un murmullo sobre su oído, causando que mire hacia atrás por inercia.

—¿Brujita te encuentras bien?

Atnea volvió la mirada hacia el frente para encontrarse a Tony mirándola con una ceja alzada, apoyado en el árbol ayudándose a caminar. La morocha se acercó con pasos rápidos hacia él y ayudándolo siguieron caminando hacia la entrada de la cabaña.

—Si, lo estoy.

》Está bien... Volveré 《

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¡AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO DE HECHICERA!

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Espero que les haya gustado.

Se que la frase de "¿Me estás diciendo que existe un multiverso?" Lo dice el bebé de Peter pero quería ponerlo con Iron Man, ya que tal palo tal astilla, bue. Nah mentira.

Avisaré que no se mucho sobre el tema de los multiversos, así que habrá cosas que no sean tan acordes con el tema.

Bueno, nos vemos cuando tenga capítulos más avanzados.

¡Nos vemos!

Las amo.

Besitos.

~M.