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VIII

—Una de las rocas está en Argentina —murmuro Liara—. ¿Iremos no? Creo que seremos de ayuda para Toby en esto.

Olivia la vio con cierta extrañeza. A ella le parecía una locura, y prefería ciento de veces estar en la biblioteca del Mercadotroll que ir por aventuras.

—Un volcán no suena a buena idea —contesto por lo bajo.

—Necesitas más aventuras —murmuro Liara, y le sonrió.

Liara entendía a la perfección a su amiga. Era todo lo contrario a ella, y era algo que agradecía, porque estaba segura que la detendría si se disponía a alguna locura.

—Me haces recordar a alguien —dijo Olivia, y sonrió—. Quizás vaya.

—Oh, se debe tratar de alguien muy especial —dijo graciosa.

A punto de responder, la maestra de teatro las hizo guardar silencio. Ambas vieron al frente, y le sonrieron.

—Caras nuevas —señalo la señorita Janeth—. Al frente, quiero saber sus nombres.

Liara paso sin problema alguno, con una gran sonrisa en su rostro.

—Me llamo Liara Penélope García, soy española argentina, y hace poco me mudé a esta ciudad con mi madre —conto con entusiasmo.

Olivia se paro a su lado, y saludo con una sonrisa nerviosa en sus labios.

—Yo, soy —trago aire—, Olivia Julia Casperan, también soy de Argentina, y estuve en New York con mi mamá —añadió, y acomodo un mechon de cabello que caía sobre su rostro—. Ahora estoy viviendo con mi papá en Arcadia.

La señorita Janeth las mando a su lugar, y tras un breve discurso sobre lo que sería la próxima obra de teatro, lo que tomo por sorpresa a Jim, hizo una pausa para presentar a alguien mas.

—No solo hay nuevas alumnas, sino que yo también tengo un nuevo ayudante —dijo.

Eli se quejo por eso, y Clara busco consolarlo, porque ella también dejaría de ser parte del grupo de ayudantes.

—Un joven universitario, que está haciendo su pasantía, y nos eligió a nosotros —añadió—, ¿Quieres presentarte? Se que estás ansioso por hacerlo.

Si hubo un leve murmullo de fondo, se detuvo cuando el nuevo asistente de la señorita Janeth se hizo presente. Y quién parecía aún más sorprendida por esa aparición era Olivia.

—Hola, me llamo Marius Dubois —dijo y sonrió.

Y la joven bruja creyó que su corazón se detuvo por una fracción de segundo al verlo allí, tan sonriente como la última vez que lo vio. Con su mirada gris brillante, tan llena de vida, como él.

  Justo como la última vez que lo vio.

—Como dijo su maestra, estaré aquí para darles una mano, así que espero que nos llevemos bien —añadió.

—Esto es nuevo —murmuro Jim.

—Y yo estoy encantada —canturreo Mary.

—No, yo …—balbuceo Olivia.

Si Olivia mantuvo su magia bajo control, ahora estaba segura que iba a estallar por la manera en que está corría alocada bajo su piel.

Huyo a los vestidores, y por detrás fue Liara. La encontro de rodillas frente a su casillero, tomándose la cabeza. Lo que más le preocupaba era un aura plateada que la rodeaba.

—¿Qué ocurre? —pregunto Clara, apareciendo.

—Un portal, abre un portal —exigió.

—No se, mi magia aún sigue algo trabada con el collar —dijo Clara con nervios.

—No importa, hazlo, o Livi quedará expuesta —exclamo.

Clara le hizo caso. Saco la vara de sombras, y la extendió. Busco concentrarse, como Estrella le dijo que hiciera. Y tras desearlo, como si esa fuera la fórmula mágica para hacer funcionar su magia, un portal de sombras se abrió frente a ellas.
 
Movieron a Olivia al techo de la escuela. Está comenzo a levitar, y Liara creyó que se iría volando por allí si no la detenía.

—Mamá me ha dicho que nunca toque a nadie en trance, pero debo hacerlo —exclamo.

La tomo de la mano, y el aura la cubrió a ella también. Con la magia de Olivia apoderándose de ambas, Liara vio algo a través de su amiga. En cuestión de segundos, todo se calmo.

Quedaron las dos de rodillas en el suelo. Clara se les acerco con cautela.

—¿Cómo se encuentran? —pregunto con cierto miedo.

Escucharon a Olivia llorar, y lo que Liara vio dejo de importarle.

—¿Qué pasó Livi? —preguntaron las brujas.

—Creo que ví un fantasma —sollozo—, que vergüenza.

Tanto Clara como Liara se acercaron a ella, y alguien más lo hizo.

—¿Olivia?

Las tres vieron al frente, y allí estaba él. Viendo el espectáculo mágico, y ellas sin saber que decir.

Aún así, Liara sintió algo, que solo se daban cuando las personas estaban cerca entre si. Entonces noto a Olivia viéndolo, y Marius sin poder quitar sus ojos de ella.

—¿Qué sucede? —se cuestiono frente al chispazo mágico.

Estrella estaba con Zoe y Lana en la disquera. Mientras la más joven escuchaba música, las brujas mayores hacian un artefacto mágico para que Jim pudiera batallar, y no salir tan lastimado en el proceso.

—¿Qué sabes de Arabella? —pregunto Estrella—. Creo que sí le ponemos una runa en el mango, va a ser más efectivo el hechizo.

—Lo que se es que —vio a Lana, está estaba distraída con White, Archie, y Milo—, Arabella cree que Morgana va por ella. Lo soño, y teme que la niña quedé en medio.

—¿Crees que mi problema con el caos tenga que ver con lo que dice Arabella?

Solo esperaba que no. Lo último que deseaba en su vida, era tener que enfrentarse con su mejor amiga. Porque con Arabella podían tener muchos desacuerdos, y discutir por tonterías, pero nada que llevara a tener que usar magia la una contra la otra.

—Quizas es una señal de algo —dijo Zoe—. Y si Arabella nos pone al día, podremos hacer un plan para evitar un mal mayor.

Zoe la vio, y la noto un tanto nerviosa. No sabía mucho de Estrella, aún así parecía importarle su bienestar.

—¿Cómo te sienta el collar? —le pregunto.

—Bien, un poco pesado.

—¿Pesado? ¿Tu magia?

Estrella tomo la piedra, y dió un suspiro.

—Bien, normal. Aunque.

Hizo una pausa. No le había dicho a nadie sobre el último sueño, y temía que la tacharan de loca.

—Tuve otro sueño, muy diferente —murmuro.

—¿Qué ocurrió?

—Soñe que estaba en un castillo, con una mujer —dijo, y trago nerviosa—, me llamo hija, y hablo del caos.

Zoe abrió la boca en forma de o, dejando en claro su sorpresa. No la creía loca, solo algo extraño que algo como eso le haya tocado a la hechicera.

—¿Por qué esa cara? —le pregunto Estrella.

—Suena a un sueño que tendría Arabella o …

—¿Hablas de otra hija de Morgana?

—Si, hay un par más, además de Arabella —conto Zoe—, y todas parecen soñar con la hechicera, o escuchar su voz.

Estrella busco dónde sentarse. No quería atar los cabos sueltos. Y comenzaba a arrepentirse de buscar la verdad. Quería retroceder en el tiempo, y haberle dicho que no al despertar en Arcadia.

—No quiero ser su hija —exclamo asustada—. Amo a Arabella, pero he visto lo que ser familia de Morgana hace.

—Ella, cálmate. Es una conclusión apresurada, lo se pero…

—¡No! —grito, y una ola de magia se soltó ante el volumen de su voz.

Cuando creyó que nada más podía empeorar la situación, el collar la electrocutó, y termino desmayada.

Despertó con un fuerte dolor de cabeza. Hacia mucho tiempo que un artefacto mágico, como un collar para canalizar la magia, no le causaba ese tipo de daño. Estrella estaba segura que podía resistir cualquier descarga.

—Al fin despiertas bella durmiente —dijo alguien.

Cuando lo busco, se encontró con Hisirdoux a un lado suyo, con una sonrisa tranquila en su rostro.

—Zoe me dijo que el collar intentó matarte —dijo Hisirdoux—. Me vinieron a pedir ayuda al ver que no te podían levantar del suelo.

—Creo que este collar no es el adecuado para mí magia —dijo Estrella con algo de dolor en su voz.

—¿Cuál es tu tipo de magia?

Aquella pregunta la tomo por sorpresa. Tenía bien en claro que decirle a cualquier ser mágico que tipo de magia era la suya era para problemas. A ninguno le parecía gustar estar al lado de una bruja capaz de dominar el caos, y hacer fuego sin problema alguno.

—Una con mucha potencia —hablo—, como eléctrica. Con esta piedra no es tan compatible.

Hisirdoux se sentó a su lado, y tomo la piedra del collar que pendia del cuello de la hechicera. Se quedó allí analizando, mientras ella hacia lo mismo con él.

Si recordaba la noche que pasó con él. La tarde en la playa antes de encontrarse y desatar una extraña pasión. Estrella estaba enojada por el embarazo y lo que causó, e Hisirdoux fue una bocanada de aire fresco.

Y pese a lo bien que se llevaron en el momento, solo fue algo que no se iba a volver a repetir. O al menos dió a entender ella.

—Si me gustaría salir contigo —dijo, y noto los nervios en su voz.

Él dejo el collar tranquilo, y le sonrió.

—Bueno, es una cita —dijo.

La puerta se abrió de repente, y paso una rubia desesperada.

—Las dejaré para que hablen —dijo y se fue.

Ambas lo despidieron con la mano, y él cerró la puerta tras suyo.

—Zoe me dijo lo que pasó —hablo apurada Arabella.

—Si, es una locura, ella cree que …

Hizo una pausa al ver la preocupación en la cara de la rubia. De alguna forma aquello confirmaba sus sospechas, y no hacia más que dolerle. Era una verdad que nunca tuvo presente, que nunca la relaciono con ella. De la cual, siempre creyó estar alejada, verlo desde afuera en sus amigas.

—No puede ser, yo nunca —tartamudeo.

—No lo sabes —dijo Arabella y esbozó una sonrisa de pena—. No recuerdas nada de lo sucedido antes de los dieciséis años.

A punto de decir algo más, Liara entro al cuarto. Dió un fuerte portazo que las hizo saltar a las dos en sus lugares. Se lanzó sobre ella, y la vio con precaución.

—Mamá, ¿Cómo te sientes? —pregunto.

—Mejor, aunque voy a necesitar algo más para canalizar mi magia —respondió Estrella.

—Bueno, hay algo que debo decirte —dijo, dió un suspiro—. Olivia tuvo un problema con su magia, y la toque para evitar que …

—¿Ella estaba teniendo visiones? —pregunto y Liara asintió—. Hija.

—Como sea, no importa —dijo.

Hizo una pausa. Una que parecía eterna. No tenía idea de como decirlo sin que su madre pierda la cordura de inmediato.

—Ella me vio a mi, viéndote a ti con Morgana —dijo, y vio al lado contrario—. Livs dice que solo ve fragmentos cuando no busca hacer magia, pero aún así, son un futuro cierto.

Arabella se puso de pie y camino a la entrada.

—Bien, eres una de nosotras —dijo—. Te guste o no, debes afrontar esto.

—¿Qué dices? —pregunto Estrella consternada.

No le daba tiempo a analizar nada. No un posible futuro, un presente lleno de pregunta, y el pasado por completo incomprensible.

—En la ciudad llegó alguien que nos podría dar una mano —dijo, y le dió la espalda—, al menos con el tema del collar.

Cuando abrió la puerta, Hisirdoux estaba del otro lado a punto de llamar.

—Hola cariño —le sonrió—, ¿Necesitas tiempo con la bella durmiente?

Hisirdoux dió una risa nerviosa, mientras que los colores aparecían en la cara de Estrella, aún más bajo la mirada de Liara.

—Ahg, me iré antes de ver algo que no quiero —dijo Liara, y se puso de pie—. Estamos organizando para ir por las rocas de Triúmbricas.

Paso al lado de Hisirdoux, y le hecho una mirada amenazante.

—No, no es mala idea pasar tiempo con la bella despierta —le guiño el ojo—, pero debo irme. Olivia está, está un poco descontrolada, dice que vio un fantasma.

Se despidió de ellas y se marchó. Arabella vio a Estrella que no dejaba de verse sorprendida y encantada a la vez.

—Te gusta, ya no lo niegues.

Estrella salió de la cama, se calzo y camino a la salida, llevándose a la rubia con ella.

—Guarda silencio y vamos por tu contacto.


★★★

Holis, mis estrellas es otro universo, ¿Cómo les va? Espero que bien.

Tip para cuando no saben cómo avanzar con algo: hacer que una bruja tenga una crisis mágicas a causa de un antiguo love, ese love es Marius de fanfictioner67, porque universo que habite la Olivia, va a estar él. Siendo el novio, o una subtrama de romance que tanto nos gusta o si 😤

Itza cada vez cerca de:

A- Douxie.
B- La temible verdad.

Último capítulo del año, y aprovecho para darle mucho amorcito. Los quiero por bancar mi deseo de ser escritora 😭 que linda compañía son ❤️✨

Bueno, sin más que decir ✨Besos, hasta el año que viene ✨

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