02
Wilbur se levantó por el molesto sonido de la alarma que olvidó quitar en la noche, ahora estaba despierto a las 7 de la mañana en un día libre. Se frotó los ojos frustrado quitando el molesto sonido y volvió a recostarse intentando recuperar el sueño sin lograrlo, terminó levantándose de la cama maldiciendo entre balbuceos para buscar sus lentes y salir de su cuarto dirigiéndose a la cocina.
Estuvo a punto de llamar a su hija pero recordó que no se encontraba ahí hasta el fin de semana, últimamente se encontraba muy ocupado y sus amigos lo notaron por lo que decidieron ayudarlo cuidando de la pequeña por algunos días al menos hasta que organizara mejor sus horarios. Estaba por graduarse y los proyectos lo estaban consumiendo sumando el trabajo de medio tiempo que tenía en una cafetería y los pequeños conciertos que daba con su banda cada que alguien le daba la oportunidad de tocar en algún evento pequeño. Realmente no odiaba su vida ahora, incluso se podría decir que a pesar de todo era realmente feliz con lo que tenía, pero hubiera preferido terminar unas cosas antes de empezar otras.
Pero el hubiera no existe y quedarse pensando en escenarios inexistentes no servía de nada.
— Mierda, se me está acabando la comida — suspiró cansado al notar lo vacío que se encontraba su refrigerador, tendría que ir a hacer las compras.
Tenía planeado dormir todo el día pero tal parece que el universo no quería darle un respiro al pobre castaño. Volvió a su habitación golpeando su rostro para terminar de despertarse y se cambio rápidamente tomando las llaves de su auto y sonriendo al notar el brazalete de flores que le había hecho Tallulah antes de irse el domingo anterior, se lo puso sin importarle lo poco que combinaba con su atuendo y salió finalmente de su hogar.
Siempre hacía las compras solo por lo que aprovechaba ese tiempo para relajarse y pensar en cualquier cosa porque normalmente estaba tan ocupado que no podía ni escuchar sus propios pensamientos. Recorrió los pasillos buscando los productos de siempre y otros extras para hacer una receta que su hija quería probar desde que la vio en un canal de cocina que había puesto por error al buscar sus caricaturas, era simple entonces Wilbur no veía porque negarse a cumplirle ese pequeño deseo a su niña.
Una sonrisa se formó inconscientemente en su rostro al recordar a su pequeña, ella era una de las razones por las que se mantenía con fuerzas día a día, quería graduarse y encontrar un mejor empleo para darle la vida y el tiempo que se merecía. Amaba a su hija mas que nada y era ella su fuente de felicidad, le dolía no saber como explicarle porque algunas cosas en su vida eran diferentes a la de otros niños empezando con el hecho de que su madre no estaba presente.
Tallulah es una niña inteligente, aprende rápido, y es por eso que le daba miedo explicarle.
Se negó a seguir pensando en eso y decidió enfocarse en terminar las compras, al final del día no tenía mucho que hacer entonces salió a caminar cuando terminó de pagar y guardar todo, hacía tiempo que no recorría ese parque sin correr porque se le hacía tarde, era gracioso considerando que de niño criticaba a la gente que caminaba por ahí apurada sin disfrutar del lindo lugar que les rodeaba. Irónicamente ahora hacía una gran parte de lo que alguna vez había prometido no hacer, como por ejemplo la promesa que hizo de ir a la estación del tren al menos una vez al mes para relajarse como antes o la de nunca olvidar a aquel chico que conoció una vez en ese lugar.
Caminó por varios lugares que le hacían recordar diferentes acontecimientos de su corta vida, desde el lugar donde le compraron su primera guitarra, el lugar donde aprendió a cantar, donde conoció a quienes ahora eran parte de su banda, el lugar en el que dio su primer beso y donde vio por última vez a la persona que había creído era el amor de su vida. Estaba tan centrado en sus recuerdos que no se dio cuenta cuando había a llegado al lugar que fue su sitio seguro en su infancia.
El destino era algo curioso, fue justo ese día hace catorce años que tuvo ese encuentro con el niño del gorro curioso, y es justo este día que Wilbur reconoció de alguna forma ese rostro lleno de lunares que había visto anteriormente lleno de lágrimas.
Hola qué tal como andan, esto era para ayer pero lo olvidé que cosas no? perdón D:
En fin gente también disculpen por cualquier error o la redacción culera es que nose es cribir y me da vergüenza releerme porque a veces me agarra la inseguridad y digo noombre quien le dio wattpad a este wey puro cringe.
Ya fuera de bromas espero estén disfrutando mi intento de historia, me pone feliz ver los comentarios y votos, gracias por el apoyo <3
Antes de despedirme quería dar una advertencia para el próximo capítulo habrá una mención de suicidio, pondré advertencia al principio también pero quería avisar de una vez.
Nos vemos gente cuídense los quiero, disculpen que sea un cap corto.
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