Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

【 078 】

____________________________

lxxviii.
La verdad sobre Regulus Black

¡No se olviden de comentar y votar!
por cierto, antes de que continúen leyendo, admiren el nuevo banner hecho por drfieldy <3
te amo muchito nelly, muakkk
____________________________

omnisciente

Ya habían pasado más de tres semanas desde el caos que se desató en la madriguera durante la boda de Bill y Fleur.

Lo que significaba que llevaba casi un mes sin tener idea en dónde se encontraban sus padres y Harry.

Heaven mentiría si dijera que no le afectaba, pues cada mañana, despertaba con un ligero dolor en el pecho debido a la incertidumbre junto a las pesadillas que atormentaban su sueño noche tras noche.

Lo único que la tranquilizaba era su hermana Hazel, quién le alegraba sus días con su característica chispa, aunque si Heaven era honesta, también podía notar la preocupación disfrazada de optimismo de Hazel.

Pero allí era donde entraba Isabella, quién se encargaba de interrumpir los arranques de paranoia de las hermana Potter, animándolas sobre qué todo estaría bien y que no debían atormentarse en vano.

Aunque al final del día, lo que más ayudaba a las hermanas Potter a sentirse mejor era la inigualable presencia de Remus y Sirius.

Y aquel día no era la excepción pues Sirius había ido a visitarlas desde muy temprano, manteniendo la promesa de que se quedaría allí por lo menos tres días seguidos.

Heaven alzó la mirada en cuánto escuchó la puerta de su recamara abrirse, dejando ver al animago entrar con entusiasmo.

—Buenos días, princesa —saludó mientras se aventaba a la cama de la rubia.

Heaven quien se encontraba leyendo en el marco de la gran ventana, se levantó cerrando su libro—. No tienen nada de buenos.

Sirius sonrió burlonamente—. ¿Qué haces aquí? Llevas encerrada toda la mañana, y si sigues así, Hazel se ganará a toda tu familia.

Heaven soltó un resoplido, recordando que durante la semana anterior, había por fin conocido al resto de su familia por parte de Isabella, y fue la experiencia más incómoda por la que alguna vez había pasado.

No supo cómo reaccionar de manera adecuada cuando aquella mañana entró a la cocina, y se encontró con una mujer de edad avanzada y a un chico veinteañero que lucían espeluznantemente similares a ella. Con el mismo cabello rubio y los mismos ojos de color verde olivo.

La presentación fue muy extraña. Pues aquella dos personas —desconocidas para Heaven—, la abrazaron con un cariño bastante abrumador e instantes después, durante el desayuno Heaven no fue capaz de establecer una conversación decente con ninguno de los dos.

Y lo que más le dolía es que tanto Anastasia y Aaron parecían un poco decepcionados ante su comportamiento.

Así que Heaven lloró por horas el resto de ese día, y desde entonces había mantenido cierta distancia e intentaba evitarlos a toda costa.

Todo lo contrario a su hermana Hazel, quién parecía haber entablado una amistad con ellos de forma inmediata.

Y si había algo que Heaven envidiaba de su hermana pelirroja era la forma tan natural de llevarse bien con cualquier persona que se atravesara por su camino.

Sirius notó que Heaven comenzaba a frustrarse y se reincorporó mirándola con compresión.

—Oye, era un chiste, ¿si? Es obvio que ellos te adoran, incluso si no te conocen a detalle. Y es completamente normal que te sientas abrumada con su presencia.

Heaven se talló los ojos—. Es muy complicado.

—Me imagino, cielito. Pero cuando menos te lo esperes podrás percibirlos de la misma forma en la que los te perciben. Incluso con el mismo cariño.

Heaven hizo una mueca. No estaba de humor para soportar una dosis de optimismo por parte de Sirius, así que decidió cambiar el tema.

—¿Sabes algo sobre papá? —le preguntó mientras tomaba asiento junto a él.

Sirius negó con la cabeza—. Pero estoy muy seguro que deben estar bien. Tampoco te estreses al respecto, recuerda que las malas noticias son las primeras en llegar.

—No estoy segura si eso me tranquiliza —admitió Heaven, suspirando—. ¿Y qué hay sobre Remus? No viene desde que trajo a Bolita y a Hedwig.

Sirius hizo una mueca—. A veces Remus es un gran dolor de cabeza, aparte creo que ha tenido una discusión con Isabella y bueno... —hizo una pausa—. Sólo sé que pronto regresará, no tienes de que preocuparte.

—¿Una discusión con Isabella? —Heaven frunció el ceño, sintiéndose confundida.

Sirius se aclaró la garganta, dándose cuenta que soltó información de más—. Nada grave.

Heaven asintió lentamente—. Extraño a mi familia y a mis amigos.

Sirius le sonrió—. Intentaré traer a tu amiga Marietta antes de que tenga que regresar a Hogwarts. El día que fuimos a dejarle a Eddie, exigió que la trajéramos pero sus abuelos no lo permitieron.

—Desde la muerte de los padres de Marietta, sus abuelos se volvieron muy sobreprotectores con ella —murmuró Heaven.

—Tiene sentido, y en parte está bien que la cuiden. La verdad todo allí afuera esta horrible, Heaven. Lo mejor para ustedes fue traerlas aquí —hizo una pausa—. Incluso si estás harta de estar encerrada —alzó las cejas con diversión.

Heaven sonrió, y dejó caer las manos sobre su regazo, jugando con el anillo que adornaba uno de sus dedos.

Sirius lo notó, y en cuestión de segundos, tomó por sorpresa a Heaven cuando tiró de su mano, admirando el anillo cómo si no creyera que se trataba de algo real.

—¿De dónde sacaste esto? —le preguntó con curiosidad.

Heaven comenzaba a inquietarse—. Me lo regaló papá en mi cumpleaños —hizo una pausa, sintiendo sus mejillas arder—, es decir, en el cumpleaños de Harry y Hazel.

—¿Me dejas verlo?

Heaven asintió, retirándolo de su dedo y entregándoselo a su tío Sirius.

El animago lo observaba con atención, y Heaven notó como una sonrisa nostálgica adornó su rostro.

—Papá dijo que era algo bastante valioso, aunque no me quiso decir a quien le pertenecían, pero dijo que la persona estaría feliz de saber que lo tengo yo.

Sirius le sonrió—. Tu padre tiene razón.

Heaven abrió la boca con sorpresa—. ¿Tú sabes de quién es?

Sirius asintió—. Pero creo que es algo que Isabella debe contarte.

—Eso mismo dijo papá —Heaven resopló—. A veces sólo deseo que se acaben los secretos de una vez por todas.

—Te prometo que algún día será así —le aseguró Sirius, levantando su meñique para hacer un pinky promise con Heaven.

Horas más tarde de su conversación con Sirius, Heaven decidió que era momento de salir de su habitación.

En su trayecto, se encontró con Bolita, lo tomó entre sus brazos y comenzó a bajar las escaleras con cuidado.

Al pasar por la sala de estar, se encontró con Hazel y Aaron jugando ajedrez mágico. Ambos miraron a Heaven con una sonrisa.

—Hola, cielito —dijo Aaron con entusiasmo—. ¿Quieres hacer equipo y derrotar a la tramposa de tu hermana?

—¡Oye! ¡Tú eres el tramposo! —exclamó Hazel.

Heaven sonrió incómoda, dejando al gato ir hacia ellos—. En realidad, estoy buscando a Isabella. ¿Saben en dónde están?

—En el jardín —respondió Sirius entrando con una charola llena de pequeños bocadillos—. Por Merlín, a veces extraño tener a mi propio elfo.

—¿Qué le sucedió al elfo extraño de tu familia? —preguntó Aaron.

—Nunca le obedece —se burló Hazel—. En realidad, ni siquiera lo respeta.

—Maldito Kreacher, nunca fui su favorito —siseó Sirius.

Tanto Aaron cómo Hazel rieron, y Heaven tomó la oportunidad de su distracción para salir de allí, e intentar llegar al jardín.

La mansión era bastante grande, y aún no estaba del todo familiarizada con las locaciones de cada área.

Distinguió la puerta transparente, y supo que había llegado a su destino. Pasó por la puerta, observando a Isabella lanzar pequeños hechizos a su huerto.

La mujer se dio la vuelta, y una sonrisa se plantó en su rostro al notar a Heaven frente a ella.

—Hola, cariño —la saludó, quitándose los guantes—. No te había visto en todo el día. ¿Ya comiste algo?

Heaven negó, avergonzada.

Isabella suspiró—. Vayamos a la cocina para que te prepare algo, ¿de acuerdo?

—No es necesario —dijo Heaven.

—Tú padre me maldecirá si se entera que no te has alimentado de forma adecuada —bromeó Isabella, haciendo que Heaven sonriera de lado.

Isabella enredó su brazo con el de Heaven, y ambas comenzaron a caminar en dirección de la cocina en un cómodo silencio.

Cuando llegaron, Heaven tomó asiento en la barra, recostándose sobre sus brazos.

—¿Tan siquiera dormiste bien? —le preguntó mientras comenzaba a sacar diferentes ingredientes para prepararle el almuerzo.

Heaven hizo una mueca—. He tenido pesadillas.

—Creo que aún tengo una dosis de poción para dormir, si quieres esta noche me recuerdas de darte un poco antes de que te vayas a la cama.

Heaven asintió en silencio—. Isabella...

La mujer se dio la vuelta—. ¿Sí?

—En realidad, no tengo mucha hambre y bueno, quería preguntarte sobre algo.

Isabella frunció el ceño ante la repentina seriedad de Heaven, y fue entonces cuando se acercó para sentarse frente a ella.

—¿Pasa algo?

Heaven no sabía muy bien por donde comenzar a hablar, así que simplemente sacó el anillo que su padre le había regalado del bolsillo de su pantalón.

Isabella no tardó más de dos segundos en reconocerlo, sintiendo su corazón acelerarse.

—¿Puedo? —preguntó la mujer con la voz entrecortada.

Heaven asintió lentamente.

Isabella tomó el anillo con delicadeza, admirándolo tanto como Sirius lo había hecho horas antes.

—¿Cómo llegó a ti?

—Mi papá me lo dio en mi cumpleaños.

Isabella lucía bastante confundida ante aquella respuesta, pero a pesar de eso, Heaven notó como había desviado su mirada al collar que colgaba de su cuello.

—¿Me prestas tu collar sólo por un momento? —le preguntó con una débil sonrisa.

Heaven volvió a asentir, sin tener idea de que estaba sucediendo. Con tranquilidad se retiró el collar y se lo entregó a la mujer frente ella.

Isabella respiró hondo antes de comenzar a unir el dije circular del collar con el relieve que sobresalía del anillo.

Incluso se escuchó un leve click, cuando cada pieza embonó a la perfección con la otra.

Heaven miró con curiosidad la unión, tomando ambos objetos —sin separarlos— con cuidado.

—Me sorprende que aún conserves ese collar —mencionó Isabella tímidamente.

—Es mi favorito —confesó Heaven—. Y realmente nunca supe de dónde salió, sólo recuerdo tenerlo desde que era muy pequeña.

—Fue un regalo hecho especialmente para ti —le dijo Isabella con una pequeña sonrisa—. Él estaría muy feliz de saber que lo usas.

Heaven quería preguntarle a quién se refería pero la pena con la que Isabella había hablado hizo que lo pensara dos veces antes de hacerlo.

Hubo un largo silencio, dónde Heaven observó a Isabella debatirse sobre si seguir hablando o aún no.

—El anillo le pertenecía —continuó luego de aquella larga pausa—. Por mucho tiempo estuve buscándolo pero sinceramente lo di por perdido. Me pregunto cómo es que llegó a manos de James —soltó un gran suspiro.

—Isabella... ¿a quién te refieres?

La mujer sonrió levemente—. A Regulus Black, por supuesto.

Heaven frunció el ceño—. ¿El hermano de Sirius?

Isabella asintió—. Heaven, supongo que sabes que aún hay muchísimas cosas que todavía desconoces sobre ti misma, y aunque sé muy bien que es tu derecho estar al tanto de todo, desconozco si en estos momentos estás lista para...

—Es lo que más deseo —Heaven la interrumpió, mordiéndose el interior de su mejilla—. Ya no quiero más secretos ni misterios.

Isabella suspiró una vez más—. De acuerdo.

Heaven se acomodó en su asiento, mirando expectantemente a Isabella quién parecía bastante nerviosa.

—Quiero comenzar aclarando que no tengo ninguna intención de cambiar tu perspectiva sobre algunos de tus seres queridos, pero éramos bastante jóvenes en ese entonces y cometíamos muchísimos errores —hizo una pausa—. Aparte, ahora todo está bien entre todos nosotros, y no les guardo ningún tipo de rencor.

—Estoy asustándome —murmuró Heaven, recargando su mejilla sobre la palma de su mano.

Isabella le sonrió por última vez antes de comenzar a relatarle todo lo que sucedió.

—Todo comenzó un año antes de entrar a Hogwarts. Mi familia solía ser muy cercana a la familia Black, entonces no fue sorpresa cuando recibimos la invitación para la boda entre Rodolphus Lestrange y Bellatrix Black, así que decidimos asistir. Allí conocí a Sirius y a Regulus, y nos hicimos amigos de forma rápida y genuina.

>> Durante meses, nuestras familias se juntaban para convivir, y en esos encuentros, nuestra amistad se hizo fuerte. Para cuándo llegó el momento de ir a Hogwarts, estaba tan emocionada que pasé por alto el hecho de que a Regulus le faltaba un año para ingresar. Aún así, recuerdo muy bien haber estado en contacto con él a través de cartas.

>> Ese primero de septiembre fue el día en el que conocí a tu padre gracias a Sirius. En cuánto a James, supe que íbamos a ser grandes amigos cuando me ofreció una grajea, que por cierto, me tocó de mi sabor favorito: de canela...

—Ese también es su sabor favorito —comentó Heaven.

E Isabella asintió—. Tú papá siempre ha sido la misma persona exageradamente amable con los desconocidos, y transmitía una energía que no te hacía dudar ni un segundo el querer ser su amigo. Y a pesar que fue seleccionada en la casa de Slytherin, no fue muy difícil convertirnos en mejores amigos.

>> Teníamos una dinámica muy rara, porque aunque teníamos pocas clases en común, nos la ingeniábamos para estar juntos el resto del día. Eso también incluía a Sirius, Remus y Peter.

>> Con el paso de los años, nuestra amistad creció a la par que nosotros lo hacíamos, y bueno, eso también viene acompañado de ciertos cambios físicos... y fue en quinto año cuando mis sentimientos por James comenzaron a florecer.

Heaven arrugó la nariz, sintiéndose ligeramente incómoda pero sabía que no tenía otra opción más que escuchar.

—Debe ser incómodo para ti —le dijo Isabella casi cómo si leyera su mente—. Pero no sé de qué otra manera decirlo.

Heaven rió—. No pasa nada.

—Bien, continuaré —hizo una breve pausa para tomar un poco de aire—. El quinto año fue algo caótico. Durante ese tiempo fue cuándo Sirius fue desterrado de su familia, cuándo Snape descubrió que Remus era un hombre lobo y en general, cuándo todo el asunto de Voldemort comenzó a sonar más dentro de la comunidad mágica.

>> Todo era un desastre pero tu padre era el encargado de hacernos sentir mejor. Nunca le dije nada sobre lo que sentía por él, y bueno, no es un secreto que tu padre siempre estuvo enamorado de Lily.

>> Fue en sexto año cuándo comenzamos a tener algo más que una amistad pero tampoco era cómo que saliéramos oficialmente... Oh, Dios me da mucha vergüenza decirte esto pero James y yo éramos básicamente amigos que a veces se besaban.

>> Lo cuál era mi suficiente para mi cómo para creer que tendríamos alguna especie de relación más allá de nuestra amistad. Pero estaba muy equivocada. Aunque quiero aclarar que ninguno de los dos fue claro sobre sus sentimientos por el otro. Así que cuando un día como cualquier otro de nuestro último trimestre del año, mi corazón se rompió cuando James llegó brincando de emoción porque Lily lo había invitado a Hogsmeade, y me dejó en claro que ya no podíamos seguir con lo que sea que teníamos.

>> Siendo sincera, yo estaba bastante molesta con él, porque en realidad jamás tuve algo en contra de Lily. Ella no tenía la culpa de que mis sentimientos no fueran correspondidos. Pero eso no evitó que no me comportara de la peor forma tanto con ella como con James, así que comenzamos a discutir muy seguido.

—Luego, durante el verano antes de entrar a nuestro último año cometí lo peor que alguna vez pude hacer. Le rompí el corazón a Remus Lupin... —hizo una pausa—. Creí que si comenzaba a tener algo con Remus, tu padre me notaría nuevamente y me pediría que ¿regresáramos? —Isabella rodó los ojos—. Tenía diecisiete, era tonta y egoísta porque no me importó herir los sentimientos de mi otro mejor amigo sólo por el capricho que tenía por James.

>> Está claro que eso arruinó aún más la amistad con todos ellos, y las peleas en lugar de cesar, incrementaban de frecuencia cada vez más. La gota que derramó el vaso fue un día en el que un estúpido compañero de clase intentó besarme a la fuerza, y corrí a decirle a mis amigos quienes tomaron la oportunidad de hacerle una de las bromas más pesadas que alguna vez planearon.

>> Cada quién tenía un rol dentro de la elaboración de bromas, el mío era la logística para que la víctima llegara al lugar. Sin embargo, ese día por razones desconocidas, el chico que intentó besarme no fue quién llegó, sino Lily —en aquel entonces— Evans.

>> Lo juro por ti, que eres lo más preciado que tengo en mi vida que yo jamás le haría daño a alguien de esa forma. Hasta la fecha no tengo ni idea de cómo fue que Lily terminó allí. Pero ninguno de mis amigos me creyó, y fue prácticamente exiliada del famoso grupo de los merodeadores.

Heaven asintió, poniéndole atención.

—Nunca fui muy cercana con mis compañeros de casa, y tener que integrarme durante mi último cuando ya todos eran grandes mejores amigos fue una tarea difícil. Sin embargo, mis pilares fueron Regulus, Merope y Gianna —Isabella suspiró—. A pesar de que Sirius fue desterrado del árbol de su familia, y en general, de todos esos problemas, Regulus y yo continuamos siendo amigos aunque si te soy sincera, no de la misma manera a cuando éramos niños.

>> Él era una gran persona, pero muy pocas personas lo sabían. Era divertido, comprensivo y extremadamente atractivo.

Isabella sonrió con nostalgia.

—No tarde mucho en caer por él, pero tampoco me animé a confesarle mis sentimientos, y cuando me di cuenta, yo ya había concluido mis estudios en Hogwarts y bueno, a él aún le faltaba todo un año.

>> Durante ese año, no supe nada sobre mis antiguos amigos, y estaba bastante enfocada en conseguir una pasantía dentro del Ministerio de Magia, aunque mis planes se vieron interrumpidos ante el ascenso de Voldemort como el mago oscuro del momento, lo cuál dificultaba todo.

>> Sin embargo, seguía escribiéndome con Regulus. Hasta que por fin, su año llegó a su fin. Pero no fue del todo bueno, pues fue en ese periodo donde tiempo donde recibí esto...

Isabella levantó la manga de su suéter blanco, dejando a la vista la marca tenebrosa que residía en su antebrazo.

—Mi familia era conocida por ser diferente al resto. Teníamos nuestras propias ideologías y formas de hacer magia. Así que cuando mi padre decidió unirse al bando de Voldemort para protegernos, cómo prueba de lealtad por parte de mi padre, tanto mi hermano mayor cómo yo recibimos la marca.

>> Fue un momento bastante difícil en mi vida. Aparte que el dolor era insoportable, y yo apuradamente tenía dieciocho años. Era mucho para alguien tan joven, es por eso que jamás he juzgado a Draco, sé muy bien lo que es estar en su lugar.

Heaven sonrió levemente ante la mención de su novio.

—Y me alegra mucho saber que estuviste para él. En cambio yo había perdido a todos mis amigos, y la única persona que sabía que me mantuvo cuerda fue Regulus, quién por cierto, ya había recibido la marca con casi dos años de anticipación.

>> A veces pienso que eso fue lo que nos unió aún más. Saber que nuestras vidas se veían ligeramente arruinadas por la misma situación, y que todos nuestros planes se habían ido a la basura.

>> Aunque no todo era perfecto, debido a la tensión a nuestro alrededor, tuvimos muchísimas altas y bajas. Y me arrepiento tanto porque de haber sabido que tendríamos tan poco tiempo para ser feliz, me hubiera esforzado para ser mejor persona.

>> Cuando supe que estaba embarazada de ti, creí que ya nunca querría verme en su vida, pero sorpresivamente, reaccionó mucho mejor de lo que alguna vez creí, y jamás me juzgo por lo qué pasó entre James y yo, que si bien él había terminado su relación con Lily, no fue algo del todo moralmente correcto.

Heaven volvió a sentirse incómoda, y esta vez Isabella pareció notarlo.

—¿James no te contó nada?

Heaven negó en silencio—. Creo que nunca le permití explicarme correctamente.

Isabella sonrió—. Bueno, desconozco la razón por la que rompieron su compromiso —hizo una pausa—. Pero te aseguro que no...

—Está bien, lo entiendo —la interrumpió Heaven, avergonzada.

Isabella alzó las cejas—. Bien, entonces continuaré... Regulus fue un gran apoyo cuando recibí la noticia de que te estaba esperando —le tomó la mano a su hija—. Y aunque me moría de nervios, estaba feliz por tenerte.

>> Quiero confesar que dudé muchísimo en decirle a tu padre, y cometí otro de mis mayores errores: decirle el mismo día en el que se casaba con Lily que había quedado embarazada. El pobre no supo ni cómo reaccionar, y después rechacé cruelmente cualquier ayuda que brindaba.

Isabella se detuvo al observar que Heaven parecía querer decir algo pero la joven no se animaba del todo.

Sin embargo, soltó un suspiro y dijo:

—A veces siento que si no fuera porque tuviste que dejarme con él, no le hubiera interesado saber sobre mi.

La expresión de Isabella cambió por completo—. No creo que fuera así Heaven. James era bastante insistente pero te digo que era yo quién rechazaba cada acercamiento —le acarició el rostro—. Tu padre siempre te ha amado, eso no lo dudes nunca.

Heaven le sonrió.

—En cambio, Regulus se ofreció a ser la figura paternal que algún momento necesitarías... —hizo una pausa—. Al principio me apenaba porque sentía que le había fallado de alguna manera pero siempre fue tan comprensivo que me aterraba lo mucho que me estaba enamorando de él... Regulus estaba tan emocionado porque nacieras —su voz se rompió—. Aunque no lo creas, él te amaba genuinamente como un padre.

Heaven sintió su corazón estrujarse, y un nudo crecer en su garganta.

—Regulus mandó a hacer este collar especialmente para ti con la misma persona que le elaboró este anillo, con la intención de que supieras que él siempre te acompañaría a todos lados y que nunca estarías sola —lágrimas comenzaron a deslizarse por el rostro de Isabella—. Lamentablemente no pudo verte portar el collar, pero estoy segura que él debe estar increíblemente feliz al saber que es tu collar favorito —sonrió débilmente.

—No tenía ni idea —murmuró Heaven, tallándose los ojos para evitar comenzar a llorar también—. Me siento tan culpable de no saber nada sobre él.

—No debe ser así, cariño —Isabella le limpió una lágrima solitaria que se deslizaba sobre el rostro de Heaven—. Tú eres la menos culpable sobre cómo se dieron las cosas.

Heaven no pudo resistirse más, y comenzó a llorar en silencio, Isabella sintió su corazón romperse al ver a su hija en ese estado, así que no dudó ni un segundo en levantarse y caminar hasta ella para rodearla con sus brazos.

Luego de unos largos minutos, Heaven rompió el abrazo e Isabella aprovechó la oportunidad para limpiarle las lágrimas con delicadeza.

—¿Hay algo más de que deba saber? —preguntó Heaven con la voz ronca debido al llanto.

Isabella se detuvo unos segundos como si pensara en lo que tenía que decir.

—En realidad, sí —dijo la mujer tomando el collar con el anillo con sus manos—. No mucha gente sabe que Regulus sacrificó su vida para acabar con Voldemort.

Heaven miró a su madre con curiosidad.

—Heaven, la unión del anillo con el collar es una pista sobre uno de los horrocruxes de Voldemort, y es nuestra misión destruirlo.

***
sin editar

nota de la autora:

GUESS WHOS BACK BACK AGAIN
(es la tercera vez que llego con esto lmao)

BUENOO, q opinan del capítulo!??!

espero que les haya gustado, y ahora si póngale condon al fic porque se vieneeeeee

en fin les tqm <3
gracias por las 400k leídas😿😿💘💘

btw vieron el bello dibujo que hizo mi amix lachichonamayor de los hermanos Potter??! si no es así, admírenlo <3

si gustan verlo en grande, lo subí a mi Instagram (me encuentran como franciaxmalfoy)

y ya sin nada más que decir <3
nos leemos pronto!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro