【 077 】
❝ La mansión de los Avery ❞
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omnisciente
Heaven aterrizó sobre el suelo, sin embargo, su cuerpo se debilitó visiblemente ante el intenso sentimiento de desesperación que ocasionó que sus piernas la traicionaran y cayera sobre sus rodillas.
Draco se apresuró en ayudarla a reincorporarse, pero Heaven lo ignoró, girando su mirada hacia Hazel, quién lucía igual de confundida que ella.
—¿En dónde estamos? —preguntó la pelirroja, sonando bastante desconcertada.
—La mansión de los Avery —murmuró Draco, mirando a su alrededor.
Heaven miró a Draco con recelo cuando lo escuchó hablar, seguía ligeramente molesta con él por no haberla dejado ir detrás de Harry.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Heaven.
Isabella se acercó para explicarles pero fue interrumpida por la intensa paranoia de Hazel.
—¿Qué hacemos aquí? ¡No podemos estar aquí! ¿Acaso nos secuestraste? —sus palabras salían con tanta rapidez que era un poco difícil entenderle, luego dirigió su mirada al rubio—. ¡Tú! ¡De seguro tienes algo que ver!
Isabella posó sus manos sobre los hombros de Hazel, intentando tranquilizarla—. Respira.
Hazel la miró con desconfianza, y se alejó bruscamente—. ¡Heaven y yo tenemos que ir con Harry! ¡No podemos perder tiempo! ¿Y qué hay sobre nuestros padres?...
—¡Cállate! —exclamó Heaven, poniéndose de pie, aún ignorando la ayuda de Draco—. Deja que nos expliquen.
La expresión facial de Hazel cambió repentinamente. Comenzaba a lucir bastante enfadada—. ¡Tú sabías algo también! —acusó a su hermana mayor, señalándola con su dedo índice.
Heaven apartó bruscamente la mano de Hazel lejos de su rostro—. Estoy igual de pérdida que tú.
—No te creo —respondió la pelirroja, cruzándose de brazos—. No se me olvida lo mucho que se te facilita ocultar las cosas —resopló, echándole una mala mirada a Draco.
Heaven frunció el ceño—. ¿Qué quieres decir? —preguntó, comenzando a irritarse ante el comportamiento de su hermana.
Isabella y Draco se miraron con complicidad en silencio, no estando muy seguros de cómo detener la inminente discusión que se aproximaba.
—A que todo es tu culpa —le dijo Hazel con la frente en alto.
Heaven resopló—. ¿Mi culpa?
—No es culpa de nadie —Isabella dio un paso más hacia ellas—. Todo tiene una explicación pero necesito que ambas se relajen un poco. Creo que siguen aturdidas por todo lo que sucedió en tan pocos minutos así que...
—Si no hubieras estado perdiendo el tiempo con él —Hazel interrumpió, señalando a Draco con desdén—. Nos pudo haber dado tiempo de ir con Harry, como era el plan original que por cierto, ¡arruinaste!
—¡Pues si tanto te querías ir, se hubieran largado sin mi! —respondió Heaven casi gritando.
Hazel bufó—. ¡Sabes que no podíamos hacer eso! ¡Te la hubieras pasado lloriqueando porque te dejamos!
—¿Acaso cómo no está Harry tú ocuparás el puesto de la hermana idiota? —Heaven alzó las cejas, esperando una respuesta.
—Creo que esa serás tú —refunfuñó Hazel, empujando a Heaven levemente.
Y de un momento a otro, la pelea se había tornado un tanto más seria, pues Hazel intentaba tirar del cabello de Heaven, quién le comenzó a lanzar hechizos defensivos para alejarla.
Isabella miraba anonadada la escena, no estaba nada preparada para ese tipo de percances cuando aceptó a quedarse a cargo de ambas hermanas, mientras que Draco tenía una expresión de burla en su rostro.
Por suerte, tanto Remus como Sirius —acompañado de Nolan—, aparecieron en medio de la sala de estar casi de forma inmediata.
—No puede ser —se burló el animago, riendo levemente—. Uno no puede quitarles el ojo un par de segundos porque se pelean.
Remus suspiró, acercándose a ambas jóvenes—. ¿Qué creen que hacen? ¡Por Merlín! Suéltense de una buena vez, es una orden —les pidió sensatamente.
—Lo haré si ella me suelta —dijo Hazel tirando con más fuerza.
—¡Tú comenzaste! Suéltame tu primero.
Pero ninguna de las dos lo hizo, así que Sirius creyó que era momento de una intervención.
—Remus, tu sostén a mini Isabella y yo sostendré a mini Lily —suspiró, acercándose a tomar a Hazel de los hombros y comenzar a separarlas—. Alégrate que sólo son ellas dos —dijo mirando a Isabella—. Se pelean menos que con Harry presente.
Isabella puso los ojos en blanco—. Pero está será su última pelea, ¿no es así? —alzó sus cejas.
Heaven, quien era sostenida por el hombre lobo, rodó los ojos—. Ella comenzó —murmuró para luego caminar al lado de Remus.
—Illi ciminzi —la imitó Hazel, pero lo único que consiguió fue que Sirius le diera un codazo disimulado.
—¿Ya les explicaste que hacen aquí? —preguntó Remus.
—No me dio tiempo —rió Isabella—. Apenas iba a hacerlo pero decidieron que era buen momento para comenzar a pelearse.
Nolan y Sirius rieron mientras tomaban asiento en los sillones. Por otro lado, Draco comenzaba a sentirse ligeramente incómodo y nervioso de estar allí presente junto a algunos de los seres queridos de Heaven.
—Lo siento, Isabella —dijo Hazel—. Regularmente nosotras dos no solemos discutir. Creo que ambas seguíamos alteradas.
Heaven rodó los ojos—. Tú fuiste quién se alteró.
—No van a comenzar de nuevo —les advirtió Sirius—. Dejen a Isabella explicarles que es lo que pasará.
—Sus padres, o más bien, todos estábamos al tanto sobre su plan de ir en búsqueda de los horrocruxes.
Hazel abrió la boca con sorpresa. Realmente se esmeraron en intentar mantener todo oculto.
—Lily me pidió que impidiera a toda costa que ustedes también estuvieran involucradas. Es peligroso que estén juntos, los vuelve bastante vulnerables. Y eso también incluye a sus padres.
—Así que todos en la Orden creímos que sería buena idea que estuvieran separados —interrumpió Sirius recostándose sobre el sofá—. No contábamos con el ataque de hoy en plena boda pero por suerte estábamos un paso adelante de ellos.
Heaven miró a cada uno de los adultos, hasta que sus ojos se encontraron con los de Isabella.
—¿Entonces Hazel y yo nos quedaremos aquí?
Isabella asintió, luciendo algo apenada—. Espero que no sea mucho para ti, o bueno, para ambas. Sé muy bien que todavía no me conocen del todo, y es entendible que me tengan cierta desconfianza pero les prometo que lo único que quiero es mantenerlas a salvo.
—Yo no tengo ningún problema —dijo Hazel sentándose al lado de Sirius, aplastándolo con toda la intención.
—Hazte para allá, engendro del mal —se quejó el pelinegro, ganándose la melodiosa risa de su pareja, el cual estaba sentando a su otro lado.
Isabella le sonrió a Hazel, y luego dirigió su mirada a Heaven.
—Obviamente yo tampoco —respondió la rubia—. Me alegra saber que por fin tendremos tiempo para conocernos —le sonrió tímidamente a Isabella—. Pero, ¿qué hay sobre papá y Lily?
—Ellos seguirán a Harry —dijo Nolan, integrándose a la conversación—. O eso tengo entendido, pero tomarán cierta distancia.
—Lo que dice es verdad —dijo Remus.
—¿Y qué hay sobre muestras pertenencias? —preguntó Hazel—. ¿Qué pasará con Eddie y Bolita?
—Yo se los traeré —anunció Remus—. Y necesito que me hagan una lista de otros objetos que necesiten.
—Aunque no creo que sean muchos —dijo Heaven y se acercó al punto donde se habían aparecido minutos atrás. Tomando los dos bolsos con sus manos—. Aquí tenemos bastante cosas nuestras.
Hazel se levantó, y con recelo, le arrebató su bolso. Heaven rodó los ojos.
—Bueno, eso sería todo por hoy —Sirius se puso de pie—. Lamento mucho que no hayan podido despedirse de sus padres ni de Harry, princesitas. Pero ya verán que pronto podrán verles las caras nuevamente —caminó hasta ellas, abrazándolas por los hombros—. Por otro lado, es de mi placer informarles que tanto Remus como yo estaremos al pendiente de ustedes.
—¿También se quedarán aquí? —le preguntó Heaven.
—No siempre, pero unos cuantos días a la semana sí —le respondió Remus.
Sirius volteó la mirada, específicamente hacia Draco, quien se había mantenido en silencio.
—¿Y a ti te comió la lengua el ratón o qué? —le preguntó con burla.
Isabella frunció el ceño—. No lo molestes —le advirtió.
Heaven por un momento olvidó que Draco también estaba allí, y se acercó a él, tomándolo de la mano para dirigirse hacia Hazel.
—Ya sé que se conocen pero supongo que ahora es diferente... —hizo una pausa—. Hazel, él es Draco, mi novio —cambió de lugar para quedar frente al rubio—. Draco, ella es Hazel, mi hermana.
Hazel entrecerró los ojos, tendiéndole la mano—. Supongo que esto significa tregua.
Draco sonrió de lado—. Nunca fuiste una buena rival de todas formas —aceptó su mano con amabilidad.
Hazel lo miró con indignación, y se acercó a susurrarle algo en el oído que Heaven no alcanzó a escuchar pero por la expresión de Draco supuso que lo debió asustar.
Draco puso los ojos en blanco, frunciendo los labios, y antes que pudiera responderle a Hazel, Heaven tiró de su mano una vez más.
—Sirius, más vale que te comportes —le advirtió Heaven cruzándose de brazos.
Sirius sonrió—. No prometo nada.
—Ellos son Sirius y Nolan —dijo Heaven—. Él es Draco y es mi novio.
Draco estiró su manos, y el primero en estrecharla fue Nolan con una sonrisa reconfortante.
—Mucho gusto, Draco —dijo Nolan.
Sirius alzó las cejas, examinando a Draco de pies a cabeza—. Eres igual de feo que tu papá.
Heaven le pisó el pie, y el animago se quejó exageradamente.
—¡Isabella! ¡Dile algo! —exclamó Sirius adolorido.
—También písale el otro pie —sugirió Isabella con diversión.
Remus, Nolan, Hazel y Draco rieron ante la respuesta de la mujer. Mientras que Heaven sonrió con aires de superioridad y Sirius rodaba los ojos.
Al final, Sirius también estrechó manos con Draco, y le regaló una sonrisa sorpresivamente paternal.
—Bienvenido a la familia, supongo —dijo el pelinegro, encogiéndose de hombros—. Me da gusto por fin conocerte.
Draco le sonrió, pues estaba emocionado de por fin poder convivir con el otro lado de su familia, aunque claramente no iba a admitirlo.
—A Remus e Isabella ya conoces así que no tiene caso también introducirte.
Isabella sonrió pero de pronto su expresión cambió, como si acabara de recordar algo importante.
—Draco, tu madre debe estar preocupada esperándote en casa. ¿Puedes Aparecerte por ti mismo?
Draco asintió—. Sí, no te preocupes.
Heaven se acercó a él, apartándose del resto.
—¿Cuándo volveré a verte? —le preguntó mirándolo a los ojos.
—La verdad no lo sé —suspiró Draco tomando sus manos—. ¿No estás molesta conmigo?
Heaven hizo una mueca—. Un poco pero tampoco es que quiera que te vayas.
—Yo tampoco quisiera irme —admitió Draco—. Supongo que si estarás aquí un buen tiempo, podré regresar.
Heaven sonrió con emoción ante la idea.
—Cuídate mucho, ¿sí? No quiero que te pase algo malo —le acarició el rostro suavemente.
—Te lo prometo —dijo Draco, inclinándose para besarle la frente—. Me alegra saber que por fin convivirás con Isabella pero recuerda no forzarte de más, ¿de acuerdo? Deja que todo fluya.
Heaven asintió una vez más—. Nos vemos pronto, Draco.
—Nos vemos pronto, cielito —repitió el rubio para luego despedirse de todos con un asentimiento y desapareció en un espiral.
La rubia suspiró, girándose hacia el resto de presentes, sintiéndose nerviosa por todo lo que involucraba estar allí. No sería fácil, y tampoco estaba segura de cómo viviría en paz sin saber nada sobre el resto de su familia pero tendría que aprender a hacerlo.
Momentos después, Remus, Sirius y Nolan se despidieron de las tres, aclamando que tenían una junta rápida con Kingsley, para aclarar todo lo que sucediera iba acorde a lo planeado.
Isabella miró al par de jóvenes frente a ella, y le sonrió nerviosamente.
—Su padre escogió las habitaciones donde cree que se sentirán más cómodas —habló por primera vez—. Espero que les agraden, pero antes de que subamos, ¿quieren cenar algo? ¿o tal vez beber algo? Hoy fue un día bastante largo.
Hazel bostezó—. La verdad es que yo sí tengo algo de hambre —dijo encogiéndose de hombros.
Isabella asintió con una pequeña sonrisa—. Bien, iré a pedirle a los elfos que preparen la cena.
—¿Hay elfos aquí? —preguntó Heaven sonando más asombrada de lo que pensó.
—Anastasia aún está adaptada a las viejas costumbres —Isabella comenzó a liderar el camino hacia la cocina.
—¿Quién es Anastasia? —preguntó Hazel frunciendo el ceño.
—Mi madre —respondió Isabella con una incómoda sonrisa—. Ella y Aaron, mi hermano menor, tuvieron que viajar de imprevisto pero estarán de vuelta durante esta semana.
Heaven sintió un apretón en su pecho. Tenía más familiares aparte de Isabella, y aunque aquel hecho era bastante obvio, nunca lo había tomado en cuenta.
—¿Ellos también viven aquí? —preguntó Heaven sentándose frente a la barra en la enorme cocina de la mansión.
Isabella asintió—. Están emocionados por conocerte —se encogió de hombros—. Espero que no sea mucho para ti.
Heaven negó suavemente con la cabeza—. Está bien, me alegra saber que por fin sabré más sobre mi.
Isabella le sonrió una vez más antes de salir por la puerta, y Heaven supuso que iría a hablarle a los elfos.
Hazel, quién estaba sentada junto a ella, se giró lentamente.
—Perdón por lo de hace rato —rió—. Tenía los nervios de punta.
—No pasa nada —dijo Heaven mirándola—. Yo también.
Ambas rieron por unos segundos, y luego se quedaron en un cómodo silencio pero Hazel no resistió mucho y rompió el hielo.
—Aún me sorprende todo lo de Malfoy y tú —confesó recostándose sobre la barra—. Me muero por que me cuentes cómo surgió todo.
Heaven rió—. A mi también me sigue sorprendiendo, pero lo quiero mucho —sintió sus mejillas arder, y agradeció que Hazel no hiciera un comentario burlón al respecto—. Prometo algún día contarte todo.
Hazel le sonrió y la abrazó por los hombros—. Me alegra que estemos aquí juntas.
—A mi también —le respondió Heaven con una sonrisa.
***
sin editar
nota de la autora:
Les confieso algo? No me gustó este cap JAJSKSKS pero espero que ustedes si por lo menos un poco 😭😭😭
Gracias por leer, les amo demasiado.
Estoy muy emocionada por todo lo que se aproxima <3 y por fin Isabella le contará TODO a Heaven, la vdd estará muy bueno el chismesito (e incluso quiero agregar unos cuantos flashbacks)
en fin, espero leernos pronto<3
all the love
francia💘💘💘
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