❝ El invitado secreto ❞

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omnisciente

El mes de agosto dio inicio junto a una destructiva oleada de tormentas justo en la zona donde la familia Potter se resguardaba del caos que atormentaba la cotidianidad de la comunidad mágica de Reino Unido.

Aquella mañana, Heaven despertó sintiéndose más cansada de lo usual, pues no durmió para nada durante la noche.

Mientras bajaba por las escaleras, el aroma de pancakes recién hechos inundó sus fosas nasales, y se decidió por dirigirse a la cocina.

Para su sorpresa, se encontró con la silueta de Remus Lupin frente a la estufa, preparando el desayuno con bastante concentración.

—¿Tío Remus? —la voz de Heaven salió áspera, lo cuál ocasionó que el hombre se sobresaltara con exageración.

—Merlín, Heaven, casi me matas del susto —le dijo Remus al borde de las risas.

Heaven se aclaró la garganta, no sin antes reírse ligeramente—. Buenos días, me sorprendió verte aquí.

—Buenos días, cielo —replicó el hombre con una sonrisa bastante paternal, echando otra cucharada de mezcla al sartén—. Tus padres tenían un asunto por resolver y Sirius claramente los acompañó, así que me tocó ser su niñero por el día.

—¿A dónde fueron? —preguntó la rubia, acomodándose en la silla alta frente a la espaciosa barra en la cocina.

El hombre lobo no tuvo oportunidad de responderle a Heaven, pues Hazel apareció por la entrada de la cocina con la misma expresión de confusión con la que había entrado la rubia apenas un par de minutos antes.

—Tú no eres mamá —puntuó Hazel con la voz somnolienta mientras se tallaba los ojos.

Remus soltó una pequeña risa—. Claramente no lo soy —dijo volteando el pancake para evitar que se quemara.

—Lo siento —bostezó la pelirroja—. Creo que aún sigo dormida.

—¿Tampoco pudiste dormir? —le preguntó Heaven a la par que Hazel se acomodaba junto a ella.

—Eddie es bastante ruidoso por la noche —suspiró Hazel, recostándose sobre la barra de la cocina.

—Conito —corrigió Heaven con una sonrisa burlona.

Hazel rió levemente.

—Nunca entenderé la manía de su padre con cambiarle el nombre a todo —bufó Remus, acomodando dos platos frente al par de adolescentes—. ¿Harry aún no despierta?

Hazel se levantó—. Iré por él.

—Gracias —murmuró el hombre lobo tomando un plato más y acomodarlo frente al asiento vacío junto a Heaven, donde supuso que Harry se sentaría.

—Tío Remus —lo llamó Heaven—. No dijiste a dónde fueron todos —le recordó, recostando su mejilla sobre la palma de su mano.

—Oh —Remus hizo una mueca—. No es muy seguro pero al parecer fueron a supervisar que el traslado de la familia Granger sea seguro.

—¿La familia Granger? ¿La familia de Hermione? —preguntó aún confundida.

Remus asintió, acomodando la pila de pancakes en la barra de la cocina, dejándolos listos para ser servidos.

—¿Kingsley sabe que salieron? ¿Eso está permitido? ¿Por qué saldrían si se supone que estamos escondidos?

El hombre abrió los ojos con exageración—. Una pregunta a la vez, cielito —hizo una pausa para burlarse de la rubia—. No, Kingsley no sabe, y cuando se entere se pondrá furioso pero conoce muy bien a tus padres como para saber lo tercos que llegan a ser. Y no están escondidos. Heaven, están refugiados.

—Es lo mismo —resopló la rubia, cruzando los brazos sobre la barra—. ¿Cuándo podremos salir? Ya me aburrí de estar aquí todo el día.

Remus suspiró—. Esperemos que pronto.

Heaven no estuvo muy convencida con aquella respuesta—. Como sea, ¿por qué el traslado de los Granger es tan importante como para que hayan tenido que ir a supervisarlo?

—Hermione es la mejor amiga de tus hermanos —Remus le recordó, y Heaven puso los ojos en blanco—. Y bueno, como sabes, las familias de los nacidos de muggles están en grave peligro, son el blanco de los mortífagos. Así que tus padres quisieron despedirse de ellos personalmente, sobre todo porque Hermione se quedará con ustedes por un tiempo y...

—¿Qué? ¿Hermione se quedará aquí? —preguntó Heaven, sonando más horrorizada ante la idea de lo que quería.

Remus frunció los labios—. ¿No sabías?

—¿Te parece que si? —resopló.

—Bien, pero no te pongas así conmigo, no es mi culpa, ¿de acuerdo? —Remus alzó las cejas.

Heaven no respondió, y prefirió tomar un par de pancakes para luego untarles mantequilla y un poco de mermelada de cereza.

Harry y Hazel llegaron unos segundos después, acompañados por Conito y Bolita, quienes se dirigieron a sus respectivos alimentos ubicados en el suelo al otro lado de la cocina.

—¿Ustedes sabían que Hermione vendrá a quedarse con nosotros? —les preguntó Heaven sin dejar esperar a que sus hermanos tomaran asiento.

Hazel miró a Remus, y luego a Harry, en silencio. Y viceversa.

—Estos pancakes huelen delicioso —dijo Hazel, ignorando olímpicamente la pregunta de su hermana mayor.

Heaven resopló una vez más, golpeando a Harry en el hombro—. ¿Por qué no me dijeron?

—¿Por qué me golpeas a mi? —refunfuñó Harry—. ¡Vengo llegando! Aparte, Hazel fue la que decidió que no te dijéramos nada.

Heaven miró a la pelirroja con indignación—. ¿Por qué?

—Porque ya sabía que te pondrías así —le respondió encogiéndose de hombros.

—No me estoy poniendo de ninguna forma —dijo Heaven a la defensiva.

—Sí, lo que tú digas —Hazel rodó los ojos—. Sé que nunca se han agradado mutuamente, mucho menos ahora por el tema de Malfoy...

Heaven se removió incómodamente en su lugar. Su relación con Draco no era su tema favorito para discutir con su familia, especialmente con Harry, quien pretendió no escuchar la mención del rubio Slytherin.

—Pero no tienen otra opción más que convivir —Hazel sonrió inocentemente—. Tal vez por fin se darán cuenta que son más parecidas de lo que creen.

Heaven le lanzó una mala mirada—. Hermione y yo no tenemos nada de parecidas.

—Hazel tiene razón —dijo Harry mientras adornaba sus pancakes con crema batida—. Las dos a veces son un poco maniáticas.

—¡Claro que no! —exclamó Heaven casi ofendida.

—Yo también lo soy a veces —admitió Hazel—. Es bueno aceptarlo.

Remus reía negando con la cabeza, estando al tanto de la conversación de los jóvenes frente a él.

—Terminen de desayunar, que se les enfriará la comida, ya luego tendrán tiempo de discutir sobre quién es más maniático que quién —dijo el hombre lobo con un falso tono autoritario y una sonrisa divertida.

—Sí, papá —dijo Hazel de forma burlesca, ocasionando la risa de los otros tres presentes.

Heaven mentiría si dijera que no se sentía incómoda con la presencia de Hermione Granger en su vivienda.

Pero hacía de todo para evitar estar mucho tiempo en la misma habitación que la castaña. Y al parecer, sus padres ya lo habían percatado.

Sólo habían pasado un par de días desde su llegada pero James Potter conocía a su hija como la palma de su mano, sin embargo, no estaba muy seguro de cómo abordar el tema, especialmente porque le había ocultado la llegada de Hermione.

Una mañana después de desayunar, Heaven fue la voluntaria para lavar y recoger los trastes de los demás, mientras que el resto regresaba a sus monótonas actividades dentro de la casa.

James aprovechó la oportunidad de quedarse a solar con su hija junto a Lily para abordar el tema.

Le hizo una disimulada seña a su esposa en forma de súplica para que ella fuera quien iniciara la conversación.

Lily levantó un par de platos, llevándolos hasta el fregadero dónde se encontraba la joven rubia.

—¿Te gustó la comida? —le preguntó con una sonrisa.

Heaven la miró por unos segundos y luego asintió, comenzando a tener la sospecha sobre la conversación que se acercaba.

Lily dirigió su mirada a James quién se balanceaba sobre sus talones, pensando en que decir.

Los tres se quedaron en un largo, y casi tortuoso silencio. Así que Heaven soltó un suspiro antes de tomar la palabra.

—No estoy molesta si es lo que creen pero hubiera apreciado que me hubieran mencionado que Hermione se quedaría con nosotros por algunos días.

James se acomodó sus gafas—. Bien, Hazel nos dijo que...

—Aparte —Heaven lo interrumpió—. No es que Hermione me desagrade pero —hizo una pausa—, es incómodo porque sé que no le agrado mucho que digamos. Especialmente desde que por mi culpa Harry y Hazel la tacharon de chismosa.

Lily asintió lentamente, escuchando con atención las palabras de Heaven.

—Está bien, sólo estábamos un poco preocupados porque recién estamos retomando nuestra antigua dinámica familiar y no queremos que te sientas mal, ¿de acuerdo? —dijo Lily mientras la envolvía en sus brazos con cariño.

James sonrió ante la imagen frente a él, y no dudó en unirse a la muestra de afecto.

—Te amamos —le dijo James al separarse mientras le pinchaba la nariz—. Nunca lo olvides.

Heaven sonrió—. Y yo a ustedes.

—¿Sabes? Ve con ellos, nosotros terminaremos de recoger la cocina —dijo Lily alzando las cejas.

—¿Segura? —preguntó la rubia—. No tengo problema con ayudar.

—No pasa nada, anda ve con ellos —le dijo James.

Heaven les agradeció en voz baja, y salió por la puerta de la cocina para dirigirse a la habitación de Harry, dónde probablemente se encontraban él, Hazel y Hermione.

Cuando entró a la habitación, cerró la puerta tras de ella, y volvió a conjurar el hechizo silenciador.

Tanto ella como Harry, Hazel y Hermione estaban armando el plan perfecto para encontrar el resto de los horrocruxes y destruirlos. Pero era una situación bastante difícil porque no tenían ni la menor idea de donde comenzar.

Lo único que tenían planeado por completo era su escape. Aprovecharían a su favor el que James haya pensado que asistir a la boda de Bill y Fleur podría ser una buena manera de aliviar la tensión que ocasionaba el comienzo de la guerra dentro de su hogar.

Así que los tres hermanos Potter junto a Hermione Granger y Ron Weasley, escaparían mientras la boda se llevaba a cabo.

Harry había dejado en claro que quería dejar a sus padres de lado, pues temía que algo terrible les sucediese si lo acompañaban.

—¿Te dijeron algo? —le preguntó Hazel con curiosidad.

—No sospechan nada —respondió Heaven acomodándose en el espacio vacío que había entre sus hermanos—. ¿Qué es lo que hacen?

Hermione tomó el trozo de pergamino y se lo entregó a Heaven.

—Es lo que había dentro del guardapelo —explicó Harry.

Heaven lo desdobló y leyó con atención:

"Para el Señor Tenebroso - Sé que estaré muerto antes de que leas esto, pero quiero que sepas que fui yo quien descubrió tu secreto. Robé el Horrocrux genuino e intentaré destruirlo tan pronto como pueda. Me enfrento a la muerte con la esperanza de que cuando enfrentes tu destino serás mortal una vez más.
- R.A.B"

—¿Quién es R.A.B? —preguntó Heaven frunciendo el ceño.

—No tenemos ni idea —resopló Hazel recostándose sobre la alfombra, estirando su mano para acariciar a Conito—. Pero al parecer, fue la primera persona en saber algo sobre los Horrocruxes.

Heaven observaba el trozo de papel con atención, intentando escarbar alguna otra pista.

—Yo creo que sí deberíamos de integrar a algún adulto en esto —dijo Hermione—. No podemos nosotros solos.

Heaven se mordió el interior de su mejilla, incapaz de creer lo que estaba apunto de decir—. Estoy de acuerdo con ella.

—¡De ninguna manera! —exclamó Harry—. No nos dejarán seguir con el plan.

—Aún ni hay plan tal cuál, solo sabemos que nos iremos cuando nadie lo note —completó Hazel—. Es inútil, necesitamos a más personas en esto.

—No quiero involucrar a nuestros papás en esto —dijo Harry—. En realidad, no quería ni que ustedes estuvieran involucradas.

—Demasiado tarde —dijo Hazel reincorporándose—. No te dejaremos sólo en esto.

Heaven asintió en acuerdo—. Harry, piénsalo. Aún estamos a tiempo para decirle a alguien. Remus es una buena opción.

El azabache hizo una mueca—. No lo sé.

—Estuve pensando en que en unos días nos iremos a la madriguera y tendremos muy poco tiempo para poner a Ron al tanto —dijo Hermione mientras acercaba un bolso de buen tamaño que parecía bastante viejo—. He estado empacando lo necesario aquí dentro. Ustedes deberían de hacer lo mismo.

Los tres hermanos asintieron.

—Lo único que lamento es que nos perderemos de casi toda la boda de Bill y Fleur —suspiró Hazel—. Me gustan las bodas.

—Nunca has ido a una —se burló Heaven.

Hazel miró mal a su hermana—. Lo bueno es que en la próxima boda en la que estaré, yo seré la novia.

—¿Qué tal si Harry se casa primero? —dijo Heaven alzando las cejas.

—O tú —se burló Harry, lo que ocasionó que recibiera un leve empujón departe de Heaven.

Hermione negó con diversión mientras reía—. Yo también creo que la primera en casarse será Hazel.

—¿Lo ven? Fred y yo somos la mejor pareja —sonrió inocentemente.

—Y la menos inteligente —se burló Harry, para luego recibir un golpe con una almohada en el rostro por norte de la pelirroja.

Heaven rió ante el comportamiento de sus hermanos, y pensó en que a pesar de todo lo terrible que sucedía afuera, estar con ellos era su lugar más seguro. Y esperaba que así fuera por mucho tiempo más.

***
sin editar

nota de la autora:

guess who's back, back again.

neta una mega disculpa pero entré en el peor bloqueo creativo de toda mi vida😭 así que para recompensarlo les traigo un capítulo corto.

en los siguientes todos se pondrá un poco mejor <3 y también será el reencuentro, así que stay tuned!!

(les digo stay tuned! y la q se desaparece soy yo JJAKSKA 😭😭😭)

pero bueno, gracias por todo su apoyo incondicional así como su gran paciencia!!

les prometo que esta semana volveré a actualizar, les amo!!!!

all the love
francia💘💘