【 061 】
【 lxi. Amortentia 】
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《omnisciente》
Heaven no se había sentido así de nerviosa desde que presentó sus exámenes de T.I.M.O el curso anterior.
Aunque la razón podría resultar bastante estúpida, y tal vez un poco exagerada. La rubia recordó como Sirius siempre le decía que tendía a ahogarse en un vaso de agua.
Pero Heaven de verdad aún no deseaba encontrarse con Draco bajo ninguna circunstancia, y para su pésima suerte, su primera clase del día era la de Pociones donde compartía equipo con él.
Ella realmente deseaba con todas sus fuerzas que el joven no se presentara a la clase.
Caminó con lentitud hasta las mazmorras en silencio y sin compañía, pues como de costumbre se le hizo tarde y no pudo asistir al desayuno.
Al acercarse notó los pequeños grupos de amigos reunidos afuera del aula. Aparentemente el profesor Slughorn aún no había hecho acto de presencia.
Se relajó un poco al distinguir a su amiga Marietta conversando con otra de sus compañeras de casa, Olivia, con la cual llevaba unas cuantas semanas sin hablar.
Probablemente porque Olivia la evadía con descaro, y Heaven no lograba entender muy bien el porqué.
—Hola —intentó sonar alegre pero sólo fracasó en el intento pues a su parecer su tono de voz sonó demasiado falso.
Marietta lo notó y soltó una pequeña risa—. Buenos días.
—La verdad no tienen nada de buenos —dijo Heaven arrugando la nariz—. Hola, Olivia.
La castaña le dedicó media sonrisa—. Hola, Vee —saludó de regreso mientras comenzaba a retroceder—. Iré entrando para apartar un buen lugar —balbuceó y tras unos segundos de incómodos gestos de despedida se perdió de la vista del par de amigas en cuanto atravesó la puerta del aula.
—Los lugares ya están designados —dijo Marietta frunciendo el ceño—. Parece como si quisiera evitarte.
—¿Tú crees? —replicó Heaven con sarcasmo.
Marietta rodó los ojos—. ¿Hoy tampoco estás de buen humor?
—Lo estoy intentando —respondió la rubia suspirando—. ¿Y si nos saltamos la clase?
—Hoy nos entregará nuestra calificación final del trimestre —dijo la morena—. Quiero saber que tan enojada se pondrá mi abuela.
—Te debió ir mejor que a mi —Heaven se talló los ojos—. Yo no recuerdo haber aprendido algo desde antes de navidad —abrió los ojos con exageración—. Como sea, ya recordé que tengo que decirle a tu abuela que estoy enojada con ella.
—¿Por qué? —Marietta rió.
—El otro día ví que Harry traía un paquete de galletas que me resultaron bastante familiares por la nota que traía. "Para mi Potter favorito".
—Oh, no te preocupes. A mi también me reemplazó por él —la joven rió—. Lo adora.
Heaven arrugó la nariz como respuesta—. No puedo creer que me haya quitado mi lugar en tu familia.
—Siempre habrá un lugar para ti —le guiñó el ojo mientras sonreía—. ¿Si irán a casa por pascua? Porque hablando sobre mis abuelos, ellos están en Francia desde el mes pasado, y les pedí que no regresaran solo por la semana que tenemos libre, no sería justo.
—Iremos con nuestros abuelos —respondió Heaven mientras se recargaba en el muro de piedra—. ¿Y si vienes con nosotros?
—Me encantaría —Marietta pasó su brazo por los hombros de Heaven—. A veces olvido lo mucho que te quiero —murmuró burlonamente.
—Porque eres una traidora y ahora prefieres andarte besuqueando con mi hermano —hizo una mueca de asco mientras ponía los ojos en blanco.
Marietta la empujó juguetonamente—. Harry es tan perfecto —suspiró dejando en claro lo enamorada que está de su novio—. Lo amo demasiado.
Heaven sonrió de lado—. Lo sé, y sigo sin entender el porqué.
Marietta estuvo a nada de contestar cuando el profesor Slughorn apareció por el pasillo caminando con cierta prisa. La mayoría de los estudiantes que se encontraban fuera del aula se adentraron preparados para tomar la clase, dejando al par de amigas solas en el frío pasillo.
El profesor les sonrió antes de entrar a la mazmorra no sin antes recordarles que ellas también tenían que hacerlo.
Marietta recogió su mochila del suelo y la colgó en su hombro, notando que Heaven no se inmutó ni un poco.
—Aún podemos escapar —comentó la rubia echando la cabeza hacia atrás.
—Ya nos vio, y sería raro...
—No quiero entrar —refunfuñó Heaven.
—¿Por qué? —Marietta entrecerró los ojos.
Heaven intentó asomarse por la puerta, pero le fue imposible mirar dentro del aula debido a una estantería que cubrió su vista por completo.
—No quiero ver a Draco —respondió la ojiverde en voz baja.
Marietta alzó una ceja—. Tú que dices que no entiendes como pasó lo mío con Harry, y te diré que yo siento lo mismo sobre lo suyo. ¿Cómo sucedió eso? No me has contado —le dio un ligero golpe en el brazo, ganándose una mala mirada de la rubia.
—No hay tiempo para reclamos ni explicaciones... —hizo una corta pausa—. ¿Podrías fijarte si está?
La morena sonrió divertida pero sin rechistar al respecto, lo hizo, y al no ver ninguna señal del rubio platinado de Slytherin, ladeó la cabeza, indicándole a Heaven que podían entrar sin problema.
Y bajo las protestas de esta última, así fue.
Cuando llegaron a su usual mesa, Heaven se preguntó si el resto de los presentes sabían sobre lo que sucedió entre Draco y ella.
Eloisse fue la primera en mirarla, dirigiéndole un mirada con un poco de recelo, confirmando estar al tanto de lo acontecido.
Heaven no pudo evitar sentirse incómoda.
Blaise era el único que parecía igual que siempre, saludó a ambas jóvenes con su típica chispa alegre.
Por otro lado, Theodore solo les dedicó una pequeña sonrisa, desviando la mirada unos segundos después.
Heaven recordó haber tenido una pequeña pelea con él dos días atrás. No estaba completamente segura si su mejor amigo conocía la situación de Draco. Pero aquella mañana estaba tan enojada por ello que le dijo varias cosas sin sentido, dejando al joven castaño perplejo y sin mucho que responder.
Ella estaba consciente que aunque Theodore hubiera sabido la verdad, no era él quien debía decírselo, pero bien pudo darle alguna advertencia.
La situación empeoró aún más cuando la puerta se abrió, dejando a la vista a Draco.
El profesor Slughorn no comentó mucho al respecto y luego de una pequeña reprimenda lo dejó pasar.
Heaven deseó poder desaparecer de la faz de la Tierra.
Draco Malfoy se acomodó en su lugar, que justo quedaba frente al de ella, pero nunca se atrevió a mirarlo fijamente.
Ni él a ella.
La rubia de pronto sintió como si el tiempo hubiera retrocedido, a cuando apenas se conocían, y que el fastidio era el único sentimiento que compartían uno por el otro.
Pero vaya que había pasado el tiempo porque ahora lo que ambos sentían era la urgencia de estar juntos y no separarse bajo ninguna circunstancia, aunque en esos momentos era algo bastante imposible.
Heaven no escuchó las órdenes que el profesor había dado por estar más concentrada en sus pensamientos pero volvió la mirada a su mesa, notando como Marietta y Blaise eran los únicos trabajando en la poción que al parecer le faltaba casi nada para estar lista.
Se recostó sobre sus brazos, cerrando los ojos y deseando con todas sus fuerzas que el tiempo pasara rápido, al menos en esa clase.
Soltó un pequeño gruñido cuando un familiar aroma invadió sus fosas nasales, y maldijo a Draco por haber usado loción de más aquel día.
Podía ignorarlo mejor si no podía verlo, y aquello era fácil de cumplir pero cuando el olor de la persona está en el ambiente resulta más complicado de lo esperado.
—¿Quién trae galletas de coco? —preguntó Eloisse frunciendo el ceño.
—¿Qué? —dijo Theodore parpadeando.
—Huele a galletas de coco —murmuró la joven como respuesta.
—No es cierto, huele a cuando se explotan las cartas del snap —acusó Theodore cruzándose de brazos.
—Creo que la poción está lista —comentó Marietta dando pequeños saltos, y se inclinó sobre el caldero, inhalando el vapor—. Sí, sigue siendo lo mismo. Campo de Quidditch luego de una breve brisa.
—Les dije que no sería tan complicado —dijo Blaise—. Huele a tarta de melaza y arándanos. A flores como las del jardín de mi madre; y a ¿madera?
Marietta arrimó el caldero hasta Heaven.
—¿Tú que hueles? —alzó una ceja.
Heaven de mala gana se arrastró, el olor no había cambiando mucho, pues lo único que se había agregado a la lista era la loción de cítricos de Draco pero era obvio que no lo admitiría en voz alta, mucho menos después de todo lo que sucedió.
—Lo mismo que la última vez —murmuró Heaven devolviendo el caldero a su lugar.
Marietta entendió perfectamente que Heaven no tenía intención de seguir hablando, ni siquiera de seguir allí en la clase, así que decidió dejar de intentar integrarla para evitarle un mal rato.
Esta vez fue Blaise quien tomó el caldero y lo arrastró por la mesa hasta dejarlo a la altura de Draco, alzando las cejas indicándole que participará en la dinámica.
Heaven evito seguir observándolo así que regresó a su posición anterior, y cerró los ojos.
—No hay mucha diferencia que antes —escuchó a Draco hablar por primera vez en toda la clase, inclinándose para percibir el aroma—. Son los mismos olores —repitió—: Pasto, menta, ¿algo floral? y... —se quedó en silencio por unos segundos—, cerezas —dijo finalmente mientras se le escapaba una sonrisa de forma inconsciente.
Heaven sintió sus mejillas arder, incluso si pretendía no estar poniendo atención. Aquello había sido bastante revelador pero parecía que nadie notó a lo que se refería. Sin embargo, no fue lo suficiente como para que el enojo que sentía hacia Draco desapareciera.
Aunque si tenía muchas ganas de decirle que ella también había percibido su aroma en la amortentia.
La clase continuó y por primera vez desde que comenzó el curso, Slughorn felicitó su buen trabajo.
El profesor también entregó las calificaciones, y aunque no le había ido tan mal, Heaven se sentía un poco mal consigo misma. Durante años la validación académica era todo por lo que ella luchaba, pero ya no era así.
—Sólo me puso Aceptable porque tiene una fascinación por mi familia —le murmuró Heaven a Marietta—. Dijo que por el gran cariño que le tiene a Lily, me daría una oportunidad para demostrar que también soy talentosa para las pociones.
—Privilegios de ser una Potter —se burló Blaise.
Heaven alzó la mirada, pensó que nadie aparte de su amiga había escuchado.
—¿Qué clase de tratado tiene tu familia con el colegio? Los profesores no paran de tener cierto favoritismo por ustedes —señaló Eloisse con cierto disgusto que Heaven no pasó por desapercibido.
—Uy sí, tanto favoritismo que Snape nos baja puntos por no respirar de manera correcta; Flitwick me persigue por todo el castillo reprendiéndome sobre lo pésima perfecta que soy; y sobre todo porque llevo casi un mes en detención, cortesía de la profesora McGonagall —puso los ojos en blanco.
Theodore rió negando con la cabeza. Él era el único que sabía lo mucho que la rubia odiaba que los demás creyeran que tanto sus hermanos como ella recibían un trato especial por su apellido, cuando en realidad no era así. Y si había alguno que otro trato diferente era por lástima. Nadie conocía a una familia con más mala suerte que los Potter.
—Tú siempre estás en detención —dijo Marietta frunciendo el ceño—. ¿Cómo no te han quitado el título de prefecta?
—Porque es irrevocable —respondió Heaven, recordando las palabras de su jefe de casa—. Si no fuera así, Flitwick me hubiera sacado del puesto, y si tuviera el chance, también de Ravenclaw —se burló, ganándose la risa del resto de presentes, menos la de Draco, quien solo se limitó a sonreír con diversión.
—Siempre creí que Flitwick era de los mejores profesores —dijo Eloisse—. No puede haber tanta maldad en tan poca estatura.
Blaise lanzó una carcajada, llamando la atención de casi todo el salón.
—Flitwick tiene una enorme preferencia por los alumnos del equipo de Quidditch de nuestra casa —continuó Heaven hablando—. Son su adoración.
—Claro que no —rechistó Marietta—. Yo tampoco le agrado tanto.
Heaven se sentía culpable de no haber participado mucho en la elaboración de la poción, así que cuando terminó la clase, fue la voluntaria de limpiar y recoger los utensilios que necesitaron en su mesa.
Los demás se marcharon y le agradecieron a la rubia. Menos Draco, quien lucía bastante apenado y salió en cuanto Slughorn lo permitió.
Marietta se quedó acompañando a Heaven, y cuando por fin terminó, la ayudó a acomodar sus pertenencias dentro de su bolso.
—¿Qué es eso? —señaló la morena una nota que sobresalía de su cuaderno.
Heaven de encogió de hombros, no estando segura sobre a qué se refería. Tomó la nota con cuidado y la leyó.
Sé que estás furiosa conmigo, no quieres ni mirarme y lo entiendo, estás en todo tu derecho pero quería decirte que no tienes porque estar enojada con Theodore.
Él tampoco lo sabía.
Te extraño, espero que pronto puedas escuchar todo lo que tengo por decirte y explicarte.
D.M
Heaven sintió un apretón en su pecho, especialmente por las palabras en el último párrafo, suspiró rompiendo la nota, no quería que alguien más la leyera.
—¿Qué era? —preguntó Marietta al notar el cambio de la expresión de su amiga al terminar de leer el trozo de papel.
La rubia estuvo a punto de responderle cuando Harry la interrumpió posicionándose en medio del par de amigas, estampando un pergamino en la mesa.
—¡Saqué un Extraordinario! —exclamó con una sonrisa altanera.
Tanto Heaven como Marietta protestaron al respecto. Les había ganado a ambas, y por mucho.
—¡No es justo! ¡Tú sólo tienes como una neurona! —acusó Heaven.
—Te duele que te haya ganado —Harry alzó las cejas—. Mamá por fin pondrá mis notas en el refrigerador.
—No me van a doler las palabras de alguien que no sabe multiplicar —se burló Heaven empujándolo.
Marietta comenzó a reír mientras negaba con la cabeza, mientras que Harry rodó los ojos.
—Si sé multiplicar —refunfuñó—. Sólo me equivoqué una vez, ya supéralo y admite que estás celosa porque te gané.
—Eso desearías, infeliz —replicó Heaven.
Hazel y Ron llegaron unos instantes después uniéndose a la conversación.
—¡Está insoportable! —comentó el pelirrojo dándole un golpe a su amigo con un libro.
—Bueno, pero eso no es nada nuevo —bromeó Hazel, y todos estallaron a las risas a excepción del azabache.
***
sin editar
nota de la autora:
nunca se han preguntado a qué olería su amortentia? yo creo que la mía olería al mar, a libros nuevos y a cena navideña
si tiene errores pido perdón, la verdad es que me da mucha flojera revisarlo antes de publicarlo JAKSKSKS
extraño escribir escenas soft entre draco y heaven. ya quiero que se reconcilien:(
por cierto, ahora si es de mi placer informarles que según el calendario cronológico que hice de los capítulos, faltan como diez para que se termine el acto (esta vez si es real JAKSKS)
y comenzaremos con el tercer y último acto y estoy muy emocionada.
por cierto, ya casi llegamos a las 250k leídas y quiero chillar de alegría, gracias por todo <3
entre otras cosas, les invito a seguirme en mis redes sociales (insta y tiktok) en ambas pueden encontrarme como franciaxmalfoy
también les hago la invitación de que lean mi nueva fanfic de draco "little dark age" que básicamente trata de cómo draco comienza a comunicarse con regulus<3 (quiero aclarar que no está relacionada con esta historia, es otra completamente aparte)
eso sería todo por hoy! nos leemos pronto
all the love
francia💞
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